Antes de nada, enhorabuena en este 29 de octubre a los supercampeones de Liga, Champions, Copa, Supercopa, la Penúltima, y la que invita la casa, que es tradición, de esta temporada 2024-2025. Me encantan los que celebran títulos a falta de 27 jornadas y 81 puntos a repartir. Pero mi enhorabuena se torna gratitud sincera al penar en la gran semana de la humillación que estamos atravesando. Gracias de corazón. Gracias por tanto. Lo necesitábamos.
Escribo a esta hora en que sabemos que Vini no ganará el Balón de Oro en el tiempo de descuento, porque hasta ayer por la mañana ni el más antimadridista de la tribu si quiera insinuaba que podría no merecerlo, más aún, que podría no ganarlo. En la maldad innata de mi pensamiento crítico habitual, no tengo la menor duda de que los implicados en el asunto han empleado a placer la táctica del suflé con el único objetivo de cobrarse fuera del terreno una pírrica victoria que nadie fue capaz de arrebatarle al Real Madrid y a cada uno de sus jugadores en lo deportivo durante la pasada campaña.
Ni siquiera creo que Vini sea el destinatario del golpe, sino el club, y veo en el payaso melancólico de Aleksander Čeferin el único instigador de irrenunciable presencia en la coz. Sucede que la tarascada ha llegado en mala hora, porque nadie oculta que la derrota frente al Barcelona es siempre una puñalada para la moral blanca, y porque el maltrato a Vini Jr., como estrategia extradeportiva diaria, resulta triste y extenuante para todo el equipo, y más aún para el jugador, que ahora ni siquiera se verá reconfortado con un premio que, por esta vez y no siempre ocurre en los últimos años, tiende a ser injusto, corrupto y excesivo.
no tengo la menor duda de que los implicados en el asunto han empleado a placer la táctica del suflé con el único objetivo de cobrarse fuera del terreno una pírrica victoria que nadie fue capaz de arrebatarle al Real Madrid y a cada uno de sus jugadores en lo deportivo durante la pasada campaña
En ese contexto, aparecen como setas los comentaristas que aseguran, a raíz de la sorpresa del Balón de Oro, que en el Real Madrid no sabemos perder, o más aún, que odiamos a Rodri, que es por otra parte un chaval encantador y un gran futbolista, y merecedor del galardón si la pasada temporada Vini y Carvajal la hubieran pasado en el banquillo.
Más allá de la cantinela coñazo habitual, no veo tan difícil entender que nada ni nadie había siquiera sugerido que el Balón de Oro fuera discutible este año, y que se ha esperado hasta el último minuto —los que saben cómo se hacen estas cosas, saben exactamente lo que significa “esperar hasta el último minuto”— dejando crecer el suflé para que la caída fuera lo más dolorosa y humillante posible, y de paso, por el mismo precio, hundir anímicamente a nuestro jugador estrella, que es algo a lo que ninguno de nuestros rivales le hace ascos.
Quien no concede el Balón de Oro a Vini Jr en este 2024, con los datos que están ahí al alcance de cualquiera, solo podría entregárselo a Dani Carvajal, que compite en méritos casi idénticos, a menos que definitivamente admitamos que la gala y todo el mamoneo de papel cuché de France Football y la UEFA no tiene nada que ver con el fútbol; en cuyo caso propongo que le cambien el nombre por el de Čeferin de Oro, y en lugar del esférico se galardone a los premiados con el dorado cráneo con pelusilla del insigne expresidente de la ilustrísima Federación Eslovena de Fútbol.
Dicho esto, reitero mi agradecimiento a quienes ríen y gozan con estos días mustios para el madridismo. Todo habría sido diferente si hubiéramos logrado no golpear al palo o al portero en alguna de las setecientas ocasiones que tuvimos en la primera parte contra el Barcelona. Pero las cosas vienen como vienen y ciertamente la suma de afrentas y humillaciones es exactamente lo que necesitamos. No hace falta que recuerde que el Real Madrid funciona siempre cuando está contra las cuerdas, que no lleva bien la victoria fácil, que entiende la palabra competición en todo su significado, y que necesita el estímulo de tener alguien enfrente al menos tratando de competir.
No hace falta que recuerde que el Real Madrid funciona siempre cuando está contra las cuerdas, que no lleva bien la victoria fácil, que entiende la palabra competición en todo su significado, y que necesita el estímulo de tener alguien enfrente al menos tratando de competir
Cero dudas de que al gusiluz de la UEFA se le va a congelar la sonrisa más pronto que tarde, y que el Barcelona ha agitado la caja de los truenos. Quédate con el post de Instagram de Lukita Modric ajustándose el brazalete de capitán y acompañando la foto con un mensaje para el que lo quiera entender: “Toca levantar la cabeza, aprender, trabajar y apretar. Confianza total en este equipo. Hala Madrid”.
Echad un vistazo a lo que hay en el campo y, más aún, en el banquillo, y hasta en la enfermería. Y sí: hacednos el favor de seguir dándonos por muertos.
Getty Images.
Espero y deseo que sea así.
#HastaElFinalVamosReal
Si tengo que decir que el club se equivoca lo digo. En este caso estoy de acuerdo con su ausencia de la gala. La elección es inexplicable desde el punto de vista de los méritos deportivos y del sentido común. Además todo parece demasiado retorcido para no dudar de la limpieza del asunto. Rodri está al margen de todo esto, es un jugador magnífico, sin duda, pero no es el mejor. Opinar lo contrario es saber muy poco de fútbol. Toca estar juntos y hacer las cosas aún mejor. Es lo que siempre lo que nos ha caracterizado. Nada de excusas ni de victimismo, eso lo dejo para nuestros rivales. Hay que levantarse y demostrar a todos lo que es Real Madrid. Hemos empezado el año dormidos y ensimismados. Toca despertar, en los despachos y en el campo. Hala Madrid.
Escuché que el M. CITY, el sábado, le comunicó a su jugador Rodri, que Vinicius no iba a ganar el balón de oro. Que el domingo un periodista le preguntó al padre de Rodri si tenían esperanzas de que ganara el trofeo su hijo y dijo que no sabían nada pero que estaban súper contentos y orgullos de que cumpliera un sueño. No sé, me da la sensación que querían que nuestro jugador mirara el bocata de lomo con queso estando 2 días sin comer, que lo oliera, que se relamiera y luego quitárselo para que el dolor en el estómago lo matara. Pues no saben la que han liado, han destapado una tormenta que el gran diluvio universal se va a quedar en un charquito, han despertado al líder de la manada y tiene el colmillo afilado. Tanto el club, compañeros y el mejor jugador del mundo van a repartir troncos y piedras desde ya. Lo tengo claro. Pedirán perdón y pedirán que frene el huracán porque no podrán soportar tanto dolor partido a partido. Verán regates, paredes, disparos, como el cielo oscurece y aparecen rayos y centellas para iluminar el fútbol. Ese que tanto repudian y que ha hecho que el mejor club de la historia tenga, por ahora , 15 copas de Europa.
Esto del "Balón de oro" hace tiempo que dejé de creérmelo. Exactamente desde que se lo concedieron a un tal Matthias Sammer por haber ganado la Eurocopa del 96. Era un auténtico tarugo del fútbol alemán. Algo así como fue Víctor Muñoz en nuestra selección. Después vino "lo" de Owen y unos años después una retahila de galardones al "superestratosférico" Messi incluso sin merecerlo en absoluto (tiene tres de ellos que son de risa). En fin, ahora nos encontramos con este descalzaperros de Ceferin con L´Equipe de última hora con un solo fin: humillar al más grande. No lo van a conseguir pero, cabrearnos sí, y bastante (por lo menos a mí).
Apoyo totalmente la decisión del club de no acudir a la gala de la entrega de premios y no sólo eso, si no que también aprobaría que no contaran con nosotros para posteriores ediciones.
Por cierto, felicito a Rodri que me parece un gran futbolista y buena persona pero por debajo de Vinicius o incluso de Carvajal en méritos al menos esta temporada.
Nada más.
Un blanco abrazo.
Sammer gano liga, Supercopa, Champions y Eurocopa con Alemania, creo que todo el mismo año. Era un jugador superlativo, un libre alemán de toda la vida que sacaba el balón con maestría y llegaba muy fácil al corte. Rápido y contundente. Le vi jugar en directo e impresionaba. Una especie de Fernando Hierro o Koeman. Muy bueno. Te doy la razón en lo de Owen, aunque el balón de oro más escandaloso fue el último de Messi.
Retratar a Sammer como un tarugo, y poner en duda su temporadón del 96 es estar bastante corto en conocimeinto futbolístico.
También es curioso que el balón de oro pierda credibilidad cuando premia a Messi, pero no a los nuestros (Cannavaro, cristiano, Luka, Karim...)
No seamos forofos
A partir de hoy, cada vez que un futbolista firme un contrato con el Real Madrid habría que añadir una cláusula para que nadie se lleve a engaños ni dar falsas esperanzas: "el futbolista acepta y asume que el club Real Madrid Club de Fútbol ni ninguno de sus jugadores participarán en la farsa del Balón de Oro"
Solo quiere decir una cosa decepcionado por la injusticia de ayer
EL CLUB , EL STAFF TÉCNICO, LOS JUGADORES Y TODOS NOSOTROS COMO AFICIONADOS SEREMOS MAS FUERTES Y ESA FORTALEZA HEMOS DE DEMOSTRARLA YA
EN VALENCIA
HALA MADRID HASTA LA MUERTE
Recordando, para que no se olvide nunca. El Farçalona, el "mes que un club", ha pagado durante décadas al vicepresidente del CTA, Enriquez Negreira, para "conseguir neutralidad".
Ni un día sin pan en casa, ni delito o fraude del FARÇA. (R. Ramos Neira, dixit)
No es por nada, pero teniendo en cuenta que en la cabeza de la UEFA está un tipo de la Europa del Este (de los que mandaban, que ya sabemos quienes mandan en esos países), un catarí (que te vi) y uno del Palético de Madrid (a.k.a. malakito de Memphis), lo único que podemos esperar de esa corrupta organización es una cabeza de caballo en la cama (o un aquelarre con exaltación de los valores de la farsa, como ocurrió ayer).
La semana pasada una política con dos valores rehusó acudir a una encerrona del padrino y su banda. Esta semana el Real Madrid ha evitado una encerrona similar. El tiempo confirmará que esas decisiones eran las correctas (y las decentes).
Hala Madrid. Contra todo y contra todos.