¿Y si no volviéramos a perder? ¿Y si el Madrid de Zidane, que es mi Madrid, que es el Madrid de siempre, que es el único Madrid posible, siguiera sumando puntos y pasando eliminatorias hasta el infinito y más allá, cual Buzz (atención a esa doble zeta tal vez premonitoria) Lightyear? ¿Y si el universo estuviera estructurado de tal manera que el hecho de que el Madrid no volviera a perder otra vez fuera una condición indispensable para el funcionamiento cósmico?
Número Dos me explicó una vez algo que hizo que me estallara la cabeza. Yo soy de esas personas que esgrimen lo de “soy de letras” para no reconocer avergonzado que no sabría hacer, no ya una raíz cuadrada, sino muy probablemente una división con decimales. Por eso cuando mi hermano, comentando un libro sobre darwinismo del filósofo Daniel C. Dennett, me explicó que no es imposible, ni siquiera improbable, lanzar diez veces la moneda al aire y acertar siempre, sino que es impepinable que tal cosa le ocurra a alguien si reunimos a 2 elevado a 10 lanzadores de monedas, a mí me estalló la cabeza. Mil veinticuatro personas son muchas personas, pero si convocamos a ese número de participantes y a cada uno de ellos le decimos al oído, sin que los demás lo sepan, que está tocado por la mano de Dios y que va a ganar diez veces consecutivas lanzando la moneda al aire y eligiendo cara o cruz, probablemente ninguno nos creerá. Sin embargo, tras emparejarlos y lanzar quinientas doce monedas al aire, el mismo número de participantes pasará a la siguiente ronda. Volveríamos a emparejarlos y doscientos cincuenta y seis volverían a acertar. Tras diez rondas, sólo uno, y necesariamente uno, habrá acertado en diez lanzamientos y entonces sí que es muy probable que crea que es, como Neo en Matrix, el Elegido.
Vete tú a contarles esto a los de las bolas calientes.
Obviamente, la cosa funcionaría exactamente igual si en lugar de diez efectuamos cien, mil o un millón de lanzamientos. El reclutamiento de lanzadores sería más complicado, eso sí, porque no habría participantes suficientes en el planeta. No me pidan las cuentas, ya les dije que soy de letras. Pero a lo que iba, ¿a ustedes no les ha estallado, como a mí, la cabeza? Porque a uno que no sabe hacer raíces cuadradas, esta forma de matar de un único tiro dos pájaros, el del “sentido común” y el del “pensamiento mágico”, le provocó un dolor de cabeza que todavía dura.
Si no he perdido la cuenta, llevamos treinta y siete partidos sin perder. Desde abril, el mes más cruel. Mayo y la blanca primavera nos trajeron la Undécima y con ella la famosa flor, que a juzgar por cómo ha sobrevivido al otoño y a los rigores del comienzo del invierno, debe de ser una siempreviva. ¿Y si lo que algunos llaman flor es en realidad una guirnalda de inevitables victorias engarzadas con esporádicos empates que nos ha de llevar a la imbatibilidad eterna? ¿Y si el fútbol le debiera al Real Madrid una lista interminable de títulos y copas? ¿Y si la deuda adquirida fuera como la que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial calculan para los países pobres, imposible de devolver? ¿Y si nuestro estilo consistiera en sumar y seguir? ¿Y si nosotros en lugar del tiki-taka practicáramos el tiki-tiki-tiki-tiki… elevado a la enésima potencia?
Vamos a acabar el año invictos y en Nochevieja yo me voy a comer una uva por cada Champions que alojará las vitrinas del Bernabéu el año próximo, que auguro “prospérrimo” (término que el diccionario de la RAE no recoge, pero que sí se emplea, muy oportunamente, en portugués).
Sí, no es un error; soy de letras, pero hasta doce sé contar.
¿Y si a lo que jugamos es, Dios nos perdone, a no perder?
Número Tres
La Galerna trabaja por la higiene del foro de comentarios, pero no se hace responsable de los mismos
Coda empírica. Hace años oí contar en algún sitio que, siendo entrenador del Barça (en realidad nunca dejó de ser un jugador), Cruyff retó a Romario a tirar balones al larguero desde cierta distancia fuera del área. El brasileño se fue desesperado al vestuario cuando Cruyff llegó a los cuarenta palos sin fallar uno. Ya sé que Cruyff era del Barça, pero aquí en La Galerna le hicimos el exorcismo en su momento y vale como ejemplo. El Madrid es ese lugar donde los mundos imaginados y los mundos posibles convergen.
Estimado José María
Ojalá tenga usted razón, y nuestro ZZ sea tal como describe usted a ese Cruyff exorcizado, capaz de aburrir al más pintado de los antimadridistas. De ganar y ganar, y volver a ganar. Quizá estemos viviendo en ese uno, entre infinitos universos donde no volvamos a perder.
Feliz Año 2017 a todos
¡¡Buenas y Blancas Navidades!!, ¡Oh myl Good!,va a ser eso,¡qué vamos,estamos jugando a no perder,o sea...a GANAR!!!, gran deducción!!, ¡Viva la Vida!,las monedas que caen de nuestro lado,y Vivan las 12 uvas que nos vamos a tomar!!
También soy de letras y me ha estallado un poco la cabeza con tantas monedas y tantos lanzadores elevados a no sé que potencia, pero afortunadamente soy madridista y no necesito entender esas cosas para tener la certeza de que nuestro equipo seguirá ganando títulos.
Saludos y Feliz y Blanco Año Nuevo
Otro de letras. Puras, como se decía antes. Me apunto a lo de las 12 uvas y a ver si dentro de exactamente un año todos los madridistas tenemos que cambiar la tradición y tomarnos 13 uvas.
Feliz año a todos.