Según el DLE de la RAE, insólito significa raro, extraño, desacostumbrado. Como sinónimos, cita inusual, infrecuente, inusitado, inaudito, extraordinario, sorprendente, extravagante, desusado y peregrino.
Insólito fue la palabra elegida por Messi para reaccionar ante el final del encuentro de ayer entre Argentina y Marruecos. Pero como la hipocresía de Leo causa demasiada bochorno —y ya tenemos bastante con el calor de julio— considero más apropiado aplicar el adjetivo a Mendy, lateral izquierdo del Real Madrid.
Se dice por los mentideros de la Villa y Corte que la renovación del soldado Ferland con el ejército blanco es cuestión de echar unas cuantas firmas en el contrato, que el acuerdo es total y el defensa lucirá el número 23 en la espalda hasta 2027 con opción a otro año más en función del rendimiento. Lo afirma José Félix Díaz en Marca.
Según comenta Ramón Álvarez de Mon en su canal de YouTube, al igual que en competiciones de otras disciplinas, como la NFL o la NBA, una parte variable de los emolumentos que percibirá Mendy estará sujeta al cumplimiento de ciertos objetivos como el número de partidos disponible.
Parece una buena solución, pues la cantidad de encuentros disputados por el lateral izquierdo en campañas anteriores era el principal motivo de duda a la hora de renovarle el contrato. Además, dice mucho del espíritu con el que Ferland afronta este reto.
Su última campaña, además de sensacional en lo futbolístico, ha ido acompañada de un mayor compromiso. La entrega del jugador en los distintos ámbitos de su oficio se ha incrementado y comentan que, al igual que otros deportistas, ha trabajado aspectos como la dieta para disminuir las lesiones.
La férrea cualidad defensiva de Mendy permite al equipo contar con un Heracles en el lateral izquierdo, un héroe pletórico de fuerza indispensable en este Real Madrid trufado de futbolistas virtuosos en la creación
Considero que, en caso de concretarse el acuerdo, sería muy beneficioso para el club. Como he dicho al inicio de esta pieza, a Mendy puede tildársele de insólito, pues no hay lateral siniestro con semejante capacidad defensiva.
Una parte de la afición no termina de apreciar al jugador, se fijan más en la anécdota que en el conjunto de sus prestaciones. Así, les molesta más un error puntual tras una trabucación sacando el balón que la anulación sistemática de los enemigos más peligrosos del continente.
En el Bernabéu han gustado desde tiempo ha los laterales ofensivos como Roberto Carlos o Marcelo. Un jugador vistoso siempre es más fácilmente digerible por el aficionado que otro cuya labor es más opaca, del mismo modo que un niño prefiere un helado a un plato de legumbre y, sin embargo, es más necesario lo segundo que lo primero.
Los rivales, no obstante, lo tienen claro: Mendy es el defensor más duro al que se han enfrentado. Sin ir más lejos, recientemente lo han afirmado los dos futbolistas españoles de moda fuera del Madrid: Nico Williams y Lamine Yamal.
Sus compañeros tampoco albergan duda alguna. Carlo Ancelotti lo definió como el mejor lateral izquierdo del planeta. El último en pronunciarse ha sido Antonio Rüdiger, según el alemán, Mendy es el jugador más fuerte del mundo. «Ese chico es fuerte como un buey». Si tenemos en cuenta de quién provienen esas palabras, el mérito es doble.
Esta cualidad férrea de Ferland permite al equipo contar con un Heracles en el lateral izquierdo, un héroe pletórico de fuerza indispensable en este Real Madrid trufado de futbolistas virtuosos en la creación.
Los rivales lo tienen claro: Mendy es el defensor más duro al que se han enfrentado
La presencia de Mendy salvaguarda las espaldas de Vinícius, de Brahim, de Mbappé, de Bellingham, etc. Estos jugadores tampoco ahorran esfuerzos defensivos, pero sus capacidades brillan en el otro lado del espectro futbolístico, por lo que el concurso de Ferland propicia un mayor rendimiento de estos.
El insólito Mendy es extrañamente habilidoso, insualmente fuerte, infrecuentemente ponderado, inauditamente salvador, raramente driblador, extraordinariamente potente, sorprendentemente milagroso, desacostumbradamente eficaz, extravagantemente pasador, desusadamente centrador y peregrinamente goleador.
Getty Images.
Me parece perfecto. Mendy es el mejor lateral izquierdo del mundo... defensivamente. En ataque es otra historia pero no lo hace mal del todo.
Me alegro un montón que mendy continúe. Es fundamental, aunque algunos no lo crean
La roca no hay un lateral ahora mismo como el a pesar de los piperis destructores que dicen llamarse madridistas gran acierto si sigue con nosotros.
Lo primero de un lateral como defensa que es es defender, tienes que ser muy bueno en ataque como Roberto Carlos o Marcelo para que se perdone no ser un crack defensivo en un club como el Madrid.
Me parece malísimo. Le das un balón y te devuelve una patata. No marca, no asiste, no centra. Ahora bien, defensivamente es brutal. Nadie pasa por ahí. Esta temporada, como dice el autor del artículo, ha estado especialmente bien en esa faceta. Yo preferiría a Davies, pero entiendo que a Ancelotti y a muchos otros les guste.
Lamentablemente la vida no nos dará otro ROBERTO CARLOS ni otro MARCELO, ni buscándolos con lupa, pero Mendy hace su labor silenciosamente, disculpándose porque nunca llegará a acercarse a la categoría de LOS MONSTRUOS BRASILEÑOS que le han antecedido, pero no puedo negar que sí hace su lucha.
En mi opinión Mendy es pieza clave en estas dos últimas Champions, y me atrevería a decir a riesgo de ser tachado de ventajista que el 4-0 encajado en el Ethidad, con él en forma y sobre el terreno de juego no se hubiera producido. Estoy de acuerdo que a muchos merengues no les entra su juego ( en nuestra Peña es muy habitual las polémicas al respecto) por su heterodoxa forma de manejar la pelota. Pero si nos fijamos con atención apenas pierde balones, y sus cualidades defensivas ya están bien explicadas en el artículo.
No es el mejor técnicamente, pero en este contexto es una buena decisión su renovación. No debe olvidarse que a las malas, también puede ejercer como central, incluso en el caso de que venga Davies.
Abrazos madridistas