Hoy, 1 de julio, cumpliría 86 años el director Sydney Pollack y recuerdo mucho una de las películas favoritas de mi infancia, vista un montón de veces en programas dobles de los cines de mi barrio, seguramente el Carlton, el Universal o el Salamanca.
Se trata de Las aventuras de Jeremiah Johnson, de 1972, protagonizada por el actor-fetiche de Pollack, Robert Redford, al que también dirigió en obras maestras como Los tres días del cóndor y Memorias de África (también en otras varias como Propiedad condenada, El jinete eléctrico y Habana).
Jeremiah Johnson, antiguo militar que viene de participar activamente en la Guerra de Asentamiento de México, decide, quizás harto de conflictos, de seres humanos y en busca de paz interior —como cualquier madridista querría huir tantas veces de la cruda realidad que representan los estamentos arbitrales, los caprichos de la LFP o el gremio periodístico— dejar su vida hasta ese momento y adentrarse en parajes agrestes e insólitos, por las escarpadas Montañas Rocosas, por valles de ensueño, para estar consigo mismo y abrazar, como un verdadero ecologista avant la lettre, todos los encantos que le ofrece generosamente la Madre Naturaleza.
En su periplo tratará con todo tipo de personajes; tramperos, buscavidas y colonos, se desposará con una mujer india, adoptará al hijo de ésta y le sucederán numerosas aventuras, en lo que es un canto a la libertad, al amor por la naturaleza, una verdadera búsqueda de sí mismo, en definitiva.
Sin “destripar” la trama, se encontrará también con personajes tan impuros y ventajistas como el cambiante criterio de Mateu Lahoz, que permite el castigo de unos por parte de otros sin poner remedio ni fin a ello, o como la siniestra sala VOR de Las Rozas. Uno se pregunta qué estaría mirando De Burgos Bengoetxea cuando Diego López arrollaba cual oso de las Rocosas a Karim Benzema. ¿Estaría viendo quizás otra película de Pollack? ¿Puede que Tootsie, con un Dustin Hoffman travestido en presentadora de televisión? ¿Acaso el baile delirante de Jane Fonda y Michael Sarrazin en ¡Danzad, danzad, malditos!? Quiero pensar que estaba viendo otro programa en la tele y no el partido de Cornellà...pero no lo pienso...
Esa sala VOR donde se revisan —teóricamente— las jugadas dudosas que acaban en gol o en posible penalti, a veces da la impresión de ser una tremenda “tapadera”, como el filme de Pollack protagonizado por Tom Cruise y Jeanne Tripplehorn, en la que un invento tan justo a priori como democrático —el VAR— se convierte en un instrumento al servicio de intereses digamos turbios y sospechosos. Todo ello, con una supuesta Ausencia de malicia —espléndidos Paul Newman y Sally Field en el fin homónimo— que pone en duda la limpieza de una competición que permite, por ejemplo, que el próximo domingo 5 de julio se juegue el Real Madrid media liga en San Mamés tras haber descansado apenas 60 horas y teniendo que jugar a las 14:00 horas, mientras su rival contará con 27 horas más de reposo. ¿Alguien entiende por qué jugará el Barcelona el domingo a las 22:00 en Villarreal, cinco días después de su partido ante el Atlético de Madrid?
Ante este panorama, se entiende perfectamente que Jeremiah Johnson/Robert Redford se tire al monte para olvidar el mundanal ruido de una competición que indudablemente no está hecha para él. Pero que, en su fuero interno, y pese a todas las trampas para plantígrados que se encuentre en el camino, tratará de competir y de conquistar, como no puede ni debe de ser de otra manera.
Vaya este pequeño recuerdo para Sydney Pollack, director de los buenos y muy taquillero, y además un actor más que interesante, como demostró por ejemplo trabajando a las órdenes de Woody Allen en Maridos y mujeres, con Stanley Kubrick en Eyes Wide Shut o en la simpática La boda de mi novia, donde hace un papel de lo más madridista que no desvelaremos, pero que les recomendamos para que pasen un buen rato.
Fotografías Getty Images.
¡Qué bueno, Athos! Me ha encantado, como la obra del genial Sidney Pollack. 😉
Magnífico, como siempre, señor Dumas. Sidney Pollack, grande como director y como actor. Como director le tengo mucho cariño a The way we were (Tal como éramos), puro canto al pasado, a la nostalgia, como la que sentimos durante mucho tiempo los madridistas por un tiempo pasado, por un antiguo amor de juventud como era la Copa de Europa, que llegamos a pensar qur no recuperaríamos.
Como actor, me quedo con sus miradas y su expresividad en Eyes wide shut, cuando ve a Tom Cruise y no da crédito a encontrárselo en esos ambientes. Era mi misma mirada ante la inacción de Burgos Bengoetxea para no señalar el penaltazo más evidente de los últimos tiempos, el "¿oso de las Rocosas?" arrollando a Benzema, ja, ja, ja. Genial.
Me encantan estos artículos cinéfilos. ¡Qué gran director, Sidney Pollack! Mis favoritas son las películas que hizo con Robert Redford (otro madridista). A ver si está noche podemos danzar de alegría..
Perdón, mañana por la noche, qué lapsus..
Como siempre Athos haciéndonos disfrutar del cine y del fútbol, del cine y del Madrid. Espero como tú que esta noche dancemos de alegría
Hala Madrid!
Magnífico como siempre Athos, solo una pequeña corrección, el niño que adopta jeremiah no es hijo de la india con la que se casa, sino de los colonos que encuentra en la casa de la montaña. No diré nada más para no hacer spoiler de ese peliculón
Me falló la memoria pues, Smokin Joe! Gracias por la precisión. Tengo que volver a verla! Un fuerte abrazo.
El día que no me guste un artículo de Athos Dumas creo que me preocuparé. No sé si por él o por mí, pero me preocuparé.