Hazard: vuelve la ilusión al Bernabéu

El próximo jueves 13 de junio será presentado con todos los honores Eden Hazard como jugador del Real Madrid, cuyo contrato se extiende hasta 2024. Momento doblemente esperado por el madridismo, primero por la calidad intrínseca del jugador belga, indiscutiblemente uno de los mejores cinco jugadores del universo en la actualidad, y segundo por la ilusión que ha despertado tras la pesadilla que ha supuesto la temporada 2018-19.

Llega Eden, nombre sugerente donde los haya, sinónimo de paraíso y cuya etimología, que se remonta a las venerables lenguas sumeria y hebrea, según se consulte su origen, significa jardín divino o manantial. Qué más se podría pedir en estos momentos de depresión y de descreídos a punto de perder la fe en el madridismo y en su buen pastor, Florentino Pérez.

Vuelve el paraíso, vuelve a manar el manantial que parecía seco y estéril, y por lo tanto la ilusión se renueva. Tan solo hace un año por estas fechas seguíamos celebrando la 13ª, la tercera seguida, la cuarta en cinco años. Pero la memoria es flaca en el ser humano, más aún si el ser humano es madridista, una especie siempre hambrienta de éxitos y eternamente insatisfecha.

Oímos hablar por primera vez de Eden Hazard hace 8 años, en el verano de 2011, cuando Zidane recomendó con entusiasmo su fichaje por el Madrid. Hazard tenía 20 años, pero ya había ganado la Liga y la Copa de Francia con su club, el Lille Olympique Sporting Club (LOSC), club en el que había debutado como profesional tan solo con 16 años en noviembre de 2007 frente al Nancy. Eden provenía de una familia de amantes del fútbol, ya que, tanto su padre como su madre lo practicaron con asiduidad, y en 2005, a la edad de 14 años, fichó por el LOSC, en una ciudad distante a menos de 100 kilómetros de su localidad natal en Bélgica, La Louvière. Ya por entonces todos sus entrenadores en categorías alevines e infantiles hablaban de él como de un superdotado del fútbol.

Su buen gusto viene de largo y son numerosas las fotos de Eden de niño (solo o con sus hermanos), vistiendo la camiseta de la selección francesa de fútbol con el número 10 de Zidane estampado en la espalada.

Con la selección de Bélgica debutó a los 17 años, y desde entonces ya ha lucido la zamarra de los “Diablos Rojos” en 100 ocasiones, con 30 goles y 26 asistencias, amén de haber participado en 2 Mundiales (cuartofinalista en Brasil y tercero en Rusia), siendo Balón de Plata en el último, detrás de Luka Modric.

Su paso por el Chelsea, que ha durado 7 temporadas, ha sido muy exitoso, logrando 6 títulos, entre ellos 2 Premier League a las órdenes de Mourinho en 2015 y de Antonio Conte en 2017. En 2015 fue nombrado mejor jugador de dicha competición, tanto en la votación de los organizadores como en la de los jugadores. Hace apenas dos semanas se proclamó campeón de la Europa League al vencer su equipo al Arsenal por 4-1 en Bakú con una exhibición incluyendo un doblete del belga. Su paso por Stamford Bridge ha dejado huella, indudablemente. No hay más que ver las muestras de cariño que está recibiendo desde que se anunció su pase al Madrid. Sus cifras en el Chelsea han sido impresionantes para un centrocampista ofensivo: 110 goles y 92 asistencias en 352 partidos. Es decir, que en 2 de cada 3 partidos su aportación al equipo ha supuesto un gol como promedio.

En su palmarés falta la Champions League -precisamente llegó a los blues justo después de que estos se proclamaran campeones en Múnich ante el Bayern, en 2012- y sin duda ésta es una de sus indiscutibles motivaciones para haber fichado por el club merengue. Desde hace al menos dos veranos, Eden Hazard no pierde ocasión de profesar su amor por los colores blancos ante todo micrófono que se le pone por delante. Sobre este tema ha dejado más señales que aquellas inmensas que aparecen por doquier en la película homónima de M. NIght Shyamalan. Ya solo le faltaba venir de rodillas recorriendo media Europa hasta llegar a la puerta del palco de honor del Bernabéu. Y su salida ha sido por las buenas, sin transfer request, y manteniendo el excelente tono de las relaciones entre ambos clubs.

Además de ilusión renovada, ¿qué nos va a aportar Hazard? Lo primero ha sido el golpe encima de la mesa que ha supuesto que el Real Madrid haya contratado al mejor jugador de la Premier en unos momentos en que la Premier lo domina todo en Europa, tanto deportiva como económicamente. Desde el punto de vista futbolístico, Hazard va a aportar regate, me refiero a regate peligroso en ataque, no como otros jugadores que dan vueltas sobre sí mismos como peonzas. Hoy en día, apenas Vinicius y algo Brahim aportaban desborde por las bandas. Además, Hazard se asocia perfectamente en la zona de tres cuartos. Aunque generalmente entra por banda izquierda, cayendo a menudo por el centro, también es capaz de jugar por banda derecha, por donde ha hecho algunas de sus jugadas más espectaculares y marcado goles a lo Messi.

Es compatible con Vinicius si juega por la derecha. Con Benzema se va a asociar como lo hacen los jugadores con calidad top, en ese sentido no hay más que ver sus últimos partidos asociándose con Giroud. Y Karim es infinitamente mejor que Giroud. Puede por tanto jugar en 4-3-3, en ambas bandas, pero también con un 4-4-2 muy ofensivo, bien protegido por los dos volantes centrales, y con Jovic y Benzema en punta. También en 4-2-3-1, tanto como carrilero como mediapunta por el centro. Es buen lanzador de faltas -sólo pido que este año no sea Ramos nuestro lanzador estrella-, con estadísticas similares a un Isco, por ejemplo. Y tiene un altísimo porcentaje de acierto convirtiendo penaltis.

Alguien del club, esperemos que el propio Zidane o Javier García Coll en sus nuevas funciones de coaching, deberá advertirle de la que le espera ante la jauría periodística. Ya se está diciendo que no defiende -crítica clásica para cualquier punta del Madrid- y que en muchos momentos desaparece de los partidos: como si Isco, Asensio, Benzema, Bale o nuestros rivales Messi y Griezmann no desaparecieran en momentos puntuales de cada partido.

También estoy leyendo sobre su falta de liderazgo. Algún gurú ya ha escrito que el líder verdadero del Chelsea era Azpilicueta (!!!) y que su alma era Pedrito Rodríguez. En fin. Esto recuerda aquello de que Song y De las Cuevas eran mejor que Modric. O que Jesé era mucho mejor que Bale.

Ya circulan chistes sobre su culo caído, sobre su edad -en el Madrid no se puede fichar a jugadores de 19, ni de 21, ni de 25, ni de 28-, sobre su precio quedando libre en 2020. Esperemos que desoiga todos los comentarios que hagan sobre él, que no se invente que tiene una hernia, que no le guste mucho el golf. Me consta que maneja bien el castellano, con lo cual evitará oír estupideces al respecto.

Su llegada al Madrid es la noticia del verano, sin duda alguna, teniendo en cuenta la imposibilidad de traer, de momento, al bombazo mundial que es Kylian Mbappé (por cierto que, casualidades de la vida, el hermano pequeño de Eden se llama... Kylian). Un fichaje que va a ser de rendimiento inmediato, ya lo verán. Su ídolo Zidane llegó a Madrid con 29. Figo, con 28. Hazard llega en plena madurez, y es muchísimo mejor ahora que cuando tenía 25. Vamos a volver a disfrutar esta temporada. Y el Bernabéu se volverá a llenar: y será el jardín divino de Hazard, su Edén particular.

Bienvenu en Espagne, Eden! Bienvenu à Madrid!