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Roncero: “A Florentino le pongo un 8’5” 

Roncero: “A Florentino le pongo un 8’5” 

Escrito por: La Galerna24 noviembre, 2020
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Como cantaba el incomparable Freddie Mercury en aquella canción celestial (hoy es el aniversario de su fallecimiento), el encuentro de La Galerna con Tomás Roncero estaba written in the stars. Tenía que suceder. Los milagros frágiles de la tecnología nos habilitan para una cuádruple conexión, con Jesús Bengoechea en Cardiff, Athos Dumas en la costa andaluza y el propio Roncero y Joe Llorente en diferentes puntos geográficos de la capital de España. Es la mañana posterior al 6-0 de la llamada Roja a Alemania, lo que sirve en bandeja la primera pregunta. 

 

Jesús Bengoechea: Te acabamos de leer en el As. Ayer España aplastó a Alemania y, en el fragor del júbilo, declaras en tu artículo: “Me gusta la Nations League”. Precisamente el otro día publicamos un artículo donde Lorenzo Sanz la llamaba “el torneo de la galleta”. ¿Te gusta la Nations League a pesar de que Sergio Ramos ha vuelto de ella lesionado, y descartado para no sabemos aún cuántos partidos absolutamente trascendentales del Madrid? 

Siempre que se produce una lesión de un jugador del Madrid fuera del Madrid da rabia. Si le pasa en el Madrid, que por lo menos es quien le paga, dices “gajes del oficio”. Pero lo de las selecciones al final es un peaje inevitable. Fíjate en Joe, aquí presente, cuantísimos partidos ha jugado con la selección española. La llamada de la patria (que en este caso es literal, porque vas a defender el orgullo nacional) es lo que tiene. Ha sido mala suerte. Sergio nos tiene mal acostumbrados porque casi nunca se lesiona. 

JB: Pero Tomás, tú mismo lo has dicho. Quien paga al jugador es el Madrid. ¿Por qué tiene que asumir el riesgo de perderlo, mandándolo a jugar con España partidos que no interesan a nadie, máxime en la era del Covid y con los riesgos de contagio (caso Jovic), sumados a los de lesiones como la de Sergio? 

Bueno, la Nations League es mejor que lo que había antes. Antes eran partidos, con todo el respeto, frente a países de tercer rango. Era insoportable. Ahora, como estamos en la categoría A, pues eso. Jugamos contra Alemania, Francia... Si es para jugar contra los buenos, no me importa. Esperemos que, con la fortaleza de Ramos, no sea una lesión importante. 

JB: De momento se pierde el Villarreal y el decisivo partido de Champions contra el Inter. No hay ninguna proporción entre la importancia de lo que ha jugado y la importancia de lo que se pierde. ¿No sería preferible, como sugieren algunos, que solo hubiera Eurocopas y Mundiales, y que las fases de acceso se disputarán en verano, todo seguido, al final de las temporadas previas a esos eventos? Si la fiesta la tienen que pagar los clubes, por lo menos que no arruine el desarrollo de las temporadas... 

Es complicado, porque los jugadores llegan desfondados al verano y sería difícil motivarles, sobre todo si han ganado algún campeonato. Esto lo he hablado yo con varios jugadores. Se desinflan. No desean más que coger la familia, coger los bártulos e irse a la playa a desconectar. Cambiar el chip después de una temporada tan exigente cuesta mucho.  Empezar la cuenta nueva y pedirles que la asuman frescos de mente, en ese momento es difícil. Lo que hay ahora es un encaje de bolillos, es verdad. Pero esta batalla va a existir siempre. 

“Soy iscomaníaco, pero reconozco que ahora lo que corresponde es decirle que tiene que ponerse en forma”

Joe Llorente: Tomás, yo te tengo que preguntar cómo te sentiste el día en que te sentaste en el banquillo, en Moscú, para dirigir a los veteranos del Madrid de baloncesto. 

Fue en el homenaje a Gomelsky. Qué te voy a decir. Es uno de los, digamos, tres mejores recuerdos de mi vida. Fue un sueño. Imagínate que eres un periodista deportivo y alguien te dice: “vas a entrenar a Joe Llorente, Romay, Biriukov, etc. en el pabellón del CSKA del ejército ruso”. Le habría dicho que dejara las drogas. Pero no. “Toma, Tomás, tu billete de avión para Moscú. Quedamos en Barajas y volvemos al cabo de seis días”. Fue un shock. ¿Te acuerdas de que en el pabellón ponían música de Julio Iglesias? El pabellón lleno. ¡Lo retransmitieron en directo por la televisión rusa! 

JLL: Así fue. Gomelsky era mucho Gomelsky. ¿Y cómo te sentiste como técnico por un día? 

Pues hombre, yo pedía tiempo muerto cuando vosotros me decíais que lo hiciera. (Risas). Yo me ponía ahí mientras hablabais, y al final decía “¡Vamos, chicos!”. ¡Mis instrucciones eran cojonudas! (Risas). Me sentía tan privilegiado... Era como si me hubiera colado en aquello. Estaba como en una nube.

JLL: ¿Y de la cena posterior qué me cuentas? 

Tremenda. ¿Te acuerdas del checheno aquel? Yo le animaba a brindar. “¡Raúl, Figo y Roberto Caaaaaarlos!” Y el tío brindaba, se tomaba el chupito y luego trituraba el vaso con los dientes. ¡Y se lo tragaba! Y me decía: “¿Tú no quieres?”, y yo “no, no, otro día”. Inolvidable. Os agradezco eternamente que contarais conmigo para eso.

JLL: ¿El artículo en el que lo contabas está disponible? 

Tiene que estar en el archivo de El Mundo. Es una pena que me lo cortaran tanto. Por falta de espacio, me dijeron. No recuerdo la fecha de publicación. Sí recuerdo, por la nieve que había en Moscú, que era invierno. Pero qué gran momento. El periodismo tiene momentos muy ingratos y otros que, en cambio, compensan con creces. 

JLL: Me han contado que de pequeño jugabas de portero pero luego empezaste a interesarte más por la canasta. ¿Por qué no confiesas ya que el baloncesto te gusta más que el fútbol? No tengas reparo porque es un signo de inteligencia. (Risas). 

El Madrid de las 4 Champions casi seguidas me ha rescatado para el fútbol, pero sí debo confesar que a partir de los 80, tras el descalabro del Mundial del 82, mi interés viró hacia el baloncesto. Yo lo pasé muy mal con el fracaso de aquel Mundial. Ten en cuenta que en el cole los compañeros me cogieron ojeriza porque los profesores me permitieron examinarme antes que los demás, en mayo. Alegué que en junio yo tenía que estar muy concentrado en el Mundial y que no podía estar pendiente de la lengua y la trigonometría. Me preparé en mi habitación un mural con rotring 0.2 y 0.8 para ir apuntando los resultados, con unas fichitas. Pero luego vino el batacazo y el baloncesto, que ya estaba en el mapa, por contraste empezó a interesarme más. Y ahí vino vuestra maravillosa plata en Los Ángeles, Joe, que tanto disfruté en la tele del pub El Molino de mi pueblo, a las tres o las cuatro de la mañana. 

JLL: Y además jugabas. ¿Por qué te llamaban Kurt Rambis? 

(Risas). Me ataba las gafas (que eran de medio culo de vaso, porque tenía muchas dioptrías) con una goma. Eso me daba cierto parecido con el jugador de los Lakers. Yo era poste bajo. Jugaba de pivot malo. Era malo pero voluntarioso. Pegaba buenos codazos, y cada vez que saltaba soltaba un grito como los que suelta Nadal en la cancha. Así impresionaba al rival. Una vez dijo uno: “Árbitro, o le pitas técnica a este tío o yo no vuelvo a jugar. No veas los sustos que me pega cada vez que voy a tirar a canasta”. Cogía bastantes rebotes pero canastas a lo mejor alguna de casualidad. No tenía muñeca. Pero bueno. 

JLL: ¿Es verdad que de adolescente ya empezaste a polemizar con amigos y familiares, como luego terminarías haciendo en la tele? 

Totalmente. Las polémicas en la familia estaban a la orden del día, porque tengo muchos primos del Atleti. Imagina lo que es dejarte el lomo vendimiando, de seis de la mañana a cinco de la tarde, mientras estos primos te machacan diciendo que el Madrid es una mierda. Y esto en medio del frío, del calor... “Las Copas de Europa, todas robadas”. Los típicos argumentos de los antis, que nunca han estado basados en hechos reales, se han creado su ficción como segundones o tercerones que es lo que son... Todas robadas, sí, no te jode, somos el atraco al tren de Glasgow. No lo sabían, ni yo tampoco, pero me estaban entrenando para lo que luego sería mi futuro profesional. 

JLL: También me han dicho que ya entonces, por las noches, escuchabas a García. 

Sí. Luego nos han separado muchas cosas, y ahora me pone a parir, lo cual me da igual porque cada uno que piense lo que quiera. Pero es él quien me inocula el veneno del periodismo. Me admiraba cómo lograba concitar ante el micrófono a los protagonistas de la noticia, en directo. Me empezaron a distanciar de él los palos que daba al Madrid, aunque luego me han contado que es madridista, pero a mí eso no me vale. Empezó a llamar a la Quinta del Buitre “las trillizas”, y todo porque no iban a hablar a su programa. A Ramón Mendoza también le sacudía a veces, casualmente cuando no le había dado una exclusiva. A mí ese periodismo basado en el chantaje nunca me ha parecido bien. “Si me das la exclusiva te trato bien y si no te mato”. Eso se decía literalmente en las emisoras. Me parece mezquino. 

JB: Eso que cuentas del pasado, Tomás, sigue completamente vigente en opinión de muchos. Se dice, por ejemplo, que la prensa trata mejor al jugador español que al extranjero precisamente porque el nacional da entrevistas, generalmente en los parones de selecciones, cosa que no sucede (o no tanto) con los extranjeros. 

Cada uno es de su padre y de su madre. Seguramente hay periodistas que sí permiten que una buena relación con un jugador u otro se filtre en sus informaciones y opiniones en relación a ese jugador. Por ejemplo, hay periodistas que suelen seguir a la selección, o al Madrid, o al Barça. Ahí se produce un contacto estrecho con los protagonistas, y no te voy a negar que hay compañeros que se pueden dejar influir por las filias que eso trae consigo. Hay gente que puede estar hipotecada por eso a la hora de opinar. 

“Hay periodistas que permiten que la filia derivada de su relación estrecha con un jugador, al que siguen con la selección o con su equipo, influya en sus informaciones o en su opinión”

JB: ¿Y en tu caso? 

Yo intento que no. De hecho, hace muchos años que dejé de hacer entrevistas. ¿Por qué? Porque soy muy opinativo, muy pasional. Prefiero no verme condicionado en mis opiniones. De hecho, a los jugadores con los que tengo trato personal les llama la atención que nunca los uso para enterarme de nada del equipo. No quiero que me vean como uno que está pensando “a ver qué saca de mí”, aunque respeto a los compañeros cuando consiguen grandes exclusivas gracias a hablar con futbolistas. A ese va a ser raro que le pegue un palo cuando juega mal, porque claro, está condicionado. 

JB: Eso viene a refrendar que a los españoles se les trata mediáticamente mejor, porque esos lazos se establecen más con españoles que con extranjeros, ¿o no? 

Bueno, en el caso de determinados jugadores extranjeros que no dominen bien el castellano, es más difícil que se establezcan ese tipo de conexiones, claro. Si viene en una burbuja alejada de ti... Es el caso de Bale. Antes de que me lo preguntes me adelanto yo. (Risas). En mi caso, que le he criticado con dureza, puede ser que si yo hubiera tenido un trato más cercano con él... A mí me habría gustado que, por lo menos al final de su carrera, hablara nuestro idioma. 

JB: O sea, que admites que le criticabas con dureza, futbolísticamente, porque no hablaba español... 

Ya sé que no le pagan para hablar español sino para que juegue bien, pero al final eso te acerca. Hace poco vi una entrevista a Kroos hablando en español y oye, gusta. Es un guiño a los aficionados. Así les conocemos mejor. Es bueno conocer a tus héroes. Yo podía haber estado cenando, estar Bale a mi espalda comiendo también, en conversación con sus amigos, y no haberme enterado porque no le conozco la voz. Y fíjate que el día que se presentó fue un caballero conmigo. Coincidimos y nos hicimos un selfie que tengo guardado. A nivel personal no tengo nada en contra de él, todo lo contrario. Pero es verdad que ese alejamiento... Y luego Jonathan Barnett... Siempre hablando con esa displicencia no solo de los periodistas españoles (eso va en nuestro pecunio), sino del propio club y de la afición. Seguramente Gareth ni compartía esos mensajes, pero tampoco le desmentía. A mí eso me alejó de él. 

“¿Fui duro con Bale? Ahí está la hemeroteca. Pero te juro que no fui caprichoso. si hubiera tenido un trato más cercano con él...”

JB: Aun reconociendo el mal que le ha podido hacer su entorno y el no hablar español, eso no debería haber afectado los juicios sobre su desempeño futbolístico. Ahora ya, con cierta perspectiva, ¿se fue demasiado severo con Bale, acaso tú también? 

El Madrid tiene una exigencia fanática que a veces puede conllevar cierta injusticia. Pero eso ha pasado siempre, en toda la historia del club. Hay jugadores grandiosos que fíjate cómo se fueron. Mira a Casillas, que ahora va a volver, pero que cuando se marchó estaba discutido por parte de la afición. Otro tanto pasó con Raúl, que es de lo más grande que hemos tenido. La exigencia que yo tenía con Bale es que a mí su primer año me resultó impresionante. Sus mejores goles tienen lugar ahí. El de Mestalla, un gol impresionante, yo estaba allí. Y el de Lisboa, que el empate lo había metido Ramos, pero el 2-1 en la prórroga había que meterlo. Y en el 18 está la chilena de Kiev, pero qué ocurre, que entre el 16 y el 18 si te acuerdas hay un... Bueno, está el penalti de Milán que tira cojo, en un alarde de grandeza y compromiso. Pero ahí claramente baja su rendimiento. Y no sé por qué se acomodó...

JB: Hombre, las lesiones no le ayudaron mucho...

Claro, las lesiones son un handicap, lo estamos viendo ahora con Hazard... Ahora mismo es una incógnita y no sabemos si veremos al del Chelsea. Las lesiones son el peor enemigo del deportista, ahí está Joe para corroborarlo. Pero bueno, la cosa es que todo puesto en la coctelera da como resultado un rendimiento bajo. Al final ya empezaron las declaraciones a favor del golf y en contra del fútbol. Te lo vendía como que esto del fútbol qué rollo. Y la gente decía “pero tío, si estás en el Real Madrid, eres un privilegiado”. Los mensajes no ayudaron. ¿Que fue recíproco? ¿Que fuimos duros con él? Sería absurdo negarlo, ahí está la hemeroteca. Pero yo en mi caso te juro que no fui caprichoso. Aunque no lo parezca, me duele mucho criticar a un jugador del Madrid. A mí me gusta decir que son la leche en bote. Pero me tengo que poner en el papel de la afición y criticarles cuando no se dejan la piel, aunque suene a tópico. La indolencia no la tolera el madridista. A veces me dicen “te has calentado, Roncero”. Pues sí, pero porque en ese momento expongo un sentir que sé que no es mío único sino de la afición. 

JB: En cierta ocasión, criticaste mucho a Bale por haberse lesionado jugando con su selección. Sinceramente, cuesta imaginarte criticando a un jugador español del Madrid porque se ha lesionado con España...

Me acuerdo. Te voy a decir lo que pasó. Dilató la recuperación de una lesión suya y no llegó a jugar ni un minuto con el Madrid antes de irse con su selección, donde en cambio sí forzó, y al forzar se lesionó. Me indignó no que se lesionara, porque eso es una desgracia, sino su falta de compromiso con el Madrid. Puedo entender, porque conozco el patriotismo de los galeses, que su prioridad fuera su país, pero la mía era el Real Madrid, y por eso me reafirmo en todo lo que dije en su momento. Pero bueno. A ver si el chaval triunfa en el Tottenham, entre otras cosas porque le queda un año de contrato, sigue siendo patrimonio del Madrid. 

Athos Dumas: ¿Qué posibilidades tenemos de lograr algún título esta temporada, Tomás? 

El Madrid puede tocar pelo incluso en las temporadas en que parecen que van a pintar bastos. Fíjate lo mal que pintaba el año pasado y acabamos ganando la Liga y la Supercopa, dos de los cuatro títulos en juego. Pero nuestra historia nos pone el listón tan alto que parece un fracaso. Cuando quedemos eliminados en Octavos de Champions y el madridismo no se queje, ahí sí que habrá comenzado nuestra decadencia. Pero yo estoy convencido de que nunca aceptaremos con naturalidad esas cosas. 

“Si el Madrid compite estaremos a su lado, incluso si es en la Europa League”

AD: Pero mójate, ¿ganaremos algo o no? 

Creo que la Liga la podemos ganar. No estamos muy bien, pero nadie está bien. Mira el Barça. Lo de Messi va a explotar. Puso un burofax y no quiere estar ahí. El Madrid tiene un buen fondo de armario, una plantilla profunda. 

AD: ¿Y la Champions? Un colaborador nuestro, Rafa Moreno, dice: “Yo sé que este Madrid no puede ganar la Champions, pero también sé que el Madrid es el único que puede ganar la Champions no pudiendo”. 

Me gusta. Felicitad a Rafa de mi parte. Me parece una frase superingeniosa. Tenemos que pasar primero la fase de grupos, no hacerlo con el equipo que tenemos, sería.. pufff. Y no por jugar la Europa League, que sí tenemos que jugarla se juega y ya está, ya disfrutamos las UEFAs de los 80. Si el Madrid compite hay que estar a su lado, y si hay que jugar la Europa League se juega. Pero prefiero no pensarlo. Hay que pasar la fase de grupos y llegar a Octavos confiando en que hayamos aprendido las dos últimas lecciones y no volvamos a caer a esa altura. De ahí en adelante puede pasar cualquier cosa. Y tenemos un buen equipo. Ya sin Cristiano, que ha sido nuestra arma, pero aun así con un muy buen equipo que puede competir. Igual no estamos en la quiniela, pero si hay un equipo que puede romper los pronósticos es el Madrid. Si pasamos de Octavos, sembraremos el pánico en la competición. 

AD: ¿A pesar del lamentable estado físico de algunos jugadores, como Isco? 

Yo soy iscómano. Estoy enamorado de su talento, pero es verdad que lleva un año y medio en un bajón alarmante. La manera de ayudarle es decir: “Isco, te hemos visto y tú eres mucho mejor que esto”. Hay que exigirle que se ponga en forma. ¿Os acordáis de su nivel en aquel España-Italia? Era de Balón de Oro. ¡Cómo jugó! Y no hace tantos años, así que a Isco se le debe exigir. Al voluntarioso solo le pido que ponga eso, voluntad. Pero al que tiene talento hay que reclamarle mucho más. Y a Isco le llaman Magia. 

JB: El As, diario del que eres subdirector, es generalmente percibido como afín al Madrid pero poco afín a su cúpula directiva. Sin embargo, Roncero es percibido como la cara amable también hacia el club... 

Florentino y yo hemos estado fenomenal y ahora un poco así así. Pero en realidad yo no suelo opinar sobre él. Yo miro el circo y hablo de los gladiadores y de las fieras. Del César que está en el palco no suelo ocuparme. 

JB: As se ha mofado de las obras del Bernabéu. “Tuneado”. “Lata de sardinas”. Aunque no te ocupes del César, seguramente tienes una opinión personal sobre las obras del coliseo. 

Va ser una locura, una maravilla. Va a quedar fenomenal. Me dicen: “pero va a ser muy caro, Tomás”.  Y yo digo que si nos va a quedar un estadio del siglo XXIII que lo disfrutemos. En lo que incido es en que esto no haga que nos debilitemos deportivamente. D. Santiago hizo el estadio, una obra sin precedentes en su momento, y durante unos años después no ganamos nada porque los esfuerzos se habían centrado en las obras. 

JB: Exacto. Y la perspectiva histórica permite ser comprensivo con el hecho de que no se ganara casi nada en esas temporadas. ¿No habría que serlo también si no se gana mucho en estas? Porque esta obra es tan descomunal como aquella, y ahora estamos con la crisis del Covid... 

Pero en aquellos años la penuria económica era salvaje. El Madrid era un club pobre, como lo eran todos. Bernabéu era un genio que logró involucrar a los socios en la financiación del recinto a través de la emisión de bonos. Ahora, gracias a la gran gestión económica de Florentino Pérez, el Madrid es un club rico, lo dice Forbes. No digo que hagamos cinco fichajes, pero seguramente tenemos músculo financiero para fichar a Mbappé. Otros tienen telarañas en la caja. Nosotros no. Por eso digo que es compatible. 

JB: Hombre, el Covid ha hecho caer los ingresos del club cerca de un 30%... 

Florentino mismo me dijo, tras encontrarse la caja maltrecha al llegar por primera vez a la presidencia, que una vez fichado Figo iba a por Zidane. Y yo: “¿pero con el poco dinero que tenemos?” Y él: “pero estos fichajes revertirán en la caja. Con lo que nunca saldré de la ruina es si ficho medianías”. Lo de los Galácticos, la ópera prima del presidente, fue inigualable, impresionante. Por esa perspectiva que me dio el propio Florentino es por lo que digo que ahora no nos podemos arrugar.

JB: Tampoco el mercado era el mismo en el 2000. No sé si te han preguntado esto alguna vez, pero ¿tú qué nota le pones a Florentino Pérez? 

Un 8’5. Y seguro que sube a un 9 cuando esté acabado ese gran estadio. 

 

Entrevista: Jesús Bengoechea, Joe Llorente, Athos Dumas

 

 

 

 

 

 

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En el hecho de que @AthosDumasE llame a la que muchos llaman "Selección Nacional" la "selección de la @rfef" encontraréis pistas de por qué no la apoya.

La explicación completa, aquí

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Tal día como hoy, pero de 1962, Amancio rubricaba su contrato como jugador del Real Madrid.

@albertocosin no estaba allí, pero te va a hacer sentir que tú sí estabas.

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