Keylorismo (o Keylorcismo)

No sabemos si alguna vez habréis oído hablar del asunto de la portería del Real Madrid. Si no habéis estado atentos, tal vez no. Se han escrito un par de artículos y un puñado de tuits sobre el tema, de esos que por su infrecuencia pasan desapercibidos, a menos que uno esté muy pendiente. Tanto As como Marca dedican al tema sus respectivas portadas, mientras la prensa catalana habla de Alves (que ya son ganas de hablar) y (respectivamente) nos da un susto con lo que parece ser una luctuosa noticia. Después de la portada de hoy, y en adelante, rebajaremos nuestro nivel de exigencia con Sport: nos conformamos con que no nos hagan dar un brinco temiendo el deceso de quien está, gracias a Dios, vivo y coleando.

La portería del Real Madrid es un juego de sillas que hoy se escenifica de forma palpable en el amistoso frente a Costa Rica. Ya atestiguamos algo parecido hace un año, cuando Diego López se distrajo bailando la canción que ya había terminado sin que él se apercibiera. El juego de las sillas es tan cruel e injusto que este año (no lo descartamos) puede dejar a Keylor Navas de pie, azorado y con cara de plantearse el cambio de alguna letra en el slogan de su bellísimo país. En este lance macabro -que ayer a media mañana pareció resolverse para bien pero no, pareció instalarse más allá del alivio pero no- nosotros (qué carajo) nos posicionamos muy fuerte con Keylor Navas, que para eso fue el segundo mejor portero del último Mundial aunque no sea español o quizá precisamente por no serlo, por permitirnos abrazar la inconcebible incorrección política de una portería del Real Madrid ocupada por un extranjero.

Nos posicionamos muy fuertemente con Keylor no solo porque nos parece un gran portero, sino porque el ninguneo al cual ha sido sometido solo puede soliviantar la solidaridad de cualquiera con algo de corazón. Nos posicionamos, sí, con Keylor porque nos escandaliza este país en el que se asume como la cosa más natural del mundo que el sustituto de Iker Casillas en el Real Madrid TENGA que ser un español, y a poder ser el mismo español que le sustituya en el combinado nacional.

Nunca La Galerna ha hablado más en serio que en el último párrafo. Todo esto tiene un nombre, no nos lo hagan decir. La postura de La Galerna sobre Keylor solo conoce una duda. Necesitamos saber si la corriente a la que nos adscribimos se llama keylorismo o keylorcismo, y gentilmente solicitamos vuestra ayuda en ese sentido. Nos gustaría de hecho, caso de que no haya sido fundado ya, instaurar un subgénero dentro del keylorismo o keylorcismo: aquel que se fundamenta en un amor a Keylor (por su profesionalidad, por su calidad, por su carácter simbólico frente a lo más rancio del establishment que nos asfixia) que trascienda definitivamente el turbio y agotador asunto Iker.

As habla de "chaparrón" sobre Casillas aprovechando una foto donde a Iker, bajo el aguacero, le faltan tanto Maureen O´Hara como más temple en los córners para ser El Hombre Tranquilo. No nos dice nada As del diluvio universal de indiferencia que lleva sufriendo Keylor, desde que llegó al Madrid, por parte de la prensa y por extensión de la gente, pero se refiere en todo caso a la tormenta de verano de ayer, la que descargó el trueno de la presunta marcha de Iker por efecto de una supuesta primicia de TVE.

A nosotros, aunque se nos llame happy (hay cosas peores), pocos nos ganan en escepticismo cuando nos ponemos. Dimos poco crédito al rumor y acertamos. Si queréis os lo miramos, pero vamos, que no. Que Iker de momento no se va, y algo nos dice (el instinto, nada más) que de producirse esa salida no será precisamente cuestión de horas, como reza el consabido mantra veraniego.

Cambio de tercio radical para estudiar la portada de Mundo Deportivo, que hoy va dedicada (ay) a Dani Alves, quien parece que debe su decisión de renovar a Messi tanto como el propio Messi debe a Hacienda. Por la propiedad transitiva (en efecto, sagaces niños) podría ser que Alves debiese a Hacienda también. Dios nos libre de asegurar semejante cosa, o de pronosticar una nueva imputación en las filas del actual campeón de Europa. Permítasenos decir, en todo caso, que las gafas de Alves (que tanto echábamos en falta y que Mundo Deportivo trae por fin a su portada en una ventanita que produce alguna perplejidad) podrían tanto ser las de un consumado defraudador como las de un personaje de esas series que emite Clan cuando su programación deja, por sorpresa, de ser para niños. Todo, excepto el color de sus calzoncillos cuando se enfada, es un misterio en el inefable lateral brasileño.

Como adelantábamos, Sport nos depara el susto morrocotudo de la jornada. "El testamento de Xavi". Nos apresuramos a aclarar que el eminente centrocampista y eximio respetasilbidos Hernández se encuentra perfectamente y goza de un gran estado de salud. Ignoramos las razones que habrán movido a Sport a titular de modo tan alarmante. Lo que no ignoramos (y así lo refrendan las declaraciones de última voluntad que recoge Sport) es la tirria que el de Terrassa siente por Neymar. Qué queréis que os digamos: en esto no vamos a enmendarle la plana al Jardinero por excelencia.