Jump

Al hilo de la portada de Marca, les invitamos leer estas líneas al ritmo de aquel vigorizante Jump de Van Halen, esta vez con Lukita a los teclados; o mejor dicho, otra vez con Lukita a los teclados. Parece que vuelve el croata al equipo y a nosotros solo nos queda precisamente saltar regocijados porque el ritmo del líder está asegurado. ¿Líder?

Ya decía Nietzsche que no hay hechos, sino interpretaciones, y añadimos nosotros que hay interpretaciones que no pueden disimular el deseo de que los hechos no sean como son, por favor, no, que todo cambie, que la realidad no nos desmienta tanto, que el Madrid deje de ser líder aunque no deje de serlo.

El diario As quiere y no termina de poder. Su portada es casi un ruego para que cesen los teclados de Luka: "El Barça puede ser líder virtual en Vitoria...", con el pequeño matiz -apenas una nadería sin importancia frente a lo decisivo del liderato del Barcelona- de que a media tarde el Barcelona llevará jugados tres partidos más que el Madrid. Nada, nada, este segundo dato es solo la letra pequeña del contrato, apenas una nota al pie. Lo bonito, lo chachi, lo que nos mola, lo que puede hacernos dejar de escuchar por un segundo (apiádate de nosotros, Señor) el Jump de Modric es que el Barcelona puede ponerse líder.

Relaño tapa los teclados de una banda de los 80' con unos violines que él mismo se empeña en tocar con una ejemplar constancia inversamente proporcional a su virtuosismo. Lean si no el antetítulo de la portada. Vean con qué sutileza dicho texto parece pedir una "a" que casi oímos susurrada en el cogote por el cuervo de Poe, dulce criatura que tal vez acompañe las noches de los hacedores de As: "[...] el Madrid lleva 13 días sin jugar nada", dice la literalidad de la frase, tal vez un juego perverso que parece pedir que casi leamos que el Madrid lleve 13 años sin jugar a nada (y somos benévolos con el número de años).

Puede que estemos viendo fantasmas donde no los hay, puede que a fuerza de ver las cosas que hemos visto ya las veamos incluso cuando son invisibles, pero intenten leer la frase analizada quitándole el "nada" final y comprueben que su sentido habría quedado incluso más claro -hubiera sido más rigurosamente informativo- que con el "nada" que la cierra. ¿Por qué entonces poner ese "nada" al final? Y lo que es aún más inquietante, ¿qué será eso de jugar a algo? Nos lo preguntamos sin ironía alguna. Nos lo respondemos desde la sala de trofeos del Bernabéu con los teclados de Luka a todo volumen.

Si la portada de As tira el guante, el diario Sport lo recoge, lo lava, lo pone a secar y se lo coloca en el brazo ya sin medias tintas (como si de Gilda vistiéndose se tratara) y sin el más mínimo rubor (sin el más mínimo sentido del ridículo). Un "líderes" bien grande, señores. Hoy salimos con un "líderes" en grandes letras amarillas, que eso de la realidad es algo que nosotros venimos inventado desde hace tiempo y no nos va a detener el detalle de que el Madrid tenga que jugar aún apenas tres partidos. Nos podemos poner líderes si ganamos en Vitoria y ya oímos el rumor del agua cantarina en Canaletas. Un rumor virtual, claro está. Un casi rumor, un rumorcito, un sucedáneo de rumor, una caca de rumor.

Dirán algunos que, de confirmarse el liderato, la cosa solo sería virtual, pero quien haya visto Desafío total sabe que apenas hay diferencia entre lo virtual y lo real, que incluso puede ser más real lo virtual que lo real y que, en resumen, aquel personaje de Schwarzenegger había estado en Marte, tal vez el único sitio de la galaxia -junto con la redacción de As- donde saben apreciar eso de jugar [a] algo.