Buenos días, queridos.
¡Cómo nos apetece portanalizar estos días, qué maravilla! ¡Cómo vamos a gozar durante las próximas semanas con ese mundial de Catar que no vamos a catar! Nos apetece “horrores”, tanto como que nos echen cera ardiente de una vela por la espalda, sumergirnos en el Ártico en pelota picada o ver en bucle el último partido de los del Cholo. Pero es nuestra obligación y así lo haremos por ustedes, así que allá vamos, comencemos.
El delantero suplente del Barça, Ferran Torres, nos cuenta que allí son todos muy amigos, tanto, que en la foto aparece echando harina a las pizzas que van a hornear a continuación para tomárselas todos juntos después, mientras disfrutan el streaming del suegro. Qué maravilla de concentración, qué planazo de viernes noche.
Por cierto, Ferran sin tilde, porque es valenciano y no queremos cometer el doble error: uno por ponerla (la tilde) y otro por ponerlo (a Ferran).
Otra maravilla de portada: Luis Enrique estirándose. ¿Cabe portada más glamurosa en la historia de las portadas? Observen la postura corporal, el gesto sudapollista nivel top, el recado a su antiguo club con el logo de Naranjito, la mascota del Mundial del 8-2, y esas palabras… No las referidas a sus deseos sobre Messi y el mundial (el de Catar irá siempre con minúsculas), sino las que vemos en el párrafo inferior, de las cuales destacamos las siguientes (atentos, amics):
“Los más graciosos son Pedri, Alba, Ferran, Gavi…”.
El Club de la comedia, no tenemos ninguna duda. Ni Tip y Coll, ni Martes y Trece, ni Faemino y Cansado, ni los Monty Python, olvídense de todos esos genios del humor e imaginen los chistacos en esas veladas de pizza y streaming de los pupilos de Luis Enrique:
Pedri.- ¿Qué le dice un grano de arena a otro en este desierto? Tío, creo que nos siguen, jojojo.
Gavi.- Nos has dejado fríos. Casi tanto como tú en Valdebebas.
Todos se ríen, se descoyuntan, se parten la caja, comienza el festival del humor desbocado.
Jordi Alba.- Me toca, me toca. ¿Qué le dice el Jardiner a otro de su gremio? Seamos felices mientras podamos.
Jo, jo, jo, nos imaginamos las risotadas, codazos de complicidad (menos en el caso de Gavi, pues no controla la fuerza con la que golpea las costillas de Pedri). “Otro, venga, otro”.
Ferran.- ¿Y tú, Jordi, sabes cuál es el colmo de tu peluquero? Que descubras que nada es permanente, jojojo, no pongas esa cara, ¡no te ha gustado un pelo, ¿eh?!
Jordi no se ríe inicialmente, mira pensativo al yerno del jefe y cuando los jóvenes empiezan a pensar que se ha mosqueado de verdad, se carcajea, al principio lentamente, luego se despolla. Todos respiran aliviados y continúan su particular Club de la comedia.
-Gavi, Gavi, cuéntanos un chiste verde. No, mejor esperamos que ambos maduréis, ¡jojojojo!!!!
En eso que aparece Luis Enrique, que acaba de terminar su directo del día. Tiene el semblante serio, mira a Ferran y le suelta:
-Tú, eh, tú, ¿tú tienes buenas intenciones con mi hija?
Ferran sigue imbuido del buen rollete de estos chicos tan graciosos y contesta:
-Sí, jefe, por supuesto. ¡Lo malo es cuando pasamos a la acción!
-¡Ja, ja, ja, ja! Se parten todos de risa. Jordi Alba lo hace con un par de segundos de retardo.
Desconocemos si esta escena les ha parecido graciosa. Lo cierto es que a nosotros no mucho. Con el diario As se entrega hoy un suplemento especial de 32 páginas dedicadas a lo que llaman “Un lujo de mundial”. Y no se nos ocurre otra imagen mejor que la siguiente para definir ese “lujo”:
Cuenten ustedes, cuenten. Son 203 individuos, 203 currantes. Cada una de las 32 páginas del suplemento del As podría poner esta imagen y aún necesitarían cuatro individuos más para alcanzar la cifra de 6.500. Esos currelas que aparecen con su bolsa al hombro provenían de Filipinas, Pakistán, Bangladés o Sri Lanka en su mayoría, y ahora yacen sepultados no se sabe muy bien dónde. Podríamos hacer otra división: se han construido 8 estadios para el mundial, lo cual hace una media de 812 fallecidos por estadio. Desde la redacción de La Galerna proponemos dejar 812 butacas vacías en cada uno de los partidos como recuerdo permanente al mundo de lo que se está blanqueando con este mundial.
No nos gusta hacer bromas sobre este asunto y por eso creemos conveniente recordarlo casi a diario. Como hizo Bellerín ayer. Resulta que el lateral del Barça, que tiene el honor de ser uno de los pocos jugadores de la plantilla que no acudirá a Catar, recibió ayer el premio GQ al Hombre del Año. No nos pregunten por qué. Tampoco se extrañen. Si Gavi es el mejor joven y el City el mejor club, no vemos por qué Bellerín no puede aspirar a tamaño logro.
Durante la entrega del premio, el bueno de Héctor dejó esta perla:
“Como futbolista no estar en el Mundial de Catar me entristece, pero hay una parte de mí que se alegra. No sé si lograría disfrutar de la carga de los 6.500 obreros fallecidos".
Olé, olé y olé. Parafraseando a Saza, ya saben ustedes que en esta web es verdadera devoción lo que hay por Bellerín, y desde hoy mucha más.
Pasamos con desgana a las portadas cataculés.
Vaya comparación, amics. El último tango. Se aprecian ciertas ganas por ver a Messi levantar este trofeo, pero lo que nos sorprende es la película elegida, aquella en la que la famosa escena de la mantequilla volaría la cabeza a los jeques cataríes. Cuídense en Catar de practicarla entre personas del mismo sexo, o incluso de forzar a una mujer que no sea la propia, so pena de que a la pobre se la considere adúltera. Es todo tan repulsivo que no nos apetece continuar.
Si no se gana nada, el titular se convertirá en “Récord en balde”, pero nos dará bastante igual, como todo lo que ocurra a partir de mañana y el apasionante Catar-Ecuador.
Que pasen un feliz fin de semana.
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