Buenos días. Al tomar el café mientras echamos un vistazo a la portada de Marca sentimos una cierta desubicación temporal. No nos referimos al reciente cambio de hora, es una sensación de más calibre. Nos viene a la cabeza el lanzamiento mundial del iPhone, la vida sin unos hijos que ya están en secundaria, un Madrid con cinco Champions menos. Nos entran ganas hasta de buscar un programa de José Luis Moreno en la tele.
Al principio no sabemos por qué, pero en seguida encontramos la causa: según Marca, le van a dar otro Balón de Oro a Messi. La sonrisa de descreimiento se dibuja sola. Aunque la verdad es que de todas las trapacerías, manipulaciones y corruptelas que asolan el fútbol esta es la menos importante. Es una mera anécdota.
Fue necesario un mundial como el Catar, concedido de manera corrupta y erigido sobre la muerte de 6500 semiesclavos, para fabricar un campeonato del mundo ad hoc para Messi. No entramos en los bochornosos arbitrajes que dieron el empujón final necesario.
Imaginamos que en France Football dudaron entre si concedérselo a Messi o al Papu Gómez, que también ha sido campeón del mundo, es argentino, ha tomado sustancias no compatibles con el juego limpio y apenas es unos meses más joven que Leo. Porque concedérselo a Bellingham, Haaland, Mbappé o Vinícius entendemos que estaba descartado de inicio.
Cualquier aficionado, y no digamos ya director deportivo de un club grande, elegiría sin dudar a Messi para reforzar su equipo por delante de los cuatro futbolistas mencionados con anterioridad. Messi, Tomás Reñones, Ramón María Calderé y el Tato Abadía, top de futbolistas con más punch y proyección de la actualidad.
Los culés están encantados, acaban de perder contra el Madrid, pero Leo Messi ganará otro Balón de Oro, hecho infinitamente más importante. Tienen que agradecerle que se pasase la segunda mitad de su estancia en Can Barça guiándolos de fracaso en fracaso europeo mientras los esquilmaba económicamente. Además, el galardón femenino es para Aitana Bonmatí. Todo queda en casa.
Porque el rasgo distintivo del culé es la autocomplacencia, actitud prohibida en el Madrid y una de las razones de su grandeza. Tras ser remontados por Jude y compañía, Xavi dijo que «Jugando así, ganaremos la liga», y que «fuimos mejores, pero llegaron dos veces y marcaron». Jabois le dio buena respuesta en El País: «Como si un esprínter se quejase de que dominó toda la carrera, pero en los últimos veinte metros apareció como una bala Usain Bolt y le ganó: “Me adelantó sólo una vez y se llevó el oro, el atletismo es muy injusto, yo gané casi toda la carrera”».
Xavi es un maestro de la autocomplacencia, ya alcanzó uno de sus hitos cuando en 2013, después de perder 7-0 contra el Bayern, esgrimió que «El balón fue nuestro, no pudieron dominarnos. Si miramos el resultado nos quedamos en lo superficial». El resultado es igual de superficial al fútbol que el Sol a la vida en la Tierra.
También ha tenido que venir un señor alemán serio, Gündogan, para afearles desde dentro esta autocomplacencia: «Quiero ser honesto pero sin pasarme, porque no me gustaría decir algo que no debería. Vengo del vestuario y obviamente la gente está decepcionada, pero después de un partido tan importante y de un resultado innecesario me gustaría ver más enfado y decepción. Y esto es parte del problema. Tienen que aflorar más emociones cuando pierdes y cuando sabes que puedes jugar mejor y hacerlo mejor en ciertas situaciones, y no reaccionas. Esto luego se traslada al campo. Hay que dar un paso muy grande en este aspecto, porque si no el Real Madrid o incluso el Girona se van a escapar. No vine para perder así».
Quizá Gündogan se acabe de dar cuenta de que no ha fichado por el Real Madrid. Tal vez el desconocimiento del idioma le llevó a rubricar por error un contrato con el FC Barcelona cuando en realidad quería hacerlo con el club blanco.
As dedica su portada al Atleti y es el único de los Cuatro Jimenes del Apocalipsis que no habla de la lesión de Tchouaméni, que llega en uno de sus mejores momentos. El parón de selecciones, por una vez, puede ser beneficioso en este aspecto.
Pasad un buen día.
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5 comentarios en: Gündogan descubre que no juega en el Real Madrid
Buenos días,
de casualidad me he encontrado con una noticia en el Sport sobre Roures: le han cesado de su cargo en Mediapro. Parece ser que Southwind Media, el dueño de Mediapro, no ve bien algunos de los chanchullos de Roures.
Saludos.
Ojala sea cierta la noticua, un grupo chino Southwind Media, se hace con el control de Media Pro
https://www.palco23.com/media/jaume-roures-ultima-su-salida-de-mediapro-por-desavenencias-con-el-accionista-mayoritario
Pero sigue su socio Tatxo Benet al frente. Más del VAR S.A. que Roures.
Buenas tardes, me he quedado patidifuso viendo las cuentas del Madrid para la temporada 2023-2024, donde en el apartado de Resultados por Enajenación Inmovilizado, aparecen más de 70 millones de euros, y a mi modesto entender la única manera de que sean de carácter positivo es que la venta de jugadores sobrepase a la compra por esta cifra mencionada, todo esto antes del 30 de Junio de 2014, ¿nos hemos convertido en un equipo vendedor y yo no me he enterado?
Espero que algún socio compromisario pregunte a la junta directiva por este apartado que tiene mucha miga.
Saludos blancos
Buenos días hay otra manera de conseguir los pronto famosos 70 millones, y es vender jugadores ya amortizados, con lo cual todo es plusvalía, lo que no veo cual o cuáles pueden ser los jugadores
"enajenados"
Saludos blancos