Nos reunimos con Raquel Martos en uno de los restaurantes del Santiago Bernabéu. La entrevista se va a desarrollar, por tanto, en el mismísimo escenario de nuestros sueños y desvelos, lo que a la magia intrínseca al momento va a unirse un efecto extraño pero (esperamos) seductor para el lector: cada vez que leáis la palabra "aquí", sabed que nos referimos al Templo. Es donde estamos.
Periodista, guionista y por supuesto madridista, amén de otras cosas ajenas al sufijo pero no menos interesantes: colabora con Julia Otero en "Julia en la onda", además de ser presentadora y autora de libros como "Los besos no se gastan" o "No pasa nada, y si pasa se le saluda". Tiene una simpatía arrolladora y, como veréis, considera que la suerte del Madrid depende del grado de concentración que ella tenga mientras ve el partido por la televisión. ¿Y quién no, de un modo u otro?
P: ¿Qué sientes aquí, en el corazón del Bernabéu? ¿Qué te transmite?
R: Paz. A mí, y en estos sentimientos me inspiré para mi segunda novela, el fútbol siempre me ha transmitido una sensación de paz, una paz como la que me confortaba en la infancia. Llegar a casa y oír el runrún del narrador me transmitía la idea de que todo estaba bien, y en lugar de hacer lo que habrías esperado de mí (o sea, quedarme con mi hermana en el cuarto o moverme por la cocina con mi madre) me sentaba en el sofá y me quedaba con los chicos, con mi padre y mi hermano, viendo el fútbol. Entiendo el fútbol como alegría. No entiendo el enfado con otros por motivos futboleros. Entiendo el pique, a mí me encanta picarme con los amigos barcelonistas. De hecho, a mí me gusta más hablar con los del Barça, precisamente por lo del pique, que con los del Madrid. Pero, habiendo en la vida cosas tan importantes para cabrearse, no entiendo a los que utilizan el fútbol para amplificar su cabreo. Yo tengo unfollows en Twitter cada vez que me pronuncio sobre un tema futbolístico. Me deja perpleja. Pero oye, ¿tú en la vida real solo te hablas con gente del Barça, o del equipo que seas? Ese hooliganismo trasladado a la vida me parece absurdo.
P: ¿De dónde viene tu madridismo?
R: De mi familia. Quien me inoculó el virus fue mi hermano. Mi padre también era madridista pero no tan apasionado. Yo recuerdo, eso sí, que hubo un día en el que fui del Atleti.
P: Ten cuidado que lo ponemos de titular, y vas a ver si ahí te caen unfollows.
R: Fue por un bedel de mi colegio: teniendo yo siete u ocho años, me dio un banderín. Luego ya entré en razón gracias a mi hermano, y es que mi madridismo siempre ha estado ligado a lo emocional. Tengo que decir que si yo hubiera nacido en Barcelona probablemente sería del Barça. Mi madridismo tiene que ver con mi hermano y también con un factor geográfico, porque yo crecí muy cerca del Bernabéu. Las pasiones deportivas suelen estar ligadas a la familia. A mucha gente le engancha al fútbol o a un determinado equipo su abuelo, por ejemplo. Es muy emotivo lo del fútbol, muy ligado a las propias raíces. Por eso no es de extrañar que dé lugar a enfrentamientos. Pero vamos, que son enfrentamientos que no me gustan nada.
P: ¿Es muy distinta la rivalidad que los madridistas tenemos con el Barça a la que tenemos con el Atleti?
R: Mucho. Mis amigos del Atleti odian que les diga que me alegro de sus triunfos. No lo pueden soportar. Al principio lo decía de corazón. Después, viendo los cabreos que se cogían, empecé a disfrutar diciéndolo a mala leche. Pero lo cierto es que no soy antiatlética. No soy anti-nada, en realidad. Es muy triste ser anti-algo, anti-lo que sea.
Mis amigos del Atleti odian que les diga que me alegro de sus triunfos
P: ¿No has sido antiatlética ni siquiera en estos tiempos recientes con Simeone, cuando nos han dado patadas hasta en el velo del paladar?
R: No creas. La irrupción de Simeone, en su primera etapa al menos, fue como un símbolo de cosas que a mí siempre me han gustado. El fútbol es una gran metáfora de la vida. A mí, que en realidad no sé mucho de fútbol, lo que me interesa son las dinámicas que se producen en los equipos: la relación dentro de un vestuario, la forma de dirigir un grupo humano por parte de un entrenador… De Simeone me encantaba su forma de hacerlo. Si esto es así tendré que decirlo aunque yo sea del Madrid. Hay que admitir las cosas que te gustan del rival. Del Atleti siempre he envidiado mucho, también, su afición, que siempre está con el equipo, pase lo que pase.
P: Si Sergio no llega a meter el gol de Lisboa, ¿te seguiría sin caer mal el Atleti?
R: Yo creo que sí. Pero también te digo: lo más justo era que pasara lo que pasó: para vosotros la liga y para nosotros la Champions. La liga está muy bien, me alegro por vosotros, amigos atléticos, pero el gol de Sergio Ramos en Lisboa es la vida.
P: Precisamente hace poco suscitábamos en La Galerna un debate sobre qué momento es más grande en la historia del madridismo: la Décima o la Séptima; Lisboa o Amsterdam; Sergio o Pedja.
R: Hombre, es que lo de Ramos fue tan inesperado… Vi la final de Lisboa en casa con mi familia. Mi sobrino de siete años estaba tumbado en un sillón llorando, dando la final por perdida. Mi chico estaba fuera, al otro lado de un cristal, porque no podía soportar la tensión. Hay un momento en que mi hermana le dice a mi sobrino, que lloraba y lloraba desconsolado: "No llores porque te vas a perder el gol". Cuando el gol se produjo, y aún con lágrimas en los ojos, completamente aturdido en medio de la catarsis familiar, en medio del estruendo, mi sobrino miraba a mi hermana como diciendo: tú eres bruja.
P: Decídete. ¿Lisboa o Amsterdam?
R: ¡Qué difícil! Hombre, es que el de Pedja dio fin a treinta y dos años de espera. Es un gol crucial en la Historia del Madrid. Por entonces yo me preguntaba si vería al Madrid alguna vez ganar la Copa de Europa. Y ya ves, de momento he visto cuatro. Luego está el de Zidane, por supuesto, que en cuanto a belleza es insuperable. Si pones las dos cosas juntas, belleza e importancia, ningún gol computa tan alto como el de Zizou en Glasgow. Pertenece a esa categoría de goles que hacen que recuerdes perfectamente y para siempre dónde estabas y qué hacías cuando el gol se produjo. Y en este sentido también el de Sergio es definitivo. La escena familiar que te acabo de describir es algo que recordaré para siempre.
P: ¿Has visto ese vídeo que circula por Youtube con reacciones al gol de Ramos por todo el mundo?
R: No, pero tomo nota. Eso también es mágico, ¿verdad?, cómo el fútbol hace que conecten miles, millones de sensibilidades distintas que en un momento determinado están viendo lo mismo en latitudes diferentes, y tienen su pasión y sus sentidos centrados en el mismo sitio. Esa comunión, de todos modos, es aquí donde mejor lo percibes. Es una alquimia insuperable.
P: ¿Vienes con frecuencia?
R: Ahora un poco menos. De pequeña o de adolescente venía mucho. Ahora me invitan a palcos y suelo venir muy agradecida, aunque tengo que decir que es un poco aburrido. No hay nada como el ambiente verdadero, el de la grada. Y el palco te aísla de eso. Quiero esa atmósfera mágica. Quiero abrazarme a ese señor que no conozco cuando llegue el gol. Pero antes venía mucho. De jovencita entraba al campo muchas horas antes del partido, venía con una amiga y nos subíamos hasta el tercer anfiteatro, y guardábamos el sitio a mi hermano y a sus amigos porque esas localidades no eran numeradas. No me preguntes cómo lo hacíamos porque éramos dos mocosas, pero el caso es que la gente nos respetaba y nos dejaban guardar todos los sitios, que protegíamos sembrando la grada de abrigos y otras prendas que distribuíamos alrededor de dos filas completas. Yo creo que a la gente le hacíamos gracia, si no no me lo explico. Te hablo de la época de las grandes remontadas europeas, aquellas dos Uefas: el Anderlecht, el Borussia…
-P: Precisamente hace poco entrevistamos a Isidoro San José, que nos contó uno de los muchos detalles épicos de esos enfrentamientos. Él jugó infiltrado contra el Borussia. Sufría una hernia discal. Jugó hasta que no pudo más.
R: Qué grande. Yo estuve aquí en la del Borussia. Qué recuerdos. De hecho salimos mi amiga y yo en la contraportada del Marca. De la remontada al Inter tengo también recuerdos tremendos. Los prolegómenos, por ejemplo. Como llegamos pronto al campo, los aficionados italianos se dedicaron a intentar ligar con nosotras. Y nosotras: os vamos a ganar y tal. Y efectivamente: después del partido estaban con menos ganas de tirar tejos, te lo puedo asegurar. Por allí les vimos a la salida, con una cara de depre… Qué tiempos. Estaba la Quinta del Buitre, estaba Gordillo… Estaba Santillana, ya en la etapa final de su carrera, pero oye, menuda etapa final. Yo me iba a verlos a los entrenamientos.
P: Antes hablábamos de la Décima. La resaca no fue fácil. ¿Cómo viviste el año pasado? ¿Te pareció muy decepcionante?
R: Claro. Un año en blanco para nosotros siempre es terrible.
Quiero esa atmósfera mágica. Quiero abrazarme a ese señor que no conozco cuando llegue el gol
P: Bueno, totalmente en blanco no fue. Se ganaron dos trofeos. Menores, pero se ganaron.
R: Bueno, pero a nosotros eso no nos consuela. Técnicamente hablando fueron dos títulos, pero madridísticamente hablando no fue ninguno. (Risas). Y encima el Barça ganando todo cuando todo hacía pensar (con sus imputaciones y tal, o con la baja forma de Messi al principio) que no iban a comerse nada. Además, me quedé con el mal sabor de boca de la despedida de Casillas, no me gustó. No me gustó cómo se gestionó. Tampoco me gustó la salida de Ancelotti, que era un señor que me encantaba por lo que te decía antes: yo me fijo mucho en el factor humano del fútbol, no tanto en el estrictamente técnico. Me fijo en cómo gestiona un grupo el hombre que tiene la responsabilidad de hacerlo, y me gustaba cómo lo hacía Ancelotti. Me gustaba la imagen que proyectaba y cómo llevaba su relación con los futbolistas y con la prensa. Me parece que, en esos aspectos, Ancelotti había recuperado todo aquello que Mourinho destrozó.
P: No eres nada mourinhista, por lo que veo…
R: Nada. Y conste que a mí, en la vida, los malos me hacen gracia, pero no es el caso de Mou. Es decir, al principio sí. Me parecía hasta sexy cuando llegó por esto que te digo: lo malo que era. Hasta que se pasó. Hizo lo del dedo en el ojo y murió todo el encanto.
R: No es menos cierto que se ha hablado hasta la extenuación del dedo en el ojo cuando al final Tito y Mou ya habían limado todas las asperezas al respecto… El conflicto público sobrevivió al de sus protagonistas.
R: Pero, con todo y con eso, esa mala imagen queda, y perjudicó mucho al Madrid. Mucho. Fíjate que en los comienzos las opiniones y gestos de Mourinho me resultaban tan claramente diseñadas para provocar que me parecía infantil que en el otro lado se picaran tanto con ellas. Sin embargo, a partir de lo del dedo en el ojo perdió la gracia, y creo que despertó entre los no madridistas una antipatía que antes no existía, o no de esa manera. Había envidia hacia el Madrid por ganarlo todo, pero siempre con cierta admiración y hasta cariño. Había estudios que demostraban que era el equipo más querido en España, incluso fuera de Madrid. Todo cambió con Mou. De repente yo, como madridista, tenía que empezar a pedir perdón por lo que hacía un señor con el cual yo no me identificaba en absoluto. Yo me identificaba con Del Bosque. Me dolió muchísimo su despido, o su no renovación.
P: Observo que te gusta más un perfil de técnico más contemporizador (Del Bosque, Ancelotti) que un perfil tipo Mou…
R: Claro, porque lo comparo con la vida misma, como decíamos. Hay quienes consideran que exprimiendo al máximo a la gente, encabronándola, fomentan la competitividad y con ella la eficiencia, pero yo no soy así. A mí esos jefes no me funcionan, y como no me funcionan a mí creo que tampoco le funcionarán a mi equipo. Lo veo todo desde ese prisma. Me gusta la firmeza. Pero me gusta combinada con la educación. Me gusta que el Madrid felicite cuando pierde, porque yo lo hago. Por cierto: yo siempre felicito a mis amigos del Barça o del Atleti cuando ganan, pero la cosa no funciona a la inversa: ninguno de ellos me felicita a mí cuando es el Madrid quien gana.
P: Es que la animadversión que nos tienen supera cualquier otra consideración…
R: Desde luego, y una cosa que me llama mucho la atención es cómo ellos, cuando ganan, siguen acordándose de nosotros. Yo cuando gano no pienso en el que ha perdido: pienso en que yo he ganado. Y cuando otros lo hacen mejor, lo reconozco. Por ejemplo, el Barça juega fenomenal. Yo lo reconozco.
R: Ahora ya no tanto.
R: Es verdad, ahora ya no tanto. Pero mientras han jugado muy bien se lo hemos reconocido, porque es que además si no admites estas cosas, porque los colores te anulan el raciocinio, demuestras que en realidad lo que pasa es que no te gusta el fútbol. Hay que reconocerlo con altura. Precisamente porque superamos a todos estos (Barça, Atleti) en palmarés, ampliamente además, podemos decirles: “Oye, qué bien estáis ahora. Enhorabuena”. Esa felicitación forma parte de nuestra superioridad. Tenemos estatura y por eso somos capaces de decirles: “Me alegro de lo que estás consiguiendo. Aunque evidentemente quiero que pierdas”.
El quejarse de los árbitros me recuerda muchísimo al <<Y tú más>> de los políticos.
P: ¿Hay que quejarse de los árbitros?
R: Me parece de perdedores.
P: Puede ser, pero también parece que el Madrid es el único equipo que no tiene derecho a quejarse jamás.
R: Eso también es muy cierto. Pero aun así hay que mantenerse. Es como en política. El “A mí los árbitros me perjudican más que a ti” me recuerda muchísimo al “Y tú más” de los políticos. Al final, eso se llama echar balones fuera. Se llama no asumir lo que haces mal. A mí me gusta la autocrítica en todo. Yo me enfado mucho con el Madrid cuando pierde. Me dan ganas de venir aquí y echarles la bronca, porque igual que son ellos quienes me hacen feliz también son ellos quienes me hacen desgraciada. Me gusta cuando salen y reconocen que han hecho un truño de partido, o que deben cambiar su actitud.
P: “Son ellos quienes me hacen feliz, son ellos quienes me hacen desgraciada”. ¿Te preguntas a veces hasta qué punto son conscientes de que eso es así? ¿Les importa mucho eso? Es más, cuando pierden, ¿quién lo siente más: ellos o nosotros?
R: Que saben lo que eso significa y son conscientes de lo importantes que ellos son para nosotros no tengo duda: ellos han sido forofos antes que futbolistas. Todos tienen sus mitos. Estoy segura de que son capaces de retrotraerse y concluir: tanto como yo necesitaba que lo hiciera bien Zidane necesita ahora esta gente que lo haga bien yo. Porque ahora el ídolo soy yo. Si sufren mucho o poco al perder creo que depende en gran medida de la relación que tengan con el club. Hay futbolistas que son estrictamente profesionales. Son mercenarios en el mejor sentido. Juegan donde les pagan y tratan de hacerlo lo mejor posible como nosotros en nuestros trabajos, simplemente. Pero luego hay jugadores, como fue Raúl, que tienen con su club una conexión diferente, más profunda. Otro ejemplo de esto es Casillas, y por eso me dolió y enfadó tanto verle salir así. Debemos ser agradecidos con todos aquellos que nos han hecho felices, e Iker nos dio felicidad. Su salida, de todos modos, ya comenzó a fraguarse con Mourinho. Aunque el responsable final es Florentino Pérez, claro.
P: Tampoco eres muy fan del presidente, entonces…
R: No. No me gusta su modelo de club. No da un buen trato a la cantera, por ejemplo. Y luego Morata termina eliminándonos de la Champions. A mí me da mucha envidia la Masía, lo reconozco. Y además es que el Madrid lo tiene todo para crear su propia cantera y que funcione espléndidamente. El Madrid tiene tal prestigio que puede permitirse perfectamente apostar a largo plazo por la cantera sin que ello haga resentirse dicho prestigio. Por eso no comprendo que no se haga esa apuesta de manera decidida. El Madrid ya tiene un peso específico inigualable y no va a disminuir si hace una apuesta por la cantera, aunque no le salga bien.
P: Pero la masa social tampoco tiene la serenidad suficiente como para darle ese margen al club en esa hipotética apuesta por la cantera. Los resultados se exigen de inmediato.
R: No estoy tan segura. Leo comentarios que exigen muchos fichajes y títulos ya, pero también otros que propugnan actuar con calma. Pero te decía qué es lo que no me gusta del presidente. No me gusta ese concepto de la Galaxia, que tiene mucho que ver con la salida de Del Bosque. No me gusta que maneje él los fichajes. Tendría que ser el entrenador, ya que has confiado en él, quien indique con arreglo a un plan deportivo qué jugadores necesitamos y en qué puesto los queremos. ¿Quién va a dirigir la orquesta? ¿El entrenador o Florentino? El entrenador. Y si no, no lo contrates. Baja tú al vestuario a dar las órdenes y marcar la estrategia.
P: Sin embargo, Ancelotti, que te gusta mucho, demostró que hay entrenadores que pueden encajar bien con esa filosofía donde los fichajes los decide el presidente. “Está bien, tú dame a James, que es un estupendo jugador que además te interesa comercialmente, y ya veré yo dónde lo sitúo”. Otra cosa, claro, es que luego le saliera mal a Carlo en cuanto a que no logró títulos importantes en el segundo año, lo que le costó el puesto.
R: Ancelotti era la paz. Conseguía contentar al presidente en el sentido que dices y al mismo tiempo contar con el favor de los jugadores, lo cual se vio claramente en el momento de su adiós: le adoraban y quedó claro. En un vestuario con personalidades tan fuertes lo que viene bien es alguien con perfil más bajo, capaz de gestionar bien los egos. Carlo hacía muy bien eso. A ese nivel lo más importante es tener como entrenador a un tío que haga equipo. Disponer tácticamente bien a los jugadores es importante pero no tanto. Lo que al final tienes entre manos es un capital humano. Es gente. Necesitan seguridad, confianza, alegría.
P: “Los días que tú juegas son todo lo que soy”, dice el himno de la Décima. ¿Qué significa para ti un día en el que juega el Madrid?
R: Bueno, a mí me gusta más el de las mocitas madrileñas (Risas). Pero respondiendo a tu pregunta, un día en el que juega el Madrid es muchas cosas. Para empezar, es un día que te fastidia toda la dieta porque estas cosas hay que verlas con aceitunas y unas cervezas.
P: ¿Eres supersticiosa a la hora de ver los partidos?
R: Sí. Una de las supersticiones es precisamente esa: tiene que haber cerveza y aceitunas. Si se acaban, algo puede ir mal. Luego hay supersticiones que nacen en el momento. Por ejemplo, vamos perdiendo pero llama al timbre una amiga y en ese momento marcamos el empate. Bueno, pues alguien más tiene que llegar a casa para que llame al timbre también y de ese modo marquemos el de la victoria. A veces he echado a gente de casa. “Cuando te has ido antes a comprar tabaco han ido las cosas bien, verdad? Pues vete de nuevo, por favor”. Hay momentos en los que dices: “No estoy concentrada”, como si el equipo necesitara que tú en tu casa estuvieras concentrada para ganar, como si existiese la mínima correlación entre ambas cosas. O cuando todavía no has llegado a casa y el partido ya ha empezado y el primer gol lo oyes en el taxi, de tal modo que cuando llegas a casa a lo mejor te arrepientes de estar allí, porque a ver si tu presencia (ahora) lo va a fastidiar todo… De repente uno piensa de verdad que tiene algo de responsabilidad en el asunto. Es una maravillosa locura.
Entrevista: Jesús Bengoechea
Fotos: Jacobo Beltrán
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Gracias, Raquel, por tu entrevista y tu sinceridad y emotividad en las respuestas. Independientemente de que no comparto algunas de tus opiniones, valoro mucho el sentimiento de amor por el club que transmites. Y sobre todo -que eso sí lo comparto al 100%- son tus ganas de disfrutar del Madrid, de alegrarte, de rabiar, de implicarte, de darlo todo. Y tu forma de vivirlo sin necesidad de insultar al rival. ¿Qué mejor manera de callar a los rivales que con nuestra historia y nuestro palmarés? No sé, a lo mejor somos seres en extinción, dado que la mayoría de los futboleros lo que les va es el insulto y el menosprecio (y ojo, incluso entre madridistas, cuando el otro no va por el jugador o el entrenador de tus amores).
Y enhorabuena a Jesús, por llenarnos el campo con verdaderas estrellas que hacen brillar a La Galerna, y la hace una web distinta, donde cabemos todos, a pesar de los matices y las diferencias. ¡Gracias!
Raquel Martos, o el típico ejemplo del pipero abducido por los ciudadanos periodistas
Puede ser, pero el piperismo, nos guste o no, es madridismo también, Rafa. Y hay otros buenos valores en Raquel, me parece.
Un saludo.
Por supuesto que si Jesús, no digo que no, solo lo ejemplificaba, gracias por tu web y seguid así dando voces a todos, aunque el corner del anti sea lo que leo menos, je je je
Un saludo
Buenas tardes, ayer lunes, al advertir la presencia de una nueva entrevista en esta interesante sección de La Galerna, me dispuse de inmediato a su lectura. He de decir que de nada conozco a esta guapa señorita, y por lo tanto no hay en mí prejuicio ninguno hacia ella. La lectura de la entrevista de D. Jesús, -magnifica porque pone en evidencia el "estilo" madridista de Raquel- hizo que mi estado de ánimo fuese variando, de forma significativa, al principio sorpresa, luego asombro y para terminar dos sentimientos encontrados de admiración y desolación en igual medida.
Voy a repasar solamente dos aspectos de la entrevista a esta señorita, porque me parecen los más importantes, en primer lugar su referencia al arbitraje, es desolador que después de 30 años de cacería inmisericorde, que nos han costado ligas ( todo empezó en Tenerife, con las ligas de las temporadas 90-91 y 91-92 y los miserables arbitrajes del gallego García de Loza y del turolense Gracia Redondo,-entonces un simple empleado de banca-), hasta el punto que para ganar una de las últimas 7, tuvimos que hacer 100 puntos y meter 125 goles, record absoluto de la liga española en toda su historia .
Que nos han costado copas del rey o usted Raquel ve normal, que hasta la llegada de MOU, ESTUVIMOS 20 AÑOS SIN GANAR UNA.
Que nos han costado copas de Europa, todos recordamos atraco tras atraco y para encontrar un arbitraje favorable nos tenemos que remontar a la Edad Media.
Para terminar el tema arbitral, cuando usted discuta con sus amigos del Barcelona, recuérdeles que todo empezó en la primavera del 2009 en Stamford Bridge, con el arbitro noruego OVREBO, y su legendaria actuación en un Chelsea- Barcelona, por supuesto al terminar la temporada, la U.E.F.A., le obligo discretamente a presentar la renuncia, se comenta también que ahora vive en una isla del Caribe, tan ricamente, ya jubilado.
Se comenta también que la policía británica, detuvo en uno de los aeropuertos londinenses a varios seguidores del Chelsea, que se dirigían a Oslo, para hablar en persona con el tal OVREBO, gracias a la filtración de una de las novias de los hinchas del Chelsea. ¿Será leyenda urbana?
En segundo lugar y aquí ya me ha llegado al corazón, es su calificativo de mala persona a MOU, ¿ Sabe usted que el entrenador portugués cuando se fue del Madrid le quedaban 2 años de contrato y no cobró ninguno de ellos ? ¿ Sabe usted que el entrenador luso es el único en el S. XXI que no ha cobrado indemnización al irse del Madrid? ¿ Qué comportamiento le parece más indecente, si el del entrenador portugués o el del jugador de ventaja Casillas, que jugando en Oporto, cobra 9 millones de euros del Madrid este año y otros 9 el año que viene?. Pero donde usted me parte el corazón es cuando le afea el incidente del dedo en el ojo al entrenador
Tito Villanueva,-D.E.P.- el hecho de que durante dos horas desde el banquillo azulgrana, les estuviesen insultando continuamente con expresiones como hijos de puta, españolazos de mierda, etc... no parece tener importancia para usted, aunque en esto último le doy la razón, yo tampoco le habría metido el dedo en el ojo a Tito por llamarme españolazo de mierda. Salud.
Hola, Comunero.
Solo quería indicar que Raquel no llama a MOurinho "mala persona" en el transcurso de la entrevista. Dice "los malos me hacen gracia pero él no", o algo similar. No es exactamente lo mismo, creo.
Un saludo.
Sabe usted que Mou tenia que indemnizar al Madrid con 20 milliones si queria irse del Madrid y no pago nada.
2o millones si aplica algo a Casillas hagalo tambien con Mou. Usted es como la ceoma o como la llama desvirtuando la realidad. La suerte que tiene el madridismo, es que la mayoria son piperos y no discipulos de un vende humos!!!
Buenas noches D. Jesús, entiendo que se refiere a Mou en el sentido de que el entrenador portugués no le hace gracia, a pesar de su condición de malo, ( para esta señorita parece que hay cierta correlación entre maldad y simpatía) pero este es un asunto menor, que tampoco merece perder el tiempo con él.
Saludos blancos y comuneros
Buenas noches la verdad es que es la primera vez que oigo comentar tal cosa, me resulta extremadamente raro que el 80% de los medios de comunicación -que como usted sabe son anti madridistas- no hayan dicho nunca nada durante los últimos años, sobre la existencia de esta clausula anti fuga, dado que todavía son más anti MOU, que anti madridistas, aunque tal cosa parezca imposible, pensar que la CE.CO.M.A. HA DESPERDICIADO esta ocasión para enmierdar al portugués y al Madrid, se me antoja imposible,
Salud si no le molesta
Hombre John Boy, ha vuelto usted después de renunciar de por vida a esta página varias veces.
Los 20 millones a los que alude, solo son aplicables en caso de DIMISIÓN, como indemnización, cosa que no ocurrió, ya que su marcha fue de mutuo acuerdo (de ahí que no hubiese indemnizaciones obligadas por parte de ninguna de las partes). Casillas, al querer irse él, no debería cobrar un céntimo del Real Madrid. Pero bueno, todo sea por mantener lejos a ese "individuo".
Nada que decir de la prensa inglesa. Anti-José a morir e irrespetuosa como ya demostró con Luis Suárez y con otros tantos. De la misma escuela que la de aquí. Qué pena que solo ofende quien puede y no quien quiere. Cómo les escuece a algunos todavía esa Premier y Capital One Cup...
Como diría el gran Guti: a recoger amapolas al campo.
Pd: Ferguson, al que tanto ponen por las nubes y como ejemplo de lo que debe ser un entrenador, tiene dos Champions League en 23 años en el United, las mismas que Mourinho en la mitad de tiempo (11 años) y ganándolas con equipos muy inferiores en potencial (Porto, Inter).
Todo perfecto hasta la referencia a Mou, la cantera, el presi, etc...
Uno tras otro, topicazos fruto de la manipulación de los ciudadanos periodistas que tanto bien hacen al RM. Como he dejado de leer "ipso flauto" no sé si habrá hecho referencia también al señorío de las narices, pero me jugaría 1.000 duros a que sí.
¡Qué decepción, se nota que se alinea con las líneas editoriales más nefastas para el club y se codea con lo más "granao" de la prensa "nasioná"!
En fin, a otra cosa mariposa.
Te gustará más o menos pero es lo que hay. Es la fuerza de un relato imperante, imposible de combatir si la única manera de hacerlo es recurrir a medios marginales como La Galerna (con perdón), El Radio u otros similares -incluso RMTV-, y desde el club no se hace una política seria para contrarrestar el relato de una manera amplia, inteligente y creíble.
Desde Barcelona han logrado que una Prensa con un sesgo bastante antimadridista sea tildada como "La Caverna" (madridista se supone) mientras que sus periódicos, escritos con un sesgo culé que cae de lleno en el fanatismo más grotesco se vean como simplemente una manera parcial y subjetiva pero "normal" de entender la rivalidad deportiva.
"[Florentino] No da un buen trato a la cantera, por ejemplo ... A mí me da mucha envidia la Masía, lo reconozco." Luca Zidane, Carvajal, Aschraf?, Nacho,Javi Sánchez, Reguilón, Fede Valverde, Casemiro!, Lucas Vázquez. Marcos Llorente, Mariano. Si quisiéramos hacer una trampita contable podríamos añadir a Vinicius. En el Barsa, Sergi Roberto, Piqué, Messi claro... alguno más?
Evidentemente con este tema Raquel Martos tiene los oídos bien abiertos al relato y los ojos completamente cerrados a la realidad que la rodea. Y esto no es una opinión, es un hecho. Como ella hay legión a quienes se les podría aplicar la pregunta marxista: "a quién va a creer usted, a sus propios ojos o a mí?"
Me como a Busquets en mi comentario, pero creo que esto va a favor de mi argumento, porque desde la feliz eclosión de un grupo de jugadores allá por el 2009 (algo parecido a lo que nos sucedió a nosotros con la quinta del Buitre) la cantera no ha sido relevante en absoluto en el Barsa, mientras que en el Madrid de Florentino ha ido teniendo más peso.