Jason se olvida el hacha

Buenos días. No teman. No sabemos qué ha sucedido en tal día como hoy en el que las primeras planas de la prensa deportiva vienen, eso, planas. Tan horizontales como el soporífero fútbol de los valors, tan llanas como llanuras de Siberia, tan inocentes como lobo estepario desdentado al que la abuela de Caperucita le ha soltado un guantazo, planas, en definitiva, cual Países Bajos. Hoy su lectura evoca gatillazo, pereza, fruslería, son un rollo. Si ayer atravesábamos el río Congo con el cuchillo entre los dientes, hoy tocamos la pandereta, calvitos, cantando Hare Krishna.

Sectarios en cualquier caso, nuestros cuatro Jinetes del Apocalipsis madridista, esto es Marca, As, Mundo Deportivo y Sport, permanecen por un día sin salir del capítulo 6, versículos 1-8. Hoy nos quedamos en casa. Y eso que es viernes 13, día propicio para matanzas y carnicerías de imberbes adolescentes yanquis a manos de psicópatas enmascarados. Nuestros portanalizados del día parecen haber olvidado el hacha. Jason anda tranquilamente tomando el sol del veranillo de San Miguel en su campamento de Crystal Lake sin decapitar, mutilar o despedazar a ningún soplagaitas en la edad del pavo. Paz y amor, hermanos.

"Juntos en la tormenta" titula Marca en lo que bien pudiera resultar un subliminal homenaje a la trilogía de Quillo Barrios -Segundos antes de la tormenta- cuyo chaparrón hemos podido disfrutar en La Galerna, revista, por otra parte, huracanada, apasionada de las vorágines atmosféricas. Así, entre cumbres borrascosas, el Diario de la Hernia nos presenta a Benzema y Cristiano unidos ante las turbulencias. A ver si con un poco de suerte se despeñan o en su defecto algún pipero pulsa el botón del pánico en la grada alta del Bernabéu mientras el Barcelona soba y soba la pelota como Fidel Castro las palabras en uno de sus revolucionarios discursos breves de ocho horas y media.

Como ven, poca chicha. Salvo a la derecha donde emerge la figura de Carletto. Dice el italiano, en lo que ya parece un despotrique que se alarga demasiado, que no estuvo bien su despido, que con el 4-0 del Calderón, las 22 victorias consecutivas de su Madrid pasaron a dormir el sueño de los justos. Querido Mr. Ancelotti: si andas cual plañidera con estas cosas es que no te has enterado de nada durante tu estancia en el Real. A lo mejor pasamos demasiado tiempo en el Txistu. Claro que habrá que ver si es cierto lo que dice Marca que Carlo dixit. No sería la primera vez que el de Reggiolo sale a enmendar la plana (primera plana) a la prensa. Ayer, sin ir más lejos, aseguró que nunca dijo aquello de que el Barcelona es el mejor club del mundo y aguó el festorro que tenían preparado nuestros apocalípticos jinetes periodísticos. Hambre, Muerte, Peste y Guerra, ya saben a quién nos referimos, festejaban con alborozo y regocijo la sumisión de Carletto al inventor del único futbol puro y verdadero cuando el italiano arqueó la ceja (izquierda), les chafó los planes, les jodió el invento y les cortó todo el rollo. Lost in translation, ya saben.

A todo esto resulta que esta noche –en horario de Champions, ¡qué sacrilegio!- juega La Roja, esa ‘cosa’ que antes se llamaba España. Si ya resulta tedioso detener la Liga para que los pretorianos de Vicentón (As dixit) jueguen contra Eslovaquias, Bielorrusias, Luxemburgos y demás zarandajas, detener la competición para disputar amistosos, aunque sea contra Inglaterra, es para tomar Prozac. España-Inglaterra, un respeto, dice Alfredo en su tribuna. Mucho ojito, parece que nos la estamos jugando.

"Spanish Premier" proclama en su portada el Dailly Ouija y no sabemos de qué mente maravillosa ha brotado tal portento periodístico. Llama la atención cómo ese rapsoda del balompié que es Diego Costa desentona hasta en la foto. Mientras todos sonríen desde De Gea a Azpilicueta, el otrora colchonero tiene la mirada de quien te va a crujir las tibias, escupirte en la cara y devolverte los mocos de Sergio Ramos. Son esos pellizquitos de monja que tanto placen a Sor Del Bosque (copyright Juanma Rodríguez) en ese convento rojograna donde Villar oficia como Madre Superiora tal y como ofició Mobutu Sese Seko en Zaire durante más de tres décadas. Costa, como Piqué, es un muchacho especial. Hay que quererlos. Nos lo dicen los mass media. A ver si nos queda claro, españoles, que el malo malísimo siempre seguirá siendo Arbeloa. Imagínense qué tristura desprende hoy la primera plana de Alfredo que hasta aparece el chulo-piscinas prepotente de Cristiano apostando por Messi como ganador del Balón de Oro. Cuando el portugués asegura en plena alfombra roja londinense que quiere continuar en el Real Madrid sólo nos queda para leerlo La Galerna en el chiringuito.

Si la Central Lechera viene hoy desnatada, en la prensa catalana la cosa viene sin lactosa. Poco se puede decir desde el madridismo ante unas portadas que se sitúan entre pitufo y gallifante. Mundo Deportivo llevaba unos días sin darnos la matraca con Nolito. "Cesión o nada" proclaman ahora, dando a entender que las arañas duermen en la caja fuerte del Barcelona, tan tiesa como Bartomeu flanqueado por Artur Mas en una final de Copa.

Sin referencias explícitas al enésimo apocalipsis madridista, lo que interesa de La Roja a la Factoría de Butifarras son los pitos al culé Gerardo. "Piqué pasa de los pitos", informa Sport, como si no lo supiéramos. Pasando de Mili, pasando de Pili, pasándolo bien, que diría Sabina. Tan bien se lo pasan por ahí arriba que Messi ya chuta como si fuera el juguete de un enanito que funciona a cuerda y camina a trompicones ante los absortos ojos de un bebé.

Se lo advertíamos al principio. Ni Apocalypse Now, ni Viernes 13, ni Los cuatro jinetes del Apocalipsis, ni Hambre, ni Guerra, ni Peste, ni Muerte.

Hoy las portadas son un coñazo.