Hazard no es casualidad

El análisis de las portadas de los periódicos deportivos de hoy

Buenos días, queridos galernautas.

Es triste levantarte un sábado, saber que no juega el Real Madrid y contemplar las portadas con el mismo nulo interés con el que divisaríamos un páramo yermo. Uno contempla los diarios con pereza y desazón, como quien corre las cortinas y mira por la ventana una fría mañana de invierno en la que lo más agradable es, como decía Leo Harlem, bostezar mientras te rascas las nalgas, “ojo, por debajo del pijama”.

Se nos fue un título, menor, cierto, pero un título que hace un año nos dio alegrías por lo que supuso frente a todos aquellos que nos tildaron despectivamente de “invitados”, palabra extrañamente desaparecida este año en la Supercopa de los invitados.

Ahora toca reflexionar porque queda mucha temporada por delante, y como guiados por un mismo impulso, los diarios madrileños dejan por unos días las críticas a Zidane y se lanzan al cuello de Hazard:

No podemos rebatir que las prestaciones del belga tras temporada y media están muy por debajo de las esperadas, a kilómetros de distancia del futbolista que fuera elegido mejor jugador de la Premier dos años seguidos, el Balón de Plata de aquel Mundial de Rusia en el que nos enamoramos de su juego. Ni rastro de ese Hazard, como señala la portada de As, que también nos cuenta que Zidane “confía en recuperarle” (leísmo que no nos sorprende en quienes asesinaron la coma del vocativo hace años). La foto escogida nos parece de lo más apropiada: Hazard se toca el tobillo, la zona en la que los defensas rivales se aplican con mayor dureza sabedores de la debilidad del belga y de la impunidad con la que cuentan al castigar sus tobillos.

“Hazard pierde otro tren”, nos dice Marca, a la par que nos muestra una foto del belga en el suelo. No sabemos qué tren es el que perdió, máxime en esta época de pandemias en la que tomar el tren se ha convertido en un ejercicio de riesgo, o si tratan de hacernos un sutil juego de palabras acerca de “en-tren-ar”, pero lo que sí es seguro es que Hazard se encuentra en el suelo tras la tarascada de uno de esos rivales que lo pasan por encima cual tren de mercancías.

“Su estado de forma preocupa en el club”, añaden en ese lenguaje abstracto del que se deduce que absolutamente nadie en el club les ha transmitido tal preocupación. Es muy posible que la tengan los miembros del equipo técnico o los directivos, como la tenemos los aficionados, lógicamente, al ver que la mayor inversión de los últimos años no termina de carburar, que no recupera su otrora potente tren inferior que le haga comportarse como el tren veloz que siempre fue.

Ser un fichaje caro del Real Madrid es una profesión que automáticamente convierte a un jugador en blanco fácil sobre el que disparar. Ya ocurrió con Bale, Kaká e incluso con el mismísimo Cristiano Ronaldo, así que esperamos que el belga se centre y concentre en recuperar su mejor tono, al igual que la mayoría de sus compañeros. El equipo lo necesita para abandonar el tono gris de los últimos partidos.

Ni rastro del baloncesto un día más en los diarios madrileños, por cierto, ninguna mención a la importante victoria de los nuestros ante el Bayern de Múnich en Alemania por 76-81, un duelo con reminiscencias futboleras tanto por los nombres de los contendientes como por la victoria de los foráneos.

Tras rascarnos las posaderas “por debajo del pijama” mientras contemplamos el páramo yermo de las portadas, una sacudida nos ha despertado del todo: “Messi quiere jugar”. ¡Messi quiere jugar y en Sport lo celebran! ¡¡¡Yujuuu, destapen el cava que Su Cuccitineza quiere jugar!!! Un millón de euros semanales limpios y quiere jugar, y nos ha dado por pensar que lo noticiable sería que con ese salario no quisiera.

Todo apunta a que llegará a la final de la Supercopa y como llevan años diciéndonos, al fútbol se juega a lo que quiere Messi… salvo cuando Messi no quiere. Que una cosa son los deseos, las voluntades (véase Hazard), y otra la realidad. El argentino también quería “esa Copa tan linda” y a cambio se llevó un cerro de goles de Liverpool y Lisboa.

No podemos dejar pasar por alto uno de los titulares que acompañan la información acerca de la Supercopa: “Gil Manzano, el árbitro de las polémicas con el Barça, designado para el partido”. Jojojojo, que diría el primo de De Burgos. Este portanalista de guardia ha querido saber a qué se refieren en Sport con esa preocupación y ha encontrado un documento del más puro periodismo de investigación, nivel Iván San Antonio por lo menos:

En 2017, Manzano salió del campo del Villarreal ¡¡¡¡con bolsas del Real Madrid!!!! ¿Cabe mayor escándalo de corrupción arbitral que la famosa bolsa de pines de recuerdo? ¿Cómo es posible que la UEFA mantenga con categoría élite a un árbitro que acepta sobornos en el propio estadio? Así, a pecho descubierto, a plena luz del día, los hilos de Florentino, la sombra de Guruceta y todas esas patrañas que alimentan el imaginario colectivo culé. ¿Será por cuatro pines y un llavero que Gil Manzano rompió el pacto no escrito que prohíbe expulsar a Luis Suárez? No podemos estar más de acuerdo con Sport: el Moggigate, el Calciopoli y el Tinglao son un juego de aficionados en comparación con el puñado de pines que Gil Manzano se llevó de Villarreal.

Las portadas de la prensa cataculé sí mencionan la importante victoria de los suyos en baloncesto, ante el CSKA de Moscú, pero la gran noticia es el aplazamiento de las elecciones a la presidencia del Barça.

Las elecciones se celebrarán finalmente el 7 de marzo y la comisión gestora ha decidido no fichar a Eric García, pese a que decenas de portadas llevaran meses diciendo lo contrario (añádanse a las de Neymar, Lautaro, Depay…). Resulta curioso el interés de tantos empresarios por acceder a un puesto de tanto riesgo como presidente del Barça, pues varios terminaron imputados por una razón u otra: Núñez, Gaspart, Laporta... A Bartomeu le pasaron rozando los tiros, puesto que su firma estaba en uno de los contratos ficticios de Neymar.

Joan Laporta parece el mejor situado en las encuestas, seguramente porque los aficionados han olvidado que su imputación se debió al agujero que dejó en las cuentas del club y a la acción de responsabilidad civil que iniciaron sus sucesores en el cargo. El aplazamiento coincide con el aplazamiento de las elecciones catalanas y no queremos ser malpensados, pero nos vienen a la mente épocas pretéritas en las que el club, “el ejército desarmado de Cataluña”, como lo definió Manuel Vázquez Montalbán, necesitó del apoyo público e institucional para salir de una situación crítica, ya fuera en los ochenta, en los noventa, o en los sesenta.

A este humilde portanalista de guardia no se le olvidan aquellas palabras de Lluís Bassat cuando se retiró de la carrera por la presidencia del Barça porque, según le dijeron del propio club, no sabía cómo se compra un árbitro. Eso se lo decimos los madridistas: con un puñado de pines.

Que no se les pase a los lectores que hoy comienza la cartilla para llevarse la manta polar del Barça, una manta con la que te quedas bien calentito si escoges el modelo de 8 franjas de 2 colores.

Que tengan un buen fin de semana. Saludos.