La exigencia es selectiva. Algunos jugadores se libran.

A partir de la polémica surgida a raíz de la gran pitada a Gareth Bale en el partido de Liga contra la Real Sociedad, hemos planteado un cuestionario, a madridistas con diferentes ópticas, en torno a la actitud crítica del público del Bernabéu.

Los pitos del Bernabéu

Athos Dumas

1-¿Hay algún contexto en que el público pueda pitar a jugadores propios? ¿Hay alguna circunstancia que justifique una bronca a uno de los tuyos?

Antes y durante el transcurso de un partido, jamás se debería de pitar a uno de nuestros jugadores. Recuerdo que ya cuando se sabía casi con toda seguridad que Luis Enrique se iba a ir al Barcelona, se pitaba su nombre incluso estando en el banquillo y yo no lo veía bien. En esos casos, casi sería admisible pero incluso sería mejor que el jugador no fuese convocado. Una bronca solo ayuda al equipo contrario y tan sólo contribuye a poner más nervioso al jugador, a sus compañeros, y a toda la afición.

2-Jurídicamente los socios del Real Madrid son los propietarios de la entidad. ¿Están legitimados por tanto para expresarse en su estadio del modo que deseen?

Soy socio desde hace muchísimos años y, sinceramente, mis privilegios son otros. No creo que por ser socio tenga yo más derecho a pitar, a abuchear, etc, que el resto de espectadores asistentes. Insisto en que me parece fatal silbar a los nuestros. Otra cosa es cuando acaba el partido, en esos momentos ya no es que valga todo, pero sí son más entendibles los silbidos si eso se estima oportuno.

3- ¿Cuál es el papel de la prensa en esta dinámica de pitos/protesta?

Mucha gente se deja influir, para bien o para mal, por los comentarios de la prensa. En el caso del Real Madrid, que es a la vez el club más grande pero también el que despierta más envidias (y más cantidad de información), las informaciones negativas normalmente calan mucho entre sus aficionados, en particular las de las principales emisoras radiofónicas. Estas últimas dos semanas, con el parón de selecciones, ha habido una auténtica cacería mediática contra Gareth Bale, en la que él, sin duda alguna sin mala intención, ha azuzado de forma innecesaria. Han confluido varios factores en este caso: la falta de noticias, una de las presas favoritas de la prensa, un exceso de seguimiento de la polémica, y eso ha provocado una catarata de reacciones desproporcionada contra el galés.

4- Hay constancia de que esta conducta sucede desde hace casi un siglo ininterrumpidamente, es decir, se ha dado también cuando no existía el actual contexto mediático. Por lo tanto esta no es, cuando menos, la única causa ni la causa raíz. Desde esta perspectiva histórica ¿a qué creéis que se debe esta actitud del público madridista?

Mucha gente piensa que si no hubiese esa monumental exigencia, inherente al Madrid, jamás se habría logrado el inmenso palmarés que poseemos. Mi abuelo, socio desde el año 1928, me comentaba que Luis Regueiro, Gaspar Rubio, Samitier o el divino Ricardo Zamora ya eran silbados en algunos partidos.  También Molowny, Rial o Di Stéfano sufrieron las iras del público. Muchos de ellos comentaban que las pitadas no les afectaban, pero sin duda es un hecho que una bronca no suele contribuir a motivar a nadie. El público madridista siempre quiere ganar, y por lo tanto exige siempre lo máximo, pero curiosamente suele distinguir entre jugadores, y algunos de ellos, por diferentes circunstancias (me vienen a la memoria algunos como Pirri, Camacho, Butragueño o Raúl), siempre se han librado de las iras del público. Es como si estuviéramos hablando de una “exigencia máxima selectiva”.

5-Hay quien considera esta actitud del público como una garantía de exigencia que a la larga eleva el rendimiento deportivo, como una materialización del espíritu del “aquí solo vale ganar”. ¿Estáis de acuerdo? ¿O creéis que el palmarés del club sería mayor si siempre se apoyara, tal y como hacen otras aficiones?

Parte de esta pregunta está contestada en el punto 4, la famosa exigencia. Se dice que hay aficiones que han ganado poco - o nada - y que se dejan el alma siempre por su equipo. Nos ponen de ejemplo la del Atlético, cuando yo por ejemplo recuerdo su comportamiento lamentable con su propio equipo el año en el que descendieron a Segunda División. Es aquello de unos se llevan la fama etc...También se hacen muchas distinciones entre el público de Liga, que siempre lo recuerdo bastante frío, respecto al de Copa de Europa o alguna eliminatoria de Copa, siempre más generoso y más entregado al equipo. El caso es que, en las últimas 7 finales de Champions, en las que estuve presente en todas ellas, no se puede poner ni un solo reproche a nuestra afición, que se dejó el alma hasta cuando estuvo en franca minoría frente a los contrincantes, como por ejemplo en Amsterdam. Y sí, aquí en general, tan sólo vale ganar: pero uno de los días más bonitos en cuanto entrega de la afición fue el de la no remontada contra el Borussia de Dortmund (veníamos de un 4-1 y tan sólo pudimos ganar por 2-0) en 2013, y, pese a la derrota, la gente se fue satisfecha porque había contemplado un máximo esfuerzo de los suyos. Si hay esfuerzo hasta el final, normalmente el Bernabéu lo perdona todo y se suele entregar.