Julen Guerrero fue jugador de zancada potente, disparo preciso y melena perfecta. Era capaz de decidir los partidos con una carrera sobria o con una falta en la escuadra. Sus cualidades abarcaban la sabiduría para conducir el contragolpe, la habilidad para combinar y asociarse entre líneas, la astucia para ganar la espalda de la defensa, y el oportunismo para rematar de cabeza. Su golpeo de media distancia era seco; su efectividad desde la frontal, alta. Tenía la lucidez y la sangre fría de los grandes en el área, y encaraba la portería como una flecha. La semblanza, no obstante, no estaría completa sin decir que las adolescentes sentían verdadera adoración por él. Forró las carpetas de la muchachada femenina antes de que los Beckham y Ljungberg se convirtieran en guapos mundiales, y que nadie supiera lo que era la metrosexualidad.
Sonó varias veces para el Real Madrid. Mendoza dijo que si el Madrid lo fichaba no podría volver nunca a Bilbao; Valdano puso su empeño y su verbo florido para traerlo. Pudo tener el mundo a sus pies, pero el compromiso con el club de su vida le privó de empresas mayores, y le acabó estancando la trayectoria. Eligió ser el león de una sabana pequeña en vez de uno de los dragones de un reino enorme. El universo se abría ante él y decidió serle fiel al club de su infancia. El Athletic le extendió un contrato cuasi vitalicio. Le firmó un plan de pensiones en vez de favorecer su pasión y su hambre, en vez de azuzar y recompensar su rendimiento. A la larga fue causa de envidias e incomprensión, de rencillas y celos en el seno del vestuario y en la propia entidad vizcaína. Los años que se prometían luminosos se oscurecieron. Un futbolista mayor quedó relegado a un jugador menor. Quién sabe si hubo algo de complacencia y resignación por su parte; quién sabe si a Julen le faltó de nuevo osadía, esta vez para dejar atrás todo aquel aire enrarecido. Llegó a Lezama con ocho años y se retiró con treinta y dos. Fue estrella precoz, veterano prematuro, y jubilado antes de tiempo. Permanece la sensación de que su carrera fue muy inferior a sus condiciones.
Es difícil saber lo que habría sido en el Real Madrid ni adónde habría llegado en compañía de los mejores, obligado a superarse día tras día. No podemos decir si en la capital habría sido presa de la melancolía. Quizá habría extrañado saberse diferente, concentrar todas las miradas y compendiar todas las ilusiones y esperanzas, pero jamás habría conocido la complacencia. Su mayor éxito con el Bilbao fue un subcampeonato de Liga, lo que en el Real Madrid no deja de ser un año malo. Fue en la temporada 97/98, la de la ansiada Séptima Copa de Europa. Ese habría sido su reto y su salto. Incluso aunque no hubiera triunfado en el Madrid, habría estado mucho más próximo a su techo, habría conseguido el reconocimiento internacional, y habría podido regresar a San Mamés siendo un jugador mejorado.
Sus últimos años tuvieron algo de Bartleby del fútbol: estaba allí sin que nadie supiera muy bien por qué ni para qué, como un tesoro familiar que nadie quería lucir e iba perdiendo día tras día su valor en una caja fuerte polvorienta, mientras unos y otros se peleaban por la herencia. Acabó tan harto de todo aquello que cambió el cielo plomizo de Bilbao por los cielos luminosos de Málaga, y la ría por el mar infinito.
El transcurso del tiempo y la paternidad muchas veces tienen la virtud de ampliar las miras. La experiencia se sedimenta; la reflexión sobre el pasado y el porvenir se abre paso. Quizá rumiara la incógnita de saber qué alturas habría alcanzado mirando la majestuosidad del mar en el horizonte. Puede que sintiera algún vacío o percibiera algún capítulo inconcluso mirando la lontananza; puede que le asaltara alguno de esos pensamientos que no se confiesan más que a los íntimos. La cuestión es que su hijo hoy forma parte de la cantera madridista; como si le quisiera regalar la bicicleta de cross que nunca tuvo, le quisiera enseñar a tocar el piano como siempre soñó, o quisiera cumplir la vida imaginaria que nunca vivió.
Por suerte para el madridismo, Julen Jon es prácticamente un calco de Julen. El hijo ha heredado las condiciones del padre o el padre ha fomentado o imbuido en el hijo las mismas cualidades que la familia atesora como un secreto: manejo de ambas piernas –aunque Julen Jon es zurdo-, elegancia en la carrera, llegada desde segunda línea, olfato de gol, buen golpeo, capacidad de asociación, y esa lectura del juego que permite rebañar muchos goles. Esperemos que el hijo nos dé las alegrías que no nos dio el padre. Es muy difícil triunfar en el Real Madrid, pero Julen ya está en casa.
Fotografías: Imago
Índice de El que nunca llegó:
Capítulo 1: Futre, el que nunca llegó
Capítulo 2: Dominique Rocheteau, el que nunca llegó
Capítulo 3: Joaquín, el que nunca llegó
Capítulo 4: Oscar Schmidt, el que nunca llegó
Capítulo 5: George Best, el que nunca llegó
Capítulo 6: Totti, el que nunca llegó
Capítulo 7: Patrick Vieira, el que nunca llegó
Capítulo 8: Pelé, el que nunca llegó
Capítulo 9: Clemente, el que nunca llegó
Capítulo 10: Maradona, el que nunca llegó
Capítulo 11: Pau Gasol, el que nunca llegó
Capítulo 13: Steven Gerrard, el que nunca llegó
Capítulo 14: Diego Tristán, el que nunca llegó
Capítulo 15: Messi, el que nunca llegó
Pues está muy bien tirado.
Yo recuerdo que hubo un tiempo en el que parecía que Julen quería venir, pero la presión era tan grande, que no se atrevió a dar el paso.
Es posible que por eso el padre veo reflejada en la oportunidad del niño la oportunidad que se le escapó.
Muy bien escrito, felicidades
Gran artículo e interesante periplo vital de Julen. Primero viniendose a Andalucía que es la antípoda de su tierra en dos puntos :clima espectacular y ninguna presión social ni política sobre sus habitantes, pero igual en otro punto, la mediana competitividad deportiva. Luego entendido su propio pasado desde su Reflexión malagueña le da a su hijo el camino que él quiso llevar pero no tuvo el coraje de hacerlo.
Es muy buen jugador, con mucha calidad.
Lógicamente está en formación y hay que darle tiempo.
Desde Bilbao ya empiezan a presionar para que vuelva.
Julen Guerrero, cómo me gustaba como jugador. Creo que estuvo muy cerca de venir el verano en que se fichó a Suker y Mijatovic, pero como dice el autor, la presión en Bilbao para que nos les robaran su perla debió ser muy grande. Hace años leí un artículo en el que homenajeaban su generosidad y su paciencia tras esos últimos tres años de ostracismo en los que apenas jugaba un minuto. De repente salió en un partido y clavó una falta por la escuadra. Jamás dijo una mala palabra de nadie, ni se quejó por su situación.
Gran homenaje también el del autor. A ver qué tal sale el hijo, que tiene la estampa del padre.
¡ Qué jodidamente bien está escrito el artículo !.
“Eligió ser el león de una sabana pequeña en vez de uno de los dragones de un reino enorme”...
“La cuestión es que su hijo hoy forma parte de la cantera madridista; como si le quisiera regalar la bicicleta de cross que nunca tuvo, le quisiera enseñar a tocar el piano como siempre soñó, o quisiera cumplir la vida imaginaria que nunca vivió.”
Ovación de gala.
Es un artículo redondo. Felicitaciones.
La primera vez que vi jugar a Julen hijo, en un equipo de la cantera del Madrid, no sabía que era el hijo de Julen Guerrero. Me llamó la atención por su planta y porque marcó un gol nada más entrar desde el banquillo. Luego oí al locutor llamarle por su nombre, "Julen" y pensé, tiene que ser hijo de Julen Guerrero, como así comprobé después. Tiene muy buena pinta de futbolista y recuerda muchísimo a su padre.
El hecho de que el padre le haya traido a la cantera del Madrid, en vez de a Lezama, me hace pensar que Julen Guerrero padre, se quedó con las ganas de jugar en el Madrid. Ha bastado que el chico haya marcado varios goles aquí, para que en Bilbao haya voces pidiendo la "vuelta" de Julen hijo.
Deseo que el chaval triunfe, por él y por su padre, y que lo haga aquí.
Saludos.
Yo creo, que encuanto julen jon, vendra al athletic, por que el madrid solo tapa las subidas de grandes fucbolistas fichando extranjeros........ Y pagar vuestras deudas, que asi, cualquiera puede hacer lo que quiera, aupa athletic
Coincido con los compañeros, está muy bien tirado, es una gran idea y un gran artículo. No podemos saber si es así o no lo es, pero tal y como lo plantea el autor resulta bastante creíble. El chico tiene muy buena pinta y muy buenas condiciones, va adelantado a su categoría y lo está haciendo muy bien, pero hay que tener mucha paciencia con él. Precisamente lo que no sobra en nuestro club.
Ding, Dong, quién es? Va a parecer un accidente....
Sr. Mendoza, perdone pero va a ser que no, otro día ya si eso...
Luego patada canalla a patada canalla hizo el resto, cuanto bien hizo el amigo Caminero y cuánto daño le hicieron a este tan buen chaval como jugador
El hijo nada mas pueda hara lo que hizo Ander Herrera al Zaragoza
Discúlpeme, pero para que el resto de lectores pueda entender su comentario, copio aquí una corrección del mismo añadiendo los acentos, espacios, mayúsculas y faltas cometidas:
"Una mierda de artículo. Primero, se llama Athletic de Bilbao, y no Bilbao. Segundo, el cielo de Bilbao es bonito, plomizo eres tú y para el andaluz de marras, la mierda de calor de Andalucía para él, yo me quedo con mi tierra verde y no con el desierto de piedras de allí. Julen volverá a Bilbao con su hijo, está todo pensado, no se mueve por el dinero como vosotros, los del Madrid".
Con la buena gente que conozco en Bilbao, familia incluida, siento que nos haya venido a leer y comentar uno de los que rezuma mala leche.
Sublime, Amiguete.
Pone mal hasta el nombre.
Es lo que tiene ser un obtuso.
Sólo le han faltado dos gomas,aunque no en ese orden, la boina rosca es lo que tiene.
Luego censuran a uno que tildó de saco de m...a a otro, nada que ver, en el fondo muchos se han "acostumbrado" a que estos infames campen a sus anchas, insultando a las personas propiamente dichas, pero sobre todo a la memoria e inteligencia en general.
Hola, a ver si se nos queda y por enesima vez.........no es el Bilbao,es el Athletic Club de Bilbao,que siempre fallamos en lo mismo.
Uno de los pocos que lo decia como habia que decirlo era Michael Robinson.
Ahi l
o dejo.
Sabana pequeña??????
Pero de qué váis?
Bilbao es tan grande como cualquier otro sitio, si no más. Os enteráis?
Eligió Bilbao y el Athletic porque es lo más grande, y punto. Y acertó
Asumid que Madrid no es el centro del mundo
Siendo "sólo "jugador del Athletic, llegó a jugar dos o tres veces en la selección mundial de la FIFA.