"Inconsciente" era la palabra que más usaron. Las manos en la cabeza, mis amigos lioneses, se preguntaban cómo había acabado en el Bron. Se suponía que, como cualquier turista al uso, me debía limitar a seguir el circuito oficial. Reconozco mi inconsciencia reincidente, he visto lo mejor pero también lo peor de algunas ciudades. Barrios bajos, bares húmedos, oscuras tiendas oliendo a comida en mitad de la nada.
El Bron atardecía en ese verano del 93 oliendo a hachís y harira. Unos niños se arremolinaban en la calle pugnando por una pelota. Junto a ellos, un indolente hombre grueso apuraba un cigarrillo frente a una pared desgastada. Las ventanas, plagadas de centinelas, los callejones, repletos de coches destartalados y héroes de barrio, me miraban pasar, entre curiosos y desafiantes.
Karim ha sido, a su manera, un inconsciente, un jugador inhabitual y a contracorriente. un esteta de cuna
Muchos de esos niños, afanados, seguro soñaban con huir de ese sucio bulevar golpeando una pelota. Siempre me he preguntado si alguno de ellos era Karim. Entonces tenía seis años.
Karim ha sido, a su manera, un inconsciente, un jugador inhabitual y a contracorriente, de esa raza especial de jugadores inhibida y colectivista que podría haber conseguido aún más siendo egoísta. Un pasador, no tanto un goleador vocacional, un esteta de cuna. Como Zidane, Van Basten y muy pocos más, tenía el poder de parar el tiempo como un bailarín del Bolshoi en un escorzo infinito. Un jugador de póster.
Jubilarse en Arabia Saudí ha sido su último gesto de sana inconsciencia. Sin vídeos, sin focos, sin dar pie a tertulias veraniegas. Un mutis sentimental que afrontaremos cuando ya no esté. El Bernabéu le ha visto hacer cosas maravillosas, no sólo ganar. Porque hay piezas que no tienen reemplazo, como Nuréyev, Zidane, Van Basten... o como aquel niño del Bron. Yo estuve allí, yo lo vi jugar.
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No voy a discutir sobre el derecho que tiene el pueblo o, incluso, el vulgo futbolero a opinar que si este futbolista tal o pascual; que si patatín ,que si patatán. No me interesa ese debate. Me quedo con una de sus frases brillantes ,"juego al fútbol para la gente que sabe".
Recaló en la capital, hace unos 17 años, ya en plena época negreiriana...Me abruma imaginar todo lo que debería haber añadido, en justa correspondencia , al extenso palmarés de títulos con el que ya cuenta.
Recuerdo perfectamente los primeros partidos de pretemporada que le vi jugar con el Real Madrid . Ahí ya pudimos observar algunos la enorme calidad técnica que atesoraba. Una maravilla con ambos pies y ,ojo, muy veloz. Cualidad que se pierde con el paso de los años. Que sí , que ya sabemos de su irregularidad en aquel par de años que a muchos le sirvieron para despotricar. Sí, como hicieron , especialmente, en los inicios - como madridista- de Vinicius, Modric, Cristiano Ronaldo, Zidane...y no me extrañaria que el Di Stefano que llegó al Real Madrid también hubiera sido criticado...