Aquí, en La Galerna, no somos políticos ni hablamos de política salvo lo que nos obligan con puntualidad, que es algo en lo que se coincide absolutamente con el F.C. Barcelona, cuya postura "independiente" a decir de Bartomeu se resume inequívoca en este tuit oficial: "Felicidades, presidente Puigdemont. Que el acierto os acompañe en esta etapa histórica y apasionante que hoy inicia nuestro país, Catalunya".
Una declaración tan neutral, tan aséptica y tan deportiva resulta tan respetuosa, si acaso no tan compacta, como aquel famoso escupitajo por la espalda en plena celebración roja. A partir de hoy, todo culé español camina por el mundo honorablemente condecorado entre los omóplatos, que no es como camina el madridista a diario, haga, diga o no algo (aunque sean los corteses "buenos días" del Portanálisis): igual que si le hubiera caído encima aquel camión de mierda con el que chocaba el pobre Beef en Regreso al Futuro.
Desde el Barcelona (y desde Catalunya) uno está constantemente regresando al futuro y eso hay que agradecérselo. El Barcelona es un equipo tan fantástico como su propio país, cuya realidad es todo eso que pasa en una jugada de Messi, aunque no pase nada (como en una caída de Neymar): un frenesí que hace creer a sus aficionados hasta en, pongamos, el unicornio, que es sobre lo que ha llegado subido el tal Puigdemont, que a su vez tiene subida tal explosión capilar, tiene tal vergel pilífero sobre la chola como para cantarle cada día una oda en el Sport.
¿Qué podría competir contra una venida en unicornio y un jardín colgante de Babilonia sobre la mollera?, ¿una demostración poderosa como la última de Bale?, ¿quizá el influjo místico de Zidane? No hay nada que pueda hacer sombra a aquellos cuentos y leyendas. El unicornio y las hadas y los duendes existen y vienen de la Catalunya con "y" (la de la "ñ" es otra cosa), y en ese pensil del nuevo president, hay que intentar ser serios, podría vivir toda la plantilla barcelonista para seguir cumpliendo etapas históricas y apasionantes. Hoy, por ejemplo, Messi ganará su quinto Balón de Oro (salvo inmersión sorpresiva en la realidad) y entonces Catalunya será más país (sí, sí, aquí no se desaprovecha ni una, será por fantasía); pero a mí, galernautas, lo que de verdad me ha afectado, haciéndome sentir un terrible escalofrío como madridista, ha sido conocer el nombre de la mujer del nuevo presidente de la Generalidad, comprobada la fe que nuestro querido rival tiene puesta en él. No quiero ni mencionarlo, búsquenlo en Google si quieren. Yo casi lo doy todo por perdido.
El nombre de la mujer del nou molt honorable aclara muchas cosas.
Es terrible.
Convulsioné al teclear 'Enter', y ver el resultado de la búsqueda en Google de tal nombre. El padre Suances debe hacer algo, ¡pero ya!
Transmitiré al Páter que debe obrar el exorcismo.
Gracias.
¡Dios mío! Un sudor frío me ha recorrido la columna de arriba a abajo. No me atrevo ni a escribirlo, a riego de que me de un ictus si lo hago. Sólo atino a decir que las piezas del puzzle van encajando de manera asombrosa... e imparable.
Padre Suances, es nuestra única esperanza.
Tranquilidad todo el mundo. he comprobado con imágenes que , a pesar del homónimo, son personas diferentes. Marcela es una mujer y se dedica a ser presentadora
Me asquean mucho las cosas de Catalibania. Basta ya, por favor.