Hoy lunes 7 de noviembre, a las 7 de la tarde, en la Fnac de Callao madrileña, se presenta oficialmente el libro madridista más heterodoxo y pinturero de los que últimamente ha facturado Córner, el sello de publicaciones deportivas que recientemente ha llevado al mercado joyas como “La Biblia Blanca” de los hermanos Del Riego o el celebrado “Que baje Dios y lo explique” de Ramón Álvarez de Mon.
Escrito a cuatro manos por Tomás Guasch y Antonio Pacheco, se trata de un recorrido desordenado, encantador y con frecuencia jocundo por aquellos episodios y aspectos de la historia del Real Madrid más cercanos a los afectos de ambos autores. Primorosamente presentado, “Zidanes y Cargoles” (que así se titula cachondamente el invento, no lo habíamos dicho aún) está ya a disposición del lector en las librerías físicas y químicas más reputadas del orbe.
Hablamos con Tomás Guasch, mitad más galernauta del dúo autoral, a fin de conocer más detalles, y por el camino nos solazamos e instruimos. Como por lo demás pasa siempre que uno habla con el maestro, colaborador de esta santa casa.
Tomás, el gran público no sabe que llegó a mis oídos la curiosidad, teñida de levísimo mosqueo, de Pep Cargol al encontrarse en el título de un nuevo libro. Y que yo te trasladé dicha curiosidad.
Así fue, e inmediatamente, claro, yo llamé a Cargol para aclararle que no había ninguna mala intención en el uso de su nombre para el título, sino sólo una utilización amable y desenfadada del mismo para darle una vuelta al famoso lema “Zidanes y Pavones”, a fin de dar entrada en la ecuación a los canastos. Un grande Pep Cargol, fue un jugador estupendo.
¿El título se te ocurrió a ti o a Antonio Pacheco?
A él, a él. Me dijo: ¿qué te parece? Le respondí: cojonudo, porque recoge el espíritu de lo que queremos hacer, esa dualidad por un lado entre fichajes galácticos y chicos más modestos, y por otra la dualidad fútbol-baloncesto.
¿Cómo surge la colaboración con Antonio Pacheco? No se había visto nada igual desde Santillana y Juanito. Suponemos que uno la prepara y el otro mete gol.
Pacheco llega a mí a través de la común amistad con Carlos Marañón (director de Cinemanía e hijo del mítico Rafa Marañón). Tenía grandes ideas para hacer un libro diferente sobre el Madrid, uno que además diera cabida al baloncesto, honrando historias de la sección que no son muy conocidas por el gran público, o que incluso nunca han sido contadas. Y eso ocurre tanto en baloncesto como en fútbol. Y decidimos distribuirnos el trabajo. Es una coña importante.
No nos podemos quedar solo en los 10 Mangamientos históricos sufridos por el Madrid en el verde o en el parqué, sino que hemos de incluir también los Mangamientos institucionales
El baloncesto tiene en el libro casi tanto peso como el fútbol. O al menos un 60-40.
Sí, algo así. Chato, es que son diez Copas de Europa. Los Sevillano, Emiliano, etc. de aquella época eran como los Santana o Ballesteros, auténticos héroes cuyas hazañas seguíamos con avidez por televisión.
Hay un capítulo precioso dedicado a George Karl, aunque yo sospecho que, de todos los apartados del libro, el que va a tener más éxito es el llamado Los Diez Mangamientos. Mangamientos. Con G.
Sí, sí, sí. Yo le dije a Pacheco: “No nos podemos quedar solo en los Mangamientos históricos sufridos por el Madrid en el verde o en el parqué, sino que hemos de incluir también los Mangamientos institucionales”. Me refiero, claro, a la coña del Premio Príncipe de Asturias. Que no se lo hayan dado aún al Madrid es absolutamente intolerable. Es el premio español por excelencia, el Madrid es una entidad española, el Madrid ha ganado Copas de Europa a porrón, ha pasado por su Centenario… ¿¿y no se lo das?? Pero si se lo han dado hasta a la selección de Brasil de 2002. Oiga, déselo por lo menos a la de Pelé. Pero al Madrid no. Acojonante, oiga.
En el libro cuentas que le expusiste tu pasmo al respecto al mismísimo Samaranch.
Le dije: “Yo conozco a dos miembros del Jurado que me contaron que, mientras siguieran siéndolo, el Madrid no va a ganar el Príncipe de Asturias”.
Yo conozco a dos miembros del Jurado que me contaron que, mientras siguieran siéndolo, el Madrid no va a ganar el Príncipe de Asturias
¿Quiénes eran? ¿Se puede saber?
No les vamos a dar bola porque lo negarán absolutamente.
Escohotado decía siempre que el Madrid es la empresa de más éxito de la historia de España. Aun así, no ha ganado el premio más importante de su propio país.
Claro que lo es, sin duda. Esto de no darle el Príncipe de Asturias es el Mangamiento de los Mangamientos.
En el libro luego hacéis un repaso de otros Mangamientos pero ya estrictamente deportivos. Os vais hasta el 61, con el célebre (pero no tan célebre como merece) Mangamiento contra el Barça, en Copa de Europa. Hasta Paco Gento, hombre enormemente comedido, me dijo: “No podían consentir que ganáramos seis Copas de Europa seguidas”.
Así fue. Aquellos dos árbitros ingleses. Es que es un Mangamiento doble, maestro. En la ida y en la vuelta. Lo de Aytekin y Obrevo fue en un solo partido, así que ninguno de estos dos principiantes puede competir con Mr. Ellis y Mr. Leafe. Penaltis no señalados, goles injustamente anulados… En el libro recordamos el absoluto consenso que sobre este punto existió en la prensa de la época, y te hablo de la prensa internacional, no de la prensa patria. Daily Express: “El Real se despide como el grande que nunca dejó de ser. Abatido por la coalición de la suerte y el arbitraje, todos los honores van para el vencido”. Seis veces ganando el mismo era demasiado. Así que asalto doble para asegurar.
Hay otro asalto doble, mucho tiempo después, aunque en este caso separado por un año de diferencia. También lo tratáis en el libro.
Los Tenerifes, claro. Vaya doble Mangamiento. En el primer Tenerife, se anula un gol a Milla por fuera de juego manifiestamente inexistente. Era el 1-3 y la Liga para el Madrid. “No, oiga, es que el Madrid podría…”, sí, podría pero no pudo. Y en el partido de un año después hay como mínimo un penalti flagrante sobre Zamorano.
Milla, precisamente, contó en El Larguero y confirmó a La Galerna que a él en el primer Tenerife le intentaron comprar para hacer que su equipo perdiera. Si se sabe que intentaron eso, ¿no hay que ser un poco ingenuos para creer que se quedaran ahí?
Todo el desarrollo de ese primer partido es para pensar mal. Maestro, es que hay que ver el partido. Que yo lo vi.
Don Santiago Bernabéu hizo muchas cosas que cabrearon a Franco. Otra cosa que contamos es que los Di Stéfano y compañía, en sus exitosos periplos europeos, llevaban cartas de familias a los exiliados
Otra cosa extraña fue el ambiente tan encendido contra los blancos. Sobre todo en el primer Tenerife, donde los locales no se jugaban nada.
Sí. Fue extraño y artificial, porque no había cuentas pendientes entre ambos equipos ni nada parecido. Esa saña contra los blancos era rara. Pero chico, no sé, habían hecho una gran campaña con Valdano y se ve que querían entrar en la historia. Fue un poco la locura del momento. Se pusieron cachondos. “Vamos a quitarles la Liga al Madrid”. Pero vamos, que con el gol mal anulado habría sido 1-3 y todo acabado. Fue un asalto muy bien perpetrado. Y luego los maletines, claro. Fernando Hierro contaba que su hermano Manolo, tras una comida familiar, un tiempo después de aquello, saca la cartera y dice: “Por favor, la cuenta para mí que paga el Barça”.
Paco González dijo en la Cope que él sabía que uno de los árbitros de Tenerife había sido comprado. Así, tal cual.
No recuerdo eso.
Sí, lo dijo. Fue inmediatamente reprendido por Manolo Lama y el tema se cortó. Pero decirlo lo dijo.
A ver. La sospecha general es que eso no era normal.
Cambiando de tercio totalmente, otro capítulo de “Zidanes y Cargoles” que me encanta es el del Madrid rojo. Cuenta cosas que la gente no sabe.
Claro. La gente no se hace a la idea de que el Madrid pierde la Guerra Civil. Como tantas otras instituciones de la capital que resistían el asedio, pierden la guerra cuando las tropas franquistas entran en la capital. Al expresidente del Madrid Sánchez Guerra le perdonan la vida los franquistas, pero acaba en prisión largo tiempo. Peor suerte corre su sucesor, el coronel Ortega, que es fusilado.
Coronel que, por cierto, no está reconocido oficialmente por el club, puesto que este estaba incautado por el ejército republicano.
Y en eso creo que el Madrid hace mal. Debería estar reconocido. Era el que había. No podía haber elecciones ni nada similar. Le tocó a Ortega, que era rojo como podía ser azul o lo que fuese. Madridistas todos, eso es lo que cuenta.
Que digan que Franco era merengue es ridículo. Con Franco el Madrid no gana la Liga hasta el 53, “curiosamente” cuando llega Di Stéfano. Del 39 al 53 cero Ligas. Caramba con el madridismo del caudillo. Franco estaba pescando salmones. Para el antimadridismo, fue más peligroso Di Stéfano que Franco
Has mencionado a Sánchez Guerra, presidente merengue que después de ir a la cárcel, condenado por el franquismo, acaba sus días como monje de clausura, en un convento.
Eso. En el libro contamos que la plantilla le fue a ver, con Bernabéu al frente, lo que enfadó mucho al caudillo. Don Santiago hizo muchas cosas que cabrearon a Franco. Otra cosa que contamos es que los Di Stéfano y compañía, en sus exitosos periplos europeos, llevaban cartas de familias a los exiliados. El Madrid tenía valija diplomática.
El Madrid convivió con el franquismo, como tuvieron que hacer todos los demás, pero no era precisamente franquista.
Eso es. Y recuerda las recalificaciones de los terrenos culés, que hicieron que el Barcelona condecorara tres veces al generalísimo. Te leo lo que ponemos en la entradilla. “El Madrid ganó más Ligas que el Barça durante la Segunda República. El Barça es el equipo que más Copas ganó con Franco en el poder, pero ninguna durante la Segunda República. ¿Fue el Madrid el equipo del régimen y también el de la Segunda República? Qué risa”. Que digan que Franco era merengue es ridículo. Con Franco el Madrid no gana la Liga hasta el 53, “curiosamente” cuando llega Di Stéfano. Del 39 al 53 cero Ligas. Caramba con el madridismo del caudillo. Franco estaba pescando salmones. Para el antimadridismo, fue más peligroso Di Stéfano que Franco.
De hecho, en el libro recordáis también lo que tantas veces dijo Peces Barba, es decir, que el franquismo estuvo cerca de disolver el Real Madrid. Era visto como un nido de rojos.
Bernabéu o Florentino. ¿Cuál de los dos presidentes ha sido más importante para el Real Madrid?
Ahora mismo hay casi un empate. La historia del club no se puede entender sin D. Santiago, pero lo de Florentino, en particular en la segunda etapa, es apoteósico. También es que son épocas muy diferentes. Lo que hace Bernabéu, reflotando al Madrid en una España devastada por la guerra, es impresionante. La visión del estadio nuevo. Pero lo de ahora, afrontando la enorme dificultad de los clubes estado, no se queda atrás. Cada vez que se habla de Mbappé se agiganta más la imagen del Madrid y de Florentino. De repente se sabe lo que cobra en el PSG, las cifras por las que rompió su acuerdo con los de Chamartín, y dices: “es de coña, peleando contra este poder económico el Madrid gana la Catorce”. El reto es el postflorentinismo.
El reto es el postflorentinismo. Lo que espero es que haya continuismo. El modelo de gestión seguro ha sido de un éxito incontestable. El que siga que copie. Usted le pone su sello y tal, pero copie
¿Y qué ocurrirá en ese momento?
Lo que espero es que haya continuismo. No me inventen cosas raras. El modelo de gestión seguro ha sido de un éxito incontestable. Lo más fácil de este mundo es copiar. El que siga que copie. Usted le pone su sello y tal, pero copie. Hace usted unas lavadoras estupendas. ¿Funcionan? Perfectamente. ¿Lavan? Cojonudamente. Pues no sea original, no me haga lavadoras que también son cafeteras porque la vamos a jorobar.
¿Y del Barça qué va a ser?
El Barça tiene un problema que es el Madrid. Todos sus problemas vienen de que tiene que intentar igualarlo. Maragall dijo que Cataluña tiene un problema que es el 3%. Bueno, pues el Madrid es el 3% del Barça.
Un último mensaje para el lector potencial del libro, Tomás. ¿Qué va a encontrar en “Zidanes y Cargoles”?
Lo que nos va llegando de quienes lo leen es que lo han pasado bien recordando historias. Parece que esta visión desenfadada e irónica del Madrid, que no tiene por qué ser la buena pero es la nuestra, está triunfando.
Entrevista: Jesús Bengoechea.
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