Nos ha dejado una leyenda del Real Madrid y del fútbol español, Amancio Amaro. Conocido como ‘El Brujo’ o ‘El Gallego Sabio’ fue uno de los mejores jugadores del mundo en la década de los 60. Amancio fue uno de los eslabones de la renovación del Real Madrid glorioso de las cinco Copas de Europa y el equipo blanco de los ye-yé en la década de los 60. Hizo historia.
Nacido en A Coruña el 16 de octubre de 1939. Pronto empezó a dar patadas a la pelota. Su primer equipo fue el Victoria y de allí pasó al Deportivo de la Coruña, con el que triunfó en Segunda división y obtuvo el trofeo de máximo realizador. Sus progresos no pasaron inadvertidos para Real Madrid, Oviedo, Sevilla o Barça, que pugnaron por su fichaje. Incluso llegó a estar preseleccionado para el Mundial de Chile pese a militar en la categoría de plata.
‘El Brujo’ o ‘El Gallego Sabio’ fue uno de los mejores jugadores del mundo en la década de los 60. Amancio fue uno de los eslabones de la renovación del Real Madrid glorioso de las cinco Copas de Europa y el equipo blanco de los ye-yé en la década de los 60
Pero fue el conjunto merengue el que se llevó el gato al agua en la primavera de 1962 al pagar 10 millones de pesetas más Miche, Antonio Ruiz y Cebrián y la cesión de una temporada de Betancort al Deportivo. Amancio, por su parte, firmó por tres años con Miguel Muñoz de testigo un contrato con un sueldo mensual de 7.000 pesetas y una ficha de 750.000 pesetas por curso. Sus primeras declaraciones se encaminaban a “coger un puesto en el Madrid, y si es de interior, mejor”.
Amancio ocupaba el puesto de interior diestro o de extremo y era un auténtico diablo en el terreno de juego. Un futbolista rapidísimo, imprevisible, técnico, muy habilidoso, con un regate eléctrico y un fantástico repertorio de amagues y fintas. A todo ello había que sumar que veía puerta con suma facilidad. Santiago Bernabéu adoraba su juego y lo fichó porque sabía que cautivaría al estadio por su desparpajo y espectacularidad en sus acciones.
El coruñés fue uno de los jugadores fichados como plan renove del equipo que había conquistado Europa y el mundo futbolístico a finales de los 50. Llegó a compartir dos temporadas con Di Stéfano y más de un lustro con Puskas, al que consideraba su ídolo y con el que se quedaba perplejo viéndole utilizar la zurda.
En sus primeros meses se fue haciendo al club y los compañeros casi siempre desde la titularidad que le otorgó rápidamente Miguel Muñoz. Uno de los mejores consejos de su vida lo recibió por parte de ‘La Saeta’ en su debut en un amistoso en Accra (Ghana) frente al Black Stars el 19 de agosto de 1962. Amancio observó que no llevaba escudo su camiseta y le escuchó Di Stéfano, que rápidamente le respondió con contundencia: “Para llevar el escudo del Madrid en esa camiseta primero hay que sudarla”. El gallego reconoció que se quedó “mudo pero comprendí lo que significaban estos colores”.
La marcha de Di Stéfano en 1964 y el ocaso de Puskas abrieron la puerta a que Amancio cogiera galones en una delantera en la que seguía a pleno rendimiento Paco Gento. El crecimiento de Amancio fue muy importante y en 1964 ya estuvo entre los mejores jugadores del planeta. Aquel año el Real Madrid cayó en la final de la Copa de Europa contra el Inter de Milán, pero Amancio conquistó con la selección la Eurocopa y fue Balón de Bronce.
Los rivales lo tenían muy en cuenta y sufrió durísimos y férreos marcajes a lo largo de su carrera, con especial relevancia el del paraguayo Fernández del Granada en 1974. Tras una de las entradas más violentas de la historia del fútbol español, Amancio acabó con el cuádriceps partido en dos. Aquella lesión le dejó fuera de los terrenos de juego durante cuatro meses.
Uno de los mejores consejos de su vida lo recibió por parte de ‘La Saeta’ en un amistoso en Ghana. Amancio observó que no llevaba escudo su camiseta y le escuchó Di Stéfano, que rápidamente le respondió con contundencia: “Para llevar el escudo del Madrid en esa camiseta primero hay que sudarla”
El Real Madrid de los 60 dominó la Liga en España y Amancio fue protagonista en seis de esos títulos tanto en el plano goleador como de asistente. En 1969 (14 goles compartido con Gárate) y 1970 (16 goles compartido con Luis Aragonés y Gárate) ganó el ‘Pichichi’ y sobre todo dejó su huella en la Copa de Europa de 1966, la ‘Sexta’ en el palmarés merengue. Anotó en aquella edición cinco dianas, siendo decisivas la lograda en la vuelta de semifinales frente al Inter en el Giuseppe Meazza y la que suponía el empate contra el Partizan en la final después de una fabulosa jugada individual. Luego marcaría Serena y Amancio saboreó el triunfo de ganar una Copa de Europa y levantó el título en Bruselas.
En los años 70, ya pasada la treintena, el fútbol de Amancio se hizo más cerebral y eficiente. Con la llegada de Miljanic se retrasó a jugar en la media con los Breitner, Netzer o Vicente del Bosque. El instinto de gol no lo perdió y con sus llegadas al área continuó aumentando sus registros, que al terminar su carrera fueron de 155 tantos oficiales con la camiseta blanca.
En 1972, 1975 y 1976 amplió su palmarés liguero en otros tres títulos para una cuenta definitiva de nueve entorchados domésticos. Además, ganó tres Copas en 1970, 1974 y 1976, aunque no consiguió marcar en ninguna de las finales. Se retiró al concluir la temporada 1975-1976 y el Real Madrid le homenajeó con un encuentro ante los uruguayos del Peñarol.
En sus años posteriores se sacó el carné de entrenador y ejerció en la casa blanca. Muy recordado es su paso por el Castilla al que hizo campeón de la Segunda en la temporada 1983-1984 y porque fue la persona encargada de alumbrar a la ‘Quinta del Buitre’. De cara al curso 1984-1985, Luis de Carlos le dio la alternativa en el primer equipo, pero los resultados no acompañaron. Aunque en la memoria siempre estará que el técnico de la excepcional remontada en la Copa de la UEFA contra el Anderlecht fue Amancio. El Real Madrid acabó conquistando el trofeo continental y la Copa de la Liga, pero con Luis Molowny al frente del equipo. En el mes de abril de 1985 la situación en el vestuario no era fácil y Amancio había perdido el control. Una parte de la plantilla estaba en contra suya por sus métodos tácticos y su dureza en la preparación física, lo que le llevó a dimitir de su cargo.
Muy recordado es su paso por el Castilla al que hizo campeón de la Segunda en la temporada 1983-1984 y porque fue la persona encargada de alumbrar a la ‘Quinta del Buitre’
En su carrera internacional Amancio disputó 42 encuentros con la selección española, consiguió once tantos y fue una de las figuras en la Euro’64. En la final cuajó un fantástico encuentro contra la URSS y en semifinales anotó el gol de la victoria frente a Hungría en el Santiago Bernabéu. Además, estuvo presente en la lista de Villalonga para el Mundial de Inglaterra’66 en el que marcó ante Suiza el tanto del triunfo en la segunda jornada.
Otro momento icónico de su carrera fue cuando acudió a la Selección FIFA para jugar un partido contra el Brasil de Pelé, en un choque conmemorativo de los diez años del éxito mundialista de los sudamericanos en Suecia’58.
En sus últimos meses de vida ocupó el cargo de Presidente de Honor del Real Madrid, sucediendo a su compañero y amigo Francisco Gento.
DEP
Getty Images.
Gracias por el artículo.
Gracias por todo lo que nos dio y nos ha legado, don Amancio Amaro Varela. DEP.
Muy buen artículo. Me acabo de enterar de la muerte de Amancio y, la verdad, no la esperaba. Le oia cuando participaba en fútbolesRadio y no daba la impresión de ser tan mayor (dejó de participar hace un par de años , pero no sé si fue por temas de salud). No le vi jugar, por mi edad, pero en la radio era un personaje increíble, sobre todo cuando decía que no le gustaba como meaba la perrita 🙂
D.E.P., Amancio