Escribir de fútbol, o mejor dicho del Madrid (el fútbol no existe) después de que te metan cuatro es algo que cuesta. Es difícil. Escribirlo después de la manera en que se sucedieron esos cuatro goles del Valencia, en semejante partido inenarrable, provoca dolor físico. Vino a mí, al rescate de la inspiración, una musa adormilada que me sugirió algunas buenas ideas, siempre apreciables en noches frías como la del pasado domingo. Cuando pierde el Madrid todo se vuelve desagradable, hay un vacío, uno necesita una rebeca, esa es la verdad, para abrigarse. Hace más frío y hasta se respira peor. Del partido en Mestalla se podría decir de todo pero yo quisiera hablar de dos tipos en concreto, Isco y Asensio. Por distintas razones ambos han recorrido un camino semejante en los últimos tres años, un descenso pedregoso asfaltado de ilusiones perdidas y expectativas defraudadas, con breves intervalos de esperanza. No siendo de los peores contra el Valencia, la mera presencia corpórea de ambos en el tiempo que estuvieron sobre el césped constituyó un símbolo. Verlos deslizarse perezosamente con la camiseta rosa por el verde valenciano tenía algo de la desasosegante contemplación de la sangre derramada por el suelo. Eran un símbolo, sí, un símbolo de algo. Voy a intentar desentrañar aquí, para mí mismo, de qué.
Porque el Madrid, hoy, es un equipo, una realidad, que hay que desentrañar. No es un equipo que se manifieste de forma meridiana, por bueno o por malo. Se podría fundar una escuela talmúdica alrededor de este Madrid de entreguerras, de entretiempo, ni de izquierdas ni de derechas, un Madrid veleta y Ciutadans. Por ejemplo, uno ve al Bayern y no tiene ni que pensar: es un equipazo, un rodillo. Ve, por ejemplo, al Valencia, y piensa, qué porquería de equipo, ¿cómo puede crearle cuatro ocasiones de gol al campeón de Liga? Vale que dos de sus cuatro goles no debían haber subido al marcador, el 2-1 y el 3-1, pero al final lo que cuenta es que merodearon la guarida de Courtois. Al Madrid de Zidane, ahora, hay que pensarlo y descifrarlo, como si fuera un precepto de la ley hebraica. Es un equipo ubicado en diferentes planos de la realidad, un Frankestein a medio hacer que mantiene la compostura mucho mejor de lo que asegura el hincha medio pero que también camina cogido por los pelos y se prodiga en petardazos con mayor generosidad que de costumbre. La semana pasada, por ejemplo, se pudo ver la mejor versión y días después, la peor. El Madrid bueno se vio contra el Inter: un equipo motivado, corajudo, con limitaciones, que con una disciplina defensiva tan férrea como la mostrada la temporada anterior, sus jugadores-nación en plena forma y más dosis de Hazard, debe aspirar a repetir la Liga y a rondar los cuartos de final de la Copa de Europa. De esa segunda versión del Madrid de Zidane, de la mala, los “Pichabros”, como se bautizaron a sí mismos Isco y Asensio en vídeos que hacían gracia cuando se ganaban muchos títulos, sobre todo en Europa, son la fotografía perfecta: representan al Madrid anticompetitivo.
Los Pichabros se han convertido en un dúo cómico de segunda fila. Pienso en el Dúo Sacapuntas. Ahora, Isco y Asensio son dos jugadores muy pequeños. Ni tan siquiera alcanzan el nivel de unos Faemino y Cansado. Son Super Mario y Luigi sin poderes: el mono azul, los bigotes, los rizos y la camiseta de colores se presentan en toda su cutrez. Este drama personal coincide en el tiempo con la necesidad que tiene Zidane, entrenador del equipo de un club en modo Troika que además atraviesa una pandemia, de recuperarlos para la “segunda unidad”. Sin embargo, las rotaciones, este año, se antojan insostenibles, al menos de momento. En la cuenta de la lechera de los goles que el Madrid tiene que meter, a Asensio le corresponde un buen puñado, pero contar con eso es contar con que mañana se encontrará un yacimiento de petróleo bajo el desierto almeriense que convertirá a España en una superpotencia económica.
coincide en el tiempo con la necesidad que tiene Zidane, entrenador del equipo de un club en modo Troika que además atraviesa una pandemia, de recuperarlos para la “segunda unidad”. Sin embargo, las rotaciones, este año, se antojan insostenibles
Isco, por ejemplo, se dice que se ha hecho vegano. No sé cuánta influencia puede tener esta enfermedad de la abundancia que asuela nuestro decrépito Occidente en su bajón físico y moral. Lo cierto es que tras la apendicitis que sufrió hará ahora dos años, parece la sombra del futbolista de culto que fue. Me gustaba mucho Isco, en esta tribuna he dado sobradas razones de ello. Pero el Isco que vemos ahora no es ni siquiera el operario del “endofútbol” que fue hace unos meses, en aquel sistema necesario para ganar la Liga número 34. Robin Lane Fox, uno de los más célebres biógrafos de Alejandro Magno, apunta en su libro que fue el hecho de disponer de carne en abundancia, en la dieta de su ejército, lo que permitió a los macedonios gozar de la resistencia necesaria para alcanzar el confín del mundo conocido, guerreando durante años, sin parar. Isco, sin apéndice y sin carne, se ha mimetizado con la caricatura que hicieron de él hace mucho tiempo. Entonces no la merecía. Ahora incluso se queda corta. Abandonado en el reino del meme, su tiempo en el Madrid parece finito, como parecía el de Bale hace dos temporadas. Son evidencias que tardan en materializarse, y cuanto más tardan, mayor es la degradación. Quizá en otro equipo recupere el fondo y la forma, aún no tiene ni treinta años. Pero en el Madrid se ve con nitidez cuando un futbolista ya no tiene nada más que darle a la institución. Es una fuente que se seca, que ya no da más agua. A veces pienso en la camiseta blanca como un súcubo que roba la energía vital del que se la pone, tras engrandecerlo por encima de sus posibilidades naturales durante el tiempo que se precisen sus fuerzas. El Madrid, que sí que es más que un club de verdad, no como el Barcelona, se me presenta en ocasiones de este modo inquietante y perturbador, como un Demiurgo que usa a los individuos y los sacrifica por la consecución de un bien mayor. Le pasó hasta a Mourinho, que llegó luciendo como Don Draper y se fue como un mendigo, no le va a pasar a Isco. Sólo los más fuertes resisten, como Cristiano, como Ramos, como Di Stéfano.
Lo de Asensio es diferente y quizá más doloroso. Es un jugador extraño que no para de menguar. Cada vez, la sensación de que ya ha jugado los diez mejores partidos de toda su carrera se hace más fuerte, más presente. En 2017 era una de las más firmes promesas para la siguiente generación del fútbol europeo. Hoy deambula por el campo con el espíritu de un auxiliar administrativo de la pelota, con ese ánimo funcionarial que se asienta en el alma de algunos jugadores del Madrid, da igual la época, y que certifica su muerte civil. Hay algo definitivo, como decía Álvaro Benito en la retransmisión televisiva, y es que Asensio siempre retrocede cuando recibe la pelota. Se ha transformado en un cangrejo. Su chistera se ha quedado sin conejos. Lo peor es que parece haber perdido esa chulería del que se cree capaz de cualquier cosa, ese carisma del inicio, quizá fruto de la confianza desmedida en sí mismo que ya no tiene. Entre agosto de 2017 y el invierno de 2018 pasó algo que redujo a Asensio: envejeció de golpe, dejó de ser aquel chico audaz que encaraba siempre, que escogía la opción más difícil porque confiaba en su talento para resolverla. Es como si ya no estuviera enamorado. A lo mejor, como al Lucien de Rubempré de Las ilusiones perdidas de Balzac, entonces se le dijo demasiado, demasiadas veces y con demasiado entusiasmo, que era muy bueno. El halago debilita, decía Supergarcía, y a Asensio se le comparó con Messi. Se habló de una oferta por él del Barcelona de 150 millones de euros, en aquellos días en los que no había nada que pareciera imposible para su zurda mediterránea, cargada de electrones. Sin haber salido aún de provincias, se le coronó rey de París. Se dirá que nadie vuelve incólume de romperse la rodilla, pero ya antes de aquello Asensio era un futbolista esencial, en el sentido minimalista, casi conceptual: todo su repertorio había terminado siendo la dependencia mecánica de su zurda prodigiosa, para la asistencia y para el gol, aprovechándose de su innato don, muy raulista, para estar en el sitio adecuado en el momento perfecto. Se había, por así decirlo, jamesizado, justo cuando su carrera, con todo su talento, debía estar despegando.
todo su repertorio había terminado siendo la dependencia mecánica de su zurda prodigiosa, para la asistencia y para el gol, ASENSIO Se había, por así decirlo, jamesizado, justo cuando su carrera, con todo su talento, debía estar despegando.
La lesión parece haber agudizado esa castración mental. Esto es muy peligroso para un chaval de su edad. Queda muy poco de aquel muchacho fresco y moderno que podía jugar de extremo, de interior, de mediapunta e incluso de segundo delantero. Sigue conservando, como digo, el gol, el gol oportuno, algo nada despreciable por otra parte. Pero ahora uno lo ve moverse por el campo y no siente nada, no hay electricidad. Pero Asensio estaba convocado al cenáculo de los Haaland, Mbappé, Rashford y, en fin, los príncipes de la siguiente aristocracia. La cosa es que, ahora, está más cerca de quedarse en Lucas Vázquez, y de tener que pelear por reconvertirse en lateral izquierdo si desea hacer huesos viejos en el Real Madrid.
Fotografías Getty Images.
Uno se queda frío al leer este artículo. Porque por desgracia es cierto. Hace 4 temporadas uno se imaginaba a un Real Madrid con dos estrellas españolas. Isco, al que sería imposible quitarle la pelota y que iba a jugar siempre con sentido, a dar el pase adecuado, a hacer lo correcto. Asensio, nos lo imaginábamos en carrera perseguido por un defensa, y soltanto un chicharro a la escuadra, o un centro envuelto en papel de regalo para nuestro delantero.
Hoy me da pena ver a Isco, dar vueltas sin sentido, y a Asensio, correr hacia atrás, aunque todavía tengo esperanza de que recupere la confianza después de la lesión. Me da pena por lo que pudo ser y no fue.
Falta de meritocracia ante todo competencia en cada pues muy bajo nivel futbolístico eso se deja ver en la champions mas.paso ante valencia solo demuestra en la mediocridad estamos cañendo. Lo demás es ilusión... zidane en cuerda floja pero el tema es el mismo fin de ciclo recambio se fichado bien.
Nunca me ha gustado Isco, ni siquiera en sus mejores momentos. El actual se comenta por sí solo.
La descripción de la evolución de Asensio es muy certera. Ya antes de la lesión apuntaba a un acomodo en esa rutina funcionarial de pasar la pelota al compañero más próximo, sin ni siquiera buscar un desmarque.
La lesión ha supuesto un paréntesis de un año en su carrera, y algunos nos ilusionamos con que, a su regreso, volvería a ser el Asensio primigenio que tantas expectativas despertó. Bien es cierto que alguna de esas expectativas era tan disparatada, como "Asensio, futuro balón de oro".
Asensio todavía está a tiempo de ser un jugador importante para el Madrid.
Esperemos que lo consiga, y por favor, que no se haga vegano.
Saludos.
No acabo de entender cómo puede haber gente que se esté dando cuenta ahora del cáncer que son tipos como Isco, Asensio o Marcelo para el Madrid, pero bueno, cada cual a su ritmo.
Vaya por delante que, aún siendo crítico con el flojo rendimiento que están mostrando ciertos jugadores madristas , Militao, Hazard, Marcelo ,Isco, Carvajal, Jovic..., pienso que echar la porquería que se les echa , no solo es injusto, sino que no ayuda al equipo.
Personalmente, no me afectan apenas estas demostraciones nihilistas. Aunque comprendo que haya madridistas a los que moleste
más el acoso y las rencillas internas que las procedentes del ámbito anti. Cuando están en juego intereses de agentes, entrenadores que acechan como buitres, periodistas prostituidos y/o revenidos...nos encontramos con semejante batiburrillo. Los hay , no pocos, que anteponen su interés individual al del club en su conjunto. He preferido ser sutil, pero me parece que se capta el mensaje.
Una pena. A algunos nos enamoró y creímos que llegaría muy lejos, que acabaría optando por el balón de oro en unos años. No sé si es una coincidencia, pero fue hacerse bro del bro y dejar de mirar a la portería.....
Saludos
Ah, y del otro bro sólo decir que debió salir tras lo de Solari....esas indisciplinas no se deben consentir......al final se ha visto que no ha servido de nada que Zidane le diera otra oportunidad...
Asensio siempre ha retrocedido con el balón, antes y ahora. Jamás ha encarado, jamás ha driblado en estático. Únicamente ha conducido bien el balón en campo abierto. Esa era la mayor característica suya junto con el supuesto buen golpeo de balón q para mí no es tal, aparte q si lo tuviera, no lo ejercita o no es eficiente xq ni marca goles y lo q es peor, apenas aparece x el área. Ni está ni se le espera. Es un futbolista conformista, apático y sin ambición. Es el mismo q era, simplemente ha cambiado la percepción de muchos sobre él. La mía es la misma desde q le vi x primera vez. A mí no me han engañado los periodistas para pensar otra cosa q no es. Un saludo.
¡A cagar a la vía!. Y si puedes acabar, utiliza el MD o el Sport.
Entre el veganismo y la castración mental, ¡cómo se está faltado al respeto a algunos jugadores!
Qué injusto se está siendo con Asensio, jugadore cuyos goles nos han dado títulos, jugador que sigue tratando de sobreponerse a una lesión durísima, y jugador que se está dejando la piel en el campo.
Si Rashford hubiera hecho la mitad que Asensio y sus goles hubieran sido la mitad de definitivas, tendría título de leyenda en Reino Unido.
Absolutamente de acuerdo contigo Lestat. Intentar encontrar en el veganismo las razones de un bajón futbolístico en un jugador es surrealista. ¿No tienen dietistas en el Madrid que controlen las comidas de los futbolistas? ¿Creen que le habrán prohibido ser vegano o lo seguirá siendo porque nada tiene que ver con el rendimiento en el campo? Lo que vemos en Isco es un jugadorazo con un talento y una magia que difícilmente podremos ver en otros miles de jugadores. Igual no está al 100% físicamente, hay jugadores que tardan más en alcanzar su punto óptimo y para ello necesitan competir con más asiduidad, saberse con un rol importante en la plantilla, cosa que no sucede ahora mismo.
Asensio es un portento... y un chaval. Es muy joven y ha sufrido una de las peores lesiones que pueden sucederte en el fútbol. Se le nota el miedo, el respeto al balón a la hora de entrar y jugársela, a encarar e irse por si le cazan... Es algo mental que seguramente ya estén trabajando. Porque no se os olvide que en el Madrid trabajan decenas de especialistas que ven en el campo lo que vemos nosotr@s y se ponen manos a la obra.
Yo voy a seguir confiando en estos dos jugadores y ojalá lleguen a callar bocas y plumas ligeras.
“El Madrid, que sí que es más que un club de verdad, no como el Barcelona, se me presenta en ocasiones de este modo inquietante y perturbador, como un Demiurgo que usa a los individuos y los sacrifica por la consecución de un bien mayor. Le pasó hasta a Mourinho, que llegó luciendo como Don Draper y se fue como un mendigo, no le va a pasar a Isco. Sólo los más fuertes resisten, como Cristiano, como Ramos, como Di Stéfano.”
Me ha encantado. Demoledor y atinado.
Asensio no pasará de lo que es. Jugador de plantilla, nivel Sarabia del PSG o Sergi Roberto del barsa. Isco siempre tuvo un físico lamentable solo competitivo en un centro del campo de 4 con los otros tres en plenitud. Con un Modric de 35 solo podría jugar con kroos Valverde y Casemiro. O sea no vale para dar minutos de rotación en esta plantilla.
Pero zidane sabe este año es infernal , miércoles domingo sin descanso ni en navidad. La rotación es necesaria para llegar a fin de curso frescos, pero los suplentes bajan mucho el nivel así que podemos perder liga antes de marzo.
Así que o rotas y vas perdiendo puntos o no rotas y revientas. La idea de rotar nos permite creo ir delante del barsa que está aún más corto de plantilla...pero personalmente creo no le da a ninguno para coger Atlético. Es impopular lo que digo pero veo liga del Atlético fácil. 9 puntos al segundo
Si Atlético gana al barsa el próximo partido y el Madrid por ejemplo empata con Villareal le sacaría 9 puntos al farsa y 6 a nosotros. Mucho que remar a jornada 9
el cuento de la lechera
¿Mucho que remar? .Si estar a 6 puntos en la jornada 9, cuando aun quedan por disputar 87 y los dos enfrentamientos directos (6), te parece algo insalvable es que no has visto mucho fútbol, o es que eres un pesimista patológico.
No recuerdo ningún jugador con un dilema tan abierto como el que Marco Asensio provoca a día de hoy. Del infinito al cero hay en él muy poco camino. Se engañan los que aducen una lesión, el enigma ya se planteó con antelación.
Es un clásico en Zidane , lo mismo vuelve locos a todos los entrenadores en España , en Europa y en cada mundialito de turno. Otra cosa es que le echa mal de ojo a algunos jugadores. A unos a conciencia y a otros al calor de la táctica.
Érase un Morata que clava un par de goles y recibe a continuación un premio. Tres jornadas en el banco. Érase un Valverde que parecía El Cid y de repente Zidane le manda al rincón de los intentos. Allí donde teminan los jugadores con los que no se sabe bien que hacer. Y el pobre se convierte en un nuevo Isco, Asensio, Bale , L. Vázquez , Rodrigo , Vinicius. Porque Zidane tiene un puesto de trabajo que es un agujero negro. Allí Valverde descubre la duda y se pierde.
Zidane es Zidane , no se engañen, es el mejor entrenador de todos los tiempos. Y hasta ahora no falla. No hace falta que le pongan obligatoriamente un Messi o un Cristiano. Él se las apaña y al final siempre recoge cosecha.
Con Asensio Zidane es aquel inglés que inventó lo de de la frasecita de la calavera. Ser o no ser. Zidane le tiene fe , pero a lo mejor no ha hablan en el mismo idioma. Asensio tiene poco de calavera, más parece el vecino que siempre te saluda con una sonrisa.
Lo que no sé es si Zidame ,que le ha dado a Marco casi más oportunidades que Argentina a Maradona, se ha dado cuenta.
¿Qué hace un chico como Asensio en un sitio como ése? Siempre con problemas.
Zidane es muy cabezón e intenta cuadrar algunas fichas imposibles. La de Isco con la de Marcelo se le resisten tanto que a veces rompen el puzle.
Asensio es disciplinado, eso va en su contra. Asensio respeta la jerarquía, otro ladrillo en el muro. Asensio es solidario, una lacra para un futbolista con talento. Asensio se ha convertido en un metro que cuando recoge un balón en una estación lo entrega puntualmente a la siguiente .
Así pasan los días y Asensio se convierte en el chico de ayer.
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No recuerdo el último latigazo de Asensio desde fuera del área, solo sus caracoleos hacia atrás. Y tampoco recuerdo el último quiebro o pase entre líneas de Isco, no digamos una carrera. La pena es que ambos parecen irrecuperables, quizás Asensio. A Isco lo mandaba con el sargento de hierro una temporada entera y creo que ni así.
No hay huevos.
Es su problema
No tiene sangre ni carácter y para jugar en el Madrid esto es innegociable.
Creo que VINICIUS va por el mismo camino. Cada vez encara menos y usa más el pase atrás. Rodrigo, a veces, parece que también se asensioniza, pero otras veces quiere ser un crack.
Muchos jugadores llegan al Real Madrid y sucumben al canto de las sirenas: éste es un genio, aquél es un mago, el otro es un box to box, un defensa con alma de delantero, zurda de oro, etc.
Y se dedican a explotar de cara a la galería aquella supuesta cualidad que les adjudican: entonces, un jugador baja un balón del cielo y ohhhhh (nada); otro filtra un pase y ohhhhh (nada); otro centra con el exterior y ohhhh (nada). Una vez suena la flauta, pues genial, lo celebramos y volvemos a nuestro trabajo , a nuestras habilidades, y haciendo todo en beneficio del equipo. ¿De qué vale un control si no es para superar al rival, tener ventaja y marcar?
¿Cómo se puede decir sin rubor que el primero que pasa por ahí puede ser balón de oro? ¿Cómo se puede decir que X es un mago/genio del fútbol? Flaco favor se les hace, porque el espejo siempre devuelve la imagen real. Todos son grandes cuando defienden, corren, luchan, se anticipan, van al suelo, no se dejan intimidar, se comen al rival ... pero cuando se ponen en modo jugador técnico-genio-crack están cavando su tumba. Ni el crack puede ir de crack, imagina el resto.
Cada jugador tiene que pensar cada minuto de su vida profesional solo en el Real Madrid y en su afición, jugar para ellos y morir para hacer más grande su historia. Ya saben el premio: honor, fama, dinero, prestigio ... Y por encima de todo, poder decir con orgullo: "yo jugué en el Real Madrid. Soy del Real Madrid y nada me debe. Estoy en deuda por dejarme lucir esa gloriosa camiseta blanca. Hala Madrid y nada más.".
Asensio tiene un problema de carácter, y eso no sé si se puede arreglar.
Y la señal clara de esto no la ha dado en el campo, fue el día que dijo que él no tenía que tirar del carro, que había otra gente la que tenía que hacerlo. Ese día quedó claro cómo es. Ese día perdí la esperanza de que se convirtiera en el jugador que parecía que iba a ser.
Asensio es un jugador muy aprovechable, pero no le veo más de delantero. Más bien le veo características para jugar en el medio campo, combinando con más espacios que en la delantera, aprovechando su conducción para eliminar líneas, aprovechando su disparo de media-larga distancia. Un poco lo que llegó a ser Di María cuando jugaba en esas posiciones.
Sigo confiando en Asensio. Me parece que un cambio de posición le vendría muy bien. No tiene la velocidad ni el regate suficiente para desequilibrar en banda. Pero es cierto que hasta ahora su rendimiento es muy pobre. Yo creo que es una cuestión de confianza y que empiecen a salirle las cosas. Para eso necesita encarar y tirar, ser más valiente y agresivo con el balón. No va a ser el crack mundial que se esperaba pero puede ser un jugador muy aprovechable.
Asensio prometía mucho, cuándo llegó fue un soplo de aire fresco y durante esa temporada, pero por desgracia ya el año de la 13ª su rendimiento bajó mucho,no se si estaba acomodado o excesivamente alabado se relajó y a partir de ahí no ha vuelto a hacer nada. Si que marcó al Ajax en Champions pero insuficiente para lo que se le esperaba y ya no es un muchacho joven ,una promesa, tiene 24 años ya y esta temporada es clave para definir si puede ir para jugador top o para simple complemento.
De Isco poco que argumentar , nunca me gustó su estilo de amasar la pelota y ralentizar el juego,en determinados partidos era efectivo pero ahora ya no,se ha abandonado físicamente y no se preocupa por mejorar.