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La hora de la culpa

La hora de la culpa

Escrito por: Antonio Valderrama5 diciembre, 2017
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Si en algo se parece el madridismo a España es en la sed de culpables. Pasa algo y al momento ha de haber uno. Concebir que un fenómeno se produzca merced a la incidencia de varias circunstancias que pueden estar relacionadas entre sí, o no, entre las cuales cabe contar con el azar o la suerte, es decir, con lo incontrolable e imprevisible, es un disparate. Tampoco hay que sorprenderse a estas alturas, al fin y al cabo es fútbol: el reino de lo inmediato, y el madridismo necesita singularizar cuando está angustiado. Tres son los corderos de Dios que ahora está inmolando en este primer tercio de la temporada con el ansia desesperada de borrar todo el pecado del mundo: Benzema, Zidane y Francisco Román Alarcón, Isco.

Benzema no vale un duro, Zidane entrena lo mismo que un mono con dos platillos e Isco la toca mucho y es un bluff. Poco más o menos, este es el tema.

El madridismo contemporáneo continúa embobado en gran medida por el recuerdo idealizado del Madrid de Mourinho, un equipo vertiginoso y quintaesencia del contragolpe. Se ensalzó tanto el juego directo y vertical en cuanto que el gran rival arrasaba haciendo justo lo contrario: eran los tiempos en que a un madridista cualquier le mentabas la posesión y era como nombrarle la bicha.

Pero mirando en frío el último Madrid de Mourinho uno advierte entre la hojarasca una inclinación gradual hacia el control, la pausa y el toque. Mourinho ya había batido al Barcelona del toque, al producto propagandístico llamado tiki-taka. Buscaba ya otra cosa, un upgrade que él decía. Eso lo continuó Ancelotti más adelante. Ese gradiente se llamó Luka Modric. Luego vino Isco, una especie de potenciador, que según se dice encantó a Mourinho ya en el Málaga hasta el punto de dejarlo recomendado antes de irse. ¿Qué se quiere decir cuando se habla de Isco?

Hablar de Isco es hablar de un tipo que cambió el sino de dos finales de la Copa de Europa saliendo desde el banquillo y que contribuyó a la victoria por aplastamiento en la tercera, de titular; de alguien esencial en el tramo decisivo de la mejor campaña del Madrid desde 1958. De uno que, siendo el jugador número 12 a lo largo de tres temporadas y media ha participado con influencia determinante en casi todas las eliminatorias que ha disputado el Madrid de las tres Copas de Europa en cuatro temporadas.

Sucede que Isco tiene unas condiciones naturales para el juego que contradicen ese espíritu sagrado que late dentro del madridismo, una suerte de identidad que se quiere nativista, como si los valores esenciales de esta afición fuesen la negación contracultural del pase horizontal, de la asociación en el mediocampo y del elogio a un futbolista español. Como al Marca le gusta Isco y Manolo Lama pide en Twitter que juegue, ya no gusta Isco, como si el chico tuviera la culpa de haber nacido en Arroyo de la Miel y no en un pueblo de Cornualles. Esa adoración de ese mismo madridismo por la velocidad y por los tíos que corren como si les persiguiera un avispero, sacada del manifiesto de Marinetti, juega en contra de Isco. ¡Como también que se le coree en el campo! Seguramente la próxima vez que lo ovacionen tendrá que pedir con aspavientos que se calle el público, aunque quizá entonces le reprochen la humildad, otro concepto proscrito entre la intelligentsia madridista desde hace un lustro.

Isco está pagando el pato del mal arranque del equipo esta temporada. Es curioso porque él también era titular cuando el Madrid bordó el fútbol contra la Juventus de Turín en Cardiff. No hace tanto de eso. El Madrid ahora no mete goles y es culpa de que Isco da muchas vueltas en torno a la pelota. A lo mejor de que los delanteros no encuentren espacios y de que el príncipe del equipo pase más tiempo en la enfermería que de corto también tiene culpa Isco, como de que no haya un delantero suplente competitivo o de que el equipo dé la impresión de ser muy vulnerable.

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Madridista de infantería. Practico el anarcomadridismo en mis horas de esparcimiento. Soy el central al que siempre mandan a rematar melones en los descuentos. En Twitter podrán encontrarme como @fantantonio

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7 comentarios en: La hora de la culpa

  1. Resulta que Bale ha jugado con Isco y los dos han estado sentados en el banquillo. A mí me da que d aigual lo que se haga mientras tengamos la prensa drástica y vehemente que de forma apocalíptica hostiga al RM. Los mismos que decían de forma simplista: "con Bale juega peor el RM", "el RM debe jugar un 4-4-2", "españoles e Isco es lo q necesita el RM", etc. y luego cuando la realidad les dice que no es así, porque el RM ha jugado mal sin Bale y con Isco, y también ha jugado mal con un 4-4-2... y con fulano y zutano... pues da igual, ellos siguen con su matraca.

    El año pasado estábamos muy bien, invictos pero estos de la prensa decían q 1) no jueg a ná, 2) ZZ no sabe y 3) se gana de suerte... sin embargo, este año se dice... ¡caramba! ¡qué coincidencia!

    p.d.: no saquéis las cosas de quicio. Y Tened bien presente que el enemigo no está en el campo, ahí está el rival a batir, el enemigo, ése, anida en los medios. 😉

  2. Muy buen análisis.
    Muchos dicen que Isco corta o ralentiza el juego. Que entretiene demasiado el balón en su poder. Y en gran parte es culpa - ¡culpa! - de la gran cantidad de tiempo que los delanteros pasan en fuera de juego y del tiempo que emplean en salir de él (especialmente Cristiano). A Isco no le queda más remedio que centrar atrás o desplazarse con el balón hasta que esa situación se remedie. Muchas segundas jugadas en un mismo ataque se desperdician por ese motivo. Las defensas vuelven rápidamente a situarse en su sitio mientras algún delantero blanco permanece indolentemente en posición ilegal para un pase, normalmente lamentándose de una ocasión fallada.

    Eso, unido a la escasez de desmarques continuados, hace que el juego del Madrid se vuelva espeso y bastante previsible para los contrarios. Y no siempre, por ese motivo, es desacierto de los centrocampistas la poca fluidez de juego.

  3. Isco es también un excelente lanzador de contraataques: véase la final de la Copa del Rey de 2013-2014 contra el Barcelona. A mí, Isco me gusta mucho. Me parece un jugador con la suficiente calidad y personalidad para el Madrid. Además, suele destacar en los partidos más difíciles. Y funciona bien tanto de titular como de suplente: véanse sus finales de Copa de Europa.

    El problema que yo le veo es que creo que al Madrid no le compensa jugar con cuatro centrocampistas (ya sea en rombo o en 4-3-1-2) si tiene a Bale, Benzema y Cristiano en forma. Y, si éstos no están en forma, ni Isco ni nadie puede remediarlo. Es decir: Isco sólo es importante (muy importante) si los BBC son decisivos.

  4. Con Mou no habia contrataques habia ataques rapidos, que es mejor una jugada de 42 toques que acaba en gol o una jugada de 3 toques que acaba en gol (Bale en Anoeta) con los 42 toques normalmente sobra el último

  5. No tengo ni idea de quien tiene la culpa, a mi que me registren, pero la realidad es que entre esta temporada y la pasada hay la misma diferencia que entre John Wayne y Elton John.

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Lamine Yamal es muy joven.

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En el hecho de que @AthosDumasE llame a la que muchos llaman "Selección Nacional" la "selección de la @rfef" encontraréis pistas de por qué no la apoya.

La explicación completa, aquí

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Tal día como hoy, pero de 1962, Amancio rubricaba su contrato como jugador del Real Madrid.

@albertocosin no estaba allí, pero te va a hacer sentir que tú sí estabas.

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