Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskas y Gento, el último mohicano

La mayoría de madridistas tendrá estos cinco nombres grabados a fuego en su memoria.

Hoy, 18 de enero, nos ha dejado el último de nuestros cinco caballeros, nuestro último mohicano. Se une, ahora sí, eternamente, a esos compañeros con los que, pese a solamente coincidir de forma breve en el tiempo, escribió páginas de oro en la historia de este deporte.

Don Paco Gento, hombre récord de la Copa de Europa con un palmarés envidiable como jugador, nos deja además una huella imborrable como persona, fuera del campo, como puede apreciarse en las innumerables muestras de afecto y homenajes de quienes tuvieron el placer de conocerle y compartir diferentes etapas de su vida. Leyenda del Real Madrid, leyenda de la selección española y leyenda del fútbol mundial. Esas seis Copas de Europa, en las que Paco Gento fue pieza clave, han puesto al Madrid en ventaja sobre el resto de sus rivales y el madridismo tendrá siempre una deuda eterna con él.

Esas seis Copas de Europa, en las que Paco Gento fue pieza clave, han puesto al Madrid en ventaja sobre el resto de sus rivales y el madridismo tendrá siempre una deuda eterna con él

Una parte de los recuerdos que guardo de mi infancia me devuelve a esos primeros años en los que empecé a ir al fútbol con mi padre cada dos fines de semana. Recuerdos imborrables hoy en día, como esa impresión indescriptible, casi inigualable, que deja el Bernabéu en la memoria de un niño pequeño tras subir los últimos peldaños de las escaleras y asomarse a la grada por primera vez. Recuerdo, como si fuese ayer, revisar cada mañana de partido la alineación que el diario de turno daba como probable, preparar el bocadillo para el descanso y los nervios cuando ya se acercaba el pitido inicial.

En los trayectos y durante los partidos debí hacer innumerables preguntas, que mi padre respondía una a una, con paciencia. Infinitas anécdotas y relatos sobre batallas, jugadores, y títulos. La historia del Madrid, nuestro Real Madrid. Entre todas ellas sigue grabada esta frase que me repitió una y otra vez en su momento: "Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskas y Gento; hijo, los más grandes, recuérdalo siempre".

Entre todas ellas sigue grabada esta frase que me repitió mi padre una y otra vez en su momento: "Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskas y Gento; hijo, los más grandes, recuérdalo siempre"

Mi padre nació en el 54, en plena época dorada del madridismo. Creció mientras se ganaba una Copa de Europa tras otra, y con unos 12 años disfrutó, ya con más conciencia, de nuestra Sexta Copa de Europa. Aquel equipo lo capitaneaba Gento que llevó también el brazalete en la final jugada en Bruselas. Creo que por eso siempre tuvo un hueco especial para él como uno de sus jugadores favoritos, —aprovecho para hacer referencia a una de sus películas favoritas— para él Gento era el último mohicano de aquella gloriosa generación.

Muchos la memorizaron, casi de carrerilla, en aquella época en la que se recitaban las delanteras de los grandes equipos como si fuesen versos de un poema. A otros, más jóvenes, nos lo han transmitido nuestros padres o nuestros abuelos. Dice Jesús Bengoechea en su escrito en Marca de esta tarde que los héroes nunca nos dejan porque en su naturaleza está, precisamente, el hecho de ser eternos. No se me ocurre mejor forma de describirlo.

Siempre estará entre nosotros.

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