De las numerosas manías que tiene el periodismo, una de las más exasperantes (bajo mi punto de vista) es la de tratar de destripar cualquier fenómeno, aunque este ejercicio no aporte nada verdaderamente relevante. ¿Es posible explicar la Capilla Sixtina, un solo de Jimi Hendrix o la prosa de Miguel de Cervantes? Es más, ¿se debe hacer? Ocurre lo mismo con el carácter indómito del Real Madrid, en su versión futbolística o baloncestística. Lo podemos definir como ADN, como mística o como magia. Pero no es necesario escarbar en busca de lógica o cargarse de razones cuando las gestas se suceden, lo que debe hacer un periodista es contarlas lo mejor que pueda.
Además, dentro de esos inanes análisis intelectuales del fútbol, se peca de un reduccionismo injusto, al centrarlo todo en los aspectos táctico y técnico y olvidar otros tan importantes como el físico y el anímico, habitual elemento este último más desequilibrante en la elite deportiva, donde solo los mejores se enfrentan. Se intenta darle una pátina de complejidad a un deporte cuya belleza radica en buena medida en que es tan sencillo que se puede jugar dando patadas a una lata de refresco vacía. Referirse a lo futbolístico sustrayendo de la ecuación los goles, que a la postre son el único fin de este juego, se ha convertido en la mejor manera de arrebatar prestigio a grandes gestas que se han ido sucediendo esta temporada, desatando la euforia en un bando y la desesperación en el otro. Así pasamos de menospreciar por criterios meramente estéticos a reunir tópicos y falsedades para no reconocer la extrema grandeza de la institución futbolística más importante de la historia de este deporte. Suerte, árbitros o pegada son los últimos tablones a los que se agarran los más desesperados antimadridistas.
Cuesta mucho reconocer que en el vestuario del trece veces campeón de Europa (esperemos que pronto sean catorce) se cambian de ropa algunos de los mejores futbolistas del presente y del futuro a nivel planetario. Si buscas una razón simple de por qué el Madrid ha sido capaz de levantar eliminatorias que parecían perdidas ante rivales supuestamente superiores, la primera serían sus extraordinarios jugadores. Los mejores crean diferencias, ahora y siempre. Incluso en uno de los deportes de masas con más riqueza táctica; el fútbol americano, los grandes partidos se acaban decantando por la brillantez de algún individuo. El talento gana títulos.
Sin pretender hacer justo lo que critico en este artículo, el gen ganador del Madrid es algo que se transmite desde el día en que un niño ingresa en las categorías inferiores o un fichaje posa por primera vez en el césped del Bernabéu. Los cimientos los plantaron los Di Stéfano, Gento o Santamaría, y como en una tribu, las tradiciones, los usos y costumbres han ido pasando de generación en generación. No significa esto que este carácter sea infalible o que no hayan existido grandes depresiones, como le ha ocurrido hasta a los imperios más prominentes. Por suerte, los madridistas sí apreciemos la magnitud del club, del equipo y de sus gestas. Este año hemos disfrutado como nunca del camino. Y lo mejor, como siempre, está por llegar.
"De las numerosas manías que tiene el periodismo, una de las más exasperantes (bajo mi punto de vista) es la de tratar de destripar cualquier fenómeno"
Para ser exacta la premisa le falta un matiz indispensable: Real Madrid. La manía es destripar cualquier fenómeno que ataña al Real Madrid porque con los demás no lo hacen, ni de la misma manera ni en proporción. (Algo que está presente en el magnífico artículo pero que necesitaba matizar no sea que alguien crea que esos "inanes análisis intelectuales del fútbol" se hace con todos").
El habitual doble rasero contra el Real Madrid de la prensa deportiva, además de ser el peor pecado para mí que cometen, es algo más que una manía o mala praxis, es un abuso y un timo al consumidor al que se dirigen. Intentar instalar una falacia en el imaginario colectivo abusando del altavoz mediático (que sigue calando y mucho en la gente) aún sabiendo que es mentira, llevado por su inquina hacia el Real Madrid, es una estafa que perpetran demasiados periodistas en demasiados programas.
La verdad es que no se persigue explicar ningún fenómeno en el Real Madrid sino que esa "explicación" es una excusa para desprestigiar, menospreciar y afear cualquier logro del Real Madrid. Este fin de rellenar cuestionando y condenando al Real Madrid por cualquier cosa es una estafa, fraude, timo a toda la ciudadanía aunque haya mucha gente que reciba con agrado las insidias vertidas porque satisfacen su odio visceral.
Mientras en el campo solo está el rival a batir, el enemigo, ése que te quiere mal, anida en los medios.
Los antis se valen de cualquier "invento" para atacar al Real Madrid. Haga lo que haga, lo atacarán. Si combina , toca el balón y no marca más que el contrario, aunque haya contabilizado muchos remates francos y varios balones hayan golpeado la madera , lo ponen a caldo. Si no tiene más posesión y gana, apelan a la pegada, el azar...es decir, crítica al canto.
Si hubiera fichado al que te dije , ni te cuento la que estaríamos aguantando con la cantinela del dineral gastado, el agravio respecto a los compañeros...que era un desembolso inmoral para un futbolista que quedaba en libertad...en definitiva , tendríamos a toda la marabunta en plan "bisbe culer" y "sor lucía" comentando sobre el pecado capital cometido por el Real Madrid .
¡ Ay, como el Real Madrid levante el sábado otra orejona !
Seria interesante contabilizar los ingresos por parada cardiorespiratoria y compararla con la media...me da a mi que subiria enormemente.
Inexplicables ,no . Inesperadas , para algunos.
El mejor equipo y el mejor entrenador , en este caso son tres en una década, no es raro que puedan conseguir los mejores resultados.
Vamos a dejarnos de complejos . Cuando el Real Madrid gana siempre hay un pero. Ahora con la cantinela de la magia.
Se echa de menos la firma de Guti en La Galerna.
Totalmente de acuerdo. No son inexplicables, son inesperadas, para ellos.
¿ Qué tiene de inexplicable que Rodrigo salga como un tiro y pille a la defensa contraria despistada?
¿Qué tiene de inexplicable una internada por la izquierda de Vini? ¿ o que Benzema meta uno o dos goles?
¿Que tiene de inexplicable que Ancelotti maneje un partido y cambie de jugar atrás a jugar al ataque?
Esto solo es inexplicable para los que creen que las cosas pasan por casualidad, para los que no valoran a estos jugadores y creen que el mejor jugador es el que no tenemos, para los que los mejores entrenadores son los que hacen gestitos y mueven los brazos y manos en la banda, gestos que nadie entiende.
Para los madrilistas estas remontadas es algo totalmente lógico, normal y se explica muy facilmente: tenemos muy buenos jugadores, un gran entrenador y fundamentalmente es porque somos el Real Madrid.
Todo dicho y explicado.
Lo preocupante, y asombroso, es que parte del madridismo trague con ese discurso. Además, si se te ocurre echárselo en cara te afean que "vendas" carnés de madridista.
El periodismo deportivo español es un auténtico muladar.