Hooked on Classics

Buenos días. Empecemos por dar la enhorabuena al FC Barcelona por la victoria que de verdad importa: el bloque llamado soberanista se alzó ayer con la mayoría de escaños (que no de votos) en las elecciones catalanas. La toma de partido del club catalán en favor de esa facción del electorado de su tierra natal ha sido tan clara y decidida, en el transcurso de los últimos lustros, que no podemos sino comenzar por ofrecer nuestros parabienes al club presidido por Josep María Bartoméu, así como a todos sus seguidores, en el entendido de que si quedase un solo seguidor del Barça que estuviera en contra del llamado proceso de independencia catalán a estas horas ya se habría dado de baja en su condición de hincha blaugrana. ¿Qué sentido tiene ser del Barça hoy día si no bebes los vientos por la República de Cataluña? Los seguidores que el Barça tiene (porque los tiene) en Sri Lanka, la isla de Pascua o Swazilandia arden de emoción al saber que el resultado de las elecciones de ayer aproxima más que aleja a Cataluña del sueño dorado de un porvenir sin euro y sin empresas pero con fronteras, con muchísimas fronteras.

Para redondear este éxito, estaría bien ganar al Madrid mañana sábado. Estaría bien pero tampoco hay que perder la cabeza con ello. Los objetivos importantes del año ya están logrados: Cataluña se acerca a la independencia o eso creerán (a pesar de que, en número de votos, hay más catalanes que no la quieren que lo contrario) y Cristiano estuvo con un solo gol en la Liga 17/18 hasta bien entrado noviembre. Enhorabuena por todo.

Spot nos ofrece el once de Valverde para conquistar el Bernabéu (logro que sería menor en comparación con lo de la independencia, pero logro al fin y a la postre), pero quien de verdad nos da todas las claves es Xavi Hernández en Mundo Deportivo. Xavi, después de la somanta de medias mangurrinas que recibió ayer (vestido de amarillo) a manos de Mario de las Heras, aún viene a por más. Es admirable. El hombre que representa con orgullo un régimen que consagra la flagelación y la lapidación como modos de castigo, y que cobra generosamente de dicho régimen, pero que no por ello se abstiene de acusar a España de falta de democracia, aparece asomado al balcón para opinar sobre el choque de mañana.

Nos dice Xavi que el Barça llega mejor. Todo es opinable. Llega mejor porque llega once puntos por delante (el Madrid con un partido menos) y ello confiere a los blancos la necesidad de ganar. Pero esta necesidad, que para cualquier otro equipo representaría una rémora psicológica capaz de atenazar las piernas, obra en el Madrid algo muy diferente, y es en este sentido muy atinada la portada de Marca.

"Es una Final (Y el Madrid sabe cómo jugarlas)". Es cierto que lo sabe, incluso aunque enfrente tenga un equipo aún lleno de estrellas, que juega con permanente red arbitral y en el que campa por sus respetos Luis Masacre Suárez, el hombre que no debería jugar mañana tras su agresión a Fabian Schär frente al Dépor, el hombre al que el sistema perdona una y otra vez la vida en lo disciplinario y en lo mediático como muy bien ilustra el artículo de Juan Pablo Frutos que publicamos ayer.

Por su parte, en estas horas previas al Clásico de los Clásicos (Hooked on Classics, se llamaba aquella selección de extractos entrelazados de destacadas piezas de música clásica con que hicieron fortuna en los ochenta la Royal Philarmonic Orchestra y un miembro de la ELO -banda eminentemente culé, por cierto-), la Ouija ejerce su acostumbrado papel de alegría de la huerta, siempre portadora de buenos augurios para el madridismo.

Cristiano entre algodones y la Ouija entre sombríos vaticinios. Menos mal que Relaño nos regala al menos un resquicio para la sonrisa con ese pequeño espacio dedicado al fichaje de Paco Jémez por la UD Las Palmas. "Ir a Las Palmas parece una locura, pero es la decisión correcta". Pensamos que se trata de un error y que en realidad lo que publica As en sus páginas de interior es una entrevista con la propia UD Las Palmas que nos debería explicar "Fichar a Jémez parece una locura, pero es la decisión correcta".

Todas las decisiones correctas parecen una locura pero no todas las aparentes locuras son decisiones correctas. Tomen nota del axioma que acabamos de inventar, inspirados por el resultado de las elecciones de ayer en Cataluña.

Pasad un buen día pre-Clásico.