James: sóleo para Colombia

Todos nos sorprendimos cuando, tras el anuncio de las alineaciones oficiales del Real Madrid-Eibar, comprobamos que James no saltaba al campo. Tras tres partidos sin ganar, el Madrid encaraba un encuentro que había que ganar sí o sí. La calidad de James, unida a la difícil coyuntura por las bajas de Modric y Casemiro, hacían del concurso del colombiano algo bastante relevante. Como después se vio, el mediocre partido del conjunto blanco -huérfano el domingo de juego y pegada- puso mucho en valor la importancia de James para su equipo. Pero es que James, por muchas ganas que tuviera de seguir mejorando sus prestaciones con el Madrid, no podía jugar, ya que tenía una micro rotura de grado 1 en el sóleo. Así rezaba el parte médico del Real Madrid, que junto a las pruebas médicas realizadas fue enviado con todo lujo de detalles a la Federación Colombiana. La estimación del periodo de baja es entre una y dos semanas.

Todo lo relatado y acontecido no ha sido óbice para que James tardase muy poco tiempo en cogerse un avión directo a la concentración de su selección. Imagino que la inflexible normativa FIFA y la llamada a filas de Colombia fue motivo suficiente para coger ese avión que en el mejor de los casos simplemente retrasará un par de días su recuperación. ¿Por qué? Porque se sabe que durante un vuelo de tantas horas el riego de la sangre disminuye por el cambio de presión y por tanto la cicatrización se ve ralentizada. Entre el equipo de fisioterapeutas del Real Madrid en Valdebebas y un vuelo de diez horas, la comparación no resiste.

Las informaciones en Colombia apuntan a que James no jugará en Paraguay pero sí lo hará el martes contra Uruguay cuando sólo llevará ocho días de recuperación. Las cuentas difícilmente salen. Las eliminatorias de acceso al Mundial en Sudamérica se juegan a cara de perro, ya que la igualdad suele presidir la mayoría de partidos. No parece el panorama ideal para que James vuelva perfectamente sano a la disciplina del club que le paga y cuida durante el año y que tanto le necesita en estos momentos.

El escozor provocado por esta situación incomoda si cabe más cuando uno observa los antecedentes. En la pasada temporada James se fue de vacaciones siendo uno de los grandes baluartes del Real Madrid, que sin embargo había tenido un aciago final de temporada con Ancelotti. La presencia de James en la Copa América provocó que el colombiano se incorporara, de forma justificada, más tarde al equipo dirigido entonces por Benítez. Le costó ir haciéndose un hueco hasta que llegó el partido en el Bernabéu contra el Betis, en el que James se salió y marcó dos golazos. El virus FIFA nos lo devolvió días después con una lesión de dos meses que complicó de forma decisiva su temporada. A James le costó mucho volver a coger ritmo, y aunque la lesión para nada es imputable a la Federación Colombiana lo cierto es que ocurrió mientras James defendía los colores de un equipo diferente al que tan bien le paga cada semestre.

Este verano de nuevo la Copa América ha retrasado la incorporación de James al Real Madrid en pretemporada. Cada uno podremos tener una opinión sobre si, estando en la piel de James, hubiéramos adelantado o no la vuelta de las vacaciones a las que tenía derecho. El hecho es que Pekerman no tuvo remilgos en anunciar, mientras alineaba a James en cada partido, que el colombiano debería pasar por quirófano por una molesta lesión de hombro. Era casi como decir que Colombia usaría a James todo lo posible para que, cuando fuera el turno del Madrid, este se operase y así pusiese fin a su lesión.

Creo que el Real Madrid está siendo muy comprensivo con Colombia y con James. Desconocer la importancia de James para su selección y de esta para James sería vivir de espaldas a la realidad. No observo la misma comprensión de James y, especialmente de la Federación Colombiana, para con el Real Madrid. El análisis aislado de la situación actual creo que ya de por sí aconsejaría que lo mejor para la recuperación total del jugador sería que descansase en Madrid y pudiese estar en el siguiente partido de Liga. Ello, además, redundaría en seguir haciendo méritos para ganarse un puesto de titular y por tanto su selección se vería indirectamente beneficiada. Si el análisis aislado ya conlleva una conclusión bastante lógica, cuando uno observa los antecedentes sólo puede alarmarse ante la situación descrita. A mí me parece estupendo el vínculo de James con su país, creo que es parte esencial de la grandeza del jugador, pero ya dos veces James ha visto cortada su progresión con el club más grande del mundo, y quizás el tren que trate de recuperarle para la causa madridista no pase por tercera vez.