Diego Pablo Simeone tiene bula en el Atlético de Madrid y en los medios de comunicación españoles. El ‘Cholo’ vive dentro de una burbuja de protección a pesar de que sus resultados distan mucho de estar en sintonía con su caché de entrenador mejor pagado de Europa.
Simeone, según publicaron varios medios europeos el pasado mes de marzo de 2022, percibe cada mes 3,3 millones de euros brutos, muy por encima de los siguientes en la lista de técnicos mejor pagados como Pep Guardiola (1,89); Jurgen Klopp y Antonio Conte (1,49); Allegri (1,17) y muy lejos de Carlo Ancelotti, que según estas fuentes, ingresa 0,9 millones de euros brutos al mes, que no está nada mal, pero todos convendremos que está a distancia sideral del argentino tanto en sueldo como en rendimiento y títulos conseguidos.
El ‘Cholo’ vive dentro de una burbuja de protección a pesar de que sus resultados distan mucho de estar en sintonía con su caché de entrenador mejor pagado de Europa
Con ese salario digno del Rey Midas, el Atlético de Madrid debería estar a la cabeza de los clubes europeos, compitiendo de igual a igual con gigantes como el Manchester City, el Bayern de Munich, Liverpool, Chelsea y, por supuesto, el rey de reyes del fútbol en el Viejo Continente, el Real Madrid.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Simeone tiene a su disposición una gran plantilla. Es el plantel que él ha querido tener porque en el Atleti, el que hace y deshace es el Cholo. Que nadie se lleve a engaño. El equipo rojiblanco está formado por el grupo de jugadores que Simeone considera idóneos para su idea y forma de entender el fútbol.
No habría problema alguno si esa forma de trabajar le diera para competir y ganar títulos, pero lo cierto es que su trayectoria es descendente y firma ridículos como la eliminación en la fase de grupos de la Champions League en un cuadro en el que competía con el gran Brujas de Jutglà, el Bayer Leverkusen y el Oporto.
El Atlético de Madrid ha ganado un partido de cinco y, para remate, el esperpento final del penalti para la historia con el partido terminado vivido en el Metropolitano ayer miércoles 26 de octubre. En el baúl de los recuerdos también está la famosa eliminación ante el Qarabag y, para hacer más grande la herida aún, las dos derrotas en las finales de la Copa de Europa ante el Real Madrid. Cualquiera de estos hechos harían insostenible la situación de cualquier entrenador en el Real Madrid y casi en cualquier otro club del mundo con vitola de grande.
Ahí radica precisamente la diferencia entre el Madrid y su ‘hermano menor’, el Atleti. La exigencia en un lado es máxima y eso lleva a competir siempre con el cuchillo entre los dientes, hasta el último segundo del cualquier partido y en cualquier competición. En el Atleti no ocurre lo mismo. El victimismo y la justificación constante están en el ambiente y eso hace que la bula que tiene Simeone se haga cada vez más y más grande.
Ahí radica precisamente la diferencia entre el Madrid y el Atleti. La exigencia en un lado es máxima, pero en el Atleti no ocurre lo mismo. El victimismo y la justificación constante están en el ambiente y eso hace que la bula que tiene Simeone se haga cada vez más y más grande
Muchos aficionados atléticos presumen de ser la mejor afición de España, de llevar a su equipo en volandas. Precisamente, la última Liga que ganaron, la de 2021, la levantaron sin público en las gradas del Metropolitano a causa de la pandemia, en el último partido y previa actuación de Hernández Hernández, que escamoteó el penalti, mucho más evidente que el ‘penalti de la risa’ de Carrasco, de Felipe en el derbi ante el Madrid y que hubiera supuesto, de haber sido transformado, la victoria para los de Zidane y, a la postre, el título de Liga. Lo de ganar la Liga justo cuando tu afición no está presente es de traca también. Da para pensar.
A todo esto, Simeone, el entrenador mejor pagado, tiene un porcentaje del 68% de partidos ganados en Liga; del 60% en Copa del Rey y del 56% en Champions League. Números de equipo mediano, no de grande ni en España ni en Europa. Y aun así, es intocable para la prensa y para los aficionados. Cifras que dan que pensar. Simeone tuvo su época, pero parece que ya fue hace bastante tiempo de eso y mientras tanto vive con el viento a favor con la permisividad de tantos que consideran un empate del Madrid como una crisis sistémica. Diferencia entre equipos grandes y pequeños. Esa es la clave.
Getty Images.
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