Hedor

“El gesto de Ramos tensa al máximo el partido de Liga de mañana”. Han leído bien. ¿No se lo pueden creer? Lean de nuevo: “El gesto de Ramos tensa al máximo el partido de Liga de mañana”. Un “tensa al máximo” destacado por As en amarillismo chillón, no vaya a ser que a algún lector poco avezado se le escape la contundencia de la frase, su audacia a lo Sálvame, por no decir su poca vergüenza. Añadamos un “calentón” bajo la imagen del defensa madridista, escribamos la palabra en mayúsculas de cuerpo enorme y mostrenco, y listo, ya tenemos una portada top, un monumento, un hito, el perfeccionamiento del periodismo elevado a los altares de la bajeza, valga la aparente contradicción.

Desde aquí solo podemos aplaudir a Relaño y los suyos por semejante obra. No en vano, el diario que nos ocupa siempre ha estado en contra de la violencia que suele caracterizar a las aficiones ultras, y en extrema coherencia con tan loable actitud, vuelve a demostrar aquí su espíritu pacífico afeando el gesto de Ramos y obviando su carácter de respuesta a los constantes insultos, no leves, que el jugador recibió el pasado jueves, o mejor, que el jugador  recibe cada vez que pisa el Sánchez Pizjuán. De igual modo, la desproporción entre la gravedad de dichos insultos -de dicha violencia verbal- y la respuesta de Ramos, quien además en sus gestos separa el grano de la paja, tampoco es tenida en cuenta por la estruendosa portada. Total, para qué. “Calentón” y punto. ¿Por qué Ramos ha hecho esos gestos? Ah, no sabemos. ¿A quiénes se dirige el central? Ah, qué más da. No hemos venido aquí a ser analistas objetivos de lo que ocurra, qué se han creído ustedes, sino a no perder la ocasión de que nuestro sensacionalismo encaje a la perfección con nuestro antimadridismo, y hoy lo hemos logrado hasta el extremo, responsabilizando de paso a Ramos de la tensión que pueda darse en el inminente partido. Punto para el diario As; otro más, el enésimo, uno bien grande, tal vez indigno, pero bah, que se tape la nariz quien no soporte el hedor.

En Marca se trata el mismo asunto con un espíritu ecuménico, con un aire solícito, con la intención de que el domingo, en el partido de Liga que volverá a enfrentar al Sevilla con el Madrid, la cosa no llegue a mayores. También nosotros deseamos calma, sosiego y paz. Imagine all the people, amigos marquistas. Sin embargo, también nos pasa que echamos en falta alguna denuncia más explícita y contundente de la violencia –sí, violencia- ejercida contra Sergio Ramos por parte de algunos (queremos pensar que no muchos) “aficionados” sevillistas. Seremos raros, pero tenemos la sensación de que la respuesta de Ramos –sí, respuesta, y bastante mesurada, por cierto- se ha convertido en la verdadera noticia, opacando la circunstancia que la motivó. Pidamos paz, pedimos paz, pero no desde la equidistancia, no desde la tibieza, sino desde la denuncia del reiterado e inadmisible matrato recibido por el jugador blanco, cuyo gesto se queda a altura del de una Hermanita de la Caridad en comparación con la virulencia de la agresión.

En Barcelona andan a otras cosas. Por un lado, tenemos su versión confeti con Luis Suárez sentado no se sabe bien cómo para recordar sus mejores goles (de los mordiscos, empujones y codazos tal vez nos hablen otro día), y por otro lado tenemos su versión Un mundo feliz o 1984, el reverso tenebroso de la fuerza, la República Independiente Messiánica. Quien se mueve no sale en la foto, así que aquel que ose, ya no criticar o minusvalorar al Elegido argentino, sino tan solo contextualizar Su juego para elogiar también a otros jugadores de su entorno, aquel que tal cosa haga, ya sabe dónde está la puerta.

No mentarás el nombre de Messi en vano. Amarás a Messi sobre todas las cosas. Honrarás a Messi más que a tu padre y a tu madre. Messi es nuestro pastor, nada nos falta. Repitan todo esto sin parar, culés de espíritu contrito. Arrodíllense y no miren a los ojos del crack de Rosario. Su luz es cegadora. Quieto todo el mundo.