*artículo de 2018 reflotado por el aniversario del mítico gol de Bale en la final de Copa del 2014 frente al Barcelona.
Mucho se está hablando de Gareth Bale estos días de convulsa resaca que han seguido a la conquista de la Decimotercera y, más en particular, sobre el silencio con que aquél ha respondido a la inesperada marcha de Zidane. Mucho se ha escrito, en efecto, y lo mejor se ha escrito aquí, en este magnífico artículo de José Luis S. Ortiz. Este humilde emborronacuartillas se declara incapaz de añadir o mejorar nada de lo tan brillantemente expuesto por S. Ortiz. Pero hay una cosa que le gustaría proclamar alto y claro: sea cual fuere el futuro de Bale en el Madrid (esperemos que muy largo y rutilante), y sea cual sea el juicio que nos merezca su falta de reacción al anuncio del entrenador, Gareth Bale pertenece por derecho propio y con todos los honores a la estirpe exclusiva de los jugadores madridistas de leyenda. Gareth Bale encarna el madridismo como muy pocos lo han hecho en toda su historia y el Real Madrid tiene con él una deuda eterna de gratitud.
No se entiendan estas palabras como hijas del entusiasmo provocado por la chilena estratosférica que nos dio una nueva Copa de Europa, o de una emoción a flor de piel ante su probable salida del club. Bale es la prueba viva de que, efectivamente y como le gusta decir a Florentino Pérez, algunos jugadores han nacido para jugar en el Real Madrid. Muchos nos dimos cuenta de ello al poco de aterrizar el jugador en Concha Espina.
En abril de 2014, con ocasión de su prodigioso gol en Mestalla -el famoso bartrazo-, este modesto madridista dejó un comentario en el blog La libreta de Mou, que después fue publicado como artículo en la extinta página Todo al Blanco. Hoy, abusando de la condescendencia del lector, no se me ocurre mejor homenaje por mi parte que reproducir lo que entonces escribí, porque mi opinión sobre Bale no ha cambiado un ápice -en todo caso, los hechos posteriores han confirmado su acierto- y porque me apetece volver a decir lo que entonces dije sobre un madridista ejemplar infamemente tratado por la prensa, y también -y no es pequeño oprobio- por una parte de la afición. Bale es uno de los nuestros. Siempre lo ha sido. Tratémosle, al menos, con el respeto que merece.
No sé ustedes, pero yo todavía me hallo bajo los efectos de la calada larga y honda de madridismo que supuso el gol de Bale. La historia del Madrid está repleta de goles bellísimos, y los ha habido más hermosos que éste, pero yo no he visto gol más madridista que el que nos dio el decimonoveno título de Copa. Bartra aún debe de estar preguntándose cómo es posible que el galés se le escapara de esa forma, sin darse cuenta de que no era sólo el jugador blanco el que se alejaba de él a velocidad sorprendente; era la fe insobornable en uno mismo, el espíritu irreductible de lucha, la esencia primera y última del Real Madrid, la que galopaba imparable hacia la victoria contra toda ley y contra toda lógica.
Y es que en el instante en que Bale, de forma inverosímil, se rehízo del empujón para sobrepasar al defensor culé como una exhalación y anotar un gol legendario, todo un siglo de historia pasó por delante de los ojos del barcelonismo. Cien años de impotencia, de intentar frenar al eterno rival por las buenas o por las malas; cien años de sinsabores, de ver cómo el adversario se eleva a cotas inalcanzables, inmune a las mentiras y a las acusaciones torticeras; cien años de comprobar, amargamente, que la grandeza es el lugar natural del Real Madrid; cien años, en fin, de masticar el sabor acre de saberse eterno segundón, de ser conocedor de que jamás podrá apear al Real Madrid del lugar de honor que por historia y por méritos le corresponde.
De esta manera, la trascendencia del gol de Bale no radica en el título que supuso, sino en su hondo significado para el madridismo. No es sólo que fuera la bofetada que despertó abruptamente al barcelonismo del sueño al que se ha entregado en los últimos años, según el cual le correspondería por ley natural una intrínseca superioridad futbolística y moral; ni tan siquiera que ello ocurriera de la forma más humillante que cabría imaginar, ante los ojos del mundo entero.
El gol de Bale trasciende todo eso porque su valor último y mayor estriba en habernos recordado a todos los madridistas de qué está hecho el Real Madrid; en habernos mostrado, cuando más lo necesitábamos, la fuerza irresistible que ha hecho del Real Madrid el grande entre los grandes. Esa fuerza por cuya virtud el galés resultó imparable no sólo ante Bartra, sino también ante las dudas a las que podría haberse abandonado tras un rendimiento irregular en su primer año en la casa blanca. El gol de Bale fue la sacudida que el madridismo necesitaba para despertar de una oscura pesadilla que ya duraba demasiado.
El pasado miércoles Bale adquirió el derecho a ocupar un lugar de honor entre los madridistas ilustres, junto a nombres como Di Stefano, Puskas, Stielike, Zidane o Cristiano: el de los que vinieron de fuera para engrandecer el club y enseñarnos que el madridismo no viene dado por el lugar de nacimiento, sino por una actitud ante la vida.
Y así, si alguien les pregunta alguna vez qué es el madridismo, muéstrenle la imagen de Bale en el momento de adelantar a Bartra: el cuerpo erguido y en tensión, la frente alta, los dientes apretados, la boca cerrada de quien no necesita jadear porque se ha preparado para la batalla y, sobre todo, la mirada decidida y temible de quien sólo contempla un horizonte: la gloria.
Bale fue el principio. Mucho se ha dicho y escrito (y con razón) del gol de Ramos 92'48, o de las "rajadas" de Jose Mourinho como verdaderos momentos de rearme moral merengue. Durante unos años, el madridismo tembló ante la posibilidad de estar asistiendo a un verdadero cambio de era, a la llegada de una nunca vista (y escatológica) glaciación azul y grana. El 2-6 del Bernabeu fue algo así como Aníbal en Cannas. El goteo de Champions sobre las otrora mustias copas de ferias de la sala de trofeos del Camp Nou remedó por momentos aquellas aspersiones de sangre que reavivaban al vampiro en las irrepetibles series B de la Hammer. Justo en ese instante, llegó la carga de Bale. La carga de Bale fue algo más que un gol, o que una Copa del Rey. Fue Abraham Van Helsing apareciendo con la cruz en la mismísima jeta de Christopher Lee/Drácula. A partir de ese momento todo ha sido un trastabillar del ser maligno, cada vez más debilitado por la blanca luz del bien. Las cuatro Champions seguidas han sido cuatro estacas que le han entrado definitivamente hasta el fondo, aunque no por el corazón. En esta película, el malo no muere, pero no puede sentarse durante una buena temporada. El Bien prevaleció. La Civilización fue rescatada cuando parecía a punto de fenecer. Y todo empezó con la carga de Bale.
Tiene razón Sr. Falstaff. Bale es uno de los nuestros y lo será siempre. Porque fue con él, con su implacable "rush" de Mestalla, con quien empezó todo. No lo dude. Bale es nuestro particular Perseo galés. Sus prodigiosas botas aladas volaron aquella noche valenciana en que cortó la cabeza de Medusa. Desde entonces, nadie le puede negar un sitio en nuestro Olimpo.
Este articulo me hace recordar publicaciones de los meses pasados en la Ouija-Today, Ass, o como quieran llamarle... el cual aseguraba: a Bale se le termina el crédito... En dicho artículo hacían énfasis en que el jugador ya no contaba para Zidane, criticaban que no celebraba los goles con el equipo, o que desobedecía alguna que otra solicitud de Ramos... Esto puede ser verdad o no... Pero en el presente artículo (de la Galerna), y en los de días precedentes, se lo nombra como el jugador más injustamente tratado en la historia del Real Madrid. No puedo hablar mucho de la historia, pero creo que sí desde hace muchos años. Después de Marcelo y Modric, es el jugador que más me gusta de la plantilla (refiriéndome al estilo de juego), básicamente porque es de los que no se ven muchos... Nos faltan dedos en las manos y pies para contar los goles, qué digo goles, golazos que ha marcado, ya sean en partidos de alta tensión de Copa del Rey, LaLiga, o la UCL, como en el resto de partidos de la temporada, más o menos importantes, más o menos apremiantes, pero siempre buscándolos; goles que hacen feliz al madridismo, goles que nos sacan una sonrisa, pues no todos los goles son un pase, otro pase, y empujar el balón a la red, a veces también hace falta una pincelada, de esas que nos dejan sin respiración, y decimos: Ahí está la diferencia!!! La diferencia entre los jugadores buenos y los jugadores irrepetibles!!! (jugadores estrella que, un año más, un año menos, forman parte desde siempre del ADN del Real Madrid) Y no nos queda más que alegrarnos de poder disfrutarlo, dar gracias de haber sido testigos del momento, y agradecer que ese jugador esté en nuestro lado del campo...
No es mediático.. Perdón, sí lo es, era muy bueno allá en Londres, y su hat trick al Inter de Milán, con el mundo entero observando le abrió precisamente las puertas del mundo entero, ... Y más mediática aun la cifra de su fichaje. Pero fuera de su juego (goles) y traspaso, no veo otra cosa mediática en el. Hasta donde se dice, no cuadra con su personalidad. Es callado, reservado, y, hasta donde se sabe, trabajador... Pero no se caracteriza por encender a las avispas con declaraciones (lo cual es un mérito, y una cualidad poco apreciada a día de hoy). Entonces, por favor, que alguien me explique, de dónde es que viene el mencionado "odio" hacia Gareth Bale??? A pesar de que no juega en su posición ideal (en el Tonttenham lo hacía primero de lateral IZQUIERDO, y luego lo adelantaron un poco más, pero por la misma banda); entonces, a pesar de que no está en su posición ideal, marca más goles (por no hablar de la factura de los mismos) que muchos otros nueve de grandes equipos, no siente la presión, no observa a los rivales (importantes o de turno) desde abajo, más bien normalmente los observa desde el retrovisor...
Y vuelve mi pregunta: qué es lo que se le critica??? qué es lo que se le ha pedido que no ha hecho??? No creo tooooodo ese odio esté justificado con las lesiones... Debe haber algo más... Su único pecado no puede ser precisamente el de ser llamado "cristalito Bale"... Dicen que lo quieren poner utilizar como cabeza de turco... Vale, pero cabeza de turco de qué???
Yo creo que, por una parte, se debe a que fue un claro fichaje estratégico de Florentino.
Y por otra parte, algunos pensaron que era un nuevo Cristiano y le pusieron un listón inalcanzable, porque Cristiano solo hay uno.
Si me equivoco en estas apreciaciones, entonces me pasa como a usted: que no entiendo por qué se le odia tanto.
No pues LuisM, tienes que jugar el "jueguito" que propone la columna; no te has enterado que con la columnita ésta se pretende vender la grotesca idea que Bale llegó en 2009 y gracias a sus juego y goles y ambición el Madrid dejó de ser elminado en 8vos todos los años y accedió a 8 semis de Champions y batió todos los records de Distefano?
Todo iba bien hasta que llegaste tú y mencionaste la palabra "CRISTIANO" y provocó incomodidad a muchos.
No creo que haya provocado incomodidad de muchos. Si te gusta Bale, te gusta el buen fútbol, y si te gusta el buen fútbol, te gusta también Cristiano. Afirmar que Cristiano es un jugador sin igual en muchos aspectos no desmerece a Bale en absoluto, vamos, así lo veo yo, y no creo que sea el único.
Bale, nuestro Aquiles. Párense a pensarlo y no me digan que no es asombroso el paralelismo entre ambos héroes.
Para empezar, Gareth tiene esa planta atlética y ese aire ensimismado que tan bien cuadran al personaje. Como le cuadra el epíteto "el de los pies ligeros" con que se menciona al guerrero griego; y si no que le pregunten a Bartra (y a otros). Su destreza en el disparo (con el arco en un caso, con la bota en el otro) es asimismo legendaria.
Por parecerse, tienen hasta una debilidad similar: si el héroe antiguo era vulnerable en el talón, el nuevo lo es en alguna articulación que nos priva de su furia en ciertos combates.
Finalmente, ambos alcanzan la gloria dos veces: la primera en el campo de batalla, por sus méritos extraordinarios, y la segunda cunado un aedo canta sus hazañas. Si Aquiles tuvo a Homero, Bale tiene a Falstaff. Bien podría haber empezado el artículo con las palabras "canta, oh musa, la cólera del galés Bale, cólera funesta etc."
No se me enfade nadie por comparar al bueno de sir John con el poeta griego.Si las diferencias son notables, no lo son menos las semejanzas, y entre ellas la esencial: ambos han sabido elegir con acierto a sus héroes.
Pronto me dará cosa escribir aquí jajaajajaj, menudo nivelón se gasta la gente...ya no son sólo los colaboradores, cada día hay más posteadores que en fin....que podían tener su firma aquí...
Dicho esto, me ha gustado mucho el paralelismo que has hecho de Bale con Aquiles....
Saludos
A mí, ha sido siempre Cristiano el que me ha recordado a Aquiles (e Isco, a Ulises), pero lo de Bale también está bien traído. Lo que pasa es que a Sir Gareth, el Dragón (sólo a Manolo Lama se le ocurriría ponerle un apodo tan ramplón, tan viejuno, como "el Expreso de Cardiff"), lo veo mucho más británico. Y estos héroes griegos eran gente muy mediterránea, aflamencada; como Cristiano. Espero que el desencuentro "Aquiles/Cristiano con Agamenón/Flóper por Briseida/el pago de la multa de Hacienda" se arregle convenientemente.
... jajaja. Y Modric seria Menelao " el de los rubios cabellos". Me temo sin embargo que nuestro enemigo natural no este a la altura de los formidables troyanos. Ni de lejos el rosarino se asemeja al nobilisimo Hector, ni a ellos los imagino detras de las murallas vistiendo capas de esa antinatural mezcla de purpura y azul.
jajaajajajajajaj qué bueno jajajajajajaja mi querido Modric
¿Madridista de leyenda....?
Tequiéiya¡¡¡
No está hecha la miel para la boca del asno. Bale es un pura sangre y tú...te quedas sin miel.
Recuerdo perfectamente ese momento. Creo que aquel gol me hizo "garethista" para siempre y sin remedio. No sólo por el gol en sí, que fue bellísimo, sino también por lo que significó para un Madrid que venía de ser cornudo y apaleado. Y, además, ganándole al Barça partido y título.
Como bien dice el artículo, Bale es madridismo puro: tenaz, ambicioso, odiado con furia por quienes lo odian -que son bastantes- y capaz de cosas increíbles cuando lo dan por acabado.
Es, en definitiva, un jugador de culto: o lo amas o lo detestas.
Como al Madrid.
Bale solo pidió jugar más. No pidió más dinero ni más adulación ni más palmaditas en la espalda ni mejor trato del público. Solo pidió jugar más, y creo que con el último mes que ha hecho se hizo merecedor a ello. Cuando Bale está al 100% es el tercer mejor jugador del mundo. Eterno agradecimiento a Zidane, pero como todos los genios, tiene sus tonterías o "cosillas incomprensibles". No hemos de olvidar el ninguneo a Ceballos y a Llorente, a los que podía haber dado más oportunidades. No es menos cierto que ambos tampoco han dado el 100% cuando han saltado al campo pero creo que podrían haber tenido más minutos.
Creo que haces bien en poner el comentario de Bale en su justa perspectiva. Creo que también le perjudicó que justo antes Ronaldo acababa de decir poco menos que se iba a ir ya del Madrid y lo que dijo Bale fue llover sobre mojado.
Pues yo soy Garethista desde que vi un gol suyo recorriendo la banda entera cuando estaba en el Tottenham, creo que en Liga de Campeones contra el Inter. Es de esos goles que te parecen impresionantes como el de la Copa del Rey del 2014 al Barça. De esos vídeos que te sacan en los medios para mostrar "así juega Fulanito", y que la mayor parte de veces es lo mejor que ha hecho hasta ese momento el Fulanito de turno. En el caso de Gareth, una vez fichó por el Madrid, no defraudó, al menos a mí, y creo que tampoco a muchos de vosotros, según estoy leyendo los comentarios de los artículos de estos días en relación a él. Ha hecho goles como ese y muchos otros, hasta mejores, culminando con el último que nos ha dado la Champions...perdón, el penúltimo para ser estrictos.
La comparación con Aquiles, la verdad es que me ha parecido curiosa y quizás bastante acertada. Está muy bien expuesto. Aunque la verdad es que Bale no me recuerda para nada a Brad Pitt, pero por otro lado, Brad Pitt tampoco es que me lo pudiera imaginar como un buen Aquiles.
Al hilo de un comentario de LuisM, tampoco creo que Bale sea uno de esos jugadores que o amas o detestas. A mi, sí que me encanta, pero a algunos amigos que tengo un poco detractores, lo único que dicen es, que sí, que es un buen jugador, pero que no hace más que estar lesionado. Es decir, repetir el mantra de la prensa, que quieras que no, termina calando cuando te informas de los temas de refilón.
Por último, veo que en RMTV están empezando a repetir programas de Campo de Estrellas, y lo que realmente me gustaría antes de que emitieran repeticiones es, que hicieran un Campo de Estrellas de cada uno de los jugadores, eso hace que los veas con otros ojos, y te gusten y caigan incluso mejor. Ya que por otro lado, son reportajes para mostrar el lado íntimo de la carrera de los jugadores, sin necesidad de meter cosas negativas. El de Bale, me gustaría muchísimo que lo hicieran, por ejemplo.
Saludos a todos los galernautas.
Totalmente de acuerdo con el artículo. Es una pena que un jugador tan resolutivo como Gareth Bale, que ha estado en momentos históricos (y épicos) de este club, tenga tan poco predicamento entre buena parte de la afición.
Si finalmente se va me entristecerá mucho. Me gusta su estilo de fútbol y pienso que es un jugador diferente, de los que no se encuentran.
Respecto a sus declaraciones me gustaría matizar que, para mí, Bale nunca pidió jugar más. Lo que dijo es que si seguía en este rol (de suplente) hablaría con su agente para buscar una solución. Bale no quiere ser suplente, pero no le exige al Real Madrid ser titular. Simplemente quiere que las cosas queden claras y actuar en consecuencia. Lo que dijo, lo dijo con total claridad y tranquilidad, sin aspavientos, sin caritas, sin filtrar cosas a periodistas amigos, sin llamar a periódicos...
¿Se imaginan la reacción de Cristiano, Modric, Kroos, Marcelo o Ramos si se viesen de suplentes? ¿Se imaginan a algún otro jugador del Real Madrid reconociendo publicamente que no está para ser titular en una final de UCL que se juega en su casa?
Realmente Bale es un jugador extraordinario, un tipo normal y poco dado al circo mediático del fútbol, que sólo ha tenido dos grandes problemas en el Real Madrid:
- el odio de la prensa a Florentino se ha canalizado a través del galés (incluso desde antes de que llegase, inflando las cifras del traspaso)
- las lesiones musculares le han impedido ser toda la temporada y todas las temporadas el crack que es cuando está en forma.
Aún así, si se analizan sin fobias sus números y sus actuaciones decisivas en el Real Madrid, ha sido un gran fichaje para la entidad.