“Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros”. Está frase apócrifamente atribuida al legendario Groucho Marx —aunque su autoría real habría que otorgársela a un periódico de Nueva Zelanda llamado Legal Times, que la publicó en el año 1873— podría aplicarse totalmente al Atlético de Madrid, el conocido como “equipo del pueblo”.
Los rojiblancos son especialistas en quedarse con la carta que más les conviene según el momento en el que se encuentren.
Este verano, sin ir más lejos, en apenas treinta días de calor estival se han gastado sin rubor alguno más de 180 millones de euros y la cuenta de gastos aún no está cerrada.
Los rojiblancos son especialistas en quedarse con la carta que más les conviene según el momento en el que se encuentren
Al Metropolitano han llegado de una tacada Julián Alvárez, procedente del Manchester City, por la friolera de 75 millones de euros; Conor Gallagher, que ha llegado desde el Chelsea, por 42 millones; Robin Le Normand, desde la Real Sociedad, por 34,5 millones; Sorloth, el pichichi de la Liga, por 32 millones y, además, se ha hecho con las cesiones de Musso, procedente del Atalanta (les ha costado 1,5 millones, según la web especializada Transfermarkt) y han vuelto a trabajar para el FC Barcelona de las palancas de Laporta al acoger cedido y asumir la ficha de Clément Lenglet, y de esta forma ayudar a su hermano de la Ciudad Condal a inscribir sus últimos fichajes al liberar masa salarial.
En total, se han gastado 185 millones de euros. Un desembolso digno de los más altos estándares de la Premier League. Solo un habitual en el gasto como es el Chelsea, 261 millones este verano, y el Brighton & Hove Albion, que ha invertido 231 millones, se han gastado más que los rojiblancos. Ver para creer… o no.
El caso es que ya viene de lejos la relación del Atleti por un lado con el dinero y por otro con el discurso de equipo humilde y alejado del glamour y poderío económico que su propaganda oficiosa siempre endosa al Real Madrid. El Cholo Simeone es, desde hace ya muchas temporadas, el entrenador mejor pagado del mundo. Muy por encima de técnicos con un palmarés espectacular como Carlo Ancelotti o el mismísimo Pep Guardiola.
El Atleti ha gastado sin pudor para reforzar su plantel y ahora habrá que esperar que asuman su rol y no nos vendan que de, lunes a jueves, son un grande capaz de gastarse casi 30.000 millones de las antiguas pesetas en apenas un mes y, de viernes a domingo, el equipo del pueblo que vive de las rifas de jamón en el descanso
El sueldo de Simeone no está en consonancia con el rendimiento deportivo del club al que entrena. Los rojiblancos llevan cuatro años en blanco, sin sumar título alguno, e incluso en la temporada pasada quedaron por detrás del Girona en la clasificación final. Han encadenado temporadas en las que no han pasado de la fase de grupos de la Champions, pero eso en el Atlético de Madrid y su arriscada afición siempre ha dado igual: su título era y es ganar al Madrid, y eso, a veces, lo han conseguido, aunque no sirva para nada.
Lo cierto es que este Atleti echado al monte del gasto descomunal para intentar competir (totalmente lógico, legítimo y hasta esperado e imprescindible) ha vivido durante mucho tiempo el discurso de equipo humilde, del pueblo, en contraposición a su poderoso vecino, al que se le caían los millones casi por existir, y esa realidad paralela que vive su afición les ha bastado para justificar año tras año sus más que mediocres temporadas, a pesar de contar con futbolistas en su plantel como Joao Félix, por el que pagaron 120 millones de euros y pusieron mucho tiempo por delante de Vinícius (por el que el Madrid abonó ‘solo’ 40); Griezmann, De Paul, Oblak y tantos otros que no jugaron nunca gratis en el Atleti, a pesar de lo que pudiera parecer.
Lo cierto es que el Atlético esta temporada se ha quitado la careta. Ha gastado sin pudor para reforzar su plantel y ahora habrá que esperar que asuman su rol, sus responsabilidades y no nos vendan que, de lunes a jueves, son un grande capaz de gastarse casi 30.000 millones de las antiguas pesetas en apenas un mes y, de viernes a domingo, el equipo del pueblo que vive de las rifas de jamón en el descanso.
Pero claro, hablamos del Atlético de Madrid y seguramente no tarden en desempolvar a Groucho Marx y sacarse de la chistera un nuevo principio que justifique su día a día en el mundo del fútbol. Estamos atento a la próxima ‘grouchada’.
Getty Images.
Jejeje los patéticos de madrit.
Patéticos y envidiosos y todo para quedar 4...jejeje del pueblo jejeje y el cholo esra por amor al club...total unos cuantos millonsejos de nada y a seguir chupando del bote ah no q es el mejor pagado del mundo..y su hermano mayor a seguir robándonos a todos a través del caso de corrupción sistemática mayor del mundo del fútbol 7,3 millones durante años...pocilga putrefacta la liga de tebas y lapuerta
Recordando, para que no se olvide nunca. El Farçalona, el "mes que un club", ha pagado durante décadas al vicepresidente del CTA, Enriquez Negreira, para "conseguir neutralidad".
Ni un día sin pan en casa, ni delito o fraude del FARÇA. (R. Ramos Neira, dixit)
Si todo concuerda
Por eso se les denomina INDIOS
Y segun el refrán
SARNA CON GUSTO NO PICA Y el mejor pagado del mundo me figuro que hoy se abra puesto en manos del que los indios denominan "el profe" para que le aplique alguna tabla física para realizar no sea que se le queden entumecidos los muslos porque ayer no vimos ninguna de esas carreritas que acostumbra a darse a lo largo de la banda para enardecer a los indios ante esos goles que sus fichajes de 185 millones de Euros no fueron capaces de marcar ante el poderosísimo Español
El equipo "de" pueblo.
I have a dream that one day, even farça clubstate , will see cholito as a cooler coach running along sideline of the tramp nou.
Me sigue pareciendo el gran rival para la liga. Con una inversión así deberían estar por encima del Barcelona.
Efectivamente su reto no es otro, que ganar al Madrid. Bueno sí es lo que quieren, que sigan así.
Hay otra cita de Groucho Marx que parece pensada para el Atleti: "Saliendo de la nada hemos alcanzado las más altas cimas de la miseria".
Un secuela de El Relato subtitulada, que en algunos aspecto mejora el original. Los subtítulos los ponen desde Barcelona.