Homenaje a Don Luis De Carlos

El 27 de mayo de 1994 fallecía Don Luis de Carlos, presidente del Real Madrid durante el periodo 1978-1985. Para conmemorar el 25 aniversario de esa fecha, anoche, en el Palco de Honor del estadio Santiago Bernabéu, la Fundación Real Madrid organizó el Foro Luis de Carlos para homenajear a Don Luis, un presidente que tuvo la ardua tarea de suceder nada menos que a Don Santiago Bernabéu en 1978. De Carlos, que formó parte de la junta de Bernabéu desde 1953, ejerciendo entre otras funciones importantes de Tesorero del club, manejó la nave blanca durante 7 años y entre sus notables logros organizó - y ganó - las primeras elecciones democráticas del club, en 1982, derrotando a la candidatura de Ramón Mendoza.

De Carlos siempre será recordado por su caballerosidad y por su señorío, elogiado tanto por los madridistas como por todos sus contrincantes. Una figura bondadosa y paternalista, que, bajo su mandato, modernizó el estadio - aprovechando la celebración del Mundial’82 en España - y poniendo por primera vez publicidad en la camiseta, decisión polémica e impopular en su momento, pero decisión también de visión de futuro que no tardaron en imitar todos los clubs españoles.

Un hombre impregnado de todos los mejores valores de nuestro amado club: lucha, esfuerzo, dedicación, compromiso, dentro de un ámbito de cordialidad y buena educación para con los rivales. Y con un trato exquisito con la cantera, no hay que olvidar que la Quinta del Buitre se gestó bajo su mandato.

Todo esto nos lo recordaron los ponentes del acto, Amancio Amaro y Emilio Butragueño por la parte futbolística, Clifford Luyk representando al baloncesto, y el nieto de Don Luis, Gonzalo, recordando emocionado la bonhomía de su abuelo y su amor incondicional al club. El directivo Enrique Sánchez también dedicó cariñosas palabras y el acto fue presentado por el periodista Enrique Ortego.

En representación de La Galerna asistimos Joe Llorente y un servidor. Pudimos departir unos minutos con Enrique Ortego que nos confirmó que en los próximos días se estrenará en BeIN un documental sobre Paco Gento, nuestra adorada Galerna del Cantábrico.

Emilio Butragueño me presentó a su señor padre, Don Emilio, que recordaba anécdotas de su hijo cuando entró en el Madrid en 1981 para formar parte del tercer equipo.

Clifford Luyk rememoró el cariño de De Carlos por el baloncesto, amor que heredó tras compartir horas y horas de junta directiva junto a Raimundo Saporta. Amancio evocó el señorío de De Carlos incluso cuando tuvo que cesarlo como primer entrenador en 1985, tras una mala campaña liguera que se culminó, ya con Molowny como entrenador, con la victoria de la Copa de la UEFA ante el Videoton húngaro.

Butragueño recordaba aquellos tiempos en los que cuando el presidente iba al vestuario todos los jugadores sin excepción se levantaban en señal de respeto.

Más de 250 personas abarrotaban la antesala del Palco de Honor. Pude saludar a mi amigo Luis Miguel Beneyto, directivo de De Carlos - como Tesorero, heredó la tarea de Don Luis en la junta directiva - durante los 7 años de presidencia. También al director de Peñas del Madrid, amigo personal y de La Galerna, Manuel Gómez Barrera, conocido por todos como “Churro”. Y, por supuesto, a varios de los nietos de De Carlos, a Luis y a mi amigo Borja, que me presentó a su padre, Don Jaime de Carlos, vivo retrato de Don Luis y tan caballeroso y elegante como él.

Muchísimos familiares de De Carlos, emocionados y felices, y mucho madridismo del de toda la vida, recordando los títulos de aquel Madrid que fue bisagra del último de Bernabéu, el de Amancio, Pirri, Velázquez y que, con Santillana, Juanito, Camacho y García Remón nos llevó hasta el alumbramiento de la Quinta del Buitre. Con títulos en fútbol y en baloncesto - aquella Copa de Europa de 1980 que levantó Brabender y en la que jugó un papel notable nuestro Joe Llorente- y que hizo que el Madrid de blanco y negro pasara a ser en color. También pude dar un abrazo a mis amigos los hermanos Castellón, Manuel, que lo sabe todo del club y el “profe” José María, así como a Javier Amo y a Alberto Blanco, merengues de pata negra.

Este tipo de actos, poco publicitados y sin estridencias, nos hacen recordar a los madridistas que el Real Madrid respeta y cuida siempre su pasado y su historia, lo transmite y, como decía Butragueño, hace que el club sea diferente e indiscutiblemente el más importante y admirado del mundo.

Enhorabuena a toda la familia de De Carlos por este merecidísimo homenaje.