Las leyendas también se constipan. Lo que las distingue en esos trances de los comunes mortales es que, en la mejor onda de las grandes remontadas ochenteras, y muy lejos de amedrentarse, se crecen en la adversidad y encierran a la gripe en su área con cuatro insultos y el primer balonazo resonando contra la valla de publicidad. Estamos en una cafetería de La Moraleja con Carlos Alonso Santillana, hoy, concretamente hoy, un mito febril que no por ello pierde la afabilidad. Le decimos que si quiere lo dejamos para otro día pero en el fondo, íntimamente, suplicamos a la Diosa Fortuna que nuestros minutos sean molto longos, como dijo aquel amigo suyo, merced a la determinación propia de las grandes gestas. No nos defrauda, hasta el punto de que la entrevista dará al final para dos entregas. No nos defrauda ni aun cuando no nos privamos de empezar con la consabida tortura del once histórico del Madrid.
P: ¿Te atreves?
R: Es muy complicado. Cada época es diferente. Yo tengo un once mitificado, que es el del Madrid que ganó las cinco Copas de Europa seguidas. Bueno, es el Madrid que me emocionó cuando era niño, el que más recuerdo. (Empieza a poner los nombres sobre el folio, como marca la tradición galernauta). Araquistáin (posteriormente nos llamará para subsanar el error, el portero es Vicente), Marquitos, Santamaría, Pachín, Muñoz, Zárraga, Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskás y Gento.
P: ¿Y qué entrenador pondrías aquí?
R: ¿Entrenador? Hombre, de los entrenadores que he tenido me quedo con dos: Miguel Muñoz y Boškov. Miguel Muñoz porque fue quien me dio la oportunidad de jugar en el Real Madrid. Y luego Boškov, que nos impresionó mucho con su método de entrenamiento, su forma de concebir el fútbol, y la verdad es que le tenemos todos mucho cariño. A cualquiera que preguntes, Vicente del Bosque, Camacho, yo mismo, cualquiera te dirá lo mismo.
P: Ya que hablamos de entrenadores y entrando en la actualidad. Zidane. La espontaneidad y la libertad al jugador frente al tacticismo de Benítez. ¿Saldrá bien?
R: Cuando llega un entrenador nuevo es un estímulo para todos, ¿no? Los que son titulares quieren demostrar que lo son por buenas razones; y los que habitualmente no juegan quieren demostrarle al nuevo entrenador que tiene que contar con ellos. Todo el mundo quiere ser el mejor, todo el mundo quiere ser titular. Y eso para el entrenador es fundamental, porque así tiene a todos los jugadores unidos y motivados. (Nota: la entrevista se realiza antes del partido contra el Atlético de Madrid).
P: ¿Qué piensas que ocurrió con Benítez?
R: No sé si hubo problemas en el vestuario o no, no sé qué fue lo que pasó. Parece ser que hubo algunos problemas de comprensión del mensaje del entrenador por parte de los jugadores. Llevar una plantilla como la del Real Madrid no es nada fácil. Y supongo yo que eso, unido a que no se hacía el fútbol que había que hacer, o mejor, no se hacía el fútbol que todos los aficionados esperaban, hizo que se creara en cada partido un ambiente en el Bernabéu en contra de Benítez e incluso en contra de Florentino. Y luego este año han ocurrido cosas que no eran normales como la eliminación de la Copa del Rey, una serie de cosas que encima han perjudicado más aún. Y por último, hay que reconocerlo: el Barcelona está siendo en los últimos años el equipo donde todo el mundo se mira, está ganando más títulos que nadie… Eso, para un madridista, es decir, la combinación de la mala marcha del equipo con el hecho de que el Barcelona gane todo, produce el que se haga una bola y todo el ambiente vaya en contra de lo que es el Madrid.
P: Pero qué es lo que está ocurriendo en este Madrid. ¿Son los cambios sucesivos de entrenadores, son los jugadores? ¿Cómo lo ves?
R: La filosofía de Florentino ha sido siempre la de traer a los mejores al Madrid. El Madrid necesita, lógicamente, jugadores de ese nivel, de un nivel muy alto; porque el Madrid tiene un prestigio muy grande, tiene que cobrar mucho dinero por los partidos, sea un amistoso o no amistoso, etcétera; y eso es importante. Pero de cara a la regularidad y al futuro lo más importante es hacer un buen equipo de fútbol. Traer a los mejores jugadores del mundo está muy bien, pero eso no te da necesariamente la opción de ser el mejor equipo, porque luego hay que encajar las piezas, cada una en su sitio. Y muchas veces, como decía Di Stéfano –y además tenía mucha razón- cuando se hace una casa, se hace con un arquitecto, pero es necesaria también la presencia de muchos aparejadores, peones, capataces, etcétera. De igual forma, en el fútbol, debes tener estrellas, tienes que tener jugadores muy buenos que den prestigio al club y que te den imagen; pero al final no puedes tener tantas estrellas porque luego hay que correr, hay que luchar, tiene que haber jugadores de todo tipo, ¿no? Si todos son arquitectos, todos son lo mismo. Tiene que haber jugadores que no sean tan buenos técnicamente, pero que corran, que luchen, que roben balones. Y tiene que haber jugadores que marquen bien, que sean perros marcando al hombre, etcétera. El jugar en equipo es eso. Creo que el Barcelona, en los últimos años, lo han entendido bastante bien, han ido fichando de acuerdo con las necesidades que más o menos tenían. Y nosotros, a lo mejor, hemos ido fichando grandísimos jugadores pero que no te dan la seguridad, cien por cien, de que el equipo vaya a ser el mejor, precisamente por las razones que daba Di Stéfano.
P: ¿Crees que puede faltar un cierto sentido de pertenencia en la plantilla, como el que en tu época teníais vosotros? Se decía que Juanito, Camacho o tú eráis los guardianes de la esencia del madridismo, y que la supisteis transmitir a la Quinta del Buitre. ¿Puede faltar eso ahora?
R: Hombre, yo te digo una cosa: en nuestra época era muy fácil hacer eso. ¿Por qué? Porque sólo había dos extranjeros y el resto éramos españoles. Los españoles éramos mayoría y llevábamos el peso del vestuario. Y a los extranjeros que llegaban enseguida los acogíamos. Entonces no había grandes problemas. ¿Cuál es el problema que hay ahora? Que ves una alineación y a lo mejor hay dos españoles y el resto son todos extranjeros. Entonces, claro, eso hace que cada uno sea de su padre y de su madre, cada uno tiene un idioma, otros tienen religiones diferentes, el fútbol lo ven de manera distinta. Porque, por ejemplo, un brasileño no entiende el fútbol como un francés; el concepto del fútbol de un brasileño no tiene nada que ver con el europeo. Entonces, ¿qué es lo que ocurre? Que ahora es muy difícil que esa idea de club se vaya transmitiendo de generación en generación. Hubo una época que sí, que era como tú me estás diciendo. Nosotros, en efecto, ayudamos a integrar a la Quinta del Buitre y a los extranjeros que llegaron, pero si miras a la historia ves que de ahí en adelante cada vez fue más difícil hacer eso. Fernando Hierro y Raúl han sido los últimos capitanes que de verdad han intentado integrar a las estrellas extranjeras que iban llegando. Con Iker Casillas al final también, pero mira las dificultades que tenía Iker Casillas para enderezar un momento duro. Cuando hay momentos difíciles en el equipo, los capitanes o el capitán del equipo –siempre, claro, con alguno más– son los que tienen que tirar del carro, explicar a la gente joven lo que es el club, lo que se espera de ellos, lo que se necesita. Eso posiblemente haya ocurrido hasta Iker Casillas. Pero luego ya es muy complicado.
P: En la última época de tu carrera supiste asumir un nuevo papel, algo más secundario pero básico en fechas muy señaladas como, por ejemplo, en las célebres remontadas en las Copas de la UEFA. Supiste dar ese paso, no atrás pero sí un poco hacia un lado, en el sentido de no poner ninguna complicación al entrenador por tu suplencia (pese a tu historia en el equipo) en aras de la paz en el vestuario.
R: Quería terminar mi carrera deportiva en el Madrid. Cuando vino Hugo Sánchez -te hablo de los tres últimos años de mi carrera-, tuve que aceptar la situación: tenía 33, y sabía que no podía pensar en ser titular del Madrid porque el club lógicamente iba buscando jugadores para el futuro, no jugadores para una temporada, ¿no? Entonces, ¿qué fue lo que me dije? Pues me dije: "Si yo quiero continuar aquí, en este equipo, durante dos o tres años más lo que tengo que hacer es adaptarme a la situación". Entonces me adapté, simplemente. Entrenaba todavía más que en la época en que era titular. Te exiges estar en las mejores condiciones para que cuando el entrenador crea conveniente echar mano de ti, tú no defraudes a nadie. Eso fue lo que hice y me costó mucho. Muchísimo. Porque qué era lo que pasaba: que yo, por ejemplo, entre semana jugaba porque Hugo Sánchez estaba lesionado, y a lo mejor era el héroe del partido: contra el Borussia, contra el Inter, contra no sé quién. Las grandes remontadas de los miércoles. ¡Pero luego, al domingo siguiente, y pese a haber sido el héroe, volvía al banquillo! Claro, para mí era muy difícil aceptar esa situación, pero la asumía porque mi objetivo era intentar terminar mi carrera en el Madrid a base de serle útil al club, y le era útil de este modo. Como te digo, entrenaba más duro que nunca. Porque, claro, de repente podía jugar de una semana a otra, o a lo mejor no.
P: No tenías ritmo de partidos.
R: No tenía ritmo de partido ni tenía ritmo de nada, y al final, claro, para mí era un problema. Y bueno, me salieron bien las cosas porque la suerte en la vida también es importante, ¿no? La suerte de llegar a esos partidos importantes en la Copa de Europa en los que, por lo que sea, Hugo Sánchez o Valdano no podían jugar, y tenía que jugar yo. Y en esos partidos importantes yo tenía la suerte de meter goles, de salvar las eliminatorias… Fueron partidos míticos que se han quedado ahí, en la historia del Madrid.
P: Y quizá por eso hay unanimidad en el respeto hacia tu figura, porque cuando estabas arriba del todo pues era fácil estar en el Real Madrid y ser del Real Madrid. Pero el saber tener esa generosidad de serle útil al club no estando en el papel que uno desea, pues yo creo que…
R: Hombre, yo sí que me doy mérito, ¿eh? Yo me doy mucho mérito por eso. Porque es muy difícil estar diecisiete temporadas como he estado yo jugando todas las temporadas, no jugando ya de titular las últimas pero siéndole útil también al club. Eso es muy difícil, ¿no?
P: ¿Y qué crees que está ocurriendo ahora con estos jugadores de esta época? ¿Es el entorno que de alguna manera hace que no acepten ese papel de suplencia? El entorno a nivel prensa, a nivel allegados, agentes... ¿O es el ego activado por la mitomanía que existe hoy en día, amparada a su vez por las redes sociales?
R: Hay aquí una cosa que es muy importante y que hay que tener presente. En primer lugar, cuando yo jugaba al fútbol yo sólo jugaba al fútbol. Es decir, yo era un deportista que tenía que intentar por mi imagen que tenía en el club ser un buen profesional en el campo y fuera del campo, porque me lo exigía el prestigio del club, la entidad, ¿no?
(Se interrumpe la entrevista porque se acerca a saludarle un hombre que estaba sentado en la mesa contigua, socio del Real Madrid desde hace más de 30 años y en cuyo móvil, según nos muestra mientras con gran devoción se dirige a él, tiene como imagen de un grupo de whatsapp una foto de un remate de Santillana a dos metros de altura. Es la célebre, inconcebible, legendaria foto:
P: Cuéntanos el momento.
R: Me acuerdo perfectamente de esa jugada, fue contra el Levski y dio en el palo, no metí gol. ¿Sabéis lo que pasó? Que salté más de lo que tenía que saltar; como yo no era muy alto, para intentar llegar a los balones tenía que anticiparme, adelantarme. Me elevé mucho, demasiado, y el balón venía más bajo; entonces, cuando yo ya estaba aquí arriba tuve que intentar agacharme para darle, todo esto en suspensión (hace un simulacro de la situación ante las risas de todos) y dio en el palo. Era la portería del fondo norte.
P: La gente se acuerda de los goles de cabeza pero con el pie también sabías darle.
R: De hecho, con el pie metí más. (Se despide del espontáneo, que luego se ha puesto en contacto con nosotros para identificarse como @maldavila, a quien agradecemos este gran momento). ¿Dónde estábamos?
P: En las posibles razones por las que el futbolista de esta época, a diferencia de ti en la tuya, no aceptan una posible suplencia.
R: Ah, bueno, sí. Lo que intentaba decir es que yo en esa época me dedicaba a jugar al fútbol y no había nada; no había redes sociales ni publicidad. Es decir, la publicidad no había llegado al mundo del fútbol, nosotros no hacíamos anuncios ni nada, ni en la Selección tampoco. No había llegado eso. Yo me dedicaba al fútbol y a mi vida privada con los amigos, mis hijos y tal. ¿Qué es lo que ocurre ahora? Que un jugador es una empresa. Me refiero a los de élite. Tienen sus ingresos, que dependen de su imagen, que depende de su titularidad. Y es más difícil concentrarse bien en las cosas: hoy me voy a Milán a grabar un spot, mañana me voy a tal y no sé qué. Porque eso ya a partir de la época de Beckham, en la época de Figo y toda esa gente fue cuando empezó… Tal vez empezara un poquito antes, pero ya a un nivel máximo se dio con los jugadores que llamaban galácticos. Entonces, los jugadores ya tenían compromisos y, claro, había veces que para un entrenador era complicado porque a lo mejor faltaban tres días a la semana porque tenían que ir a grabar un spot a Milán. Y, claro, el entrenador cogía y decía: “si este jugador se va tres días a Milán, yo el domingo no lo pongo”. “¿Cómo no vas a poner a Beckham´, tío? Hay que ponerlo, que ha costado no sé cuánto”. Al final, todas las presiones surgen porque cuando se fichan jugadores de esa magnitud tienen que estar en el campo de juego. Pero, claro, para un entrenador, en el tema deportivo, si le falta tres días y los demás están entrenando todos como locos… Viene de tres días fuera y yo como técnico no sé lo que ha hecho, si se ha ido allí o no y a qué se ha dedicado; y al final viene el domingo y exige jugar. Es muy difícil que haya una unión como la que había entre nosotros en nuestra época. Nosotros éramos casi todos españoles y nos dedicábamos exclusivamente al fútbol. Y cuando terminábamos de jugar, decía Juanito: “oye, que nos han invitado aquí o allá a tomar un aperitivo”, y ahí nos íbamos quince a tomar el aperitivo. O sea, esas cosas hoy parecen impensables, que salgan del entrenamiento y digan: “vale, que vamos a tomar una cerveza en un bar en el centro de Madrid”. Y nosotros íbamos casi todos los días a tomar el aperitivo juntos, unos cuantos, por lo menos ocho, o diez. Claro, no teníamos otros compromisos, que es al final lo que te quiero decir: no teníamos agente comercial, no teníamos secretaria, no teníamos nada. Entonces, todo eso hace que la persona cuando termina de entrenar y le dices “vamos a…”, está ocupada en otras cosas también. Nosotros no teníamos ninguna otra ocupación, solo era entrenar, dormir, descansar y entrenar; jugar, dormir, entrenar. Claro, ese tipo de cosas hace también que a veces la cabeza o la mente se te desvíe a otros temas. Pero yo siempre considero que el jugador que está en el Real Madrid siempre quiere lo mejor para el Madrid y quiere lo mejor para él, porque lógicamente lo que desea es ser el mejor en cada partido, no quiere que todo esto le influya. Pero que habrá cosas que influyan, pues seguramente, ¿no?
P: Acláranos una duda, porque hemos entrevistado a Ricardo Gallego y a San José. Y tenían unas versiones algo contradictorias de cómo preparabais esas grandes remontadas europeas. Gallego lo que nos contó es que, en el partido de liga anterior a la misma, vuestro empeño era replicar el resultado que necesitabais para la remontada de turno.
R: Sí.
P: Mientras que San José nos quitó parte de esa liturgia, no sé si…
R: ¿Por qué? ¿Por qué?
P: San José decía que no era tanto así, que no ensayabais las jugadas en el partido anterior. Entonces, tenemos esa duda.
R: ¿Pero que no ensayábamos qué?
P: Si teníais por ejemplo el partido contra el Inter de Milán, y el domingo anterior jugabais contra el Oviedo, y necesitabais un 3-0 contra el Inter, pues salíais al Bernabéu a meterle 3-0 al Oviedo y ensayando lo que pretendíais hacer en Europa. "Vamos a intentar ganar 3-0 el domingo como modo de ensayo para el miércoles siguiente".
R: Uhmmm… A ver, yo eso no lo recuerdo tal cual. No recuerdo que fuera eso. Yo lo que sí sé es que el partido de vuelta empezaba cuando terminaba el partido de ida. Para nosotros, digo, mentalmente. Por ejemplo, la frase esa de Juanito que ha sido muy famosa: Noventa minuti en el Bernabéu son molto longos. La historia es la siguiente. Nos habían ganado 3-1 los del Inter. Y el camino desde el campo hasta el vestuario era muy largo; ponían como un túnel de estos de lona, íbamos pero sin exagerar unos 150 metros o así, ¿no? Íbamos andando, ellos por un lado y nosotros por otro. Claro, cuando ellos nos ganaron ese partido 3-1 todos venían: ¡les ganamos! Todos muy contentos, celebrando. Entonces, Juanito se volvió hacia… no me acuerdo quién fue, si Altobelli o Bergomi, uno de estos; y se volvió para decirles: sí, reíd, reíd, que 90 minutos en el Bernabéu son muy largos, os vais a enterar. Salíamos sabiendo que habíamos jugado muy mal, que esos que jugaron ese partido no éramos nosotros y que nosotros en el Bernabéu dábamos la vuelta a lo que habíamos demostrado ese día, ¿no? Entonces, analizábamos un poco el equipo y decíamos: "Joder, podemos, tío, si nosotros jugamos como sabemos en el Bernabéu, jugando por las bandas con Gordillo y Míchel, con Valdano y yo para rematar de cabeza, el Buitre allí haciendo paredes, buscando penaltis… yo creo que lo podemos hacer, que lo podemos intentar; es muy difícil, pero se puede intentar y se puede hacer". Entonces, ¿qué era lo más importante? Que nosotros desde el momento en que terminaba el partido allí creíamos en ello, o sea, creíamos que se podía hacer. Nos tenía que acompañar la fortuna, claro. En fútbol, si te meten un gol nada más empezar, ya se acabó. Nos tenía que acompañar algo la suerte, pero por nosotros no iba a quedar. Lo que sí entrenábamos antes era la presión, es decir, nosotros sabíamos que teníamos que jugar contra el Inter y contra el reloj, porque, claro, si hay que meter tres o cuatro o cinco goles a equipos como Anderlecht o Borussia… Había que robarle tiempo al tiempo. Entonces, ¿qué hacíamos? Pues crear presión, al árbitro, al equipo contrario, no dejándoles salir jugando de atrás. ¡Eso suponía un esfuerzo enorme! Porque, claro, eso puedes aguantarlo sesenta minutos, setenta minutos, ¿pero noventa? Te meten un gol y se acabó. Y luego, en la semana del partido, la mentalización que teníamos en el hotel, en los entrenamientos, era tremenda. En el hotel nos comíamos el coco de una manera brutal, hacíamos reuniones los jugadores solos, sin el entrenador…
Jugábamos contra el Inter de Milan y contra el reloj
P: ¿Os concentrabais aunque jugarais en el Bernabéu?
R: Sí, nosotros nos concentrábamos el lunes para jugar el miércoles.
P: ¡Como ahora! [Risas de todos].
R: Y en otra época un poco anterior, nos concentrábamos los viernes para jugar los domingos. Lo cual significaba que yo estaba en mi casa únicamente la noche de los jueves.
P: Contra lo que se dice ahora, que están todo el rato viajando y tal. Vosotros sí que estabais siempre fuera.
R: Yo estaba un día a la semana en casa, los jueves. Mi mujer, la pobre, con los niños, con todo. Una santa.
P: Me imagino que podrías elegir muchos, ¿pero qué título es el que mejor te ha sabido por lo que costó conseguirlo?
R: Hombre, para mí fue muy bonito el primer año que llegué, que ganamos el título de Liga. Yo tenía 19 años. Porque ahora muchas veces se dice: es un chico muy joven, tiene 23. Con 23 yo ya era campeón de Liga cuatro veces. Debuté con 18, pero a lo largo de la temporada ya hice 19, y terminé la temporada con 19 años. Y, claro, llegar al Madrid, que es la ilusión de tu vida, tu sueño cumplido de niño y ser campeón de Liga… No fui el máximo goleador del equipo, porque me ganó Pirri. ¡Y Pirri era central! Me parece que el primer año metí 10 goles, nada más. Y Pirri metió 12, o algo así; porque en aquella época no era fácil. No es como ahora, que se meten muchos goles. En aquella época era muy complicado: los campos llenos de barro, de agua, sin comodidades…
Me decían: <<Carlos, tienes que jugar como sea. Cojo,andando, como sea. Pero tienes que jugar>>.
P: Menos cámaras y más patadas, seguramente.
R: Eso también. Pero decíamos que el primer título de Liga con 19 años fue uno de los que más ilusión me hicieron porque, joder, llegar con 19 años, ser campeón de Liga en el Bernabéu… Además, en aquella época se permitía que la gente saltara al campo. Y saltaban al campo y levantaban a todos los jugadores, pero a mí en especial porque era un chavalín; y nos llevaban así en hombros, como a los toreros, por todo el campo. Bueno, para mí eso era… era… fue una experiencia única. Aunque todos los títulos son muy importantes y bonitos: la UEFA, las Ligas y tal. Yo gané nueve veces la Liga. Pero hubo una final de Copa del Rey frente al Barcelona, en el Manzanares. Nos habían ganado 0-5 en Liga, imagínate. Ganamos 4-0. Pues de alguna manera fue la revancha… Esa Copa nos hizo ilusión porque nos habían dañado enormemente en nuestro ego con el 0-5, y fue muy emotiva. Y luego, en general, pues todas las Ligas. Y las Copas de la UEFA fueron muy bonitas; esos partidos contra el Borussia, el Inter, el Anderlecht...
P: La bestia negra del Inter, te decían.
R: Sí, pero éramos muy amigos. Desde el 81, cuando llegamos a la final de la Copa de Europa después de eliminarlos a ellos en semis, nos fueron tocando en dos o tres años en eliminatorias de Copas de la UEFA y siempre les ganábamos. Y, mira, ya éramos amigos de todos: de Altobelli, de Bergomi, de todos. Como nos veíamos siempre en Italia y aquí, pues teníamos una relación fantástica, de verdad.
P: Y el entrenador del Inter de ese entonces, Castagner, dijo que solo podrían ganarle al Real Madrid cuando tú te jubilaras [Risas de todos].
R: ¡Ah, sí, sí! Bueno, a veces no sabes por qué, pero estas cosas pasan. Es decir, hay equipos que se te dan muy bien, y no sabes por qué. Y hay equipos que son inferiores a ti pero... Íbamos siempre al campo del Osasuna y no ganábamos nunca. Y, sin embargo, vas a campos de equipos mejores y ganas, el Valencia, por ejemplo. Es como una cosa que está ahí en el subconsciente y dices: joder, no sé qué pasa que nunca ganamos. Pues a mí me pasaba lo contrario cuando jugaba contra el Inter: que les ganaba. Mira, Camacho es muy legal, un fenómeno, un crack; y además tenía una mentalidad madridista igual que Juanito. Y Camacho me decía siempre antes de los partidos, en el hotel, venía por las habitaciones… yo estaba en mi cama el día antes del partido, a las once y media de la noche, las doce de la noche, leyendo o viendo un poco la televisión, y de repente abrían la puerta y veía que un tío se me tiraba encima: <<¡¡Charly, mañana los matamos, nos comemos a estos, le vas a meter tres goles a Zenga, venga y no sé qué!!>> [Risas de todos mientras imita a Camacho]. Me volvía loco Camacho por la noche antes del partido. Esto es muy importante porque, mirad, ahora que estamos aquí, yo tengo una anécdota muy bonita con Camacho y con Juanito: yo me lesioné antes de jugar con el Inter, una de estas eliminatorias. Diez o doce días antes me lesioné con el Español en casa, me dio un tirón, una rotura de fibra, me sacaron en camilla, no podía ni andar… Hugo Sánchez (posteriormente hemos comprobado que el que no podía jugar en esta ocasión era Valdano) estaba sancionado para el partido con el Inter, no podía jugar. Y yo tenía que recuperarme como fuera, con la ayuda de Pirri, que había estado en Estados Unidos estudiando medicina deportiva y había diseñado métodos para recuperar a la gente, sobre todo a la gente del baloncesto. Recuerdo ir a hacer lo que me mandaba el médico a la Ciudad Deportiva: onda corta, onda larga, no sé qué, donde tenía la rotura de fibra; lo que me mandara el club. Y por la noche me iba a casa de Pirri y allí me hacían un tratamiento con hierbas. Porque había un brujo que nos daba unas hierbas.
P: [Risas de todos].
R: En serio. Y el brujo y Pirri me ponían paños hirviendo… Yo tenía que estar moviendo una toalla. Y después de haberme puesto todos los trapos de agua caliente hasta que se enfriara el agua, él me ponía un emplaste de hierbas y me lo dejaba toda la noche para dormir. Y así un día y otro, y otro, y otro. Claro, llegaba a la hora del partido y yo sin entrenar ni un día, porque el Míster me decía: <<tú no hagas nada, Carlos, hasta el último día del partido, a ver qué pasa, a ver cómo estás>>. Y la noche antes del partido, Camacho y Juanito entraban en la habitación: <<Charly, tú mañana tienes que jugar. Cojo o como sea, pero tienes que jugar. No bajes nunca a recibir el balón, no vayas a romperte. Te necesitamos sólo para los últimos veinte metros>>. Y yo: <<Pero, joder, si no sé ni cómo estoy>>. ¡Porque yo no había entrenado ningún día!
P: No te habías probado.
R: Claro. Nada más había hecho los tratamientos, no me había probado.
P: Pero era la fe en ti que tenían.
R: Sí, la fe, eso era.
P: Pero ellos no sabían cómo estabas.
R: No sabían cómo estaba; el único que lo sabía era yo. Y tampoco. Hubo un momento en que viene Molowny y me dice: <<Charly, ¿cómo estás?>> Y yo le digo: <<Míster, no tengo ni puta idea. La pierna ha mejorado pero no he pegado ni un solo sprint para probarla>>.Y me dice: <<Pues sigue igual hasta el día del partido>>. Y yo caliento, poco a poco. Y recuerdo el día del partido: todo el partido sin hacer un sprint ni nada, iba al trote; como al trote cochinero, pum, pum, pum… Yo creo que lo de la hierba y eso funcionó, porque luego me daba masaje, me ponía la hierba, me volvía a dar fuerte. ¡Vamos, unas perrerías!
Hay un momento en que viene Molowny y me dice: <<Charly, ¿cómo estás?>>Y yo le digo: <<Míster, no tengo ni puta idea>>.
P: Y jugaste. Y remontasteis.
R: Esto es imposible hoy, o sea, no lo pensarías. El partido fue acojonante. Ganamos 3 – 1 en el tiempo reglamentario y nos fuimos a la prórroga. Y digo: <<Ya sólo me falta a mí, que estoy jugando lesionado, el llegar a una prórroga>>. Pero yo había visto en el partido que sin esprintar más o menos aguantaba. Yo sabía que si ensayaba un sprint me rompía. Llega la prórroga, nos dan los masajes y tal, y yo no podía más porque estaba sin entrenar 15 días desde que me había dado el tirón. ¡Y resulta que metí el cuarto y el quinto gol en la prórroga!
P: Increíble.
R: Luego, cuando pasa el tiempo, tú te acuerdas de eso, de que tus compañeros te decían <<Oye, te necesitamos, confiamos en ti, tío; tienes que ir como sea, cojo, andando, pero tienes que jugar>>, Claro, eso te da una motivación extra que no la tienes normalmente, porque tú dices: yo no puedo defraudar a esta gente.
(Fin de la primera parte)
Entrevista: Ramón Álvarez de Mon, Francis García Cedeño (DiosaMaracana)
Fotos: Pablo Estellés
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La entrevista está muy bien, ahora, eso de que fichar a los mejores no garantiza el mejor equipo...nos ha jodido mayo con las flores, nada te garantiza el mejor equipo, eso depende de mil factores, de los rivales, del entrenador, de la suerte (también arbitral), de las lesiones, etc etc. Lo que sí que es francamente improbable es que sin fichar a los mejores tengas el mejor equipo.
Si por eso el FCB está ganando... porque los que tiene no son de los mejores.
Lo que quiere decir es que hay q tener plantillas compensadas, no sólo lo más talentosos, porque tener a los mejores en todas las posiciones no te garantiza títulos, claro, y no tenerlos tampoco, es cierto. Pero lo q viene a decir es q hay otros tipos de jugadores muy necesarios, de los que se decía antes que se ponían el mono. Creo q a eso se refiere cuando dice que tener a los mejores no te garantiza títulos. Hay q tener también a jugadores comprometidos con el club, q aunque no sean los mejores del mundo te garantizan carácter, personalidad, lucha, es decir, de lo q carecemos ahora porque están las vedettes tan monas ellas y tan buenas y tan pagadas de sí mismas, y que venden tanto y que se les da tanta puta bola pero a la hora de currar pues casi q lo hagan otros que ellos están para empresas más elevadas. Por no hablar de los que no tienen mucha calidad pero les han creerse que sí. Estos son los peores de todos.
Se me olvidó decir lo más importante: un lujazo de entrevista. Yo admiré mucho a Santillana
Qué lujo de entrevista. Mi gran ídolo de su infancia, el tío que más me ha hecho disfrutar de mis colores, dejándose el alma en el campo... espero con ganas la segunda parte. Muchas gracias 😉
Santillana, Juanito, Camacho, Butragueño, Gordillo, Hugo Sánchez, Stielike...
Por Dios, qué lección de madridismo. En esos tiempos fue cuando de verdad empecé a amar al madridismo hasta el final de mis días.
Mirad la historia, jugadores actuales, y empapaos de heroísmo y del «bajar al barro» que tanto echo de menos y que siempre ha sido una de las virtudes diferenciales de nuestro Real.
Buenos días, hoy es un día grande, además de ser viernes hoy se recuerdan muchas cosa gloriosas, muchos recuerdos de niñez y juventud me vienen a mi memoria, pero vamos por partes, lo primero, enhorabuena a La Galerna por este entreviston, y por supuesto a Don Carlos por facilitarla y a ambos por hacernos más cercano el vestuario que vivió en aquellos años y compartir con nosotros su experiencia.
Cuando se da la situación de hoy en el que la entrevista se publica en varias fases, se corre el riesgo de que al hacer un comentario al publicar la primera, adelantarte a lo que puede contener la segunda, tratare de no salirme de lo que contiene esta publicada hoy, espero que luego Hechi no me eches la bronca.
No estoy de acuerdo con D. Carlos cuando dice: “Creo que el Barcelona, en los últimos años, lo han entendido bastante bien, han ido fichando de acuerdo con las necesidades que más o menos tenían.” Porque se refiere en concreto a fichaje de jugadores estrella (de esos que en el símil arquitectónico se supone son los arquitectos) y no considero que el barsa tenga jugadores inferiores de ese perfil al Real Madrid, entre la BBC y la MSN hay la diferencia de matices que añada cada uno de los seguidores, son fantásticos jugadores se mire como se mire TODOS, otra cosa es la parte extradeportiva que cada uno de estos jugadores utilice y en esa parcela los culés nos ganan por goleada (ahí ya incluyo a TODOS los jugadores), es ahí donde establezco diferencias con Santillana – puede que sea por su formación madridista donde la queja está mal vista – pero hay muchos factores extradeportivos que están en nuestra contra y a favor de ellos que si te pones a analizarlas suponen una barrera excesivamente grande. Solamente en esta liga – ayer mismo se vio en el partido Rayo-Barsa – están recibiendo ayudas descaradas e indefectiblemente en todos los partidos, cuando no es gol en fuera de juego a favor, es tarjeta roja al contrario o penalti dudoso o directamente inventado y raro es el partido en el que no se dan varios tipos de ayudas en el mismo, CUANDO NO TODAS COMO EL CITADO PARTIDO DEL RAYO. Ejemplos estadísticos generales (gracias Maketolari y Deckard1980rmcf).
Competiciones oficiales: 2003 hasta 2016
Real Madrid – expulsados propios 108
- Expulsados rivales 86 (saldo arbitral – 22)
Barsa – expulsados propios 71
- Expulsados rivales 132 (saldo arbitral + 61) Casi ná.
Ultima expulsión de un delantero del barsa 25-9-2010 Villa
Ultima expulsión de un medio del barsa 23-4-2012 Thiago
Temporada 2012-13 la última liga del Real Madrid
Barsa tarjetas rojas propias 8, tarjetas rojas a rivales 21 (saldo arbitral +13)
Aleti tarjetas rojas propias 15, tarjetas rojas a rivales 21 (saldo arbitral + 6)
Real Madrid rojas propias 14, tarjetas rojas a rivales 13 (saldo arbitral -1)
Liga temporadas 2003 a 2016:
RM 78 jugadores expulsados propios y 65 jugadores rivales (saldo arbitral -13)
Barsa 59 jugadores expulsados propios y 90 rivales expulsados (saldo arbitral + 31)
Por acercarnos un poco a la estadística más actual, el barsa esta temporada:
18 penaltis a favor, solo en liga 13.
10 goles ilegales.
9 rivales expulsados.
Datos más clarificadores, estadística sobre Rakitic:
En el Sevilla, 2010-2014 (117 partidos) 104 faltas 24 TA 2 TR
En el barsa, 2014-2016 (58 partidos) 46 faltas 3 TA 0 TR
Estadística sobre Alves:
En el Sevilla, 2002-2008 (175 partidos) 72 TA 6 TR
En el barsa, 2008-2016 (238 partidos) 62 TA 4 TR
Creo que tras esta exposición y siempre teniendo en cuenta el margen de flexibilidad en toda estadística (en todas, salvo en las del barsa, ya puedes hacerlas de una temporada o una década, en horizontal o en vertical, de equipo o por jugadores, te dará lo mismo, siempre le sale a favor) el resultado es abrumador y nos lleva a una invariable conclusión, a un único resultado, el barsa el mejor fichaje que realizó desde que el futbol es futbol es al presidente de la RFEF, el señor Villar, el acto más heroico que ha realizado en su pútrida historia fue romper la disciplina de voto de la asamblea de la LFP para ganarse sus favores durante décadas, la jugada de ajedrez más ejemplar ha sido siempre colocar a sus acólitos (ya sean ex directivos del club o en activo) en los despachos tanto de la RFEF como de UEFA, siempre ha sabido cobijarse bajo la sombra protectora del poder, se llame Franco o Zapatero, Mas o Roures, da igual, sus huestes siempre luchan como posesos porque todo Dios reme en la misma dirección y con un solo objetivo, la victoria al precio que sea y como sea (que se lo pregunten a Gaspart, que tras terminar su presidencia juró dedicar todos sus esfuerzos a perjudicar al Real Madrid, asi como suena y públicamente, en la actualidad y desde hace tiempo vicepresidente en la RFEF y en UEFA, blanco y en botella) . Y alguien cree que siquiera se sonrojan cuando sale a la luz toda la mierda que generan, para nada, para esta situación también tienen preparada estrategia, existe una corte de palmeros que siempre están al quite para transformar – en la mayoría de los casos de manera sonrojante – la auténtica realidad en falso postureo y que con la ayuda de comunicadores pasa en la mayoría de los casos como leve brisa lo que para muchos sería una autentica ciclogénesis contra el señorío. La mayoría de los palmeros que ayudan al barsa son ex jugadores, no han valido para otra cosa tras su despedida de los terrenos de juego y en los medios aparecen como eruditos estrategas del juego del balompié, lo que una temporada es arte sobando y sobando la pelota como billete de viaje a ninguna parte otra temporada se convierte en ………MAGIA cuando marcan goles como churros al contragolpe esperando el fallo del rival. Nosotros también tenemos ex que hablan en los medios, la diferencia es notable, a los nuestros nunca se les podría llamar palmeros, más bien lo contrario….. Por desgracia.
A usted Don Carlos tampoco podríamos pedirle que hiciera un análisis como el anterior al referirse al barsa, pero hombre, que alguien del club hiciera una breve y somera referencia a tanta desmesura no estaría mal, aunque fuera muy ligera. Puede que sea el haber mamado desde tan joven el madridismo y haber conocido a Don Santiago que le forjaran ese saber estar hasta en las malas. Fíjese si creo que se equivoca que cuando dice “Y luego este año han ocurrido cosas que no eran normales como la eliminación de la Copa del Rey, una serie de cosas que encima han perjudicado más aún.” Yo le preguntaría ¿Usted cree que esto le podría pasar al barsa? ¿Cree que por las mismas causas, aun sabiendo que han sido provocadas, se hubiera excluido al barsa de la copa? Imposible, si aun en circunstancias bastante peores no han cumplido sanción ninguna.
El barsa tiene una gran plantilla, sí, pero en una liga en la que en la última década – por ejemplo – se han ganado con una diferencia mínima de puntos, incluso algunas por gol average, la mínima ayuda puede resultar definitiva y el barsa no es que reciba ayudas mínimas, es que es todos, todos, todos los partidos indefectiblemente.
Por todo lo demás, una deliciosa entrevista que rezuma madridismo por todos los lados y plasmando perfectamente lo que era el club y el vestuario en aquellos tiempos. Por cierto, las reuniones tras entrenamientos tomando un aperitivo me trajo recuerdos de mi niñez, recuerdo que junto a la casa de mis padres, donde nací (entonces las madres podían elegir el lugar donde dar a luz y mi madre eligió su cama) había un lugar de frecuente reunión de jugadores del Real Madrid – algunas veces lo hacian junto con aletistas – estaba junto al barrio de Prosperidad y se llamaba El Rinconcito, lugar apartado y tranquilo donde (creo se llamaba Luis el dueño) se hacían las mejores gambas a la plancha del país, puede que esto fuese anterior a su llegada, puede ser, o igual sí conoció el lugar, en cualquier caso por este y otros motivos mencionados esta entrevista me lleno de felicidad.
Gracias La Galerna.
Gracias Hechi, Don Carlos y Ramón por este buen rato, esperando como agua de mayo la siguiente dosis.
Muchísimas gracias a todos vosotros. Para nosotros ha sido un auténtico privilegio poder pasar esas dos horas con Carlos y haceros llegar sus reflexiones y recuerdos. Todo un regalo del que disfrutamos todos.
yo destaco 3 cosas de la entrevista
1- el primer mensaje va dirigido sobretodo a Topillas, que en vez de aceptar la suplencia y entrenar el doble para quitarle el puesto a DIEGO LOPEZ, lo que hizo fue usar sus amigos de la prensa para que se lo cargue y asi no tener que machacarse en los entrenos y poder jugar por decreto, como ya sabeis no pisaba el gimnasio, no calentaba antes de los partidos y ponía cara de amargado en los entrenos o en el banquillo porque sabía que no iba a jugar... vago, mal compañero y chivato...etc nunca salió a dar la cara por DIEGO pitado injustamente en todos los campos
2- los jugadores hoy son empresas pero yo no creo que eso perturbe al futbolista demasiado y solo hay que mirar a GERARD PIQUÉ que dirige una empresa de hamburguesas, otra de video juegos a parte de jugar al futbol y hacer anuncios.
lo que realmente hace daño al futbolista es la prensa amiga que los ensalsa y ellos se creen dioses intocables y cuando no rinden en el campo no son concientes de su debacle por eso no se quieren apartar para dejar paso a otro, no aceptan la suplencia o simplemente tapan sus carencias señalando a otros como ha hecho Cristiano Penaldo despues del derby o el Topo el años pasado despues de un 4-0
3- si dice que Bekcham tenía que jugar por decreto es porque Camacho se lo habrá contado, pero no es nada que no se sepa, el Castor Perez con ganar la champions de Forbes y construir carreteras en otros países ya es feliz
En La Galerna aceptamos todos los puntos de vista. Acepte usted el mío si le digo que su punto 3 es un disparate descomunal que no cree, fuera del odio irracional, ni el más acérrimo detractor de Florentino.
Un cordial saludo.
Lo malo no son las sandeces que sueltan algunos, no.
Lo malo es la carencia total de fundamento lógico que las sostenga.
Don Carlos cae en un error muy típico de los ex-jugadores blancos, que es el de tratar de encontrar las causas del mal momento del equipo comparando la indiosincrasia de la época actual con la suya.
Anuncios hacen todos los equipos, extranjeros a cascoporro también, así como fichajes "para vender camisetas", y no me imagino ninguna plantilla de ningún equipo de primer nivel yendo de cañas a una terrazita en medio de una gran ciudad.
Me parece que leproblema del Madrid tiene bastante más que ver con el famoso "entorno" y no tanto con lo de fichar a mejores o peores jugadores.
P.D: Se puede tener calidad técnica Y sacrificarse por el equipo, que una cosa no quita la otra.