Isco es muy bueno, con perdón

Buenos días. Hoy viene la prensa a meternos motociclismo en vena y La Galerna es una publicación completamente ajena a ese mundo a priori tan sumamente respetable. Potencialmente, pues, y aunque reivindicamos a quienes a su vez reivindican que cosas más minoritarias que el fútbol tengan su espacio en la prensa deportiva, hoy era una mañana complicada para esta sección que no obstante, como siempre, saldrá airosa o más o menos airosa del trance. ¿Y qué diario nos saca siempre del atolladero? En efecto: As.

El diario barcelonista que se edita en Madrid no nos exime hoy de un mal trance o de un frenesí de aburrimiento ni por la ridiculez de sus planteamientos, ni por su muy comentable bilis antiflorentinista, ni por la celebración de una gala paranormal con premios para los difuntos más destacados de la vida eterna (este año no lo ganaría Juanito sino Di Stéfano con su decepcionante calle madrileña).

No. Nos saca del apuro (gracias, Alfredo) pura y simplemente por ser la única o casi la única de las publicaciones futboleras que dedica su primera plana al fútbol, lo único de lo cual nosotros sabemos algo y materia acerca de la cual sabía mucho también el propio Alfredo antes de ser abducido por sí mismo. Yendo de lo general a lo particular, Alfredo consagra su portada al fútbol, al Real Madrid y a Francisco Alarcón Isco. Bien por el ouijiro.

¿Nos parece que Alfredo, como gran parte de la prensa patria, enreda con Isco para crear tensión interna en el Madrid? Sí. ¿Nos resulta casposo el permanente desvelo de gran parte de dicha prensa para con los jugadores de nacionalidad española, pasando por alto uno de los signos distintivos del Real Madrid, es decir, su universalidad más allá de lo que digan los pasaportes? Sí. ¿Es Isco claro ejemplo de esa utilización? Sin duda.

Pero nada de todo esto arroja un ápice de sombra sobre la extraordinaria calidad de un jugador que no solo agolpa más clase en el dedo gordo de cualquiera de sus dos pies que la totalidad del medio campo del mejor Atlético de Madrid (es decir, el actual), sino que ha mostrado siempre una actitud pública absolutamente intachable cuando no le han sonreído las mieles de la titularidad. "Si Zidane no me pone, es que algo no hago bien", vino a decir ejemplarmente hace bien poco. Si alguien utiliza a Isco, no será desde luego porque él lo propicie.

Isco no merece que un solo atisbo de la animadversión que le profesamos a muchos que le aman le toque ni de refilón. Es un jugador sensacional, y es uno de los nuestros. Su partido en Sevilla queda para los anales de la historia con esos dos goles tan disímiles, casi opuestos, y con un gran despliegue de toque y sacrificio. Bravo por Isco.

Las portadas motociclísticas del día, resaltando la victoria de Márquez, nos dejan bien fríos, y hasta casi peor: nos traen, involuntariamente quizá, malos recuerdos. Vean, vean.

Aparte de la coincidencia absoluta en foto y titulares por parte de Mundo Deportivo y Marca, están las inevitables resonancias que la foto en común trae a la memoria, la foto del troleador que se pretende troleado, como genialmente explicaba en La Galerna José Luis S. Ortiz hace poco. Una de sus múltiples fotos de la ignominia. Sabemos que Márquez no tiene nada que ver con esto, aunque vaya usted a saber.

Es un día estupendo para recordar que la foto de la manita no se quedó en Piqué. Pocos días después, media plantilla del Barça participó en una campaña publicitaria con el gancho de la manita. Una semana antes, el Madrid se había peleado con la UEFA por insistir en lucir antes de un partido de Champions una camiseta de apoyo a Abidal.

Pasad un buen día.