Los hermanos Aranda se podrían enfrentar hoy en el Miniclásico
Esta noche a las 21, en Valdebebas, tenemos el primer clásico de la temporada. Será un anticipo de lo que viviremos la semana siguiente entre los primeros equipos del Real Madrid y FC Barcelona. Un clásico filial que no se daba en competición liguera desde el 2014, pero que con el cambio en el fútbol de cobre podremos volver a vivir. Además, podríamos asistir al primer encuentro entre dos hermanos jugando el clásico de filiales en equipos contrarios: los hermanos Aranda.
Los dos equipos están teniendo dificultades para establecerse en la parte alta de la clasificación. El Barcelona con 11 puntos y el Real Madrid con 7 no están haciendo un gran inicio de temporada, pero a nadie se le escapa que su objetivo principal sigue siendo la formación de jóvenes promesas. Hablamos de jugadores como Ángel Rodado, Ferran Jutglá, Antonio Aranda en Barcelona, o Sergio Arribas, Mario Gila, Marvin y Óscar Aranda en el Madrid.
El caso de los hermanos Aranda es destacable. A pesar de ser hermanos, siempre han estado enfrentados en lo futbolístico. De hecho, cada uno ha acabado en el equipo de sus amores de niño: Antonio en el Barça y Óscar en el Madrid. Fruto de su talento y de cómo funciona la captación de jugadores en los grandes equipos, los dos hermanos han conseguido recalar en las canteras de los clubes más importantes de España.
El caso de los hermanos Aranda es destacable. A pesar de ser hermanos, siempre han estado enfrentados en lo futbolístico. De hecho, cada uno ha acabado en el equipo de sus amores de niño: Antonio en el Barça y Óscar en el Madrid
El camino no ha sido fácil. A pesar de la diferencia edad (Antonio 21, Óscar 19) los dos empezaron juntos en Huetor Vega,Granada 74 y Granada CF, hasta que en infantiles ya se separan. Curiosamente sus carreras se entrelazan pero sin coincidir en equipos: primero Antonio se queda en Granada CF y Óscar se va al Málaga; después Antonio al Maracena y Óscar vuelve a Granada; y más tarde, cuando Antonio vuelve a Granada, Óscar se va al Madrid juvenil. El último salto para Antonio será ir al Barcelona B mientras Óscar va creciendo en la cantera blanca. Una trayectoria atípica para dos jugadores que naturalmente ocupan la misma posición (mediapunta o extremo izquierdo), aunque son jugadores de corte diferente. Antonio destaca por su velocidad y visión de juego, mientras que Óscar tiene cualidades más enfocadas al gol, con un gran disparo y uno contra uno. Los dos están llamados a dar que hablar en el fútbol español, y quién sabe si así podrán lograr coincidir en un mismo equipo vistiendo los colores de la selección en categorías inferiores.
Antecedentes históricos
Buceando en la historia de ambos clubes y en las hemerotecas, nos hemos encontrado con otros dos casos, aunque en esa ocasión fueron en las primeras plantillas de ambas escuadras. Uno de ellos fue en un choque amistoso, y el otro en un partido oficial de la Liga española.
El primero corresponde a los hermanos Bestit. Ambos se criaron en el Europa a finales de los años 20, y mientras Carlos firmó por el F.C. Barcelona en 1929, Tomás libre de compromiso lo hizo por el cuadro madridista dos años más tarde. El culé jugaba como interior o medio y el merengue de interior derecho, destacando su visión de juego y su calidad en el pase. Sin embargo, en el cuadro capitalino Luis Regueiro le cerró las puertas a jugar con asiduidad. Tres meses después de concluir la Liga 1931-1932 con el Madrid F.C. como campeón por primera vez, se concertó un amistoso en Les Corts (3-7-1932) entre ambos equipos que servía como despedida del curso para los culés, que fueron subcampeones coperos quince días antes. Un choque que la prensa catalana catalogó como de “concordia y conllevancia”. Los madrileños contaron con varias de sus figuras como Zamora, Ciriaco, Quincoces, Luis Regueiro, Olivares y Tomás Bestit. Y los catalanes alinearon a internacionales como Nogués, Zabalo, Goiburu, Samitier y Carles Bestit. En el palco presidencial asistió el presidente de la Generalitat, el señor Maciá. El resultado final fue empate a dos (Samitier; Hilario y Olivares de goleadores) con el público catalán recibiendo “entusiásticamente a los jugadores madrileños”. En el diario ‘La Libertad’ nombraron a Carlos como uno de los mejores del Barça en el encuentro y en la ‘Hoja Oficial del Lunes’ fueron severos con Tomás al apuntar que “hizo poca cosa de provecho”.
El segundo tuvo de protagonistas a los hermanos Navarro Perona. La curiosidad es que ambos llegaron a compartir vestuario en el Real Madrid unos meses después de enfrentarse en choque liguero. Joaquín, conocido como ‘Fifo’ fue un lateral derecho muy veloz, pegajoso y eficaz en la marca, que subía bien la banda por su vocación ofensiva de antaño y que era polivalente al poder actuar también por la zona siniestra. Mientras que Alfonso, un jugador rápido, con buen manejo del balón y olfato de gol, se desempeñaba como extremo izquierdo, aunque realmente era un comodín que se amoldaba a otras zonas del frente ofensivo. Ambos se formaron en el Gavá y el Barça les echó el lazo para contratarles. Sin embargo, Joaquín solo estuvo un curso en el primer equipo, concretamente la temporada 1941-1942, y tras un rifirrafe con la directiva blaugrana -que no le pagó una prima copera- dejó la entidad y se marchó al Sabadell. Su gran rendimiento llamó la atención del Real Madrid que en el verano de 1949 se hizo con sus servicios. Alfonso, por su parte, permaneció en el Barça en una primera etapa hasta el verano del 50 cuando firmó por el Sabadell. En el cuadro arlequinado pasó seis meses (varios de ellos lesionado), y el Real Madrid le contrató a principios del año 1951. Desde enero hasta diciembre, los dos hermanos Navarro Perona vistieron la camiseta blanca y coincidieron en cuatro partidos de Liga y dos amistosos ante el Saarbrücken y Alavés. Para distinguirlos, Joaquín en las alineaciones aparecía como Navarro I y Alfonso como Navarro II. Los hermanos se separaron a comienzos de 1952, al irse Alfonso al Real Valladolid.
La única vez que jugaron uno con la camiseta del Real Madrid y el otro con la del F.C. Barcelona fue en la jornada 3 (18/09/1949) de la temporada 1949-1950. Los culés eran vigentes campeones de Liga y tenían un equipo formidable, mientras que los blancos con Mr. Keeping en el banco buscaban mejorar la tercera plaza del curso previo. El partido no fue histórico por el enfrentamiento entre los hermanos sino por el resultado final, uno de los más abultados de la historia de los clásicos con un 6-1 a favor del Real Madrid. Las crónicas hablan de un duelo con una tremenda superioridad de los locales que desarboló a una zaga blaugrana que se mostró desastrosa. Joaquín Navarro dejó una formidable impresión, y algunos medios destacaron el “descubrimiento” que significaba para el Real Madrid su reciente incorporación. Se las vio con el gran Basora y lo anuló por completo. Por su parte, Alfonso, estuvo bien marcado por Azcárate, lo que le hizo entrar poco en juego, y en la segunda mitad con la lesión de Calo tuvo que retrasar su posición. Pahiño firmó un triplete para los merengues y Macala un doblete. El otro tanto fue obra del canario Cabrera. El gol de la honra para los catalanes lo hizo Gonzalvo II.
(Composición de IAM Sports Solutions)
A pues mire usted, los 6 a "..." no los inventaron los culés
Hay que decirle a Floquet que les deje caer el dato en el foro de MD