Esta mañana, de camino a la playa, he pasado por el camping y me ha parecido ver a Klopp al lado de su roulotte, semidesnudo, sacudiendo las toallas. Al entrenador alemán lo han entrevistado en The Telegraph y ha dicho que Ramos fue “despiadado” y “brutal” en la final de Kiev, esa que sucedió ya hace mucho tiempo, cuando Cristiano Ronaldo aún era jugador del Madrid, fíjense.
Dice que Beckenbauer, nada más y nada menos, el célebre neurocirujano, le dijo que el desdichado Karius tuvo conmoción cerebral y habló, entre otras cosas, de la final anterior en Cardiff y de los supuestos manejos sucios del capitán madridista. Habló mal, muy mal, de Ramos y de todas las finales del mundo del Madrid del mismo modo que, qué casualidad, lo hizo en su día Guardiola.
Es ese tono de resignación tan particular, de rendición absoluta pero rebuznante y coceadora, como si hubiera ido ya de perdidos al río a contar tus despechos a la tele lo mismo que Chabelita Pantoja. Klopp y Guardiola como Chabelita y la ex mujer de Feliciano López hablando mal del Madrid como mal habla Chabelita de Cachuli, un suponer, y la ex mujer de Feliciano de Feliciano.
Y este hombre, Chabelito, un burro, sonaba para el Madrid. Se me olvida que ha dicho que el infortunado Karius fue a Boston y que allí le dijeron que probablemente tuviera conmoción. Yo después de leer esto ya lo he creído, por supuesto. Si en Boston le dijeron a Karius que probablemente tuviera conmoción será que tuvo conmoción, causada por Ramos, naturalmente.
¿Quién se lo diría? ¿Sería en Harvard? ¿En el MIT? ¿Qué afamado doctor o científico habló con el conmocionado guardameta? ¿Beckenbauer, otra vez? ¿Larry Bird? ¿Emerson y Thoreau saliendo un momento de sus tumbas de Sleepy Hollow para hablar con el desgraciado Karius? A mí el pobre Karius me recuerda a Laurie, el amigo de Jo en Mujercitas, un joven feliz y soñador que lloraba en Kiev porque la protagonista le había dicho que no a su propuesta de matrimonio.
Así como Karius tiene cierto aire literario, Klopp lo que tiene es un inconfundible aire campista (ya les digo que hoy me ha parecido verlo hacendoso en su roulotte) e incluso nudista. Yo a Klopp lo veo paseando por la playa únicamente ataviado con sus gafas y un collar de los jipis del mercadillo.
Lo veo sonriendo mostrando esos dientes suyos tan característicos (esos dientes valen contratos) y mostrando también la alegre y rítmica oscilación de sus enormes dídimos sonando en la playa como las campanas de la catedral de Liverpool, que es precisamente como han sonado en The Telegraph mientras este desnudista mental rajaba de Ramos y del Madrid como Chabelita Pantoja en Sálvame de Luxe.
Aquella vez que el Klopp de Dortmund eliminó al Madrid (de milagro) en semifinales de la Copa de Europa ha quedado muy atrás. Fue precisamente Ramos aquella noche quien, a pesar de la derrota, le encogió las pesadas gónadas al desnudista alemán, que luego fue a perder a la final. Igual que este año. Lo suyo debe de ser ir a perder a las finales cuando llega (de Pascuas a Ramos), e ir de playa en playa con la casa a cuestas enseñando el culillo.
Lo ha mostrado en The Telegraph sin tapujos, que por algo es desnudista. Como Pep, por cierto. Ambos son de culillo plano. Esos culillos resentidos y pelados, infantiles y soberbios, de los lugares nudistas. Klopp va al supermercado en cueros, con sandalias y el mentón levantado. Yo cada vez que lo veo hablar me lo imagino con todo eso al aire delante de mí. Ahora es verano y está suelto. Otra cosa son los inviernos renanos y los ingleses.
Ahí no hay quien se suelte, Jurgen. Menos mal que se ha quedado allí, en el hogar de los Fab Four, y no ha venido por Chamartín. Ahora estaría largando en paños menores cotilleos e intimidades desde Valdebebas como si fuera Telecinco, en lugar de estar de camping con su roulotte por el sur tratando de mitigar, con el huevo al aire, todo su complejo, su envidia y su falsa campechanía, que ha resultado toda acritud.
Un gran entrenador que está revelándose como un tipejo mezquino y desagradable.
Siempre he dicho, que en la vida, como en el deporte, hay que saber ganar y también hay que saber perder con elegancia, sobre todo, cuando tu rival ha sido manifiestamente superior. Declaraciones como las de Klopp, cómo en su día Guardiola o Xavi Hernández, demuestran, que no se asume, quién es, el rey de reyes, el equipo ya reinaba en blanco y negro, reinaba en color y reina en esta época digital y multimedia.
La decimotercera, sigue escociendo..........
Día tras día Klopp me está cayendo en desgracia, y eso que me caía muy bien ... entre lo de Ramos y llorar como una amante despechada por la final de Kiev ha dilapidado casi todo su crédito para mi, sumado a su cambio de discurso con el tema del dinero (ahí estuvo muy bien Tito Mou poniéndolo en su sitio).
Cosas como éstas hacen que ya no quiera verlo en el banquillo del Madrid.
A mí la sensación que me da Klopp es darle más de la cuenta al alpiste....de ahí esas mejillas sonrosadas y esa sonrisa bobalicona que se le queda a veces....menuda decepción....y yo que le quería para el Madrid....pero aquí no tiene sitio, los perdedores de finales que además son llorones no han nacido para entrenar al Madrid....
A Karius no se le ha debido pasar la conmoción cerebral de ahí que el previsor Klopp haya fichado un portero...no se fían del conmocionado....
Valiente miserable nos ha salido el Klopp....por cierto, algo parecido dijo Laporta...otro miserable como bien sabemos...
Saludos
Hay que saber perder, y parece que el bueno de Jurgen no lleva muy bien esto de las derrotas...
Genial artículo, por cierto!
Jabois también responde a Klopp:
https://elpais.com/deportes/2018/07/29/actualidad/1532890201_396305.html
Ya va siendo hora de que alguien ponga en su sitio al payaso este (a Klopp, no a Jabois).. mira que no tenía a Klopp por un culerdo ideológico a lo Setién, pero día a día se está acercando bastante ...