Buenos días, amigos. La Selección se jugará su futuro en la Nations League (sea lo que sea eso) frente a Portugal y, según cuentan los papeles, lo hará en Braga, que es justo lo que pareció ayer su defensa cada vez que los suizos lanzaban un córner. Brilla por su ausencia la contundencia defensiva en este equipo de Lucho, con papel destacado en este punto para Eric García, central del Barcelona y parece que por lo tanto central de la Selección. La cosa en el área contraria no pinta mejor, y fue nuestro muy estimado Jordi Alba quien logró el provisional empate tras buena jugada de Marco Asensio, acaso el mejor ayer en el ataque español.
Todo lo demás fue plano y aburrido, si bien lleno de posesión de balón, como le gusta a la gente que le gusta algo parecido al fútbol. Debutaron con La Roja el pequeño de los Williams, voluntarioso y chispeante, y el bético Borja Iglesias, lo que viene siendo un delantero centro, cosa loca en estos tiempos de falsos nueves. Jugar con un delantero debe de ser algo así como colocar a estas alturas de siglo la gitana y el toro encima del televisor, o los pequeños pañuelos bordados en los brazos del sofá: algo tan anticuado que el ADN Barça que el bueno de Lucho quiere imponer en la Selección no se puede permitir, salvo que -oh, sorpresa- fichemos a Lewandowski y entonces el ADN Barça sea lo que queramos que sea, a Rolex y a setas, según las doctas enseñanzas de Xavi Hernández, continuador de la saga espacial que hace las delicias de los niños del mundo.
Así trata el asunto la prensa madrileña. En Marca vemos al bueno de Unai Simón mirando el balón que ha entrado en su portería y pensando, tal vez, si no habrá por ahí algún defensa central que defienda un poco, más allá de eso tan cursi de asociarse bien con la pelota. Pero se ve que defender es cosa de cobardes. Se ve que lo que se estila en el manual de Lucho es que un defensa no sea un defensa, nombre indigno, sino acaso un centrocampista de toque que, por casualidad, suele estar más cerca del portero, sin que eso signifique, vade retro, que deba tener más cualidades expeditivas que una hermanita de la Caridad.
Por su parte, el diario As opta por una instantánea -como el café que necesitamos ayer para aguantar todo el partido- en la que Luis Enrique abre los brazos en aparente inmolación, que sin embargo no casa con su gesto de "oye, ¿qué más quiere que haga yo si ya he puesto a seis del Barça como titulares?". No parece entender lo que pasa nuestro seleccionador. Ha hecho lo indecible para que la cosa funcione y viene Suiza a Zaragoza y nos clava dos goles de córner mientras nuestro tiki-taka aburre hasta a las vacas de Setién y nuestras ocasiones de gol se cuentan con los dedos de la mano con la que, indefectiblemente, se tapa la cara Busquets cada vez que lo rozan.
Ni Pedri fue Pedri, amics, y eso sí que ya nos resulta del todo inexplicable, porque ya se sabe que Pedri es como Zidane pero de aquí, o mejor dicho, del Barcelona, cosa que le da el plus de ser como Zidane, como Buzz Lightyear o como nos salga de los valors.
La prensa culé opta por esa cosa tan elegante (ejem) de dividir sus portadas para dedicarse, por un lado, a la derrota de los de Lucho y, por otro, a sus jugadores lesionados en este infame parón de selecciones. Parece haber culebrón especialmente con Araújo, a la sazón un defensa defensa, si nos permiten la redundancia, y no uno de esos que simplemente juegan cerca del portero. El jugador uruguayo teme perderse el Mundial, también infame, y por eso parece no querer operarse de una lesión que recomienda intervención.
Veremos cómo queda el asunto finalmente y si las lesiones de los citados Koundé y Araújo son largas o no tanto, pero reiteremos aquí que estos parones suponen un indignante perjuicio para los clubes, que corren el constante riesgo de recibir lesionados a jugadores que cedieron sanos, y para los aficionados, que ven cómo se le escamotean sus respectivos partidos de Liga para fumarse tabacos tan lisérgicos como el España-Suiza de Eric García y amics.
En fin. Ganemos hoy la final de la Supercopa de baloncesto contra el Barcelona y empecemos en alto la temporada. El partido de ayer contra el Betis, saldado con victoria muy abultada y con estupendas actuaciones de Deck, Poirier, Yabusele y Musa nos hace augurar lo mejor. Que sea un feliz domingo mientras tanto, durante y después.
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7 comentarios en: La Braga de Luis Enrique
Siento decir lo que a continuación expongo
Anoche experimente una gran alegría con la derrota de España
Porque?
Porque al frente de ella tenemos un chulangano que se cree el rey del mambo y en consecuencia infalible.
De sobra sabes que en los equipos españoles hay al menos 10 jugadores muy superiores a ese defensa central E. García que por las razones que todos conocemos es el titularisimo de la selección en ese puesto. El tal García es un tuerce botas que sale a cagada por partido. Me atrevo a decir que el central del Rayo, Catena es infinitamente mejor. No digamos si como ejemplo pongo a Nacho.
Pero vamos a ver este chulin que ha ganado NADA, se ha clasificado para el mundial en un grupo de equipos morralla.
Tanto el como el Rubiales en un país mínimamente decente tendrían que estar fuera de los
puestos que ocupan.
Por mi que España siga dándome las alegrías que me dio anoche su derrota mientras continúe este impresentable
Qué diferencia en el trato de las sucursales madrileñas de los panfletos de la demagoga prensa¿deportiva? española editada en papel entre el trato otorgado a las derrotas de la floja/coja del antimadridista luis enrique con las, afortunadamente, muy pocas, derrotas madridistas. Por ahí se empieza a entender la mejor frase de un erudito parlante como Jorge Valdano cuando dijo éso tan cierto de "el Real Madrid es lo único por lo que un español se exige ser el mejor d l mundo en alguna disciplina". No sé cómo con "jugadorazos" tan importantes como eric garcía, gavi, busquets, alba, ferrán torres o el mismísimo pedri, que ya con sólo 19 años, es ya mejor jugador que leyendas futbolísticas como Modric, Zidane o Iniesta, la coja no es capaz de ganar un bolo amistoso, jugado en su casa, ante la "poderosísima" Suiza, quizá "insignes" trolls culerdos como soci culer, agorero, paseante, pesimista o alberto villalba, nos lo puedan explicar a los galernautas de bien...danke, schweiz, força Portugal!!!.
Hoy los intelectuales de Spork nos dicen que LaFarsa "sigue pagando los errores del pasado". Y lo que les queda...
¿Cómo va lo de las nenas? ¿Ya toca taparlo?
La España de Luis Enrique no ha jugado un buen fútbol jamás, salvo destellos sueltos en partidos menores. Sólo el chovinismo y la autocomplacencia de una prensa cateta y de una afición con las tragaderas infinitas para comprar los argumentos cegatones y carentes de sentido crítico de tanto cantamañanas con pluma o micro, han mantenido al asturiano en el banquillo de la nacional hasta hoy.
Y es que las lecturas que hicieron casi todos los popes de la comunicación deportiva de la Eurocopa de 2021 adolecieron de un carácter novelesco que un servidor no podía entender. Uno tenía la sensación de vivir en otro planeta cuando, tras no ganar ni a Polonia ni a Suecia (dos selecciones muy menores en el escenario balompédico europeo), las críticas supuestamente especializadas, lejos de arremeter contra lo que era a todas luces un fracaso mayúsculo, se afanaban en poner paños calientes y en otorgar plena confianza a una selección que jugaba muy mal al fútbol. Llegó la goleada a la "todopoderosa" Eslovaquia, y con ella un pase a octavos que no era ni mucho menos para sacar pecho, habida cuenta de la entidad de nuestros rivales en el grupo. Pero algunos lo sacaron. ¡Vaya si lo sacaron!
En octavos de nuevo fuimos incapaces de derrotar a Croacia en el tiempo reglamentario y fuimos a una prórroga en la que una buena actuación de nuestro cancerbero logró convertir una eliminación casi segura en una clasificación por los pelos. En ese tiempo extra la moneda pudo caer en cara o en cruz, y por esas cosas de la vida acabó en cara para nosotros.
En cuartos, tuvimos de nuevo un rival "temible": Suiza. Y de nuevo fuimos incapaces de ganar en los 90 minutos de rigor. Para más vergüenza propia, los helvéticos jugaron con 10 hombres los últimos 20 minutos del encuentro. Pues ni por esas. Incapaces. Y tampoco fuimos capaces de derribar el muro de los suizos en los 30 minutos de prórroga en superioridad numérica. Que ese partido llegara a los penaltis sólo podía concebirse como un fiasco de mucha consideración. Pero una vez más, la prensa patria se abonó al resultadismo cegato por haber pasado a semis. Yo no podía creer las cosas que escuchaba y leía en los medios deportivos nacionales.
Y llegó el partido de semis contra Italia. Y claro, al no partir como favoritos, se miró el desempeño de los nuestros con aún más generosidad. Es verdad que ese día la selección firmó tal vez su mejor partido del torneo y no es menos cierto que al caer en la tanda de penaltis contra la que ya era favorita número 1 para campeonar, los cantamañanas de siempre se agarraron a ese tinte de tragedia griega que traen este tipo de derrotas y la eliminación fue vendida como un mero producto del infortunio, a la vez que se enmascaraba la pésima actuación global de los nuestros en el torneo, poniendo por delante la parte épica de esa última derrota, edulcorada intencionadamente sólo porque el oficialismo exigía mantener a Luis Enrique en el banquillo... y al mayor número de futbolistas del Madrid alejado de la selección.
La realidad no fue otra que una muy mala Eurocopa por parte de nuestro equipo nacional, por mucho que se empeñaran los abrazafarolas de prensa en vendernos otra cosa. Y de los polvos de aquella ausencia de crítica, a los lodos de la actual penosa imagen que da el combinado nacional cada vez que salta a un terreno de juego. Y de nuevo los de siempre se abrazan al conformismo y a vendernos motos estropeadas. Lo último que he escuchado, en tono ciertamente laudatorio para el seleccionador, es que Luis Enrique "no quiere un equipo All Star al que vayan los mejores" (sic) sino que "prefiere elegir a los jugadores que se adapten mejor al estilo de juego que él tiene en la cabeza" (sic) ¡¡Acabáramos!! Tenía que salir lo del estilo de Luis Enrique. Como si Luis Enrique participara de esa estupidez acuñada por un tal Pedri (por cierto, vaya papelón el del canario en Zaragoza), consistente en que es mejor perder con estilo que ganar "de cualquier manera" (sic) ¿O no lo dijo Pedri? Ahora dudo si lo dijo el friolero y sobrevalorado futbolista canario o su técnico en el Barcelona. Ya sabemos que allí son también muy dados a vender burras, si bien es cierto que por aquellos lares la parroquia está deseando comprarlas.
En fin, que la selección no es sino un reflejo de la actual situación de nuestra amada nación.
Quo vadis, España?
Se pueden hacer dos o tres equipos con jugadores españoles mejores que la seleccion de Luis Enrique.
Lucho es un soberbio, un prepotente, un sectario y más chulo que un ocho. Lucho es uno más de los miembros del famoso "tinglado" que tiene objetivos diferentes a los intereses generales de la selección de ESPAÑA. No me representa está culerada selección, animaré a Portugal, Francia o cualquiera que se cruce con esta selección trufada de cobardes culerdos.
Salve Gabriel, Gsamsa y Saimon.!!!! Por puro no saber que ver y que nada me interesaba, me puse el partido y me llevé una pequeña alegría al ver la derrota de ese equipo federativo formado por los amiguetes, los representados por sus amiguetes y otros jugadores seleccionados por este chulo, soberbio, creído, culer y pagado de sí mismo que es el antiguo entrenador del hoy Palancas FC. Estamos todos de acuerdo y llevamos tiempo diciéndolo: este no es el equipo de España, es el combo de Mortadelo y su entrenador, firmado por todos aquellos futbolistas que él quiere promocionar, revalorizar, mantener a toda costa y favorecer, para así mejorar y repercutir en la recuperación de su anterior equipo. El no lleva a los jugadores en menor forma, fijaos en la inquina que muestra al gallego del Celta o al exmadridista del Betis, ese odio propio de una persona odiosa que al final se aprovechó de una desgracia familiar para que la guardarán el puesto.
Por todo lo anterior, a los aficionados españoles que además somos madridistas, todo mal que le pase a este combo, pues qué queréis que os diga: que me parecerá bien con el escenario catarí al fondo y con este sujeto de presidente y este caradura de seleccionador.