Una profecía autocumplida es un término acuñado por el sociólogo Robert K. Merton en 1932 y se refiere una creencia o expectativa que, simplemente por el hecho de ser asumida como cierta, termina haciéndose realidad. En otras palabras, funciona como una influencia que moldea la conducta humana hasta alcanzar el resultado previsto.
Desde la psicología, las profecías autocumplidas han sido objeto de estudio debido a su impacto en el comportamiento humano. Se ha demostrado que nuestras creencias sobre nosotros mismos, “y sobre los demás”, influyen en nuestras decisiones y acciones. A su vez, estas acciones pueden generar resultados que refuercen las creencias originales.
Es decir, si confiamos en nuestra experiencia y capacidad para tener éxito profesional, es probable que nos desempeñemos con mayor dedicación y seguridad, lo que mejorará nuestro rendimiento. En cambio, si creemos que somos incapaces de lograr buenos resultados, es posible que nos desmotivemos fácilmente ante los primeros obstáculos y terminemos obteniendo resultados precarios. Tras ese ejemplo, prosigo para que entiendan qué conexión tiene esto con el apasionante derbi de Champions de esta semana.
Fervientemente creo que en vísperas de ese Madrid-Atleti, y considerando el más reciente estado de ánimo determinado por los resultados obtenidos por cada uno de ellos en sus respectivos partidos del pasado fin de semana (muy motivador para los colchoneros y tremendamente desalentador para los blancos), bien haría Ancelotti en apelar a los preceptos de la profecía autocumplida para intentar determinar el curso de tan álgida eliminatoria a su favor.
En el fútbol, como en la vida, lo subjetivo y lo intangible muchísimas veces se imponen a lo objetivo. Y, en una coyuntura en la que el madridismo conserva en su retina el amargo recuerdo de un partido nefasto hace apenas un par de días, en el que se vio superado por un Betis que desde el minuto 20 lo dominó en cada aspecto del juego, a la vez que el Atleti arrastra una racha indiscutiblemente muy positiva, Ancelotti tiene en sus manos la gran opción de apelar al extraordinario e invaluable patrimonio histórico del club al que representa. Y me explico a continuación.
Bien haría Ancelotti en apelar a los preceptos de la profecía autocumplida para intentar determinar el curso de tan álgida eliminatoria a su favor
Ante un evento definitivo, eminente y “de máxima importancia para el Madrid” (no nos engañemos, es la Champions la máxima prioridad de esta organización y sus aficionados en todo el mundo), especialmente ante la imagen más reciente del equipo y las bajas claves de un Ceballos en su cúspide y un Bellingham siempre omnipresente y fundamental para el equilibrio del equipo, y sumando a ello a un Valverde mermado por una lesión muscular, el panorama podría no ser alentador para el Real Madrid, y sí, mucho, para el Atleti. Sin embargo, y aquí entenderemos el porqué de la lección de psicología/sociología del inicio de este artículo, pienso que Ancelotti tiene una bala en la recámara, definitiva, mortal para los del Cholo, que debe aprovechar.
En tal sentido, creo que el míster del Real Madrid está ante una gran ocasión para corroborar la tesis que propone la profecía autocumplida, aprovechándola en su beneficio. Así, está ante una oportunidad excepcional para canalizar óptimamente el imperial y absoluto dominio en el pasado de su club contra el Atlético de Madrid para sembrar en los jugadores blancos la certeza absoluta de que, sin importar las circunstancias actuales, presumiblemente favorables a sus oponentes, se impondrán a ellos “como ha sucedido siempre en el marco de esta competición”. Y al mismo tiempo, y aquí lo poderoso del concepto psicológico de las profecías autocumplidas, el técnico italiano cuenta con el caldo de cultivo perfecto para instruir a sus jugadores a sembrar en sus rivales, desde el túnel de vestuarios, hasta la brega en el propio terreno de juego, la sugestión de que “jamás han podido”, y tampoco será distinto esta vez, imponerse al Real Madrid en el marco de la Champions League.
Ahora, tengamos en cuenta que en comunicación el lenguaje verbal se utiliza para comunicar información, mientras que el lenguaje no verbal se usa para comunicar estados y actitudes personales. Aparte, a efectos de lo que les quiero compartir, es importante tener en cuenta que existen estudios que afirman que el lenguaje no verbal constituye el 93% de la comunicación.
Considerado lo anterior, no podemos obviar la posibilidad de que el lenguaje no verbal, bien utilizado por los jugadores del Madrid y el cuerpo técnico, podría ser definitivo para sugestionar a los futbolistas rojiblancos para, aún en su buen momento, hacerlos “autoconvencerse” de que es imposible superar al Real Madrid en la Champions League. Claro está, tendrá esta útil herramienta de incidir en la psicología de su oponente que estar acompañada de un juego excelso, rápido, intenso, y muy especialmente, de total solidaridad en el esfuerzo de parte de los 11 efectivos que pisen el césped del Bernabéu, “desde el mismísimo pitido inicial del partido” y hasta que expire el tiempo de descuento. Un espíritu y una actitud de remontada desde el minuto 1 que dé lugar a un gol tempranero, podría ser irreversible para las mentes sugestionadas de los jugadores del Atleti.
Aunque nunca he estado de acuerdo en encasillar a Carletto en la definición de “buen gestor de grupo”, porque entiendo que con ello se le resta mérito como estratega, pienso con absoluta convicción que bien haría este en sacar a relucir esa incuestionable virtud para sembrar en sus dirigidos la convicción absoluta de repetir la historia, haciendo cumplir, una vez más, la profecía de madridistas… Y también de colchoneros.
¡Hala Madrid!
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Ancelotti es un gran entrenador. No se puede negar eso. Sabe gestionar el grupo y suele sacar lo mejor de cada jugador. La temporada pasada fue histórica, no solo por los resultados sino porque el equipo tenía grandes carencias debido a las lesiones y a la austera política de fichajes del club. La diferencia con este año radica en la ausencia de Kroos y Nacho que hubieran ayudado mucho en las circunstancias actuales. Se reforzó la delantera, pero se dejó temblando la defensa y el mediocampo. Además la plaga de lesiones ha incidido aún más en la irregularidad. Es muy difícil conseguir que un equipo funcione cuando faltan dos o tres titulares en cada partido. Toda esta situación ha provocado que Ancelotti mostrara sus limitaciones. Lento con los cambios, reactivo y escasamente previsor en los partidos, aportando muy pocas soluciones tácticas y demostrando ninguna confianza en la cantera salvo casos de extrema necesidad. Ha sido una tormenta perfecta para él que, seguramente, se lo llevará por delante a final de temporada. En la situación actual o tienes un entrenador muy intervencionista que confía en que los jóvenes solucionen el desastre de la planificación, por ejemplo en los laterales o en el puesto de central, o tienes soluciones tácticas que permitan jugar de una manera diferente. Ancelotti no tiene ni una cosa ni la otra. Parea mi gusto el club le ha dejado vendido y dependía de que no hubiera muchas lesiones, no ha sido así. No hay que olvidar la responsabilidad de los jugadores que tampoco han estado a la altura y cuyo rendimiento, en la mayoría de los casos, ha sido bastante mediocre. Lo del sábado en Sevilla era previsible y no creo que fuera culpa de Ancelotti. Valverde, Bellingham y Ceballos son los únicos que corren y presionan. Sin ellos era ir al matadero.
David, este diagnóstico es correcto y muy completo. El origen de la planificación (mala) es debido a como tantas otras veces, llevar un modelo originalmente exitoso al extremo, a lo caricaturesco. Puede funcionar durante un tiempo que un grupo motivado compense las carencias y lesiones. Pero convertirlo en un "leit-motiv", de "no fichamos a nadie porque somos el Real Madrid", ya cansa. Sí, somos el Real Madrid, pero como ésto siga así, solo vamos a poder sacar a siete jugadores a los partidos. Debemos de dejar de mirarnos un poco el ombligo.
Abrazos madridistas
David y Julio, mil gracias por sus comentarios, excelentes. Comparto muchísimo lo expuesto, e incluso creo que es material para otro artículo enfocado 100% en lo acotado por David. Lo tendré presente.
Ahora bien, aún estando de acuerdo en gran parte con sus puntos de vista, llegado el día de hoy, apelo a ese intangible que nos ha hecho tan grandes (misteriosamente grandes, incluso, diría) y apostaría a que seamos capaces, una vez más, de vencer lo natural, lo coherente y lo esperable, con esa magia que nos hace únicos e imprevisibles cuando parecemos condenados por el destino y por nuestros errores. Ya mañana, será otro día.
Un abrazo y mil gracias por compartir
Sí, estoy de acuerdo, el Madrid puede ganar a cualquiera, más en el Bernabeu y en Champions. Es verdad que las bajas pueden ser definitivas, precisamente por eso es importante planificar bien las temporadas y no dejarlo todo a ver qué pasa. Aún así tenemos un gran portero, dos buenos centrales y tres delanteros de los mejores del mundo, con eso le puedes dar un buen susto al Atleti. Además, el hecho de ir de favoritos no creo que les agrade demasiado. Saludos.
Totalmente de acuerdo contigo, David. Tal cual.
En fin, ya queda poco para saber si prevalece una vez más la grandeza y todo lo bueno que destaca, aunque mermados notablemente, o si los errores de planificación esta vez nos pasan factura definitiva.
Yo, sigo siendo optimista, quizá porque me gusta apelar a ese misticismo que nos hace “únicos”.
Abrazo y feliz finde
Da miedo si juega Lucas V de lateral y todos lo saben menos Carletto