Golfinhos

Buenos días. Una vez apagados los ecos ligueros de una jornada en la que el Real Madrid sufrió y sobrevivió, Simeone tocó una pelota de más y Clos Gómez acuñó la goleada arbitral como insólito concepto, suenan tambores de Champions. A falta de 48 horas descansamos en capilla cual caballero templario que parte a las Cruzadas. En otros lares por el contrario no van a cruzarse con nadie, ni en Jerusalén, ni en Palestina, ni en Esplugues de Llobregat. Si usted fuera un extraterrestre recién aterrizado en la Tierra no tendría  más que sostener dos primeras planas de la prensa deportiva, una de la meseta y otra del rinconcito, para pensar que se encuentra en dos planetas distintos y darse media vuelta con su platillo.

Evidentemente, nosotros, amigos galernautas, tenemos un sueño por vivir este año en Europa y miramos de frente sin vendas en los ojos. Otros, que estaban desde enero de farra en Canaletas, al parecer han perdido la noción del tiempo. Andan preguntando a qué hora pasa por allí Mr. Marshall para darle la bienvenida. Americanos, os esperamos con alegría. Que sigan aguardando fuegos fatuos en su bosque encantado. Mientras tanto, el denostado fútbol antediluviano, casposo, retrógrado y sin valors que se practica en la meseta será protagonista esta semana, por mucho que algunos vayan a mutar en avestruz como Gregorio Samsa en cucaracha. Kafkiano.

El resumen de hoy es: Champions en la meseta y amor en el rinconcito. Y no decimos que una cosa sea necesariamente mejor que la otra, cuidado. Son distintas.

Así, en la víspera del primer asalto ante el City en Manchester, Marca sugiere al madridismo que permanezca “En vilo”, optando de la mano del alarmismo por trascender la delgada línea roja que separa la mesura del chiringuito. Algo así como los malos farios que desata Carlos Martínez en las retransmisiones del plus cuando un futbolista rueda sobre el verde. Uno, a tenor de sus palabras, llega a temer que nunca más volverá a levantarse, sufra una triada o se la haya roto la uña. CR7 estará allí, aún a riesgo de acabar como Johnny cuando cogió su fusil, lo sabemos. Y suponemos que Karim tirará para adelante con una lata de Whiskas.

Más allá del impacto inmediato que busca la portada del The Hernia Chronicle, nos detenemos por su interés en la azotea y el sótano de su primera plana. Por arriba observamos una postal vintage de un Atleti que quiere ajustar cuentas con el Bayern de Munich de hace la friolera de 40 años. Curioso aspecto. Toda la vida escuchando panoplias sobre nuestras primeras cinco Copas de Europa y resulta que ahora es el colchonero el que se pone meloso en blanco y negro. No parece en esta ocasión que Fabadas Litoral vaya a a dedicarles una campaña, por otra parte. ¿Y el Atleti? ¿Otra vez se vengó del Bayern? Por abajo, descubrimos toda una enciclopedia. No sabemos el tamaño del encarte, pero si van al kiosco a por el Marca llévense la mochila tal y como haría Pocholo. Protrusion News analiza los 19 penaltis pitados al Barça está temporada, récord absoluto del orbe y parte de la Vía Láctea. Lo malo es que dado que los analistas son Andújar y Rafa Guerrero, que lo mismo confunden melón con balón, les recomendamos encarecidamente que lean al respecto a nuestro editor y al maestro Kollins.

Y si desean leer el As porque así les place, tan sólo confiamos  en que no les roben la cabellera. Después de sembrar  un sinfín de insidias que ríase usted del demoniete rojo cabrón de Insidious, va a resultar que Ouija Today es el primero en subirse al carro de Gareth a hacerse la foto. Bale acumula dos portadas consecutivas en el mismo diario que se sumó alborozado al aquelarre golfístico del galés.

Incluso un tal Marco Ruiz deslizó con sorna en las páginas del periódico que al bueno de Gareth le sentaban mal “las cosas de ricos” como los Lamborghinis y Sotogrande. Ya saben. A unos les gusta el golf y otros son unos golfinhos. No se alarmen: en portugués es un falso amigo, una de esas palabras que no significan lo que parecen. En portugués significa delfín. El ¿delfín? de Relaño fue visto ayer por la mañana por las inmediaciones del Bernabéu. Era domingo y cada uno con su tiempo libre hace lo que quiere.

En un primer vistazo podría parecer que Relaño alaba al Expreso de Cardiff en su tribuna del día. Increíble pero cierto; un editorial titulado “El compromiso de Bale en Vallecas” encierra más zascas que alabanzas. Así es Freddy: del guante se le salen las cuchillas. Entretanto, el periodista de As que en el inconsciente colectivo de mucha gente representa las esencias del madridismo más puro pasa de dudar de la profesionalidad de Gareth a, sin previa explicación o petición de disculpas por el error de la víspera, titular su artículo hagiográfico "Príncipe de Gales". Con dos pelotas, como las que comparten el Cholo y su recogeídem.

Al menos, la prensa deportiva madrileña vive –dentro de lo que cabe- con los pies en el suelo. Otra cosa alienígena es la de nuestros amics del rinconcito que parecen empeñados en seguir aquel ignoto truco infantil que decía que si cerrabas con mucha fuerza los ojos podrías hacer desaparecer tus temores. Allí andan intentándolo, pero cada vez que los abren se imaginan la Undécima y vuelven a acabar tirando de Orfidal.

Hacía tiempo, entre zurullos por sorpresa y una amago de crisis abortado por los trencillas, que la prensa deportiva catalana no nos deleitaba con alguna de sus portadas flower power con Los Tres Sudamericanos haciendo el amor y no la guerra. Pensaban que estábamos a salvo.

No. Han vuelto. Aunque esta vez no todos, qué curioso.

Así como Mundo Deportivo nos cautiva con su “Tándem de Oro”, Sport canta al amor con su “Luis Suárez para toda la vida”. Nada nuevo –por empalagoso- en el rinconcito salvo por un pequeño detalle. ¿Dónde está Ney? ¿Qué ha ocurrido con aquel eterno menage a trois amoroso-balompédico que convertía al culerío en fans histéricas adolescentes?

A lo mejor este interesante reportaje de El Mundo les da alguna pista. )

Esperaremos a que Piqué lo comente en Twitter, toda vez que tiene un poco flácido el periscopio últimamente.

Y esperemos que en el rinconcito disfruten de los cuentos que les cuenta su prensa.

Nosotros tenemos cosas más serias en que pensar.