Competitividad. Ese es el término de moda entre el madridismo. Se trata, a tenor de muchos comentarios vertidos en relación a la crisis blanca, de uno de los principales déficits de la plantilla. Según esas teorías, un jugador puede ser técnicamente y hasta físicamente excelso, llevar una vida ordenada y entrenar adecuadamente pero, por lo visto, si no tiene el don de la competitividad de poco nos sirve.
¿Pero qué es la competitividad? El concepto dista de ser algo claro y unánime. Para muestra un botón: Uno de los últimos señalados por esa doctrina es, ni más ni menos, que Cristiano Ronaldo. El portugués, en cambio, es probablemente el jugador con más hambre que uno puede encontrar. Su nivel de ambición roza lo patológico. No hay un futbolista que trabaje más que él diariamente. Nadie, excepto uno, puede presentar un rendimiento superior en los últimos seis años. Y sin embargo, resulta que, para algunos fedatarios de la competitividad, ahora Cristiano no es un ganador. ¿Por qué? Pues por algo tan simple como que Ronaldo no gana tantos títulos como debería a tenor del prestigio de su club y del suyo propio.
Y es aquí donde topamos con el quid de la cuestión. Resulta que ser competitivo, según este discurso tan extendido, no corresponde a un carácter o una actitud determinada sino a simplemente el hecho de ganar. Pongamos el foco en el Real Madrid de baloncesto. En su primer año, su entrenador, Pablo Laso, fue duramente criticado. Una reprobación, muy mayoritaria, que se extendió hacia algunos de sus mejores jugadores, como Sergi Llull, al que se tachaba de excesivamente precipitado, como el Chacho Rodríguez, al que se le señalaba por su dispersión, o como Felipe Reyes, al que se le colgaba el sambenito de capo de vestuario. Todos ellos fueron tildados de poco competitivos, un cargo recrudecido en el caso del técnico vitoriano al que se le recriminó, y muy duramente, por haber perdido dos finales seguidas de la Euroliga.
Pero se da la circunstancia de que el club, pese a las críticas, siguió apostando por ese mismo núcleo, al que reforzó con Rudy Fernández, un jugador determinante en el contexto europeo. A partir de entonces los jugadores comenzaron a integrarse, poco a poco, en la dinámica de equipo y asimilando el plan de su entrenador. Las victorias llegaron en tal proporción que los antaño perdedores se convirtieron, sin que nadie se diese cuenta, en el paradigma del ganador. El propio Joe Arlauckas lo ratificó como comentarista durante la retransmisión de un partido del equipo: “No existe el carácter ganador. Ganar es lo que te hace ganador. Cuando uno comienza a ganar se acostumbra de tal manera que llega un momento en que te parece imposible que no vayas a hacerlo siempre”. Ahí estaba el secreto del pan y los peces: Uno se hace ganador ganando.
Desde hace tiempo no sucede otra cosa con el F.C. Barcelona de fútbol. Cualquier jugador que fiche el club catalán es un ganador por la sencilla razón de que ganan. Da igual si se trata de una persona con un tipo de vida poco profesional, si es un jugador de una irregularidad manifiesta, si tiene pocas luces o simplemente es un inmaduro; la inercia de las victorias les impele a apretar con denuedo hasta el final. Cabría puntualizar que el factor principal de los triunfos azulgranas no es propiamente este fervor llamado competitividad pero sí que ésta ha arraigado al amparo de dichas victorias y ha terminado por constituir un estímulo añadido a las mismas. Ni más ni menos que en el caso del equipo de Laso.
La competitividad, por tanto, no es inherente al jugador sino a un contexto determinado. Xavi Hernández no recibió dicha distinción cuando estuvo, según sus propias palabras, a punto de salir por la puerta de atrás del F.C. Barcelona en las postrimerías de la etapa Rijkaard. El mismo jugador hoy es aceptado, con toda justicia, como un ganador nato tras convertirse en el futbolista azulgrana más laureado. Porque a fin de cuentas aquello que llamamos competitividad no es una cualidad sino un estado. Es una tensión que surge de la confianza de un grupo en sí mismo, como producto de la inercia ganadora derivada de otros factores como la calidad, el equilibrio, la convicción en el proyecto, la desconfianza del rival, etc.
Y es colectiva y no individual. En este punto tenemos que diferenciar lo que es el liderazgo de lo que es el carácter competitivo. Un líder es aquel que encabeza un proyecto, sobre todo en un momento importante. Un áurea que deviene de la mezcla de calidad y determinación. El jugador que toma la responsabilidad en los instantes trascendentales. El tipo que agarra la bola y se juega la canasta. Nocioni o Rudy son un buen ejemplo de ello. Messi y Puyol también. Pero el que lidera se distingue, toma el mando. El liderazgo es exclusivo y por definición nunca generalizado; no hace, por tanto, mención a ese sello de calidad que llamamos espíritu competitivo y que referimos a un grupo que forma un todo. El Barça vence con contundencia en el Bernabéu sin su líder, Messi, pero con un Sergi Roberto pletórico. La temporada pasada Mathieu fue clave en varios partidos. Los jugadores del Barça son muy competitivos, reza el mantra. Pero lo mismo podríamos decir de los del Sevilla, o de los del Bayern de Múnich. Sencillamente porque ganan títulos y todos se contagian de dicho ambiente.
Y esa es, a la inversa, la principal acusación que reciben los jugadores del Madrid: no ser competitivos. No disponer de esa fuerza añadida que proporciona el hambre de ganar y terminar, en la desconfianza de cada derrota, incrementando la inercia contraria: la duda de que el objetivo sea posible. Pero, ¿podrían estos jugadores que algunos tildan ahora de poco competitivos, convertirse en ganadores tal y como ha sucedido en otros muchos casos mencionados? Por poder sí. Sería necesario, en todo caso, subsanar aquellas carencias que impiden que el equipo arranque un ciclo ganador: calidad diferencial, equilibrio, liderazgos definidos y sostenibilidad de un proyecto.
Cuesta más creer que aquellos que ya acumulan un periodo de derrotas demasiado prolongado (algunos de hasta casi siete años) puedan revertir esa situación en este mismo equipo. Nada es imposible, pero por sí mismo resulta un hándicap. Si un análisis frío y objetivo invita a descartar la idea -recurrente para un aficionado cada vez más frustrado- de que los jugadores se acomodan -algo difícil de creer en un clima de enorme exposición y presión-, sería bueno que el club y que ellos mismos sondeasen la posibilidad de un cambio de aires para, por un lado, regenerar el ambiente de derrota que ahora invade Valdebebas y, por el otro, darse ellos mismos la posibilidad de un nuevo escenario donde dar fe de su calidad. Ambas cosas son posibles y todos saldrían ganando.
En cualquier caso, no conviene olvidarlo: La victoria es previa al ganador.
La victoria es consecuencia del ganador. A mi modo de ver y ya lo he expuesto aquí alguna vez, a este club nuestro, actualmente, le faltan líderes. En el campo y en los despachos. También está a falta de una idea clara para, sabiendo lo que fuimos, lo que somos y lo que queremos llegar a ser, aplicarla contra viento, marea y tempestades y después ganar, ganar y ganar. O abandonamos la inacción a todos los niveles, o nos comerán por los pies. Empezando por la comunicación y la propaganda, tan importantes hoy en día en los que, más que nunca, vale más caer en gracia que ser gracioso. No se puede ir por el mundo, si quieres que alguien te tome en serio, con un portavoz como Butragueño, incoloro, inodoro e insípido. Me temo que hay mucho Butragueño, en el campo y en los despachos y por ahí empezamos a perder.
Hola Javier,
Lo que yo trato de explicar, o de opinar, en este artículo, es que el ganador no existe. Que los jugadores no son ganadores o perdedores sino que forman parte de contextos de victoria o de derrota. Y como prueba pongo a jugadores que fueron tachados de poco competitivos porque perdían y luego fueron el summum de la competitividad cuando ganaban. Ganador es un estado, o un estadio, pero no un carácter.
Otra cosa es el liderazgo, la capacidad de una persona para sobresalir por encima del resto y tomar la responsabilidad, pero eso es cosa de una persona, no un rasgo que pueda ser general en todos los miembos de un equipo.
saludos
Afirmo categóricamente que los culés más competitivos son los árbitros y linieres.
No nos olvidemos de esto porque esta temporada nos están escabechando día sí y día también. Contra esto es casi imposible luchar y te sumerge en una desconfianza absoluta en tus facultades y posibilidades.
¿O se creen ustedes que las injusticias arbitrales continuadas y no contestadas no merman la confianza de los jugadores y del equipo? A la contra, ¿no piensan ustedes que, en caso de partidos complicados, casi todas las veces los árbitros acuden sistemáticamente en ayuda del equipo de los imputados o de CUALQUIER rival directo del RM?
Y aquí el papel de los medios es determinante porque silencian y camuflan hasta tal punto esas tropelías que, últimamente, ni repiten las jugadas dudosas a nuestro favor, es de traca esta cuestión. Los errores arbitrales que benefician a nuestros enemigos es como si no ocurrieran gracias a esta jauría.
Lo anterior acrecienta la inseguridad en el terreno de juego y la impotencia cuando miras la clasificación. Esto lo saben bien en el Farça y en la RFEF. Loquito estoy porque empuren a Villar de una puñetera vez.
Y todo lo hasta aquí dicho no supone que excuse a los jugadores, personalmente les daba unas sesiones de látigo de siete colas que es el único lenguaje que parecen entender.
jajaja y plas, plas, plas rascayú.
Me encanta cómo lo abres y más cómo lo cierras; muy bueno y suscribo 😉
Hola Rascayú,
Es que la competitividad en la élite profesional no solo radica en lo que sucede en el terreno de juego o en el de entrenamiento. Hay otros muchos escenarios en los que hay que presentar batalla. Por supuesto.
Saludos
A eso iba, sinior Pepe Kollins. LOL
En cualquier ámbito laboral y mucho más en la élite, es fundamental un buen ambiente de trabajo que te permita en realizar tus tareas con profesionalidad y eficacia.
Eso es precisamente lo que nos niegan a diario nuestros enemigos encabezados por la prensa, creando un ambiente irrespirable que no permite desarrollar todas las potencialidades del equipo.
¿Alguien cree que Varanne o Canelita no se lo piensan antes de hacer entradas fuertes, por ejemplo? ¿O que no habrá un ambiente de desconfianza debido a toda la basura que inventan a diario? Este clima laboral no lo soporta ni dios y es algo muy parecido al bullying.
Todo eso me daría igual si el club de defendiera denunciando esta componendas a diario y no a través de Butragueño, el Unicornio de los abrazos, el día que hay partido.
Que lamentables eres!!!!, pero estás en tu derecho,,,,,, lo tienes.
Ja, ja, ja, pobre imbécil. Y usted no está en su derecho de insultarme y dudo mucho que lo hiciera cara a cara.
Señor Bengoechea, luego me dice que modere el lenguaje. O todos moros o todos cristianos, ¿no le parece?
Desgraciadamente, las pérdidas de tono se han hecho tan frecuentes que no damos abasto para llamar la atención a todo el mundo.
Entiendo el ejercicio que hace sobre la competitividad y el entorno donde se da. El problema es mucho más simple: aquellos que tildan de falta de competitividad a CR7, no lo hacen porque estén confundidos, lo hacen adrede y aposta. Se llama mala leche. Y animadversión. Si algo distingue a CR7 es su competitividad, esa que debería inyectarla a más d media plantilla (estoy contigo, rascayú y ese látigo de 7 colas), pero le tienen ganas.
Porque no corresponde al hecho de ganar que "tilden" de competitivo o no, son las ganas de atizar. Bien que dicen que "otros" equipos aunque pierden son competitivos, pero al RM no le dan ese derecho.
comentar una tontería: el Barça gana con apuros los partidos y está bien y hacen lo que deben, y para esos mismos si lo hace el RM es "sí pero", para el RM todos los peros del mundo. Han llegado a calificar de vergüenza una victoria del RM. Así que lo de algunos tildan... no lo hacen porque estén confundidos en lo que significan los términos, es que lo hacen según les cae el personaje "cargar tintas" o "quitar hierro". Al RM s ele exige jugar d euna manera determinada, a ningún otro equipo s elo exigen. Ellos y su doblerasero y barra libre para meterse con el RM. Los mismos, Pepe Kollins, los mismos. 😉
Hola Vagawain,
Que nadie entienda por este artículo que opino que Cristiano es un perdedor. Lo que pretendo demostrar es todo lo contrario. Cristiano cuando llega al Madrid viene de ganarlo todo con el Manchester y se le ficha porque es un ganador nato. Por eso digo que ganador no es un rasgo de personalidad sino simplemente la condición del que gana. Cuando lo dejas de hacer el entorno te señala como lo contrario. Basta con que vuelvas a ganar, como pongo de ejemplo con los chicos de Laso o Xavi, para que los mismos te vuelvan a llamar ganador.
En cualquier caso Cristiano ha sido un líder. Porque líder no es el que gana, sino el que lidera, el que destaca por encima del resto, el que toma la responsabiliad. Nadie en el Madrid lo ha hecho en estos últimos siete años más que él. Cristiano a lo largo de su carrera ha marcado goles, en plural, en semifinales y finales de Champion, en finales de copa, se ha inflado a meterle goles al Barcelona, así como en otros muchos partidos trascendentales. Y a eso se le llama liderar. Y la prueba es la saña, como tú indicas, que emplean los que menos nos quieren precisamente porque saben que es el líder.
Otra cosa, es el análisis final que hago y que no está hecho desde la saña sino desde la mejor consideración y hasta cariño hacia Cristiano y en el que concluyo que quizás ya ha llegado el momento de renovar ese liderazgo (o más bien esos). Pero es una opinión respetuosa, no una sentencia de culpabilidad.
Saludos
Quejarse de los arbitrajes es de perdedores. Tiempo atràs justamente esa actitud caracterizò a los rivales del Madrid por màs de 5 dècadas. Un dia favorecen a uno, otro dia al otro...pero los hinchas de cada equipo solo ven los yerros que afectan al suyo y cierran los ojos ante los que lo favorecen.
Màs que quejarse de los arbitros, de los compañeros, del arquero, del clima, de los rivales que "se entregan al enemigo", de la UEFA, del balòn, de la FIFA, de la CIA, de la DEA, de la "flor en el culo ajena" hay es que dejar de lloriquear, amarrarse fuerte los pantalones, construir un verdadero equipo que no es lo mismo que juntar a todas las estrellas del planeta, y salir a darlo todo pensando màs en los compañeros que en el arbitro.
Buenos días D. Carlos, por si es usted del Madrid que no lo tengo claro, aquí tiene unos datos de
un perdedor como Comunero.
Jugadores y rivales expulsados en el Madrid en el periodo 2003-2016
jugadores blancos 108
rivales 86 Diferencia negativa -23
Jugadores y rivales expulsados en la Orga en el periodo 2003-2016
jugadores azulgranas 71
rivales 130 Diferencia positiva + 59
Diferencia Madrid-Orga +82 a favor de los azulgranas
Continuara.
Saludos blancos, castellanos y comuneros
Continuación D. Carlos sin necesidad de remontarnos al año de los romanos, en esta temporada
primero aclaro términos y espero que no se moleste; Orga= Barcelona, Nou Camp= La Magia Negra
Palau= El Matadero
Expulsiones de jugadores rivales de la Orga 13
Penaltis pitados a favor 15,
penaltis pitados en contra 0
Estos datos no incluyen competiciones europeas.
Para terminar el único equipo que le han pitado más de 10 penaltis en las 20 primeras jornadas
en más de una liga. Efectivamente La ORGA temporadas 1950-51; 1989-90 y 2015-16
el otro equipo es el Racing, que en la temporada 1999-00, también le pitaron más de 10
penaltis en las 20 primeras jornadas.
Como dato curioso señalar que la temporada 1989-00, es la primera de V ILLAR. COMO
PRESIDENTE DE LA Real Federación de Futbol, ¿Qué coincidencias verdad?
Saludos blancos, castellanos y comuneros
Buenas tardes, más coincidencias D. Carlos en la temporada 1950-51, era secretario
general de la Real Federación de Futbol D. Ricardo Cabot Montalt, como bien deducirá
por sus apellidos catalán de pura cepa, fue el secretario general de la R.F.E.F. desde el
21/06/1926, hasta el 1956, fue secretario técnico del Barcelona durante la guerra civil
y presidente de facto de la R.F.E.F. en la zona republicana. Cuando los franquistas
entraron en Barcelona sin pegar un tiro, permaneció en la ciudad condal, donde no
sólo no fue represaliado, sino que desde el primer momento ocupo puestos directivos
en la nueva estructura de poder franquista. ¿ A que parece raro? tiene su explicación
que algún día daré, si antes alguno de los extraordinarios comentaristas y columnistas
de La Galerna no se adelanta a Comunero.
EN definitiva que en 1950-51 era el jefazo de la R.F.E.F., responsable directo de que
Kubala no fichara por el Madrid. Que coincidencia que en esa misma temporada la
ORGA recibiera tantos penaltis a favor y la presencia de este QUINTA-COLUMNISTA
en la secretaria general de la R.F.E.F
Saludos blancos, castellanos y comuneros
Demoledor. Ha ganado usted por KOT.
Oiga, perdedor será usted, amigo. Y eso de que unos días benefician a unos y otros a otros es una mentira King Size, sólo tiene que revisar las estadísticas de los arbitrajes de nuestros enemigos. Si no ve esa doble vara de medir debería ir a una buena clínica oftalmológica o pedir trabajo en la RFEF.
Y aquí nadie está lloriqueando, eso se lo puedo asegurar. Si le parece yo, que me quejo continuamente de la inactividad del club en estos desmanes, me callaré y daré por bueno el continuo atraco y ataque a nuestros intereses. Y una polla como un zeppelin de grande. Lo malo es que esto debería hacerlo el club y no un don nadie como yo.
¿Se imagina usted tener a alguien sentado a su lado todos los puñeteros días mientras hace su trabajo que lo único que hace es decirle que todo lo hace mal, que es usted un miserable y un engreído, que le niega cualquier mérito laboral dándole sus comisiones al de enfrente y, además, le tiene que tratar con educación no se vaya a enfadar? Le aseguro que o le parte la cara al Pepito Grillo de las narices o cambia de trabajo o se tira por una ventana.
Los jugadores son los principales responsables de esta lluvia de mierda pero eso no quita que nuestros enemigos nos hayan perdido el respeto y el miedo porque saben que, hagan lo que hagan, nunca será los responsables y el perjudicado será el RM. A otro perro con ese hueso.
Uno de los síntomas de padecer señorío es cuando se dice que quejarse de los árbitros es de perdedores. Hay más síntomas que iré señalando.
Saludos
Bernabéu era un perdedor, seguro que sí. Bernabéu no se quejaba de los árbitros, nunca. ¡Poooor faaaaavoooorrrrrrr! Qué poco conocemos la historia de este club. Vuelvan en Septiembre.
A todos los que dicen que hablar de los árbitros es no tener señorío -gracias a dios- les ponía todas las declaraciones de D. Santiago en bucle al estilo de la terapia de la Naranja Mecánica. Así hasta que les estallara la cabeza.
Rascayú, no sé si me respondías a mí, pero si es así, está claro que me explico fatal porque no me has entendido. Yo reniego del señorío y de Floren y Butragueño porque no rajan de los árbitros. Reniego de ellos porque están escondidos y no dan la cara por el Madrid.
Uxi, intentaba decir que estaba de acuerdo contigo pero no me he expresado bien y he olvidado lo difícil que es usar un tono irónico escribiendo.
Quería reflejar que Bernabéu hablaba, y mucho, de los árbitros cuando perjudicaban al RM. Según esto, para los ignorantes de nuestra historia SB era un perdedor de manual y no tenia nada de señorío, gracias a Dios.
Siento el malentendido.
Al final el que no lo pilló fui yo. Estamos en la misma onda.
Saludos