Con 27 años, Jean-Paul Belmondo ya había conquistado una Copa de Europa, al protagonizar un film que impactó a todo el continente, “Al final de la escapada”, dirigido por Jean-Luc Godard, teniendo por compañera de reparto a la maravillosa Jean Seberg.
Era el año 1960, el mismo año en que el Real Madrid conquistaba su Quinta —consecutiva— en el mejor partido jamás contemplado por ojos humanos.
Belmondo ya era popular en Francia, tras su exitoso paso por el teatro, con la taquillera obra “Oscar” (en España se tradujo la obra como “Una maleta, dos maletas, tres maletas”) y con películas de televisión como su papel de D’Artagnan en “Los tres mosqueteros”, dirigida por Claude Barma. Ya saben los lectores que a este autor todo lo que va de mosqueteros le apasiona, y D’Artagnan y Athos eran inseparables.
Jean-Paul Belmondo, hijo del célebre escultor Paul Belmondo, era un deportista consumado, ejerciendo habitualmente como boxeador, y siendo un apasionado del fútbol, en el que hizo sus pinitos como guardameta, como ilustres artistas y escritores como Conan Doyle, Nabokov, Albert Camus, Chillida o Luciano Pavarotti. No he encontrado relación de Belmondo, el entrañable “Bébel” que adoraban todos los franceses, con el Real Madrid, pero no dudo ni un segundo que una persona tan positiva, activa, extravertida y tremendamente simpática no podía ser más que un irredente madridista en su fuero interno.
no dudo ni un segundo que Belmondo, una persona tan positiva, activa, extravertida y tremendamente simpática, no podía ser más que un irredente madridista en su fuero interno
Además de conquistar al público, y de romper récords de taquilla verano tras verano (entre los 70 y los 80 sus películas eran siempre los “Blockbuster”, véase “El animal”, “El marginal”, “As de ases” o “El profesional”), en su palmarés cayeron rendidas varias de las actrices más bellas y cotizadas de su época, véase la propia Jean Seberg, Françoise Dorléac (inolvidable su dúo en “El hombre de Río”, posiblemente una precuela de Vinicius Jr, el sosias brasileño del propio Belmondo) y su hermana Catherine Deneuve, Ursula Andress (su pareja en la vida real tantos años, tras conocerse en el rodaje de la inolvidable “Las tribulaciones de un chino en China”), Jacqueline Bisset (en la desopilante “Cómo destruir al más famoso agente secreto del mundo”), Laura Antonelli o a la mismísima Raquel Welch (en “El animal”).
Durante treinta años, Belmondo reinó sin discusión en las taquillas, eligiendo siempre sus películas (en las que nunca fue doblado, lo que le costó más de una fractura de costillas o de brazos), en la cartelera francesa, luchando codo con codo con su amigo/rival Alain Delon (coincidieron en la célebre “Borsalino” y también en “Uno de dos”), pero teniendo siempre a su favor el cariño del público, siendo más cercano que el guapo Delon.
Quizás Belmondo, como el Madrid, “no jugaba a nada”, pero ganaba siempre: prefirió el éxito y los récords de taquillaje al llamado cine de calidad, con el que empezó triunfando con Godard (“Pierrot, el loco”), Truffaut (“La sirena del Mississippi”) o Henri Verneuil (“Un mono en invierno”). Pero nadie puede dudar de que era un tremendo actor, como lo demostró en una versión actualizada de “Los miserables” (de Claude Lelouch) o en su magnífico “Kean”, basado en la obra de teatro homónima de Alejandro Dumas.
Quizás Belmondo, como el Madrid, “no jugaba a nada”, pero ganaba siempre: prefirió el éxito y los récords de taquillaje al llamado cine de calidad
Llevaba prácticamente retirado desde hacía 20 años debido a un derrame cerebral que le apartó de su carrera, aunque siempre nos quedará en la memoria la ovación que le tributó todo el cine francés en 2016, al otorgarle su Balón de Oro particular, el Cesar, por toda una certera exitosa y, sobre todo, apreciada y querida por el juez más exigente: el público, al que tenía rendido a sus pies.
Descansa en paz pues, querido Bébel. Te lo has ganado tras tu azarosa y completa vida de 88 años de existencia.
Fotografías Imago.
"Quizás Belmondo, como el Madrid, “no jugaba a nada”, pero ganaba siempre." <3
"Léon Morin, prêtre", una gran pelicula de JP Melville que él protagonizó también.