En pos del mayor de los espíritus deportivos, y no por cualquier otro motivo mucho más mezquino, ha surgido recientemente una honda preocupación por el supuesto desequilibrio deportivo que está viviendo el fútbol español. Y es que a Florentino Pérez le ha dado por fichar a buena parte de las estrellas jóvenes del planeta, a las que ha unido a un Mbappé en su plenitud futbolística y aún con la mitad de su carrera por delante. Y eso es un motivo de desasosiego general, porque puede haber un equipo que domine a sus anchas el fútbol español durante varios años. No seáis malpensados; no tiene nada que ver que ese conjunto sea concretamente el Real Madrid.
El comité de notables de aficionados del resto de equipos de la Liga y periodistas (a veces no son exactamente lo mismo) ya está ideando soluciones creativas para equilibrar una balanza que suponen muy decantada hacia el bando madridista. Marcó el camino Yago Aspas, que pedía un mejor “reparto del pastel” si Mbappé llegaba a vestirse de blanco merengue. Sobre la mesa está la posibilidad de flexibilizar el ya más que manoseado Fair Play Financiero de la Liga para que aquellos que no tienen ni un pétalo del clavel puedan seguir haciendo ciencia-ficción financiera y trayendo revulsivos de usar y tirar, que en una o dos temporadas se convierten en rémoras y egoístas chupópteros aferrados a un mísero contrato de trabajo. Por algunos derroteros incluso se ha llegado a estudiar pagar al vicepresidente de los árbitros por una serie de informes imaginarios que garanticen la neutralidad de la competición. Un plan sin fisuras, a tenor de las consecuencias sufridas por quien lo emprendió en el pasado.
No ha encadenado el Madrid aún dos ligas, y ya están todos los antis alineando a instituciones, medios y aficionados en contra de una posible dinastía nacional. Podemos volver a asistir a la anomalía que lleva siendo el fútbol en este siglo, en el que el equipo más laureado del mundo suma muchos más títulos internacionales que nacionales
Imbuido de ese espíritu deportivo, probablemente inspirado por los momentos olímpicos que vivimos, voy a detallar algunas competiciones ligeramente desequilibradas, para que el batallón de la igualdad trabaje también en ellas. Por ejemplo, la Primera División de fútbol femenina, ganada en cinco ocasiones consecutivas por el Barça, que la temporada pasada se impuso en 29 de los 30 partidos, marcando 137 goles y encajando tan solo 10. El segundo, el Real Madrid, quedó a 15 puntos. Hay trabajo que hacer para conseguir que no haya un dominador tan claro y que esta liga sea mucho más reñida. Seguro que existe una profunda angustia para que no se pierda interés en el torneo por parte de aquellos que la manifiestan en su vertiente masculina. Algo similar ocurrirá con el balonmano, donde también el F.C. Barcelona ha ganado las últimas trece ligas Asobal. Habrá que buscar una solución para que este campeonato no sea tan aburrido, ¿verdad?
No detecto en el madridismo ningún temor al Barça, incluso aunque logre fichar a los jugadores que pretende con estruendo y sin decoro. Los principales enemigos del Madrid a la hora de vislumbrar una era hegemónica en España están en los despachos. Como ocurre desde hace décadas
Al final, siempre es el quién, nunca el qué. No ha encadenado el Madrid aún dos ligas, y ya están todos los antis alineando a instituciones, medios y aficionados en contra de una posible dinastía nacional. Podemos volver a asistir a la anomalía que lleva siendo el fútbol en este siglo, en el que el equipo más laureado del mundo suma muchos más títulos internacionales que nacionales, en un caso único históricamente. Bien es cierto que el nivel general del fútbol español no para de descender, por lo que el valor de los éxitos domésticos también decrece, mientras que los trofeos internacionales no hacen más que cargarse de prestigio. Vivimos felices con más Champions que Ligas y más Mundiales de Clubes que Copas del Rey.
Mientras tanto, el gran rival nacional sigue en su nube de cada verano, protagonizando un perpetuo cuento de la lechera en el que, con uno o dos fichajes, la misma plantilla que viene encadenando ridículo tras ridículo en Europa se convierte en un formidable máquina de jugar al fútbol que se llevará por delante a un equipo al que ven muy sobrevalorado. Sería gracioso si no fuera el mayor síntoma de degradación del enemigo que se supone que es quien te empuja a mejorar y superarte. No detecto en el madridismo ningún temor al Barça, incluso aunque logre fichar a los jugadores que pretende con estruendo y sin decoro. Los principales enemigos del Madrid a la hora de vislumbrar una era hegemónica en España están en los despachos. Como ocurre desde hace décadas.
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El enemigo del Madrid está en los despachos sin duda alguna, también en la corrupción complicidad y envidia
Si el Madrid muestra un nivel de compromiso aunque sea un poco inferior al de la temporada pasada la liga se la tiene que llevar si o si, salvo que los del Sobornalona estén a un alto nivel y sus amigos del CTA redoblen esfuerzos en su cacería al Madrid, que todo puede ser.
Pigface Tebas, tarugo nacional, está muy preocupado por el Real Madrid.
Javier Tebas: "La brecha económica entre Real Madrid y Barça es cada vez menor”. 13/07/2024
Pues creo q ste año, los ataques serán mas bestias.
Los medios de comunicación atacarán mas.
Al frente de todos Culevisión Española: insoportable.
Y los Comites a muerte, les va la vida (literal).
El negreirato redoblara esfuerzos, valdrán los goles con la mano de gavi, lewi y pedri. No les pitarán penaltis en su Area y en la contraria se pintarán los penalbas. La prensa criticara duramente las celebraciones de mbappe y vinicius , y el resto de clubes aplaudira con las orejas
Genial, don Antonio. Sencillamente genial