Gento por delante de Messi

Los récords del cántabro resisten la amenaza del argentino

En “La inmortalidad” (Milan Kundera, 1990) el autor trata el concepto, la cualidad del ser inmortal, no como aquello que no puede morir, sino como algo que dura por tiempo indefinido en la memoria de las personas, en los registros de esa memoria, en el paso de las generaciones. A la inmortalidad uno puede llegar por méritos propios o sencillamente por estar al lado de alguien que, sin duda, trascenderá; pero vamos a centrarnos hoy en los primeros, en los que la alcanzan por sí mismos. Remontémonos al año 2003. En noviembre de aquel año, un muchacho menudo debutaba con el F.C. Barcelona: Leo Messi. Un chico argentino, tímido, había llegado para revolucionar el fútbol y poner en peligro la inmortalidad de los registros de otro chico de estatura similar que había debutado hacía 50 años y casualmente contra el F.C. Barcelona. Este segundo, ya retirado hace tiempo, es el actual Presidente de Honor del Real Madrid y con su apodo da nombre a este medio de comunicación. Aquella tormenta, aquella galerna cántabra que sacudió los campos de fútbol durante 18 años acabó llevándose por delante 6 Copas de Europa y 12 ligas, registros que no ha alcanzado ningún futbolista a día de hoy. Es conocido entre los madridistas, pero nunca está de más recordarlo, que D. Francisco Gento es la “entidad” que más Copas de Europa posee después del Real Madrid (13), del Milán (7), y ahora empatado a seis con el Bayern de Múnich.

Hasta el año 2003 los logros de Gento parecían intocables, pero desde ese año la voracidad de Leo Messi los ha puesto en riesgo. El peligro ha sido real durante muchos años; 4 Copas de Europa y 10 ligas hacen que la perturbación en los registros no sea sólo un augurio sino una certeza. Pero ese firme avance parece haberse detenido. Por un lado, el Real Madrid ha puesto de su parte a la hora de frenar los triunfos en Europa a los barcelonistas, por otro, su propia incompetencia (recuerden Roma, Liverpool y Lisboa) ha impedido al argentino igualar o batir a D. Francisco. En la liga hay que reconocer que se lo hemos puesto más “fácil”. Nuestra sequía en el torneo nacional ha hecho que el rival acumulara títulos casi sin salir de la cama, pero la cuenta se ha detenido en diez. La ineptitud y la capacidad de autodestrucción del F.C. Barcelona parece decirnos que Gento seguirá en el altar de la inmortalidad por muchos años más, pero sólo el tiempo nos lo certificará. Sería conveniente que el Real Madrid también pusiera de su parte para no dejar todo al mero capricho del paso del tiempo, ya que si la inmortalidad nace de la espera, no cabe olvidar que cualquier acontecimiento de escasa importancia nos la puede arrebatar.

Y aunque Cortázar dijera aquello de “cuando uno dice que se va, es que ya se ha ido”, de momento el pequeño argentino sigue aquí, como el dinosaurio de Monterroso, como una amenaza cierta a los inmortales registros de D. Francisco Gento, amenaza que el Real Madrid deberá combatir en defensa de sí mismo y de su Presidente de Honor.