Una vez que el culerío en casi pleno, desde Jota Jordi al socio de Roures, ha cantado la Traviatta al mejor estilo Coronel Nathan Jessup en A Few Good Men (“¡Claro que ordenamos el Código Rojo! ¿De qué otra forma íbamos si no a compensar el hecho por todos sabido de que los árbitros os benefician a vosotros? You can’t handle the truth!”), y una vez que por tanto ha quedado sentenciada para el pueblo —faltan sólo los jueces— la cuestión de si el Barça ha comprado al estamento arbitral (y por tanto a los árbitros) durante tres décadas, solo queda por dilucidar si lo sigue haciendo.
La respuesta es: probablemente sí. Ya no está Negreira pero ¿hay un nuevo Negreira? Sabemos que el Negreira original se ofreció para ayudar al Barça con la llegada del VAR, siendo el responsable del VAR cuando tuvo lugar el ofrecimiento Clos Gómez… quien sigue siéndolo ahora. Las estadísticas indican que el VAR le ha deparado al Madrid un saldo negativo de 4 puntos, por uno positivo de 2 al Barça. Apuntaba Ferreras en Al Rojo Vivo la casualidad por la cual uno de los árbitros que más perjudicó al Madrid en activo esté ahora a cargo de herramienta tan primordial. Y si a ello añades que Negreira advirtió que “puedo ayudaros” con el VAR justo cuando en el VAR estaba Clos, que sigue al frente, las suspicacias están servidas.
"¿Clos Gómez ¿no? CLOS GOMEZ. A ése le gustaba mucho siempre al Barça. Pues Negreira decía que con Clos Gómez tenía mano. Bueno, se lo dijo al Barça. El que sigue ahora como responsable del VAR" (Ferreras ARV) #barçagate caso Barcelonapic.twitter.com/ATuqHoxdKI
— Rafa RNMJ Real Madrid (@RafaRNMJ) March 8, 2023
Y no es solo Clos. Un repaso al actual plantel de la cúpula dirigente del CTA nos arroja nombres tan terroríficos como Undiano Mallenco (relinchan los caballos de mis traumas) o el propio Medina Cantalejo. Todos los que presuntamente cumplían en el campo las consignas de Negreira (y no solo de Negreira) cuando Negreira era el vice, están ahora al mando. No recelar se antoja imposible, y si además se pasa por alto un penalti en contra al Barça y otro a favor del Madrid en la misma jornada, resultando ambos decisivos para abrir brecha en la clasificación, la sospecha se multiplica.
Ya no está Negreira pero ¿hay un nuevo Negreira?
El famoso burofax del exvicemandatario, en el que se lamenta por que no cuenten ya los catalanes con sus servicios, data de diciembre de 2018. Para entonces se supone —de otro modo, no habría enviado el burofax amenazante— que el corrupto ya no recibe sus emolumentos. Esa liga la gana el Barça sin necesitar sus servicios. Es el año nefasto de Lopetegui-Solari-Zidane. Los culés asumen erróneamente que, al no haber precisado de sus servicios ese año, ya no volverán a hacerlo.
Llega la 19/20, con el interludio del confinamiento y un final con estadios vacíos por las reglas COVID. Sigue sin haber Negreirato. No pagan a nadie. Deciden probar a ser honrados a ver qué tal, como Toni Leblanc y Mariano Ozores en Los Tramposos, cuando venden su esqueleto a la ciencia. Como el Barça ha dejado (temporalmente) de sobornar, el Madrid disfruta arbitrajes razonables (y hasta favorables) y se lleve la liga con diez victorias consecutivas cuando se reanuda la competición. También les pasaba a Leblanc y Ozores en la película: comprenden que ser honrado no tiene más que desventajas. Se dan cuenta de que necesitan a Negreira, a algún negreira, mejor dicho, convertido ya el apellido en sustantivo común. El Negreira primigenio ya no les sirve porque han comprobado que está como un cencerro y su medida de la discreción es el burofax. Es un mono con dos pistolas.
¿Buscan un nuevo negreira? ¿Lo encuentran? Probablemente sí y sí, pero ay. En la 20/21 el Barça es tal desastre deportivo que el que se beneficia colateralmente de los manifiestos atracos al Madrid (con paradigmas como Hdez Hdez negando un penalti flagrante delante del mismísimo monitor, o aquella pena máxima a favor del Madrid convertida en pena máxima a favor del Sevilla) es el Atleti, que pasaba por allí. Un estudio somero de los arbitrajes sufridos por el Madrid y gozados por los culés invita a pensar que el nuevo Negreira no bastó para hacer saborear al cliente las mieles del triunfo, aunque sí al menos para privar de las mismas al rival.
En la 21/22 los arbitrajes siguen sin poder dar una liga al Barça por mucho que se esfuercen porque con ese equipo no van a ningún lado. El pérfido oponente blanco se hace con el torneo de la regularidad porque está fuerte, y lo gana a pesar de los trencillas. Sin embargo, la señal más inequívoca de que para entonces ya podría haber un nuevo negreira es el modo absolutamente grosero a través del cual los arbitrajes aúpan al Barça al mal menor de la segunda plaza, incluyendo una mano para la antología, ignorada a Piqué en la Cerámica. Piqué, por cierto, socio en ese momento del presidente de la RFEF en la Supercopa saudí, negocio para el cual era esencial que los azulgrana quedaran como mínimo segundos. Pero esa es otra historia (¿o no?).
¿Buscan un nuevo negreira? ¿Lo encuentran? Probablemente sí y sí
En la 22/23 el Barça ha mejorado bastante y ya se empieza a notar el nuevo Negreira. El nuevo Negreira (de haberlo) necesita que el equipo del cliente le colabore un poco, claro. Y ahí están, líderes con una ventaja de 9 puntos sobre el inmediato seguidor. ¿Quién sería, de existir, el nuevo Negreira? Pues probablemente Clos, pero no sin la ayuda de Medina Cantalejo o Cantadelejos (como le ha bautizado la sabiduría popular), de igual modo que es impensable que Negreira no actuara sin Arminio.
Todo esto son, por supuesto, meras especulaciones. Pero ¿no nos hemos ganado el derecho a especular? Todo lo que se está descubriendo nos legitima a hacerlo hasta el infinito. Tanto Relaño como todos los demás nos quedamos cortos estimando que las ayudas al Barça durante veinte años se debían a un vago esquema de influencias llamado villarato. No, no, ahí había pasta, guita, maletines. Era así de obsceno. De igual modo, quizá ahora nos quedemos cortos pensando que la actual situación se limita al miedo que pueden sentir los colegiados de turno por lo que los medios de Roures opinen. Está eso, claro, pero puede haber más en el presente como lo había en el pasado. Puede haber un nuevo Negreira y desde luego, si lo hay, no tiene el pudor entre sus grandes virtudes.
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Esta mañana tuve una epifanía sobre esto y básicamente coincido con el autor. La parte de la temporada 19/20 tras la declaración de la pandemia fue la "prueba" de jugar sin Negreirato. En el campo (decisiones de VAR que aplicaron justicia y favorecieron al Real Madrid) y también en la prensa (justificando dichas decisiones).
Dos consecuencias sobre esto: el sistema arbitral mostró al Barcelona qué podía pasar si no pagaban, y confirmación de que también hay pagos a la prensa.
Una hipótesis: ¿por qué no pagaron? Más bien dejaron de pagar porque recortaron gastos debido al Covid. Igual que redujeron el sueldo a plantilla y resto de trabajadores del club, prescindieron de este tipo de gastos.
No obstante, se debieron dar cuenta de que era una "inversión" necesaria y a partir de la 20/21 ya estaba el Tinglao otra vez en marcha. Y, queridos amigos, en mi opinión el Tinglao que venimos denunciando desde hace tiempo está financiado por el FC Barcelona.
Nada más que añadir, el autor lo ha sintetizado perfectamente.
Lo que se cuenta en este artículo es lo razonable, es la consecuencia lógica de las declaraciones de Negreira.
Es evidente que el barca sigue hoy en día recibiendo arbitrajes favorables. Según la opinión de Negreira en el año 2020 al barca le podría haber ido mejor con él ¿Mejor con él que con quién? ¿Quién es el sustituto de Negreira? ¿Quién esta ayudando al VAR S.A. ahora?
Si la fiscalía sigue un razonamiento lógico debe seguir esa línea de investigación.