En México tenemos una común expresión que se aplica sobre todo para hablar de conquistas sentimentales y de la jerarquía de cada atributo: “Verbo mata carita, cartera mata verbo y organigrama mata póker”.
El caso de James Rodríguez es un caso típico de jerarquías. El colombiano es un dotado del fútbol. A todas luces un virtuoso del balón, que tiene la virtud de que cada gol se vea hermoso en sus botas y que cada sonrisa derrita el corazón más rocoso. Además, comercialmente es un fenómeno en Latinoamérica y Asia, y por si fuera poco, es el vigente campeón de goleo del Mundial.
A todos, desde el presidente, pasando por Zidane y terminando por nosotros, aficionados de calle, nos gustaría ver a James triunfando en el Real Madrid. Todos nos sentimos un poco o un mucho desencantados con el sudamericano cuando en su segundo año pareció distraerse la cabeza con ruidos no deportivos y abandonarse a la desidia futbolística.
Mucho se dijo de las famosas autopistas colombianas y los no sustentados intereses de Florentino Pérez. El presidente estima a James, eso es evidente en cada mirada que le dedica, y además encaja a la perfección en su modelo Real Madrid, un jugador top en lo deportivo que además hace al club económicamente más fuerte y a la marca Real Madrid más universal.
Pero de algún modo a Zidane el equipo le cuadra sin James, y también sin Isco. Y al menos durante el primer partido de liga (cuando regrese Modric otra cosa será) también le cuadra con Kovacic. Casemiro, quizá el jugador menos comercializable en la plantilla blanca, es fijo. Bastión de Zidane. 13 victorias consecutivas en Liga, más títulos de Champions y Supercopa Europea dicen que Zidane tiene razón. Parece que al francés no le dijeron que quien hace las alineaciones y quien ficha pensando en autopistas latinoamericanas quiere que James juegue siempre. Ustedes saben, las camisetas.
Hoy James es suplente de Zidane, y además varios pintan antes que él en el banquillo. ¿Pero no es Florentino, quien es capaz de influir en jueces, FIFA y gobiernos, la mano detrás de los XI iniciales? ¿No es cierto que organigrama mata póker? ¿Por qué entonces James, arquetipo florentinesco del modelo Real Madrid, está en el banquillo?
Pues por eso, justamente por eso: porque en el Real Madrid organigrama mata póker, y en el organigrama, por arriba de los gustos del presidente o los intereses del jugador, están los intereses del Real Madrid. Por eso James está en el banquillo.
Lo de James ha pasado antes y pasará después, por desgracia. Jugador excelente que en su primera temporada nos hizo soñar. Luego, un día decidió, nadie sabe porque aunque muchos lo intuimos, bajarse de ese tren, en el que viajaba en clase preferente y fumarse un cigarrillo. El tren que era tren bala, arrancó sin él, lo dejó en tierra y ya no lo pudo coger más. Como dije, no es el primero al que le pasó ni será el último. Vivir en la cima no es fácil y no todos pueden.
Yo creo,que da lo mismo quien este en el banquillo,en el R.Madrid.Si estuvieran jugando James e Isco,todos los panfletos de Madrid,estarian pidiendo,a Asensio y a Morata y asi,con otros cualquiera,el caso es bien sencillo,DESESTABILIZAR.Las plantillas de practicamente todos los clubes de 1a.division,son de 23/24 jugadores y solo juegan, once mas tres cambios posibles.¿De que otros equipos,Barcelona,Atl.Madrid,Valencia,etc.etc, se piden "alineaciones" desde la prensa?De ninguno, solo interesa "JODER LA PACIENCIA"al Real Madrid.baybay
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Los números no mienten y James Rodríguez, le caiga bien o no a Zidane, es mucho más jugador que muchas vacas sagradas del Real Madrid