De genios caminar es

Dirán ustedes que es semana de derbi, que se trata por tanto de mantener las espadas en alto y de potenciar eso que ahora no para de llamarse a todas horas tensión competitiva y que parece ocupar (¿anegar?) ya todas las parcelas de la vida (ay), tal y como mandan los cánones de un darwinismo social tal vez pelín hipertrofiado. Y sí, dirán bien, pese a todos los pesares de una Liga que parece ir ensayando el gesto del adiós y pese a nuestra mueca mitad triste mitad enfadada por esa lejanía, la tristeza dejaría paso al cabreo si el equipo asume la despedida desde ya sin mostrar las agallas que también van en el sueldo de las superestrellas. En consecuencia, vemos el derbi madrileño como una ocasión propicia para sacar a relucir ese orgullo, ese deseo de que el adiós al menos se demore, e incluso esa fe de que -impossible is nothing- la Liga vuelva a mirarnos a los ojos (pupilas bien abiertas, cierta inyección de sangre).

El "prohibido bajar los brazos" de Zidane que recoge As en su portada confirma nuestros mejores deseos para el derbi, ocasión que es materia principal en las portadas madrileñas del día. Si Marca hace de médico de familia diagnosticando cierto bajón en la salud de los equipos implicados, As destaca al canterano Borja Mayoral como candidato a ser ascendido, no solo por la posible baja de Benzema, sino también por derecho propio ganado a fuerza de goles. Bien están ambas cosas, no lo negamos. Ya decimos que estamos a pocos días de un nuevo enfrentamiento Madrid-Atleti y tal cosa es noticia grande, sobre todo si el Madrid se muestra decidido a que lo sea.

Sin embargo, queridos galernautas, ya nos gustaría centrarnos tan solo en el citado evento futbolístico y dedicarnos a calibrar nuestras opciones ligueras, pero la portada de Marca nos hace exclamar un "what the fuck" de manual a la vez que nos da un respingo el cuerpo entero cuando posamos los ojos en una cosa extraña que nos resistimos a llamar noticia: "Messi va sobrado", dice el Hernia Chronicle, y no crean que lo dice por la cifra goleadora del argentino, ni tampoco por sus asistencias, sus regates, o cualquier otra virtud al uso del pequeño genio de Rosario. Nada de eso. El mérito que hace ir sobrado a Messi es el de ser el segundo jugador que menos corre de la Champions. Olé. Lo repetimos: que menos corre. Vaya por delante que queremos conocer ya al primero de esa peculiar lista, tal vez para poner su nombre a una de nuestras secciones, aunque el homenaje sea humilde. Y vaya por detrás la portada de Sport, elevando la pequeña noticia de Marca a las alturas del delirio, tal y como Tip y Coll no lograron ni siquiera imaginar en sus geniales jerigonzas.

Toma ya. Así, sin vaselina. ¿Cómo se les queda el cuerpo? ¿Qué quieren que les digamos ahora? Tal vez el simple hecho de añadir palabra alguna a semejante obra maestra sea una inconveniencia y hasta un sacrilegio que mancille esa cosa imponderable que antes se llamaba arte y ensayo. Ríos de tinta que no alcanzarían a desentrañar la gloria que destila la sencillez más pura de una portada zen. Lo inefable es lo que tiene.

"Caminar es de genios", queridos galernautas, "caminar es de genios". Y crean que no sabemos si descojonarnos como nunca antes o demorarnos en la máxima de Sport como quien lee el Tao o como quien escucha al viejo Obi-Wan Kenobi explicándole al joven Luke los designios de la Fuerza. "De genios caminar es", que diría el maestro Yoda, y ante eso tal vez solo quepa enmudecer para que el pensamiento comience a desentumecerse mientras, eso sí, lucha por imponerse a la más inmediata (y acaso también más sabia) carcajada. Decidan ustedes qué opción tomar: si el camino de la luz que pone en jaque todas las ideas preconcebidas sobre el fútbol y también sobre el periodismo, o el camino más prosaico de la oscura risa floja ante la certeza -confirmada ya tantas veces- de que un pedo de Messi no es que huela a cava, sino a Channel Nº 5.

En la otra esquina está Cristiano, siempre Cristiano, que es la forma usual en que, tomando la parte por el todo, la prensa catalana hace gala de su madriditis aguda. Al parecer, el pequeño maestro Messi lleva recorridos 33 kilómetros menos que nuestro Vader Ronaldo, y no nos digan que no estamos ya ante el dato definitivo para acabar vendiendo al portugués a cualquier otro equipo de atletas y no de genios. La sombra de Pep es alargada, o más bien su aroma. Porque los genios caminan, interioricen la enseñanza, y los malos de la película corren. Messi cual Bartleby y su "preferiría no hacerlo"; Cristiano cual Ulises y su no terminar de llegar a Ítaca. Y en medio Sport abriendo nuestras puertas de la percepción, o simplemente haciendo el rídiculo.