Buenos días. Hoy vuelve la Champions. Perdón por la chocante redundancia entre las dos primeras frases. Son buenos precisamente porque vuelve la Champions, porque el Madrid se enfrenta al reto recurrente de su competición fetiche. Es primavera y el Madrid está en Cuartos. Se trata de un escenario tan electrizantemente familiar que el corazón pega un respingo de expectativa y gozo.
Pide Marca que no se pierda la magia. Coincidimos en la expresión del deseo, máxime cuando ya se ha perdido prácticamente todo lo demás en la competición doméstica, empezando por la decencia. La vuelta a la Champions representa el retorno al territorio de los merecimientos. Ceferin es lo que es, pero afortunadamente la competición que preside no está sometida a manejos que la condicionan de forma espuria, como sabemos que ha sucedido durante décadas en España y como intuimos con buenas razones que sigue sucediendo.
La Champions es un ámbito de grandezas contra grandezas donde los colegiados pasan generalmente desapercibidos y pitan de forma coherente y honrada ayudados por un VAR que hace su labor de manera consistente, sin despertar continuamente la sospecha de ser instrumento de discrecionalidad arbitral, como sucede en la liga de Tebas y Roures, de Geri y Rubi, de Hernández y Hernández.
Atrás quedan hoy los maffeos, raíllos, falis y demás con toda su panoplia de hostias extemporáneas, provocaciones y posteriores entrevistas irritantes. En el territorio al que hoy volvemos a las nueve de la noche, no hay maffeos ni raíllos. Tan solo hay futbolistas de élite (de Real Madrid y Chelsea en este caso) que no necesitan cinco minutos de gloria ante las cámaras, y que no los buscan usando las mañas más arteras y menos meritorias.
Y tampoco hay negreiras ni herederos de negreiras. No los hay.
Hay un grande de Europa frente a otro grande de Europa, estrellas a uno y otro lado de la cancha y un objetivo ancestral. Es un escenario de película, tanto por lo que tiene como por lo que no tiene, por las excrecencias de fin de semana que quedan atrás. Es un escenario al que los protagonistas de todas esas excrecencias no tendrán acceso, porque está vedado a los grandes y prohibido a los que caen en fase de grupos con o sin posterior eliminación en la Europa League. Estos últimos son precisamente los que se benefician de los Negreira y sucesores de Negreira, de Tebas y Roures, de Geri y Rubi, de Hernández y Hernández. Queden ellos en su mundo orquestado por mediocres, y ascendamos nosotros con los nuestros por ese túnel en cuyo término hay luz y murmullo de masas verticales, y suena un himno.
Dice As que “Madrid y Chelsea, ganadores de las dos últimas Champions, se miden en el Bernabéu con Europa como redención”. No nos ofendáis, diario As. El Madrid no tiene que redimirse de absolutamente nada. Es la competición que juega en casa la que tiene que redimirse de Tebas y Roures, de Geris y Rubis, de maffeos y raíllos, de negreiras, de hernándeces y hernándeces. Que se rediman ellos, y cuando lo hayan hecho empezamos a juzgar al Madrid con esos términos grandilocuentes que no merece mientras el campo de batalla deportivo en España no sea justo y deje de apestar.
Esta noche dejadnos en paz. No nos perturbéis con vuestras pequeñas iniquidades amañadas. Esta noche los nombres son otros. Ni Tebas ni Roures ni geris ni rubis ni negreiras. Esta noche los nombres son Benzema y Vinicius y Modric y Kroos y Militao y Courtois y Camavinga, por un lado, con Kanté y Havertz y João Félix y Sterling y Reece James por el otro.
Es otra cosa. ¿Lo entendéis?
Leed lo que Alberto Cosín tiene que contaros sobre el durísimo rival de hoy y contad los minutos hasta que empiece el partido, amigos.
En Barcelona, mientras tanto, tienen que hablar de sus cositas. Es normal, no juegan entre semana. Lo ataron todo bien atado en la competición doméstica, pero lo del exterior, por lo que sea, no se les da muy bien. Quizá, sencillamente, porque (¿ya?) no lo tienen atado.
La idea de Messi volviendo al Spotify es la primera fantasía deportiva de la historia que es a la vez irrealizable e indeseable, pero parece que los lectores de la prensa cataculé la abrazan con alborozo. Es el penúltimo invento de la propaganda laportiana para frenar el eco del escándalo Negreira, sobre el cual, por cierto, va a dar una rueda de prensa el presidente blaugrana el próximo lunes 17, es decir, exactamente dos meses y dos días después de que saltara el escándalo. Estamos expectantes ante los modos en que, tras un lapso de tiempo tan breve, Laporta puede haber elegido para insultar a nuestra inteligencia, rodeado de prensa afín, en fecha tan señalada.
“Laporta dará explicaciones del Caso Negreira el lunes”, afirma también Sport bajo unas declaraciones de Lewandowski a cuenta de la fantasía Messi. Nos preguntamos qué “explicaciones” podrá dar después de dos meses y dos días rumiándolas, por no decir que nos preguntamos qué posible explicación digna y edificante puede haber al hecho de pagar mínimo durante 17 años al vicepresidente del colectivo arbitral.
En fin. Nosotros a lo nuestro. Ayer el City se exhibió de manera imponente frente al Bayern, pseudosellando su pase a semis. Solo hay un equipo capaz de evitar que el petroeuro triunfe finalmente en Europa.
Todos sabemos cuál es.
Pasad un buen día.
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5 comentarios en: Hoy vuelve a ser un gran día
Hoy nuevas prue
Hoy aparecen nuevas pruebas de pagos del FC Barcelona a las empresas de los Negreira. El FC Barcelona tenía la desfachatez de pagar al CTA a través de Negri y además querer declararlo como gastos ordinarios en sus cuentas con hacienda. Si Pique hubiese sido el presidente del club esto no hubiera pasado. Él nos dejó claro que lo hubiera pagado en dinero negro.
Una curiosidad, en el partido de ayer, ví a todos los jugadores del City protestar todas las faltas y pedir todos los saques de banda a su favor, algo que no es nada normal en un equipo inglés. Se nota la mano de guardiola.
Pues mi sensación, tras todo lo que hemos visto durante tantísimos años, y de que una mínima y a la vez tan escandalosa parte haya emergido , es desagradable a la vez que la de un individuo con menor interés aunque sea por la Champions. Es lo que me pide el cuerpo, no es una cuestión ni de esfuerzo ni de voluntad. Es algo natural, consustancial. No puedo admitir ni asimilar que no suceda nada. Que ante semejante serie de tropelías no pase lo que tendría que pasar en una sociedad decente y proactiva en defensa de unos principios universales basados en la ética, la moral y la justicia.
No tiene mayor importancia, o, a la mejor si, que una cadena que hace del an ti madridismo su santo y seña, de anoche la alineación inicial, es un síntoma claro de que el club en esta guerra que nos tienen declarada va a lo Pancho Villa, cada uno por su lado, la cadena fue la C.O.P.E., Y EL periodista un tal Miguelito que si no estoy confundido es un atlético de fuste, poco nos pasa para lo que merecemos.
Ya en la plaza de los Sagrados Corazones esperando la llegada de nuestro Madrid.
HALA MADRID Y NADA MAS. HASTA EL FINAL