…y decidió qué era bueno y qué era malo, qué podía causar problemas y qué no, avisando de que un jugador celebre un gol con un baile puede traer “problemas”. Un jugador del Real Madrid, perdón, no cualquier jugador, el resto les pueden mear en la banda como les hizo Leandro el del Valencia.
Hay tres perfiles de futbolistas si analizamos tanto su comportamiento en el campo como fuera el del campo, lo que haré a continuación. Debo aclarar antes que no me refiero al jugador como persona, que no sé si son muy solidarios con el prójimo, si son buenos hijos o buenos padres o si son bomberos voluntarios en verano. Hablo del futbolista cuando lleva las botas puestas puestas y del futbolista en el pre y post partido. Ojalá baste esta explicación para evitar alguna demagogia.
Perfil número 1. Dentro de la élite, insisto, dentro la élite, hay jugadores que son grandes personas y no tan excepcionales futbolistas, por ejemplo Granero que tiene pinta de ser un tío estupendo pero quizá no para titular del Real Madrid. Odriozola podría ser otro ejemplo de ser humano excepcional, ni una queja ni una mala cara, solo educación y agradecimiento.
Perfil número 2. En el otro lado de la ecuación, podría estar Jordi Alba, un gran jugador de fútbol pero un mezquino como persona, sin tener que explicarme mucho más porque, si me estás leyendo, ya tienes Youtube para documentarte. Insisto que no sé Jordi Alba es una buena persona detrás de su personaje público pero este artículo no trata de esto.
Perfil número 3. El caso que nos ocupa en este perfil es Koke. Estamos hablando de un jugador mezquino en el cuerpo de un personaje público mezquino también. Además Koke sabe hacer “populismo” y para poder seguir chupando del bote rojiblanco necesita cada seis meses, más o menos, dedicar una lindeza al Real Madrid. Que cada año juegue peor, meta menos goles, robe menos balones y dé menos asistencias no ayuda, solo hace todo peor porque la espiral de populismos irá en aumento.
Cuando Koke iba a sustituir a Xavi en el Barca era el hijo que toda madre quiere tener, eran otro tiempos, el Atlético ganaba ligas y llegaba a finales de Champions. En ese momento Koke no hablaba o, mejor aún, hablaba en el campo, por ejemplo en aquel recital en el Camp Nou para ganar una liga en 2014. Ahora Koke lleva cinco años sin encontrarse con su afición salvo cuando habla de Real Madrid. Dejémosle, es el precio que pagamos por ser el equipo que más Ligas tiene y, sobre todo, más Champions. Bernabéu dixit.
Cervantes nunca escribió “ladran, luego cabalgamos”, quizá sí lo escribiera alguien del Madrid hace cincuenta años, en la otra ocasión que empezamos la temporada ganado ocho de ocho partidos.