Con burofax y a lo loco

Buenos días. Por lo visto hoy hay PLANAZO y no nos habíamos enterado. Lo dicen en As, a quienes imaginamos sentados en el sillón (un sillón con lamparones) y a un lado, en el suelo, una nevera portátil y al otro enormes bolsas de ganchitos. En As tienen aire de ser muy de ganchitos y de gritarle a la tele, cuando juega el Madrid (que juega a las seis y media, recién recuperados de la cabezadita), mientras se limpian los restos naranjas pegados a las yemas de los dedos en el pantalón de chándal casero: “¡Un poco de señorío, hombre!”. Y en este plan. Decimos nosotros que será un planazo para el que le guste ver fútbol (y pueda o le dejen) durante diez horas consecutivas. Que para todo hay que valer y en As lo valen. No tenemos ninguna duda. Nosotros no nos vemos así. Algún ganchito puede caer mientras vemos al Madrid, pero nada más. El resto del tiempo estaremos tomando té, escuchando la sinfonía número 2 de Mahler o leyendo novelas rusas del siglo XIX. Que no, que es broma.

En Marca no es tanto planazo como MARATÓN. Que dicen que empieza. ¿Pero qué pretenden estos periódicos? ¿De verdad quieren que nos pasemos toda la tarde viendo fútbol? A nosotros que no nos digan lo que tenemos que hacer por mucho que nos pongan a Zidane con aspecto de maratoniano sufriente. Si además Zidane no sufre. Zidane se ríe o se pone un poco serio. Pero nada más. Los que sufren son otros, como por ejemplo el pobre Griezmann, al que imaginamos en cada entrenamiento sosteniendo un fusil en lo alto con los brazos estirados, perseguido por Koeman como el sargento de Oficial y Caballero, que va gritándole al oído sin cesar:

—¡Quiero que renuncies, vamos Antoine, quiero oírtelo decir!

—¡No, señog, quiego jugag en el Bagsa!

—¡Pues sólo vas a jugar por la banda derecha!

-—No me impogta, señor, jugagué pog la banda deguecha!

Parece algo extraordinario ver a Koeman imponiendo sus criterios sobre unos jugadores tan caprichosos. Nos parece escuchar un sonido como de mecha que se consume donde algo, sea por aquí o por allá, va a explotar. Aunque podría ser el viento o quizá la portada de Sport, que mientras por arriba nos transmite una sensación de disciplina y orden “AQUÍ MANDO YO”, dicen que dice Ronald, por abajo nos desliza que efectivamente algo se quema por burofax en el horno. Ese burofax merece ya una novela. Podríamos empezar a publicarla aquí, en La Galerna, por entregas. El burofax en busca del arca perdida, El burofax y el templo maldito, El Burofax y la última cruzada; algo así como Indiana Jones, de aventuras, o de James Bond: Nunca digas nunca burofax. O a lo mejor un drama, Brokerofax Mountain; y por qué no algo de comedia: El burofax de mi mejor amigo o Con burofax y a lo loco. Bueno, ya veremos.

Lo mismo vienen a decirnos en Mundo Deportivo, que “MANDA EL TÉCNICO”. Sí, sí. Mucho mandar nos parece a nosotros y demasiado silencio al otro lado. Parece que al único al que pone firme el holandés es al pobre Antoine, aunque, por la imagen, más bien parece que Koeman ha visto algo que le inquieta en la parte baja del francés. Esperamos que no sea nada tan grande que pueda menoscabar su autoestima y como consecuencia su impresionante autoridad en el vestuario culé.

Pasad un buen día.