-¡Comisario! ¡comisario! Aquí, corra, dese prisa, en el salón…
-¿Qué pasa, alcalde?
-Mire comisario, ahí, en la esquina, al lado del piano… Un muerto.
-Ummmm…
-¿Qué opina, comisario? ¿La mafia? ¿Un asesino en serie? ¿Quizás un suicidio? ¿Un accidente, tal vez?
-No, no creo que haya sido un accidente. A primera vista tiene un tiro en el entrecejo, otro en el ojo y está cosido a puñaladas.
-Entonces… ¿Suicidio?
-No tampoco, si se fija bien, la espada toledana todavía sobresale medio metro del hígado. Y le han arrancado la lengua. Y las uñas.
-¿Insinúa señor comisario que podría tratarse de un…?
-Asesinato. No me cabe la menor duda. Habrá que esperar a la autopsia pero el que hayan esparcido todos sus intestinos por el parqué señala en esa dirección. Es más, el modus operandi está claro. Creo que ha sido el de siempre.
-¿El Madrid?
-El mismo.
-¿Otra vez?
-Otra vez…
No hay práctica más socorrida en este país que cargarle el muerto al Real Madrid. A esta práctica (tan arraigada en nuestra sociedad como la estupidez de los que la emplean) se agarran con uñas, dientes, editoriales y discursos políticos todos los mediocres como un náufrago a una uralita. El vendaval vigués ha sido el último ejemplo. Un político, que lleva en su poltrona desde el año 2007 sin terminar de arreglar un estadio que se cae a pedazos, se encuentra con su minuto de gloria y decide aprovecharlo dando un gigantesco garbeo por todas las emisoras de radio, cadenas de televisión y prensa escrita que se le ponen a mano. En todos estos medios de comunicación, arropado por ese antimadridismo militante que le extiende una mullida alfombra y amplifica sus palabras, no se limita a explicar las razones que le han llevado a decidir el cierre de Balaidos sino que se jacta de la eliminación del Madrid, y de paso (ya que estamos entre amigos, el tono es jovial y la vida me sonríe) les acusa de prepotentes, de creerse el centro del mundo y de despreciar las medidas de seguridad exigidas para disputarse el partido. Al día siguiente el Real Madrid, imagino que harto de los desmanes y embustes de este político, saca un comunicado acusándole de ser un mentiroso y explicando claramente sus juiciosas (al menos para mí) propuestas para intentar disputar el encuentro.
Imagino que entre tanta ida y venida de emisora en emisora, llega un momento en que al político le falla la memoria, ya no sabe ni lo que ha dicho en la anterior, se le cruzan los cables y confiesa que ¡NO HA HABLADO NI UNA SOLA PALABRA CON NADIE DEL REAL MADRID Y SE HA LIMITADO A CONTESTAR A LO QUE DECÍA LA PRENSA!
-¡Comisario! ¡Comisario! Aquí, deprisa, corra, un muerto…
-Ummmmm…
Le comprendo, a usted y a sus personajes, no sabe cuanto y quizás pueda aportar algo parecido a un porqué, ......, recuerdo haber estado de tertulia con mi jefe, del Atleti, pero de los del frente, de los senatoriales, no los bullangueros, y en una de estas me comentaba que la animadversión hacia el Real Madrid, vikingos, ciervos, porque eso si, les cuesta ser corteses con nosotros, se debe a esa prepotencia, a esa superioridad, ......., y recuerdo que le respondí, sin ninguna acritud, ya me dirás tu de qué forma puedo decir que tenemos siete copas, en aquel entonces, de Europa sin que os moleste, que quieres que te diga? es que tenemos siete copas de Europa, ......, ves?, ves? me respondió, no podéis evitar ser prepotentes, ......., y creo que es por eso, y por nada mas, quiero decir, que no encontraremos jamás razón alguna ni forma de solventar la disputa, y ahora tenemos cuatro mas, jeje, .......