La hipocresía de Xavi y Pep

Tras la sentencia del “procés” varios deportistas catalanes han expresado públicamente en redes sociales su opinión sobre la condena a penas de cárcel a los líderes independentistas. La realidad es que la práctica totalidad de estas opiniones han sido para criticar el juicio y la democracia española. Los que están de acuerdo con la sentencia han preferido hacer mutis por el foro y evitar meterse en problemas, algo lógico y entendible si tenemos en cuenta el carácter más vehemente y beligerante del bando independentista en Cataluña.

El discurso de estos deportistas se ha centrado en reprobar la democracia española, en hablar de presos políticos y de estado autoritario y en criticar que la justicia no haya colaborado para resolver un problema político. Es sorprendente observar como muchos no entienden aquello de la separación de poderes, aquello de que la independencia de la justicia al poder legislativo y ejecutivo es inherente al estado de derecho. Si los jueces dejaran de juzgar delitos para tratar de resolver problemas políticos dejarían de ser jueces y serían políticos. En cualquier caso, todo el mundo tiene el legítimo derecho de manifestar su opinión con respecto a la sentencia, faltaría más. Esto no es Qatar, país en el que se prohíbe por ejemplo la libertad de expresar opiniones consideradas ofensivas para el emir. Y aquí es donde quería llegar…

Tras la sentencia, Xavi Hernández y Pep Guardiola, embajadores de facto de un régimen auténticamente totalitario como el de Qatar, hablaban de “vergüenza” y “presos políticos” en el caso del primero y de “ataque a los derechos humanos”, del “derecho de reunión y manifestación”, del “derecho a la libertad de expresión” (ojiplático me hallo), del “derecho a un juicio justo” o de la “represión” entre otras lindezas, en el caso del segundo.

¿Sabes, Xavi, que la homosexualidad está castigada con penas de cárcel en Qatar? ¿Sabes, Pep, que en Qatar se usa la flagelación como castigo por el consumo de alcohol? Sí, que dan latigazos. ¿Sabéis, Xavi y Pep, que un gran número de trabajadores inmigrantes poco cualificados trabajan en condiciones de semiesclavitud? ¿O que los maridos pueden pegar y abusar de sus mujeres en el hogar con impunidad? ¿Sabéis que en Qatar existe la pena de muerte? ¿O qué allí sí que no se puede ejercer la libertad de expresión? Sí, seguro que todo esto lo sabéis, pero… allí no sois tan valientes para denunciar estas cosas ¿verdad? Más bien, hacéis todo lo contrario, alabar ese régimen tan democrático y que tanto respeta los derechos humanos. Cuando Xavi dice sobre Qatar aquello de “aquí no hay democracia, pero la gente es feliz”, yo me acuerdo de los que afirmaban que “con Franco se vivía mejor”. Cuando Pep afirma que “injusticias las hay en todo el mundo”, que “Qatar es un país abierto” o que en Qatar se “tienen todas las libertades del mundo” yo visualizo los latigazos, los gays, las mujeres...  Hay que tener una doble moral, una doble vara de medir muy larga para hablar de falta de derechos humanos aquí y callar como las señoras que ejercen el oficio más antiguo del mundo, allí.

A cualquier persona le podemos conceder el beneficio de la libertad de expresión en un sistema democrático como el español, pero vosotros no tenéis ninguna legitimidad moral para hacerlo. Ni tenéis legitimidad ni tenéis vergüenza. Y que no se me tome esto como un insulto y sí como una descripción, como la constatación de una realidad. Carecéis del mínimo pudor para atacar una democracia como la nuestra mientras silenciáis las tropelías de una monarquía absoluta autoritaria como la de Qatar. Porque Pep y Xavi, Xavi y Pep, poderoso caballero…