Verano de 1992, año de Cobi y Curro. Aún dolían las salidas del Real Madrid de Hugo Sánchez y Gica Hagi. Con ellos también se marcharon don Rafael Gordillo, el titán de las medias bajadas y la canilla torcida, y Adolfo Aldana. Los fichajes fueron Zamorano, que llegó para reemplazar al ariete mexicano, y el central sevillano Nando, si bien la noticia era la llegada de Benito Floro al banquillo en sustitución de Leo Beenhakker, que venía de padecer el robo de la primera liga de Tenerife. Negreira año I.
En ese verano, quien esto escribe se dedicaba a ir a la playa y jugar al fútbol por las mañanas y a jugar al fútbol e ir a la playa por las tardes. Creo que también iba a la piscina, donde también acababa jugando al fútbol. Esos veranos de 3 meses sin preocupaciones… Había una cosa más que ocupaba mi tiempo, y eso era escuchar en un walkman de manera obsesiva al primer descubrimiento musical de mi vida que no venía auspiciado por mi padre, y ese era Guns n’ Roses.
Tenía dos cassettes TDK de 90 en las que en una de ellas tenía el Appetite For Destruction, mejor disco de debut de la historia junto con los de King Crimson y Led Zeppelin, y en la otra el Use Your Illusion II, el disco azul, la segunda mitad del lanzamiento de la banda americana un año antes. Como muchos otros, llegué a ese álbum gracias a la versión de Knocking on Heaven’s Door. Se abría con Civil War, temón enorme, que daba paso a la aportación de Izzy Stradlin con 14 Years. De ahí nos íbamos a Yesterday’s, penúltimo single publicado… podría seguir, recuerdo perfectamente la sucesión de canciones por su orden. Lo que hoy nos ocupa es el tema que seguía a la versión del himno de Bob Dylan. Su título: Get in the ring.
Con mucho, era lo más raro del disco. Se abría con sonido ambiente de directo, una entrada de blues rock más pesado que rápido que en seguida se veía sucedida por una seguidilla punk a velocidad notablemente más rápida. A media canción, empezaba una parte hablada en la que Axl empezaba a proferir variaciones del verbo fuck, palabra que constituía una porción muy sustancial de todo lo que comprendía de la perorata. Con el tiempo aprendí que era un desafío a los medios que publicaban lo que en la banda consideraban que eran falsedades o infundios. Finalizaba instándolos a aceptar el reto y a entrar en el ring para dirimir las diferencias mediante el ejercicio del noble arte. Get in the ring. Huelga decir que esa parte la rebobinaba para intentar captar matices del soliloquio de Rose, pues nunca sobra saber cómo jurar en inglés o en cualquier idioma y utilizar los venablos, injurias y anacolutos con fundamento.
La demagogia, que no es sino la ambrosía de los mediocres, ha encontrado un terreno propicio para el mantra “Gánatelo en el campo”, fomentado por el propio Tebas. Como ejercicio de marketing, impecable. Como frase de desafío al Real Madrid, regulera, las cosas como son
Bien, pues avanzamos hasta 2023. El TJUE ha admitido que la actuación de UEFA y FIFA, en cuanto a la organización de competiciones futbolísticas, así como su amenaza de expulsar a cuantos equipos intenten enrolarse en trofeos alternativos no gestionados por ellas, constituye un abuso de posición dominante, un monopolio. En esencia, la resolución viene a decir que se pueden organizar las competiciones que se desee sin que los organismos referidos puedan decir nada al respecto, lo cual redunda en la celebérrima Superliga.
Las respuestas de los palmeros y epígonos de la UEFA, favorecidos por ésta, no se han hecho esperar. Tampoco han tardado nada los mindundis en subirse al carro. Por una parte, Tebas, en una actitud de cuñado en barra de bar tirando cáscaras de gamba al suelo, sostiene que la resolución dice lo que no dice, pero que él sabe más. Por otra, la demagogia, que no es sino la ambrosía de los mediocres, ha encontrado un terreno propicio para el mantra "Gánatelo en el campo", fomentado por el propio Tebas. Como ejercicio de marketing, impecable. Como frase de desafío al Real Madrid, regulera, las cosas como son.
El club blanco no ha querido responder a semejante demostración de estulticia sacando los galones, es decir, las 14 Copas de Europa, pero no me nieguen que ganas dan. 121 años ganándose las cosas en el campo, más que nadie en la historia, para que vengan ahora los milpesetas de turno a decir que sigamos haciéndolo. Gracias por darnos permiso.
121 años ganándose las cosas en el campo, más que nadie en la historia, para que vengan ahora los milpesetas de turno a decir que sigamos haciéndolo. Gracias por darnos permiso
Es una evidencia palmaria que la liga española es una competición decadente, desprestigiada y, además, podrida. La Superliga, cuyo acceso está abierto a quien, oh, casualidad, se lo gane en el campo, es la única solución para aumentar las posibilidades de viabilidad económica de los clubes que no están sostenidos por archimillonarios o estados/satrapías con numerario ilimitado merced a los hidrocarburos. La organización de esta competición implicaría una más que significativa pérdida de poder a los Ceferin o Tebas de turno, reverendísimos comegambas cuyas funciones reales desconocemos más allá de dar cuenta de crustáceos malacostráceos decápodos peneidos y otros manjares de precios exorbitantes.
Ese “Gánatelo en el campo“ no es una defensa de la igualdad, sino del igualitarismo, de nivelar por abajo, de manera que no serán todos igual de buenos, sino que serán igual de malos, y, sobre todo, igual de pobres.
¿Quieren que nos lo ganemos en el campo? O mejor, ¿quieren que nos lo ganemos en el campo OTRA VEZ MÁS? Súbase al ring. Get in the ring.
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Año 92 el primer año del que tengo recuerdos deportivos, la primera liga de Tenerife (donde al finalizar ese partido se puede decir que me hize de forma oficial y definitiva del Madrid), la final de wembley de la primera champions de la farsa (por cierto, no era falta la que le pitaron que luego marcó koeman, y luego hablan de fuera de juego de Mijatovic en la séptima), la Eurocopa ganada por Dinamarca y los jjoo de Barcelona, vaya añito.
Todo ésto viviendo en Cataluña como vivía, en territorio comanche siempre gusta ir contracorriente, y al año siguiente la segunda liga de Tenerife, que me digan luego que ser madridista es lo fácil, aún recuerdo los coches por la calle festejando las ligas y yo todo jodido.